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viernes, 18 de marzo de 2022

Nunca más vas a trabajar en televisión - The Smile

No temas, mi amor, es puro humo

huesos jóvenes amontonados

chicas que se cortan las muñecas

vuelven a escena para el beso por la canción de cuna.


Detrás de algunas rocas, debajo de algún puente

un crápula te promete la luna.


Sí, claro

sueño profundo

la noche entera.


Un chico encadenado en oro

un par de sogas flojas

apenas una puntada fácil de descoser

incluso mi pie izquierdo.


Dejá que oscurezca, bunga bunga 

o no volverás a trabajar en televisión.


Sí, claro

los mastica, los escupe

como sea que se llame el genio mecánico

tantas esperanzas hermosas y tantos sueños jóvenes

arruinados por esas miradas malvadas y esas patas de cerdo.


Boludo triste, tirás unas monedas

sacá tus sucias manos de mi amor

Dios sabe dónde más anduviste

Dios sabe dónde más anduviste.

 

En mayo del año pasado Thom Yorke y Jonny Greenwood, integrantes de Radiohead, presentaron una banda paralela llamada The Smile. El baterista Tom Skinner (de Sons of Kemet). El productor es Nigel Godrich, habitual colaborador de Radiohead. Ya dieron a conocer cuatro temas, entre ellas esta "You Will Never Work In Television Again", de un carácter cercano al post punk. Trasmitieron un ensayo por Instagram Live. También hicieron algunos conciertos en streaming. El lema de la banda es "where work is more fun than fun".

 


Como para desorientar un poco más a los fans de Radiohead, ayer dieron a conocer otra canción, de estilo más cercano al que tiene la banda en la actualidad:

 

Y un par de días antes el propio Thom Yorke sacó un tema solista:


¿Entonces?

miércoles, 10 de julio de 2019

Netflix en la radio

AnimaRolling Thunder Revue, Democracia Em Vertigem: Netflix en La otra.-radio, para escuchar acá



Todos sabemos qué es Netflix, pero yo un poco menos que todos porque no estoy abonado. Sin embargo, durante todos estos años no pude dejar de escuchar los comentarios acerca de las series que estaban buenísimas, de las que no había que perderse, de los amigos que se clavan una temporada entera de XYZ en un fin de semana, de los que ven las películas por el celular, del crecimiento de las plataformas on demand, de la pérdida del aura y la muerte del autor como signos de una contemporaneidad rabiosa y la ruptura con una tradición ya pesada. En el fondo se trata de una puja entre el modo de estar en el mundo del siglo xx y el que asoma en el siglo xxi. (Como si el siglo xx no tuviera algo que ver con lo que pasa en el xxi, pero bueno...). Todos hemos percibido un ánimo de celebración alrededor de la muerte del autor en el sentido moderno: por fin se cumplen las profecías de Nietzsche y Foucault, ya las series no tienen autor: tienen guionistas, elencos, tramas, spoilers y sobre todo diseño de producción. Dame un diseño de producción y después vamos viendo.



Hace 25 años se hablaba de la muerte del cine y hoy es adecuado hablar de su mutación. Algo así como: ¿en qué cosa tendría que devenir el cine para que sea posible incluir en esa etiqueta lo que vemos en las pantallas digitales que acarreamos sin necesidad de entrar en el espacio sacralizador de la sala de cine? Hay en el clima de época un miedo a quedar algo ligado al pasado, a la modernidad, a la política de los autores, al romanticismo... Si uno desconfía de la experiencia de ver el mundo a través del celular, de los grupos de personas que inclinan la columna vertebral y mueven la pantallita con el dedo, entonces se aleja de los millennials, de los centennials y se vuelve un poco reaccionario.

Netflix es algo más que un vehículo de producciones audiovisuales. Más que una empresa de entretenimientos. Nuestra sospecha, por no decir mi sospecha, es que forma parte del mismo diseño de Mercado Libre, de las fluctuaciones en la tarifa de Uber según la hora y la demanda, el empleo flexible online y la flexibilización laboral. Con cinismo estético se ligan todas estas licuaciones neoliberales con la flexibilidad, como aquello que se opone a la rigidez, a pesar de que el rumbo que toman las cosas del mundo se presenta a la vez como duramente irreversible. Los esfuerzos de la crítica y los estudios académicos por naturalizar el rumbo de la historia nos hacen desembocar ineluctablemente en Netflix.

En estos últimos tiempos, quizás desde que David Lynch decidió hacer Twin Peaks 3 para Netflix, o cuando un producto de Netflix y Cuarón como Roma no solo fue nominada para el Oscar como mejor película y mejor película en idioma extranjero simultáneamente sino que además fue muy votada en la Internacional Cinéfila, las conversaciones sobre esta plataforma -mejor dicho: sobre su modo de insertarse en nuestra experiencia- tomaron otro cariz. Si hay una generación que amoldó su noción del consumo cultural y su experiencia de la narración con las series de Netflix, tenemos que añadir a nuestros interrogantes la pregunta de por qué artistas como Lynch, Dylan y Scorsese, o Thom Yorke y P. T. Anderson deciden poner a circular sus obras a través de Netflix. No es difícil entender por qué la empresa quiere fichar a Dylan, a Lynch o a Yorke en su catálogo: en plena expansión, una pátina del presitigio de los nombres ilustres de la era analógica es un valor agregado, tentación para que nos suscribamos los renuentes. Pero podemos preguntar todavía por la anuencia del autor a mandarse por ese lado. Esa decisión puede significar ansiedad para llegar al público que no pagaría una entrada para verlos en una sala, aggiornarse, aceptar las ventajas de visibilidad que otros dispositivos de distribución no ofrecerían, volverse actores relevantes de los modos del nuevo siglo o simplemente facturar un montón de dólares.

