Si tienes una mínima afición por el true crime, seguro que conoces a Carles Porta y seguro que, como yo, lo consideras un maestro del género; así y todo, espero en este articulito darte algunas pistas. Y si no lo conoces, enhorabuena: tienes mucho bueno por descubrir. No puedo hacerte una mejor recomendación.
Carles Porta ha cultivado y cultiva el true crime en, que yo
sepa, al menos cuatro formatos: exposición, podcast, libros y series de
televisión. No voy a hacer un repaso exhaustivo de toda su obra; si la queréis
más o menos completa, visitad su entrada en Wikipedia.
Crims, l’Exposicio permaneció abierta en el Palau Robert de
Barcelona entre el 25 de octubre de 2022 y el 10 de abril de 2023, con gran
éxito de público. Lamentablemente no pude visitarla, así que no puedo contaros mucho más sobre ella; solo que no estaría mal llevarla por provincias y por
provincias me refiero a enfrente de mi casa.
De sus podcasts tampoco os voy a decir gran cosa, porque no
los he escuchado; tiene unos cuantos, pero yo solo os voy a citar el que se
titula ¿Por qué matamos? y tenéis disponible en Audible.
De los libros, en cambio, os podría decir mucho, porque son
todos interesantes, pero, como este es un blog de cine y televisión, me
limitaré a recomendaros Tor. La montaña maldita (Anagrama, 2006), sobre
los crímenes cometidos en esa bellísima y diminuta aldea leridana, fronteriza
con Andorra; La farmacéutica. 492 días secuestrada (Reservoir Books,
2021), sobre el caso de Maria Ángels Feliu, de Olot; y, por supuesto, la saga
Crímenes, que tiene varias entregas y una versión televisiva de la que vamos a
hablar ahora.
Crímenes es la obra estrella de Porta, una serie televisiva
de tres temporadas que recoge episodios (unos sencillos y otros dobles) sobre
asesinatos cometidos en Cataluña. Los hay de todo tipo, más o menos recientes,
más o menos vulgares (de móvil económico) y más o menos perversos; muchos
resueltos y otros, los menos, sin resolver. A mí me han impresionado
especialmente un par de asesinAs en serie de ancianas que actuaron en Barcelona
y la tremenda cifra de chicas jóvenes víctimas de la violencia sexual contra
las mujeres.
Añado otras dos series suyas también muy recomendables. La
primera, además de recomendable, llega a ser imprescindible. Me refiero a El
crimen de la guardia urbana, el famoso
asesinato de un agente de la Policía Local de Barcelona, a manos (iba a añadir
“presuntamente”, pero no: ya están juzgados y condenados) de otros dos. Este
crimen real, que ha dado pie posteriormente a otra serie de ficción, El cuerpo
en llamas, se trata en tres episodios: el primero recoge la versión de la
condenada Rosa Peral; el segundo, la del otro condenado, Albert López; y el
tercero intenta ofrecer una visión objetiva de los hechos. Como podéis
imaginar, si el asunto ha dado tanto pie audiovisual, es porque tiene mucha
tela que cortar.
La otra serie de Porta que os voy a citar es Luz en la oscuridad, en la misma línea de Crímenes, pero rebasados los límites geográficos de Cataluña. Son cuatro episodios sobre dos casos muy diferentes: uno reciente, de 2019, el asesinato en Zaragoza de un informático de Getxo que había acudido a una cita a través de una aplicación de internet; y otro de hace casi cuarenta años, pero que no pierde actualidad: la desaparición de David Guerrero, el niño pintor de Málaga.
Como dice el prologuista de uno de sus libros, Porta reúne las tres erres imprescindibles para que un true crime sea un producto brillante y digno: rigor, respeto y ritmo. Esas tres palabras lo dicen todo, pero me apetece añadir que Porta mantiene un tono sobrio y a la vez apasionante; no supera nunca los límites de la tragedia, no se recrea jamás en el morbo ni en el mal gusto; a veces hace gala de un humor negro nunca hiriente y siempre elegante; e impone un ritmo narrativo, una manera de contar historias, que resulta amena, nunca embrollada, sencilla y absolutamente eficaz.
Como te decía al principio, si te gusta el true crime, no
puedo hacerte una mejor recomendación. Sin más, te saluda tu amiga
Noemí Pastor