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viernes, 19 de noviembre de 2021

MADRES PARALELAS

Le debía una reseña a "Madres Paralelas", la última película  de Pedro Almodóvar ( 2021).

Una película que como os podéis imaginar ha despertado tantas filias como fobias, como suele ocurrir ante cada estreno del director manchego, más si cabe en esta ocasión ,cuando su posicionamiento político en torno a cuestiones como la ley de memoria histórica queda más que patente.

"Madres paralelas" gira en torno a la vida de dos madres que dan a luz en el mismo hospital y prácticamente a la vez. Janis (espléndida Penélope Cruz) es una mujer de mediana edad, soltera, que está feliz con la idea de ser madre. Ana, es una joven asustada y frágil, también soltera y con poco apoyo familiar, que decide seguir adelante con su maternidad, a pesar de sus miedos y sus inseguridades.

Ambas poco a poco en el hospital irán creando un vínculo que contra todo pronóstico se irá haciendo cada vez más estrecho entre las dos, afectando de manera insospechada y significativa en la vida de ambas.

El melodrama está servido para un Almodóvar maduro que da calado emocional e íntimo al retrato de dos madres perdidas que  tal cual Blanche en "Un tranvía llamado deseo" creen sin titubeos en "la bondad de los desconocidos(aquí desconocidas)"

Un Almodóvar con escenarios multicolor e intensos, como nos tiene acostumbrad@s, transgresor de las normas sociales que acompañan a las relaciones heteropatriarcales, se sumerge en fórmulas nuevas, rompedoras, para ahondar en los sentimientos de dos mujeres valientes, que en el fondo se saben solas y descubren en la sororidad una fuente de fortaleza inesperada.

Saltando en el tiempo y jugando con las protagonistas y sus respectivos extravíos, vemos como Janis se implica en la construcción de su linaje, intentando recomponer las piezas rotas de sus ancestros, procurando cerrar las heridas abiertas que dejó la Guerra Civil en su familia. Es ahí donde se verá acompañada por el padre de su hija( Israel Elejalde), que mantendrá su presencia en en este propósito casi vital para ella.


Por su parte, Ana (Milena Smit) avanzará en su camino, salpicado de desafíos y pruebas, haciendo frente a la tragedia, a la arbitrariedad y el caprichoso devenir de los acontecimientos, capeando el temporal con el viento de cara y a su favor, con la torpeza y la candidez de su juventud, apostando por su amor tosco, burdo y sin pulir.

Almodóvar se rodea además  de Aitana Sánchez Gijón, Rossy de Palma y de la gran Julieta Serrano para dar cuerpo a un espectacular reparto de secundarias, que de alguna forma, también son protagonistas y dotan de credibilidad y fuerza a un melodrama donde el universo es femenino singular y plural.


Para quienes le acusan de demagogia, sólo remarcar que  en mi opinión, lo personal es político, y el cine de Almodóvar, lo fue siempre, mucho antes de abordar la ley de la memoria histórica, porque no hay nada neutro en conforme los personajes, viven, aman, se relacionan, piensan y sienten y porque en todo acto u omisión, hay una porción aunque sea mínima de ideología, una decisión y un posicionamiento personal y por extensión político, seamos conscientes o no.


El cine de Almodóvar es así:  intenso, extremo, repleto de aristas y de fisuras, quien quiera ver algo comedido y políticamente correcto, puede buscar en otra parte.

Buen fin de semana

Troyana



viernes, 3 de mayo de 2019

Hoy no estoy pa nadie: a propósito de "Dolor y gloria"

Hoy no estoy pa nadie.
Hoy no estoy pa na.
Hoy estoy borracho
de soledad.

Raimundo Amador

Este artículo se publicó anteriormente en Boquitas Pintadas.

Salvador Mallo no está pa nadie. Salvador Mallo no está pa na. Qué se le va a hacer. En la vida se tienen esas etapas; te dan esas boladas, decíamos de niñas, empotrando el léxico vasco en la morfología castellana.