Anima es el nombre de un disco que acaba de sacar Thom Yorke y es realmente muy bueno. Pero también es el nombre de una película de corta duración ("one-reeler", bromearon los autores haciendo alusión a un formato usual de la época del cine mudo, las películas de un solo rollo) producida por Netflix. La película es buenísima, entre lo mejor que hizo Anderson y una demostración de que Thom Yorke no solo es un autor de grandes canciones y explorador de angustiantes atmósferas sonoras sino también un ícono, un gran actor, un bailarín notable, un artista integral. Anima película es una obra considerable con aroma a pesadilla epocal. La visión desoladora de la humanidad zombie retorciéndose en el subte rumbo a sus trabajos cotidianos coreografía una experiencia verídica, una pesadilla tan tangible como la realidad. Se aplica mucho talento para pensar el vínculo entre imagen y sonido, entre duración y progresión dramática, entre coreografía y puesta de cámara, entre color y ritmo. Merecería ser vista en una sala (como de hecho se proyectó en algunas ciudades del mundo en su semana de lanzamiento). Pero la cuestión es que su disponibilidad actual es Netflix. O sea, podés verlo en tu celu si estás abonado y si no, conseguite un amigo que te invite a su casaa verla  (o que te muestre su celu) o esperá que la suban a alguna página pirata.



Lo mismo se puede decir de la genial Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese de la que escribí hace poco en este blog, una pieza indispensable para armar el rompecabezas Dylan. También para confirmar que Scorsese es el cineasta indicado para poner a Dylan en términos cinematográficos. Uno de los encantos secretos de la película es el arte de la falsificación, la tergiversación, la inclusión inadvertida de testimonios apócrifos que ayudan a extender la mitomanía que Dylan convirtió en su juego preferido. Hay varios personajes ficticios y anécdotas inventadas mezcladas con el material de archivo y el propio Dylan actual se encarga de reflexionar ante cámara acerca de la verdad que se dice detrás de la máscara. En ese mismo plan hay que interpretar la cita que hace Scorsese al comienzo y al final de la película de un corto ilusionista de George Melies en el que una mujer desaparece por un truco de montaje. Es Melies y no Lumiere el epígrafe del "documental". Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese  será para la posteridad el Dylan de Netflix.

En estos mismos días esa plataforma subió una película documental de la brasileña Petra Costa: Democracia Em Vertigem (Al filo de la democracia, en su versión en castellano). Con formas un tanto más convencionales que las dos películas comentadas arriba, Costa narra los pasos del lawfare brasileño que conduce a la destitución de Dilma, la cárcel de Lula y la presidencia de Bolsonaro. La similitud entre los procedimientos de los poderes de la derecha que se movieron para destruir la democracia brasileña y los que actúan aún hoy en Argentina solo se pueden ver con intensa inquietud. El lawfare brasileño, nos muestra la película, ya desembocó en su fase catastrófica. En Argentina todavía no. Es inquietante enterarse por Netflix.

Estas tres películas están entre lo más interesante que puede verse hoy en día en cualquier formato. Pero todas ellas están en un solo formato. De eso y con más detalles, con pelos y señales, gruñidos y susurros, hablamos en la reciente emisión de La otra.-radio, que pueden escuchar clickeando acá. [Quizá el único personaje que no puede hacer nada en este escenario es Joao Gilberto, al que finalmente este programa estuvo dedicado].

domingo, 7 de julio de 2019

Anima, Democracia em vertigem, Rolling Thunder Revue... ¿Netflix?



Anima, un cortometraje de 15 minutos de Paul Thomas Anderson y Thom Yorke, acompaña el lanzamiento del nuevo disco solista del líder de Radiohead.



Democracia em vertigem, el documental sobre el proceso de degradación institucional brasileño realizado por Petra Costa, que en parte viene a reparar la canallada de O mecanismo.

Y por supuesto, la extraordinaria


Cada una de estas películas tiene un notable interés, pero a esto se añade una tensión acerca de los modos de circulación de la producción cinematográfica en el siglo xxi y el riesgo de la privatización total de la experiencia del mundo. 

viernes, 14 de septiembre de 2018

Suspiro


Este es un vals que piensa
en nuestros cuerpos
y lo que significan
para nuestra salvación

Solo con la ropa
con la que nos levantamos
apenas en la tierra
en la que estamos parados

¿Es nuestra la oscuridad
como para retenerla
bañada en la claridad
bañada en el calor?

Todo bien
mientras sigamos girando
aquí y ahora
bailando detrás del muro
mientras nuestras canciones y risas
se olviden siempre
y nunca se vuelvan reales.

Cuando yo llegue
¿vendrás a buscarme?
¿o serás uno más
en la multitud?

Llevaba un mal signo
de su lado
no hay mañanas
en paz.

miércoles, 18 de abril de 2018

Cabeza de radio

La otra.-radiohead: para escuchar clickeando acá

No busques grandes ideas
que no van a ocurrir nunca
te pintás de blanco,
y te llenás de ruido
pero hay algo
que se te va a escapar.

Cuando lo encontrás, se va
cuando lo sentís, ya no
descarrilás.

No tengas grandes ideas
que no van a ocurrir nunca
te vas a ir al infierno
por pensar cosas feas.


