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jueves, 24 de marzo de 2011

La semilla inmortal


Jordi Balló y Xavier Pérez: La semilla inmortal
(Los argumentos universales en el cine)

Anagrama, 1997

Balló y Pérez defienden en este libro que los argumentos cinematográficos clásicos no son del todo originales, sino fruto de un legado anterior, una forma peculiar de recrear las semillas del relato mitológico, la dramaturgia y la novela clásicas.

El cine se nutre de modelos narrativos anteriores y los renueva, los refresca, los reinventa y los reinterpreta de forma contemporánea.

Así, todas las búsquedas de tesoros cinematográficas, incluidas las de los a veces nada sublimes macgufins hitchcocknianos, tienen algo que ver con la gesta de Jasón y los argonautas. No dudan tampoco los autores al calificar a James Bond de Jasón de la era pop que no busca tesoros espirituales, cuyos sofisticados gadgets equivaldrían a la ayuda mágica de los dioses.

Del mismo modo, todas las adúlteras son nietas de la Clitemnestra de Esquilo e hijas de Madame Bovary, cuyas trágicas historias también han girado sobre sí mismas y se han convertido en comedias que burlan al marido engañado. En esta serie entran montones de pelis más o menos folletinescas como La hija de Ryan, La mujer del teniente francés, Los puentes de Madison y hasta Belle de jour.

Y por citaros otro argumento universal de los más de veinte que citan Balló y Pérez, acabaré con el amor prohibido, o sea, con Romeo y Julieta, cuya historia no inventó tampoco Shakespeare, sino que se remonta a un relato del siglo XV de Masuccio Salernitano. En este saco meten los autores cosas aparentemente tan dispares como Cumbres borrascosas (William Wyler, 1939), Rebelde sin causa (Nicholas Ray, 1955) o La muchacha china (Abel Ferrara, 1987).

En fin, a poco que os guste la literatura, disfrutaréis descubriendo y redescubriendo sus eternas conexiones con el cine.

Se despide con un abrazo vuestra amiga

Noemí Pastor