Hay temporadas, sí, o temporadonas, en las que no estás pa nadie. Ni pa na. Te pasas el rato solo en casa, sin ganas de salir tampoco a na, y cuando alguien te visita, tus pasos lo conducen hasta la puerta, la mano se te va al picaporte y le dices que sí a todo, con tal de que se largue de una vez y te deje de nuevo en paz entre tus muros.

Tienes ya una edad respetable y, como no tienes ganas de tener presente ni futuro, solo te queda el pasado y la tentación de enmendarlo.

Ø  Ø  Ø  Ø  Ø  Ø

Declara Almodóvar en una entrevista con Andreu Buenafuente que “Dolor y gloria” no es un relato en clave, que no nos cansemos buscando nombres ni apellidos reales a los ficticios Alberto y Federico, que estos sus personajes están construidos con retazos de antiguos amigos, enemigos y amantes.

Añado yo otra negación a la de Almodóvar; niego también otra cosa: al contrario de lo que dicen la mayoría de las críticas de “Dolor y gloria”, no creo yo que don Pedro se desnude tanto ni que exhiba tanto sus miserias; se queda en un repertorio de dolencias chic, todas socialmente aceptables, o al menos estéticamente envueltas como para que no desagraden, y cierta elevada dosis de misantropía.

Exhibe, eso sí, con orgullo, unos examigos y examantes maduros y guapísimos, como él mismo reencarnado en Banderas. Todos bellos a pesar de los excesos, los achaques, las canas y las arrugas; todos mantienen todavía mantienen ese puntito de glamur del que los mitómanos no podemos prescindir.

Más descarnado me parece, en cambio, que todos esos hombres bellos formen parte de un catálogo de relaciones frustradas, al que suma otro sentimiento de fracaso en la relación con su madre.

Ø  Ø  Ø  Ø  Ø  Ø

A Salvador Mallo esos meses, esos años tontos en los que no está pa na, le sirven al menos para reconciliarse con su vida. Abre una por una las cajas de una mudanza incompleta, de varias mudanzas incompletas; esas que quedaron con la cinta adherente intacta y ya uno no sabe qué guardan dentro.

La caja más grande es la de la infancia, pero es quizá la que menos miedo da abrir. Por eso Salvador Pedro Mallo la vacía a poquitines, disfrutando de cada hallazgo y haciéndonos disfrutar al recordar pedacitos de su cine anterior. Se nos vienen a la cabeza sobre todo las escenas manchegas de “Volver”, aunque también hay un guiñito a “La ley del deseo”. Por cierto, creo que “La ley del deseo” sigue siendo mi pelialmodóvar favorita.

Ø  Ø  Ø  Ø  Ø  Ø

También le había oído hacía tiempo a Almodóvar que “Dolor y gloria” iba a ser una peli muy  masculina. Y sí, es masculina esa emoción contenida que Mallo les pide a sus actores; eso que se deja entrever, pero no permite que se desborde; ese tragarse las lágrimas y seguir hablando con una ronquera sugestiva.

Por eso creo que en este film no hay exhibicionismo ni total sinceridad. Tampoco hace puñetera falta. Hay la dosis suficiente como para empatizar, comunicar, transmitir, que es lo que tiene que hacer un creador.

Y, hablando de emoción, me reblandezco toda, como una pava, cuando en una calle de Madrid Banderas se detiene largo rato ante una pintada que reza: “Hermana, yo sí te creo”. ¡Ay! Gracias, gracias, Pedro. 

Ø  Ø  Ø  Ø  Ø  Ø

Critican también de “Dolor y gloria” su guion supuestamente deshilachado, descosido. Y sí. Es bastante así. Con un par de hilos conductores (su situación presente y su infancia), el resto de episodios son, como decía, cajitas que se abren y se cierran y apenas interactúan entre sí. Pero  él puede. Él, con la inestimable colaboración del gran Juan Gatti, cose lo incosible como quiere. Para eso es Almodóvar. Respect!