A veces pasa
que ciertos días
algunos estímulos artísticos
intensos
interrumpen el curso habitual
de las cosas
no se trata de que el arte
nos distraiga
porque en verdad te conecta
con la verdad de la milanesa
si te distrae, ya es otra cosa
por ejemplo
ves en menos de 24 horas
a Radiohead en vivo
y Season of the devil
esa película tremenda
nunca será una distracción
primero porque esa música
y ese cine
te llevan a ensanchar
la percepción del mundo
de este mundo
no a escaparte
sino a ensanchar tu corazón
a aguzar tu escucha
a mirar mejor
y mientras todo sigue mal
o aún peor
vos te encontrás mejor
para seguir la pelea
de eso hablamos el domingo
a la medianoche
veinticuatro horas después de Radiohead
y una hora después de Lav
pueden escucharlo
acá.

domingo, 15 de abril de 2018

Radiohead en Argentina

Hoy a las 12 de la noche, especial en La otra.-radio. FM 89,3, online


Están pasando por un momento artístico formidable: conjugan una obra de permanencia sostenida, madurez expresiva e innovación artística. Quizá sean la última gran banda de rock que queda porque, en la era del vacío, sostienen con inteligencia e inspiración las banderas de integridad que hicieron del rock algo más gravitante que un género de la industria cultural. Son masivos y refinados. Resisten al cinismo que hoy predomina en la escena pop. Creativos, afinados, potentes, delicados, complejos, precisos, virtuosos, vibrantes. Encontraron una síntesis sonora que está a la altura de las innovaciones estéticas del siglo xxi sin ceder a las tendencias efímeras y a las incesantes trampas del mercado. Exigen a las posibilidades tecnológicas que rindan frutos de alta expresividad, pero cada vez que se lo proponen pueden sonar como la mejor banda analógica de la tierra.

Lo más importante: crearon un puñado de canciones destinadas a permanecer en la memoria de varias generaciones. Anoche las tocaron en una fresca noche porteña que va a quedar entre las más bellas  de nuestra larga tradición rockera.

Hoy a las 12 de la noche, veinticuatro horas después de Radiohead en Buenos Aires, le dedicamos nuestro programa en Radio Gráfica, FM 89,3. Online acá o acá. Vamos a hablar con el más competente conocedor de su obra que ustedes puedan escuchar en la radio argentina.



No logro entender
qué hice mal
lleno de agujeros
chequeen el pulso
parpadeá
un ojo es sí
dos ojos no.

No tengo idea
de lo que digo
atrapado en este cuerpo
sin poder salir
oh, oh
hacé un sonido
volvé a tu casa
pálido remedo
de bordes mal cortados.

No tengo idea
de lo que estás hablando
atrapado en este cuerpo
sin poder salir
oh, oh.

¿se te cortó la luz?
porque a mí sí
es el siglo 21
es el siglo 21
podés pelear como un perro
y ellos te ponen de rodillas
se asustan y te meten
se asustan y te meten
todas las mentiras que me pasan por la cara
todas las mentiras que me pasan por la cara
y las de cualquier otro
estoy vivo
y lo veo venir.


viernes, 23 de junio de 2017

Te lo prometo (Radiohead 1997 2017)


No me escapo más
te lo prometo
aunque me aburra
te lo prometo
aún cuando me dejes afuera
te lo prometo
voy a rezar mis plegarias cada noche
te lo prometo
no quiero ser tan estricto
te lo prometo
las broncas y las charlas anodinas
te lo prometo
aunque el barco esté averiado
te lo prometo
atame a la goma podrida
te lo prometo
no me escapo más
te lo prometo.

Radiohead, 1997 / 2017

lunes, 23 de mayo de 2016

El macrismo y un mundo post nietzscheano

La otra.-radio para escuchar clickeando acá





Noche de inmensa calma
me ciega el alma 
tu claridad
y se alza al infinito
muriendo el grito
(Buenaventura Luna, "La noche", 
cantado por Liliana Herrero en su disco Lo imposible)

Dice Verbitsky en su artículo de ayer domingo en Página 12:

“Hay que vender la idea de que el país tiene una base sólida”, postula con entusiasmo Federico Sturzenegger. El diario La Nación destaca su “evidente tranquilidad” que atribuye a la exitosa solución al problema de la deuda, que le permite concentrarse en la tarea que todo el gobierno considera primordial. “Estamos obsesionados con reducir el gasto público. Esa es una tarea permanente”, dice. Ahora que “ya nadie duda sobre si la Argentina va a poder cumplir con sus compromisos” la recuperación será “muy, muy rápida y significativa”. Para Sturzenneger, la reactivación se producirá en el segundo semestre.

"Estas declaraciones fueron formuladas el 11 de junio de 2001, cuando era Secretario de Política Económica durante el último ministerio de Domingo Cavallo, bajo la presidencia de Fernando de la Rúa. A 15 años de distancia se conoce lo sucedido: el megacanje no solucionó el problema de la deuda, sólo la incrementó en decenas de miles de millones de dólares. Ese dinero financió la fuga por parte de las grandes empresas, que expatriaron sus capitales antes de que los ingenuos mortales fueran atrapados por el corralito. La reactivación no fue rápida ni significativa, sino que se profundizó la recesión, mientras la reducción del gasto público se limitó a la merma del 13 por ciento en los ingresos de jubilados y trabajadores del Estado, y fue devorada por la cuenta de intereses del nuevo endeudamiento. Además tuvo consecuencias personales para el locuaz vocero: la Corte Suprema confirmó el procesamiento de Sturzenegger por negociaciones incompatibles con la función pública. Si aún no ha llegado a juicio ha sido por la protección política que le acordó Maurizio Macrì, quien lo hizo presidente del Banco Ciudad, diputado nacional y ahora presidente del Banco Central, mientras pretende que el suyo es un gobierno honesto y transparente. Este blindaje contra las consecuencias de sus actos permite que Sturzenegger mantenga el optimismo bobo de entonces, compartido con la plana mayor de la nueva Alianza que integra, y vuelva a vaticinar primores para el segundo semestre, en este caso descenso de la inflación, que a fin de año caería al 2 por ciento mensual, desde el 6,5 por ciento de abril, lluvia de inversiones en dólares, megaplanes de obras públicas, empleo auténtico y no inútil, crecimiento, felicidad y globos. El problema es que hoy como entonces estas expresiones de deseos no tienen correlato en la realidad. El gobierno necesitaría un año de tres semestres para ver sus vaticinios hechos realidad. Mientras, se limita a repetir slogans de campaña, con promesas que suenan muy atractivas pero que no tienen la menor posibilidad de cumplirse.

"Esa independencia del discurso en relación con los datos de la realidad no es una exclusividad argentina. En su edición del viernes el diario de registro de la política estadounidense, el Washington Post, publicó una columna sobre lo que llamó “un mundo post fáctico”, en el que el público ni siquiera se preocupa por saber si los hechos que se le presentan son verdaderos. Se detectó una tendencia general a creer en los supuestos hechos que confirman las opiniones preexistentes y desechar aquellos que las contradicen. Este fenómeno se potencia en las redes sociales, donde quienes sostienen las opiniones más fuertes son los menos inclinados a modificar sus puntos de vista y tienden a rechazar como tendenciosa cualquier corrección basada en datos. Otra publicación estadounidense atenta al mismo fenónemo es la revista New Yorker donde Jill Lepore escribió que la enorme cantidad de datos disponibles vuelve a las personas cínicas respeto de la verdad misma. “Con tantas fuentes de información disponibles, es mejor suponer que son todas erróneas. Si la verdad está pasada de moda, si vivimos realmente en un mundo post fáctico, no hay ningún motivo para que los mentirosos se avergüencen”. Pese a que Donald Trump miente una y otra vez en su campaña y que sus falsedades son de inmediato señaladas, “esto no incide en su comportamiento ni en el de sus seguidores”, dice el Post. También el referendo sobre la posible salida británica de la Unión Europea está plagado por un mal uso intencional de los datos, agrega. Pese a que ha sido demostrada su falsedad, la cifra de 350 millones de libras por semana que Gran Bretaña pagaría a la Comisión Europea, sigue pintada en el exterior de los ómnibus como argumento de campaña, sin que nada cambie. La conclusión es que en la era de las redes sociales, a los políticos, los militantes, los programas robot y los gobiernos les resulta fácil manipular las noticias y al público cada vez más difícil corregirlo, aún cuando se lo proponga".

Hasta acá Verbitsky (se puede leer completo acá).

Sobre la machacona espera del tercer semestre en que la felicidad se instalará en la República Ceócrata de Macrilandia ya sabemos bastante.

Pero el pasaje donde Verbitsky cita a los periodistas norteamericanos y su idea de "un mundo post fáctico" me impresionó por su evidente aroma post-nietzscheano.

Digo post-nietscheano porque no me atrevo a decir directamente nietzscheano.

Es cierto que Nietzsche acuñó con tremenda eficacia algunos aforismos que daban por liquidada la verdad. Los más famosos: "La verdad es el error sin el cual no puede sobrevivir determinada especie" y "No hay hechos, solo interpretaciones".

Gianni Vattimo se encabalga en Nietzsche: “No hay «hechos», sólo interpretaciones; sólo fábulas, producciones simbólicas que son el resultado de determinadas jerarquías de fuerzas emocionales, y dan lugar a determinadas configuraciones (por ejemplo, una cierta interpretación «prevalece» como «verdadera», se convierte en norma, etc.; pero es precisamente un acto de fuerza).” (G. Vattimo, La voluntad de poder como arte). Foucault redobla la apuesta: para postular algo como verdadero hace falta un acto de fuerza, casi policíaco: “no se está en la verdad más que obedeciendo a las reglas de una «policía» discursiva que se debe reactivar en cada uno de sus discursos” (El orden del discurso).

Pero Nietzsche elaboraba sus aforismos punzantes en medio de las terribles tensiones de las que deja testimonio en su propia obra. La corriente post-moderna del siglo 20, hace casi 40 años, extrajo estas frases del torrente nietzscheano, barrió bajo la alfombra la catástrófe que Nietzsche vaticinaba como "advenimiento del nihilismo" y pretendió hacer de la muerte de la verdad una ocasión lúdica y festiva. La Gaya Ciencia es el libro en el que Nietzsche dejó sentada su percepción de la "enorme lógica del terror" y el "entenebrecimiento de la tierra" que vendría con el nihilismo. En el libro V, "Los que no tenemos temor", el parágrafo 343 dice:

Nuestra serenidad. El más importante de los acontecimientos recientes, “la muerte de Dios”; el hecho de que se haya quebrantado la fe en el Dios cristiano, empieza ya a proyectar sobre Europa sus primeras sombras. Por lo menos para el corto número de aquellos cuya mirada y cuya desconfianza en el mirar son bastantes finos y penetrantes para tal espectáculo, parece que se ha puesto un sol, que se ha trocado en duda una antigua y profunda confianza; a éstos debe parecerles nuestro viejo mundo cada día más crepuscular, más dudoso, más extraño, más viejo. Hasta puede decirse, en términos generales, que el acontecimiento es demasiado grande, demasiado lejano, demasiado apartado de la comprensión de todo el mundo para que pueda extrañarse que no haya producido ruido la noticia, y que las masas no se den cuenta de ella, ni puedan saber lo que se hundirá por haber sido minada esa fe: todo lo que se apoya en ella y con ella se enlaza y de su savia vive, por ejemplo, toda la moral europea. Esa larga serie de demoliciones, de destrucciones, de ruinas y derrumbamientos que tenemos en perspectiva, ¿quién podrá adivinarla hoy lo bastante para ser el iniciador y el adivino de esta enorme lógica del terror, el profeta de un entenebrecimiento y de unas oscuridades tales que probablemente no tuvieron jamás semejanza en la tierra? Nosotros mismos, nosotros, adivinos de nacimiento, que estamos como al acecho en las alturas, plantados entre el ayer y el mañana; nosotros, primogénitos del siglo futuro, que deberíamos percibir ya las sombras que Europa va a proyectar, ¿cómo es que esperamos sin interés verdadero, y sobre todo, sin cuidado ni temor, la venida de ese eclipse? ¿Estaremos tal vez dominados todavía por las primeras consecuencias de tal acontecimiento? ¿Es que esas primeras consecuencias, contra lo que debía esperarse, no nos parecen tristes y sombrías, sino que, al revés, se nos presentan como una especie de luz nueva, difícil de describir, como una especie de dicha, de alivio, de serenidad, de aliento, de aurora?...Efectivamente, nosotros los filósofos, los espíritus libres, ante la nueva de que el Dios antiguo ha muerto, nos sentimos iluminados por una nueva aurora; nuestro corazón se desborda de gratitud, de asombro, de expectación y curiosidad, el horizonte nos parece libre otra vez, aun suponiendo que no aparezca claro; nuestra naves pueden darse de nuevo a la vela y bogar hacia el peligro: vuelven a ser lícitos todos los azores del que busca el conocimiento; el mar, nuestra alta mar, se abre de nuevo a nosotros, y tal vez no tuvimos jamás un mar tan ancho.