A mí, en cambio, ¿sabéis qué no me gusta de “Dolor y gloria”? El título.


Ficha técnica (filmaffinity.com)
Título original  Dolor y gloria
Año  2019
Duración  108 minutos
País  España
Dirección  Pedro Almodóvar
Guion  Pedro Almodóvar
Música  Alberto Iglesias
Fotografía  José Luis Alcaine
Productora  El Deseo. Distribuida por Sony Pictures Entertainment (SPE)

viernes, 22 de abril de 2016

Julieta

Título Julieta
Año 2016
Duración 96 min.
País España
Director Pedro Almodóvar
Guión Pedro Almodóvar
Relatos Alice Munro
Música Alberto Iglesias
Fotografía Jean-Claude Larrieu
Productora El Deseo

Reparto
Emma Suárez, Adriana Ugarte, Daniel Grao, Inma Cuesta, Darío Grandinetti, Rossy de Palma, Michelle Jenner, Pilar Castro, Susi Sánchez, Joaquín Notario, Nathalie Poza, Mariam Bachir, Blanca Parés, Priscilla Delgado, Sara Jiménez, Tomás del Estal, Agustín Almodóvar, Bimba Bosé


Sinopsis
Cuando Julieta está a punto de abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal, se encuentra por casualidad con Bea, una antigua amiga de su hija Antía, de la que no sabe nada desde hace años. Bea le cuenta que vio a Antía en el lago Como, en Italia, y que tiene 3 hijos. Aturdida por la noticia, Julieta cancela su viaje a Portugal, y decide escribir sobre su hija, desde el día en que conoció a su padre durante un viaje en tren.


El universo femenino de Pedro Almodóvar parece no tener límites y con cada película logra sorprendernos, algo con lo que muchos estamos encantados. Una vez más los personajes masculinos quedan relegados a un segundo plano.

Se trata de la película número 20 del manchego, con la que parece haber puesto de acuerdo a crítica y público. Se dice que, en cuanto a la recaudación en taquilla, es su peor estreno. Esto no sé a qué se deberá pero desde luego Julieta será una de las obras más recordadas del director.


Es el propio Almodóvar el que escribe sus propios guiones sin embargo al igual que hiciera anteriormente con Carne trémula (1997) o La piel que habito (2011), Julieta nace de la adaptación de tres relatos de la Premio Nobel Alice Munro titulados "Destino", "Pronto" y "Silencio”. Éste último había sido la primera propuesta para el título, pero por esas coincidencias que a veces ocurren se decidió cambiarlo para que no llevara a equivocaciones con la nueva película de Martin Scorsese que se estrenará este mismo año bajo ese título.

Sin embargo, la palabra “silencio” define muy bien el argumento de Julieta. En ella hay silencio, o mejor dicho el silencio está presente en la vida de la protagonista. Dan vida a Julieta a lo largo de su vida dos actrices de diferentes edades: Emma Suárez y Adriana Ugarte.


Emma Suárez es la Julieta de hoy, la Julieta madura que en un momento dado decide romper su silencio y mediante un escrito dirigido a su hija Antía, de la que hace años que no sabe nada, se propone contarle su pasado. Mediante flash backs vemos ese pasado en donde el personaje en su juventud es ahora interpretado por Adriana Ugarte. Es imposible no comparar el trabajo de ambas actrices. Está claro que la trayectoria y la experiencia de Emma se mucho más amplia que a la de Adriana y aunque ambas hacen un buen trabajo, Emma me ha gustado especialmente.

Entre los secundarios, un montón de rostros conocidos y algunos ya habituales en el cine de Almodóvar como Rossy de Palma o su hermano Agustín Almodóvar. Otros son Daniel Grao, Inma Cuesta, Darío Grandinetti, Michelle Jenner o Nathalie Poza.