El tránsito que Nietzsche lleva a cabo con su grandioso estilo desde el comienzo del párrafo hasta su final expresa la terrible tensión a la que su auto-adjudicada "jovialidad" enfrenta. El saber nietzscheano es jovial no porque desconoce la lógica del terror del nihilismo que anuncia. Si se quita la percepción del terror, la jovialidad niestzscheana se transforma en una alegría banal. Así es como se llega a los "talleres de entusiasmo" que dicta Alejandro Rozitchner en la Fundación Pensar. Cierto: la transición Nietzsche/Foucault/Vattimo/Rozitchner puede sonar una degradación brutal y sin duda lo es. Pero esa degradación está latente cada vez que se lee a Nietzsche sin la densidad histórica de la que su experiencia da cuenta.

Me parece que el problema de la verdad, livianamente esquivado por la interpretación jovialista del nihilismo nietzscheano, es el que la filosofía tiene que seguir interrogando hoy, si es que tiene algún sentido seguir haciendo filosofía.

[En el programa de anoche, mientras escuchábamos los nuevos discos de Liliana Herrero, Radiohead y Bob Dylan, se nos ocurrió hacer este cruce entre filosofía y política. Para escuchar el programa, las canciones y la conversación, clickear acá]-




Loose talk around tables

Abandon all reason
Avoid all eye contact
Do not react
Shoot the messengers
This is a low flying panic attack
Sing the song of sixpence
that goes
Burn the witch
Burn the witch

domingo, 22 de mayo de 2016

Los soñadores nunca aprenden

Los soñadores
nunca aprenden
nunca aprenden
más allá del punto
de no retorno
de no retorno
y ya es muy tarde
el daño está hecho
el daño está hecho
esto va
más allá de mí
más allá de vos
la habitación blanca
junto a una ventana
Por donde entra el sol
estamos
felices de servir
felices de servirte.



Los nuevos discos de Radiohead, Bob Dylan y Liliana Herrero hoy a la medianoche en La otra.-radio. Radio Gráfica, FM 89,3. Online.

martes, 7 de octubre de 2014

Interferencia, lo nuevo de Thom Yorke

La otra.-radio, para escuchar acá





Nos miramos a los ojos del otro
como los grajos, como los cuervos
la tierra puede abrirse y tragarnos
en un instante
un instante.

Pero no tengo el derecho
de interferir
de interferir
no tengo el derecho
de interferir
de interferir.

En el futuro, vamos a cambiar de número
y a perder contacto
en el futuro, las hojas se secarán
cuando queramos.

Y no tengo el derecho
de interferir
de interferir
no tengo el derecho
de interferir
de interferir.

martes, 8 de octubre de 2013

Thom Yorke vio algo que no le gustó

Vio con quién le había tocado compartir la doble tapa de La otra número 26




¿Podrías por favor parar el ruido?
Estoy tratando de descansar.
De todas las voces en mi cabeza
de pollos nonatos.
¿Qué es eso?
(Puedo ser paranoico, pero no un androide.)
¿Qué es eso?
(Puedo ser paranoico, pero no un androide.)

jueves, 10 de mayo de 2012

A cada paso sientes otro déjà vu

Revista La otra 26


«Cuando a fines de 1992 Emi editó el primer simple de Radiohead, la prensa no se mostró muy amigable: la revista New Musical Express los llamó “una imitación cobarde de una banda de rock”. La BBC1 retiró el simple de la lista de difusión porque lo consideró “demasiado depresivo”. El tema tan mal recibido era nada menos que “Creep”. Uno siempre quisiera estar en el lugar y en el momento en que surgen las cosas verdaderamente grandes, pero asistir a esos momentos puede ser decepcionante». (O.C., "Nunca menos" en revista La otra 26, página 76)

«Los aparatos enloquecieron
no puedo seguir molestando a todos
pequeño mocoso punk
y ya no soy capaz de enfrentar el atardecer...»
(Radiohead, Last flowers, en revista La otra 26, página 79)



«Los 24 de marzo son especiales. En Alta Gracia, mi ciudad, son una pequeña plaza que se llena para ver tocar a algunos artistas en homenaje a los desaparecidos. En Buenos Aires son la Plaza de Mayo. Cerca de allí, Radiohead daría su primer concierto en Argentina después de 17 años de haber lanzado su primer EP en el Reino Unido. Las siete horas que dura mi viaje no me alcanzan para hacer un repaso completo de su discografía. Ésta camina alrededor de tres generaciones de seguidores: los que crecieron con Pablo Honey; quienes se introdujeron en la época de Ok Computer y los post Kid A...» (Andrés Zega, "A 15 pasos" en revista La otra 26, página 81)

«“Separator” puede ser un separador, pero también un final. Quizá un final que logra equilibrar la dinámica y la lentitud que toca el disco, el equilibrio justo de una banda que, al final, ya no parece de Thom Yorke. Por eso hoy digo que este es el mejor tema del álbum, y que ojalá no haya más como esto. Porque no dudo un segundo: Radiohead nunca se repite, ni en sus discos gemelos...» (Alan Dorfman "The King of Limbs" en revista La otra 26, página 82)