Una de las cosas que más me llama la atención del cine de Almodóvar es el intenso colorido (sobretodo rojos y azules) que siempre inundan el ambiente tanto en los decorados como en el vestuario de los actores.

Otro clásico del manchego es el compositor Alberto Iglesias sin embargo esta vez la banda sonora de Julieta no me ha parecido de las mejores. Destaca la canción “Si no te vas” interpretada por Chavela Vargas, que te deja clavada en la butaca del cine.



Julieta compite en la sección oficial de largometrajes en el próximo Festival de Cannes que tendrá lugar del 11 al 22 de mayo.

Julieta será considerada una de las mejores películas de Pedro Almodóvar, sin duda. Una historia de mujeres, de dolor, de culpa, de pérdida pero sobre todo de silencio.



viernes, 11 de diciembre de 2015

Del papel al celuloide: de "Mygale" a "La piel que habito"


Advertencia. Para escribir este artículo he plagiado parcialmente otro mío publicado en septiembre de 2011 en Boquitas Pintadas. Se trata, por tanto, de un autoplagio parcial.


Unos pocos datos para comenzar

Thierry Jonquet era un escritor parisino muy prolífico. Si echáis un vistazo a su entrada en la Wikipedia (en francés, s’il vous plaît, que es la más completa), veréis que tuvo una producción literaria amplia y variada, de la cual yo me quedo (no hace falta ni decirlo) con sus novelas negras; muy negras.

A mí me gustaban mucho las novelas negras de Jonquet y así lo conté en varios artículos. Una de las que más me gustó y quizás la más conocida de todas sus obras, era Mygale (1984). También es una de las tres novelas negras de Jonquet traducidas al español; las otras dos son La bestia y la bella y Ad vitam aeternam.

La traducción española de Mygale llevó por título Tarántula, ya que, por si no lo sabéis, una migala es un tipo de araña grande. La traducción alemana de la novela, en cambio, se tituló Die Haut die ich wohne, que literalmente significa “la piel en la que vivo”; esto es, La piel que habito. Y ese es el título que Pedro Almodóvar le puso en 2011 a su versión filmada de Mygale.



La novela

Mygale fue lo primero que leí de Jonquet y enseguida supe que no sería lo último. La novela es muy atrevida, muy arriesgada, muy difícil; difícil de escribir, no de leer, pues se lee con enorme ligereza y placer. Ahí reside la maestría de Jonquet: hace una apuesta literaria en la que sería muy fácil pifiarla, pero no; construye el laberinto tan bien, que sabe guiarte por todos sus recovecos hasta la salida; y, cuando llegas al final, una vez en la calle, te dices: “Madre mía, qué vapuleo y qué gozada”.



La peli

Dada, pues, la devoción que le tenía a la novela y dada también la devoción que le tengo a Pedro Almodóvar, os podéis imaginar qué curiosidad y qué ganas tenía de ver la peli.

Curiosidad, ganas y también mucho miedo, porque con tan altas expectativas lo más probable era una decepción y porque, como La piel se estrenó antes en Francia que en Bilbao, para cuando pude verla me había leído todas las críticas gabachas que encontré en la Red. 

¿Qué decían esas críticas? Pues sobre todo advertían de que cualquier parecido con la novela original era chiripa pura. No me extrañó: Almodóvar ya había dejado irreconocible Carne trémula, de otra de mis favoritas, Ruth Rendell. El hombre coge un texto literario que le gusta, compra los derechos y se pone a inventar, retocar, añadir, arrancar, retorcer, tergiversar, estrujar... Es lo que hago yo a veces con mis traducciones (las que no cobro, claro, las de por amor al arte de la distorsión), así que no se lo reprocho, sino que se lo aplaudo y se lo agradezco.

Con esa idea en la cabeza, a la espera de encontrarme algo solo remotamente parecido a Mygale, me planté en el cine y mira tú por dónde que tuve que llevar la contraria a toda la crítica cinematográfica francesa en pleno, porque esa piel era mi mygale; vaya que si lo era.

Almodóvar no le hizo ningún daño a la novela; todo lo contrario: hizo que las dos obras, la de Jonquet y la suya, se complementaran muy bien, se apoyaran la una a la otra, se respetaran, se intercambiaran regalos, se quisieran...

La peli tiene una primera parte que sí se separa del libro, pero luego, a partir del flashback, recupera la senda jonqueana y, ¡qué casualidad!, entonces la empiezo a apreciar másy sinceramente creo que los añadidos almodovarianos al relato original le dan lustre y emoción. De hecho, me emociona la vuelta total de tornillo, el retorcimiento entero de la historia de Agrado, la de Todo sobre mi madre, que se había convertido en lo que quería ser, porque La piel nos habla precisamente de quienes se convierten en lo que otros quieren que sean, de quienes cambian el envoltorio y algo más porque por todas partes les dicen que no pueden ser como son.

Es cierto que a Almodóvar le sale mejor el humor grotesco y que aquí escasea. Pero no es menos cierto (toma oratoria jurídica) que arriesga mucho con tanto ingrediente disperso y que, a pesar de ciertos cambios bruscos de tono, la mezcla resulta armónica. Cualquier otra mano directriz habría fabricado un churro infumable y este se quema bien.

Almodóvar se atreve con un batiburrillo de géneros (fantástico, ¿horror?, ¿policial?, melodrama) y le mete, aunque en menor medida que en otras pelis, añadidos chuscos de una frivolidad extrema y otros de una hondura abisal (la identidad, el cuerpo como prisión, la transformación sexual, el deseo, la manipulación, la anulación del otro, la bioética, las relaciones ambiguas como en Átame, buff), con una actitud a la vez transgresora y moralizante.

Me gusta que no confíe todo el peso de la trama a las revelaciones fulminantes; habría sido facilón y vulgar y habría aumentado las posibilidades de meter la pata. En vez de eso, las gestiona con prudencia y sin aparatosidad, cuelan in medias res como si nada. Esa es, al menos, mi impresión; pero, claro, yo me había leído la novela. ¿Habría sido lo mismo de no haberla leído? Seguro que no.


Vuelvo, pues, a la novela

Vuelvo a la novela para terminar con un par de diferencias entre Jonquet y Almodóvar. Una es que en Almodóvar siempre hay héroes; bueno, mas bien heroínas. En Jonquet no; nunca.


Y otra diferencia, consecuencia de la anterior, es que Almodóvar le da a la peripecia (inverosímil, delirante y perfectamente construida en ambos textos) un sentido que en el papel no tenía: Almodóvar recita un mantra muy tierno por la libertad individual, por la pervivencia de lo propio, por seguir siendo Vera, “verdadera”, a pesar de las tragedias que nos obligan a habitar una piel que no es la nuestra.

Noemí Pastor

viernes, 10 de julio de 2015

Del papel al celuloide: "Carne trémula"

Mi homenaje a Rendell
Hace poco más de dos meses, el  2 de mayo de 2015, falleció en Londres Ruth Rendell, baronesa de Babergh, una de las escritoras a las que más he leído y a las que más buenos ratos le debo.
No era yo, ni mucho menos, su única admiradora: las novelas de Rendell se vendían bien, tenían buena aceptación crítica y gustaban, al parecer, también a los cineastas, porque no pocas de ellas se convirtieron en película.
El 6 de mayo de 2011 (uy, casi casi acierto con la fecha de la muerte de la baronesa) ya publiqué en este mismo blog una entrada sobre “A Judgement in Stone”, una de las mejores novelas de Rendell, que Claude Chabrol convirtió en un filme no menos brillante: “La cérémonie” (1995). Pues bien, ahora os voy a hablar de otra novela suya, “Live Flesh”, de 1986, que Pedro Almódóvar llevó al cine y tituló “Carne trémula”.