«El último disco editado por Gustavo Cerati, Fuerza Natural, dibuja un horizonte en el devenir del pop-rock argentino, transformado en las últimas décadas en algo más “simpático” que musical, y más destinado a sostener banderas barriales -aunque sean las banderas lánguidas de Palermo Hollywood- y de marketing de turno, que a sensibilizar los oídos y abrir mundos
perceptibles en la juventud. Hay en cambio, en este material de Cerati, canciones que producen un verdadero viaje-viraje, timoneado por este importante músico de cincuenta años, que atraviesa invicto, con su recorrido ascendente, casi toda la historia del rock local...» (Gonzalo Aloras, "Fuerza Natural" en revista La otra 26, página 83)

«En el segundo tema de disco, Fuerza Natural, Gustavo nos anticipa: “todo es mentira, ya verás, la poesía es la única verdad” y añade, casi para dejar en claro su manifestación poético-filosófica: “sacar belleza de este caos es virtud”. Es posiblemente, si se me admite algún nivel de exageración (o no), uno de los momentos más nietzscheanos de eso que, con precisiones contrapuestas, podemos llamar rock nacional. Que la canción en cuestión además se llame Dejà vu otorga un carácter necesariamente y aún más filosófico ala cuestión». (Esteban Dipaola, "Cerati & Nietzsche" en revista La otra 26, página 85)



«LA OTRA: ¿Cuál es la alternativa? ¿Editar de manera independiente?
FRANCISCO BOCHATÓN: A mí no me molesta en absoluto. Nadie sabe quién sacó Kamikaze de Spinetta, lo sacó Gustavo Gauvry porque nadie quería editarlo. Vos te fijás atrás quién lo sacó después de que escuchaste todo el disco capaz. Y hoy más que nunca, cuando la situación es otra, que bien no sé cuál es. Yo siempre voy a sacar discos, no importa mucho quién me quiera acompañar en ese momento; importa que esté dispuesto a acompañar y a mostrar mis temas. Y si no, los colgaré en internet.» (Entrevista de Maximiliano Diomedi a Francisco Bochatón, "En la década del 90 destruí mi forma de componer”, en revista La otra 26, página 88)

«En los demos grabados antes de Corpiños en la madrugada y en el legendario casete, Germán Daffunchio consigue el que tal vez sea el mejor registro de guitarra de la década. “Breaking away” es su momento emblemático: un festival de ideas que se desarrollan e interrumpen sin asomar la cabeza. El rol de Ricardo Mollo en Sumo parece haber generado cierta ofuscación en algunos seguidores de la primera hora – Sergio Rotman, por ejemplo – que miraban con desconfianza a ese guitarrista educado que hacía solos. Había, evidentemente, un tema de discusión ahí. Luca lo sabía y bromeaba sobre la excelencia técnica de sus músicos –Arnedo, Mollo, Troglio – señalando que sin él serían Yes...» (José MIccio en "Notas sobre rock argentino en democracia. Séptima parte», en revista La otra 26, página 90)

Revista La otra 26: ya está en los kioscos. ¿Dónde conseguirla?
- En el videoclub de Liberarte (Corrientes 1555)
- Librería Fedro (Carlos Calvo 578)
- Librería Sudeste (Corrientes 1773)
- Kioscos: Corrientes 1486, Corrientes 1505, Corrientes 1587, Corrientes 1596 y otros kioscos del Centro, Barrio Norte, Belgrano, Palermo, Once y Retiro. Para
averiguar dónde más encontrarla, hay que comunicarse a distribuidorasinfin@gmail.com - TE 4308-1813

domingo, 15 de abril de 2012

Bafici: Conocer gente es fácil

Radiohead, Meeting people is easy

por willy villalobos y Martín farina

Esta afirmación le da nombre al documental de Grant Gee sobre Radiohead,
o tal vez sea el documental de Radiohead sobre Radiohead, con la participación de
Grant Gee como director, que los acompañó y fue uno más de ellos.
Esta película es un nuevo disco de Radiohead, ni más ni menos.
El mundo Radiohead es tan agobiante como el mundo real. Como este puto
abasto shopping.
Entonces, justo como reza el título, conocer gente es en desterminados lugares,
de cierta manera, puede ser una experiencia horrible. Una gran mierda.
¿Cuál es entonces su punto de vista?
¿Quién habla?
¿Quién filma?
La cámara en esta película es como su musica. Les salva la vida, justo en esos momentos en los que
preferirían no estar. Por eso es un nuevo disco. Porque nos salva la vida a nosotros también.
¿Qué hay?
Está la música. Está la intimidad. Los aeropuertos. Las escaleras mecánicas. Los aviones. Las entrevistas. Miles de entrevistas. Miles. Miles de fotos. Periodistas que preguntan pelotudeces todo el tiempo.
La incomodidad. Y otra vez el ahogo.
No está bueno el mundo de Radiohead.
Los caretas disfrutan esto. Ellos no. Tienen miedo. Tienen miedo de perder lo que tienen.
Saben que la publicidad los transforma. Sáben que eso es inevitable.
Saben que el dinero los transforma. No se los ve disfrutando.
Thom lo dice claramente: "si empezamos a usar la plata que tenemos, compramos cosas, no salimos más. No van a tener agarrados siempre."
Eso es Radiohead. Saber que estás agarrado.
Nos hace acordar a Estamos juntos en la prisión/ no hay forma de salir/ La vida es un patio de prisión /¿A dónde quieres ir?"
Entonces nos damos cuenta que conocer gente es muy dificil. Porque hay mucha gente. Mucha palmadita en el hombro. Mucha sobada de culo. Muchas mamadas. A ver... ponete un poquito así... otro poquito asá... A ver, date vuelta, date vuelta de nuevo.. ¿Ustedes salvaron al rocanroll? Y ellos haciendo un gran esfuerzo para soportarlo. No hay chicas. Ni una sola chica!!!!! (Solo dos japonesitas detrás de una valla, llorando mientras se van y ellos prometen volver en dos años). No hay verde. No hay pileta. No hay drogas (ni un solo porro). No hay risas. No hay Beatles... y sin embargo son los Betales. Los caretas querien comer pochoclo y entretenerse. Radiohead no quiere depresión, no quiere angustia, no quiere llorar. No quiere ver el ahogo, no quiere ahogarse. Radiohead es puro amor. Es el salvavidas.
Vayan a verla, no sean maricones.

lunes, 26 de marzo de 2012

Si pensabas que esto terminó, te equivocaste



Es como si estuviera cayéndome de la cama
de un sueño largo y fatigoso
las flores y los frutos más dulces cuelgan de los árboles
he caído del pájaro gigante que me estaba llevando
es como si estuviera cayéndome de la cama
de un sueño largo y fatigoso, recuerdo tal cual
cada raíz, cada gesto.