No puede evitarlo
Es curioso: “Carne trémula” es una de las novelas más conocidas y exitosas de Rendell y, sin embargo, uno de los filmes de Almodóvar que ha pasado más desapercibido. El manchego pagó una buena suma por los derechos para poder rodarla, aunque, como he afirmado otras veces, se los podía haber ahorrado, ya que dejó el texto de Rendell irreconocible. ¿Para bien o para mal? Pues ni para lo uno ni para lo otro. Almodóvar no puede evitarlo: tiene que hacer suyo todo lo que toca, aunque haya salido de pluma ajena, porque en eso consiste ser autor.
¿Qué cambió Pedro? Pues muchas cosas; para empezar, nada más y nada menos que el origen del mal, la responsabilidad en el hecho violento que dispara la trama posterior. Y, para seguir, enmaraña todavía más las relaciones entre los protagonistas y recompone una narración de machos alfa que cocinan rabo de toro y se desafían entre sí como orangutanes y mujeres vampirizadas, subyudagas, expropiadas y destruidas por el deseo, el miedo y la culpa.

Almodóvar ahonda en sus motivos, los hace más violentos y trágicos y, en consecuencia, a la historia no le queda más remedio que encaminarse por otras vías narrativas.
Más o menos lo mismo hizo Almodóvar catorce años después en “La piel que habito” respecto de la novela en la que se basa: “Mygale”, de Thierry Jonquet. Es una de las formas de distorsión textual que más le gustan. Y le aplaudo por ello.

Unos pocos minutos
Pero quizás la transformación más hermosa que introdujo Almodóvar sea el prólogo que creó de la nada para su película:  unos pocos minutos plenos de evocaciones, homenajes y citas, como podréis comprobar en el artículo de Pedro Poyato “Referencias intertextuales de Carne Trémula”, artículo que os recomiendo vivamente. De ahí he sacado la inspiración (y algo más que la inspiración) para escribir estos  párrafos.
De hecho, el prólogo fue lo más apreciado por la crítica en el estreno de “Carne trémula”; fue casi la única parte del filme que recibió elogios unánimes y que, según la opinión general, condensaba los mejores haceres de Almódóvar. No sucedió lo mismo, en cambio, con el resto del filme.

No lo juzguéis tan duramente
El prólogo es todo un arrope al personaje de Víctor, el interpretado por Liberto Rabal; es una mantita con la que su progenitor lo envuelve para protegerlo, para explicar el porqué de su vida errada, para decirnos “no os parecerá tan malo, no lo juzgaréis tan duramente,  si consideráis cuándo y cómo vino al mundo”, pues Almodóvar lo hace nacer durante el  estado de excepción declarado por Manuel Fraga, cuya voz radiofónica oímos en el filme, en todo el territorio español.
En un Madrid invernal y nocturno, desierto por el toque de queda e impregnado de tristeza postnavideña, una joven prostituta se pone de parto. Solo tiene a su lado a su patrona en funciones de matrona; juntas, solo consiguen que se apiade de ellas un chófer deautobús, de uno de esos autobuses penosos que cruzan las ciudades denoche en invierno, tan anodino como quien lo conduce: el gran Álex Angulo, que encaja a la perfección en ese prototipo de señor calvo con bigote, a lo José Luis López Vázquez, tan icónico de la clase media-baja, o baja-media, de la España franquista.
El Nacimiento en el autobús (lavanguardia.com)
El bus traqueteante, porque entonces todos los buses urbanos eran traqueteantes, debe detenerse cuando Isabel rompe aguas y lo hace, como en el portal de Belén, mugiendo como la mula y el buey juntos, bajo una estrella navideña, de esas que pretenden alegrar las calles y a menudo dan ganas de llorar, ya apagada.
Víctor nace, pues, en un Madrid entre épico y terrible; tan épico y terrible como el destino que le aguarda.