Soy un corazón en esta tierra fría
cayéndome de la cama, de un sueño largo y fatigoso
al fin me liberé de todo el peso que estuve llevando
La mujer corrió su velo del ojo del que mira
ahora soy un pez fuera del agua
caído del pájaro gigante que me estaba llevando.

Yo me abrí
estaba tirado
la canilla cerrada
yo era solamente un número
quiero caerme
y volver abajo.

Y si pensás que esto terminó
estás equivocado
y si pensás que esto terminó
estás equivocado..

viernes, 27 de enero de 2012

Lo nuevo de Radiohead


La luna en lo alto de la montaña
los lunáticos
invadieron el asilo,
esperando el éxtasis
cantando: "estamos aquí
para que los precios no suban
te echaremos a las jaurías,
al Daily Mail,
juntos, juntos".

Te mandaste una cagada
cometiste un error
pagaste por seguridad
y cruzaste la puerta
te escapaste con eso
pero te estamos esperando
ey, ey, ey...

Dónde está la verdad
qué sentido tiene
seguir siempre así
perdido y encontrado
con la cabeza
escondida en la tierra
sin chance
y sin plan
sin respetar
la vida humana
a seguir el ritmo
no tienes derecho
rápido y suelto
ganás y perdés
te colás en la fila
y vas para atrás.
Presidente
de por vida
el amor de todos
las moscas en el cielo
las bestias de la tierra
los peces en el mar
perdieron el comando.
Ah, ah, ah...



Canción The Daily Mail, intepretada en vivo en noviembre de 2011, en el programa From the Basement de la BBC.
El domingo a la medianoche, escuchamos todos los temas en La otra.-radio. FM La Tribu. 88.7 - online

martes, 1 de noviembre de 2011

Falsifica la moneda

Sócrates, Diógenes, Foucault, Radiohead
Un programa para descargar


por Oscar Cuervo

Diógenes, el cínico, era hijo de un cambista, alguien cuyo oficio era cambiar monedas. Es posible que su padre (o el mismo Diógenes) hayan sido condenados al exilio con la acusación de haber falsificado monedas. La cuestión es que, en el exilio, Diógenes acudió al Oráculo de Delfos y le pidió al Dios Apolo un consejo. La sentencia de Apolo fue "cambia la moneda", o "altera la moneda", o quizá "falsifica la moneda".

Este dictamen del Oráculo puede considerarse como un eco del que había recibido Sócrates. El Oráculo de Delfos había dicho que Sócrates era el más sabio de Atenas, cuando justamente Sócrates no se consideraba a sí mismo sabio en ningún asunto. Por lo cual, él, que era un hombre piadoso y devoto de la divinidad, se vio movido a realizar una investigación para determinar qué había querido decir el Dios al señalarlo como el más sabio. A través de esa sentencia, Sócrates creyó que la divinidad le encomendó una misión: la de ocuparse de sí mismo, la de comprender por qué había sido señalado de tal modo. Sócrates consagró su vida a esa misión. Michael Foucault dice que la divisa de la existencia socrática, la clave que distingue tanto su vida como su muerte, es ese cuidado de sí, una inquietud de sí, el "preocúpate de ti mismo". Esa inquietud requiere el conocerse a sí mismo para descubrirse, el contemplar su propia alma para desvelarla.

"Conócete a ti mismo" es la divisa que Platón subrayó como la que regula la vida de Sócrates: la vida contemplativa. Foucault sostiene que esto vale para el Sócrates platónico. Pero que la figura del propio Sócrates no se agota en este "conócete a ti mismo", ya que la autocontemplación está, en la existencia socrática, subordinada a una misión más decisiva: el ocuparse de sí mismo, el procurarse. No se trata simplemente de conocer la verdad, sino de llevar una vida verdadera.  Vida, verdad y conocimiento están articulados de un modo en Sócrates y después Platón, dice Foucault, acentúa el momento cognoscitivo, lleva a un primer plano el dictamen del "conocerse a sí mismo" en desmedro del cuidado de sí. Resalta la contemplación de la verdad y opaca el otro aspecto, quizá el decisivo, de llevar una vida verdadera.

Entonces, Diógenes, decíamos. Diógenes es una continuación posible de la misión socrática, resaltando justamente este aspecto desdeñado por Platón: el vivir en la verdad (no sólo el contemplar la verdad). La vida verdadera no es, para el cínico Diógenes, una vida teórica, una vida cotemplativa, sino aquella en la que la verdad se esté instituyendo continuamente mediante actos: la verdad es una praxis que consiste en volverse verdadero. Diógenes continúa a Sócrates, pero lo lleva hasta el límite y aún lo traspasa. Diógenes es una especie de versión radical de Sócrates. Ahí donde Sócrates se entregó a sí mismo confiado en las leyes de la ciudad, la verdad puesta en acto del cinismo de Diógenes consiste en chocar contra los usos y cosntumbres de esa misma ciudad.

Vivir verdaderamente es vivir sin ocultar: es exponerse. Y esto vale tanto para Sócrates como para su versión extrema, Diógenes. Pero en cada uno de ellos resulta de un modo diferente. Vivir sin ocultarse significa en Sócrates: "lleva una vida virtuosa, de manera que no tengas nada que ocultar". Esto implica una observancia de las normas comunitarias. Por eso, Sócrates tiene que tomarse en serio la misión recibida por el Oráculo: tiene que ponerse a la altura de esa señal que lo indica como el más sabio. Y ello significa: "si el Oráculo me señala como el más sabio, debe ser porque yo soy el único aquí que admite no saber". Esta conciencia de no saber lo lleva a exponerse ante sus conciudadanos: cuidarse implica exponerse a ellos, aunque con esta exposición Sócrates pondrá en riesgo su propia vida y, efectivamente, será condenado a muerte por Atenas, su ciudad, la que no puede soportar una existencia verdadera. La condena está en la lógica misma de la misión socrática y él debe prestar un último servicio a sus semejantes: el morir en manos de ellos. La muerte de Sócrates es un acto de desvelamiento, la última fase de su veracidad. Muriendo condenado por Atenas, Sócrates manifiesta un sentido de la verdad para sí mismo y para todos. Por eso, en el momento que sus amigos le propongan huir de la cárcel para salvarse, Sócrates rechazará esa posibilidad. El tiene que vivir de un modo que pueda mostrarse ante los ojos de todos; y por ello tiene que morir ante los ojos de todos.

El mostrarse a sí mismo, el vivir sin ocultarse, tiene en Diógenes un sentido alterado. Ya no se trata de "vive de tal modo que todos puedan ver lo que haces", sino "muéstrate tal como sos, en toda tu cruda naturalidad". Por eso la vida verdadera, en el sentido cínico, es una vida impúdica. Diógenes puede andar por la calle semidesnudo, vivir con los perros, o como los perros (de ahí el nombre de "cínico": en griego κύων, kyon: 'perro'). Vivir sin ocultarse es hacer todo a la vista de todos; por eso Diógenes es capaz de masturbarse en la plaza pública. La lógica de esta determinación es: "si siento la necesidad de hacerlo, entonces debo hacerlo y además debo mostrarlo; si dejara de hacer lo que necesito, si dejara de mostrarme tal como soy, entonces dejaría de vivir verdaderamente". La verdad es escándalo y, todavía más, busca de ese escándalo. La verdad es el destello que resulta de chocar lo que soy contra la norma social. Por eso, la vida verdadera me lleva a estar instituyendo siempre la verdad de manera pública, es decir: ante la comunidad y contra ella.

Dos maneras muy peculiares de cuidarse a sí mismos, la de Sócrates y la de Diógenes. El primero puede llegar a morir para cuidarse, porque cuidarse no significa ponerse a salvo, sino encarnar para sí y ante los demás la verdad que se dice, con todas sus consecuencias. El segundo se cuida a sí mismo procurando permanecer fiel a lo que es, para lo cual debe exponerse al choque continuo. Uno se cuida respetando las normas sociales y el otro desafiándolas. El cuidado de sí socrático es profundamente comunitario, hasta el final; el cuidado cínico de sí es decididamente corrosivo de los lazos sociales: mi relación con el otro es un reto continuo a las convenciones.

¿Qué significa el mandato divino de alterar la moneda? Foucault analiza esta cuestión en su libro El coraje de la verdad. Cambiar el valor de la moneda, alterarlo, se dice en griego: "parakháraxon to nómisma"; y resulta que moneda, "nómisma", también significa costumbre, ley, nómos. Dice Foucault:

"El principio de alterar el nómisma [la moneda] es también el de cambiar la costumbre, romper con ella, infringir las reglas, los hábitos, las convenciones y las leyes. Es muy probable que cualquiera que haya sido el sentido originario de esta fórmula, se la recibiera y comprendiera de este modo". (pág. 255)

Las monedas circulan de mano en mano y por eso mismo se gastan. Su uso lleva a la devaluación del valor original. Entonces, si se quiere preservar el valor original, hay que estar  inscribiendo sobre ella un signo que le devuelva su valor previo. Mientras el uso devalúa, la alteración restituye el valor original. Falsificar la moneda, entonces, para devolverle el valor que tuvo. Falsificarla para hacerla verdadera. No vivir según la norma instituida, sino destituir el valor nominal para instituir el valor verdadero, el que la costumbre indefectiblemente daña. Dañar la norma para preservar la verdad: en eso consiste la vida cínica.

Se cuenta que Alejandro Magno quiso conocer a Diógenes, que era por aquel entonces un personaje muy mentado. Alejandro fue a buscar al filósofo de vida áspera, el que andaba vestido con harapos y no tenía ninguna posesión más que a sí mismo. El más grande emperador del mundo antiguo se acercó al filósofo vagabundo y le dijo: "hola, yo soy Alejandro el Grande". A lo que el otro respondió: "y yo soy Diógenes, el Perro". Y el hombre más poderoso le ofreció ayuda al filósofo desposeído, le dijo: "pídeme lo que necesites y te lo doy". Y Diógenes le pidió: "córrete, que me estás tapando el sol".

¿Cuál de los dos era el que llevaba una vida soberana?

El domingo 20 de febrero pasado hicimos en la radio un programa sobre el coraje de la verdad, en relación con la filosofía cínica. Fue nuestro "Antojo Foucault 2", cuyo audio pueden descargar clickeando el link que dejo acá:


En ese programa, las canciones las puso Radiohead, con su último disco, The King of Limbs, que acababa de salir. Esta canción. "Little by little", puede ser tomada como un manifiesto cínico, en el sentido más antiguo de la palabra: Little by little/ by hook or by crook/ Never get nervous/ Never get judged/ I'm no idiot/ I should look...



El viernes próximo, en el marco de las Jornadas Kierkegaard, voy a seguir exponiendo este asunto del coraje de la verdad en una intervención titulada "La vida verdadera: Sócrates, Diógenes, Kierkegaard, Foucault". Será a las 16:00 horas en Camacuá 282, con entrada libre.