¿Un error de casting?
Una curiosidad de “Carne trémula” es que, si exceptuamos a Penélope Cruz, que solo aparece brevemente en el prólogo del filme, está protagonizada por actrices y actores que no son los habituales de Almodóvar: Javier Bardem, Liberto Rabal, Francesca Neri, Ángela Molina… En la época se publicó que el papel de Liberto Rabal, probablemente el protagonista absoluto del film, fue primero para Jorge Sanz y que incluso comenzó a rodar con él, pero que finalmente fue despedido por no lograr entenderse bien con Almodóvar.

 ¿Tiene algo que ver con el escaso éxito de crítica que obtuvo esta película el hecho de que su director no acertara con el reparto? Vosotras, vosotros ¿qué opináis?

Noemí Pastor
@noemipastor

Ficha técnica de "Carne trémula" (cine.estamosrodando.com)
Título: Carne trémula
Título original: Carne trémula
Dirección: Pedro Almodóvar
País: Francia, España
Año: 1997
Duración: 103 min.
Género: Drama, Romance, Thriller
Reparto: Javier BardemFrancesca Neri, Liberto Rabal, Ángela MolinaJosé SanchoPenélope CruzPilar BardemÁlex AnguloMariola Fuentes, Yael Be, Josep Molins, Daniel Lanchas, María Rosenfeldt
Productora: France 3 Cinéma, CiBy 2000, El Deseo S.A.
Agradecimientos: Antonio de Felipe, Antonio Henares, Carlos Aguado, Diego de Paz, Emilio Rodríguez, Fabián de Torres, Javier Giner, Juan Carlos Crespo, Mariano Sánchez, Matías Prats, Miguel, Miguel Navarro, Nicolás Díaz Chico, Rafael de Lorenzo, Rafaela, Serafín
Casting: Isabel Martínez Katrina Bayonas Natalia Luxic
Departamento artístico: Agustí Camps, Emilio Ardura, Enrique García, Federico G. Cambero, Gonzalo Anso, Ion Arretxe, José Altit, Juan Ignacio Viñuales, Juan Vicente Riuve, María Pilar Castellano, Vázquez Hermanos, Viuda de Ruiz
Departamento de transportes: Agustín Ruiz, Ángel Frutos, Ángel Megino, Bernardino Villanueva, Carmelo Morón, Javier Sánchez, Juan Luis Grande, Julián Hernández, Miguel Ángel López
Departamento editorial: Felisa Catalinas, Manolo Laguna, Rosa Ortiz
Departamento musical: Alberto Iglesias, Alfredo Anaya, Antonio García de Diego, Antonio Goig, Antonio Olariaga, Antonio Serrano, Armenio de Melo, Cayetana Castaño, José Luis Crespo, Liliam María Castillo, Lucio Godoy, Miguel Iniesta, Raquel Fernández, Susana Cermeño, Tomás Garrido
Dirección: Pedro Almodóvar
Dirección artística: Antxón Gómez
Efectos especiales: Antonio Molina
Efectos visuales: Jorge Calvo, Pablo Núñez
Fotografía: Affonso Beato
Guión: Jorge Guerricaechevarría, Pedro Almodóvar, Ray Loriga
Maquillaje: Fermín Galán, Juan Pedro Hernández, Patricia Rodríguez
Montaje: José Salcedo
Música: Alberto Iglesias
Novela original: Ruth Rendell
Producción ejecutiva: Agustín Almodóvar
Sonido: Antonio Illán, Bernardo Menz, José Antonio Bermúdez, Luis Castro, María del Mar González, Pablo Bueno, Sergio Corral
Vestuario: Alejandro Van Rooy, Eva Salas, Humberto Cornejo José María De Cossío