Ardía en deseos de ver lo último de Paco León,porque si bien es cierto, que como actor,a mí particularmente nunca me dijo mucho,desde que dió salto a la dirección,su estilo me ha parecido una bocanada de aire fresco en el cine español.
No es nada nueva la necesidad de comedias con muyúsculas,desinhidas y divertidas,y ya sabemos,que en el cine,a menudo es más dificil hacer reír que llorar.
Y Paco León,con "Kiki,el amor se hace",un remake de la cinta australiana ‘The Little Death’ lo consigue,otra vez.
En una película donde se mezclan varias historias que si se cruzan es de refilón, sus personajes desnudan sus filias sexuales,para dejar al descubierto sus inseguridades y voilà somos capaces de destornillarnos de risa,incluso cuando la comedia cabalga sobre las dificultades para integrar plenamente su peculiar sexualidad.
Así tenemos algunas filias como : Dacrifilia, Elifilia, Somnofilia y Harpaxofilia, o poliamor entre otras.
Y nos consta hay muchas más,porque no olvidemos que la realidad siempre supera a la ficción, y aquí en un ejercicio desenfadado, Paco León nos muestra unos personajes en conflicto,enfrentados a sus miedos,su inseguridad,su falta de aprobación social,cuya redención, intuyen pasa solamente por la autoaceptación y la autorealización .
Parece fácil, pero en la práctica no lo es.La película que está ambientada en Madrid,en concreto fué rodada el verano del 2015,no pasa por alto,la oportunidad de cuestionar una sociedad que va de moderna y en realidad no lo es,atrapada en prejuicios y tabúes,donde la sexualidad sigue siendo un tema espinoso y las fantasías,un enigma personalísimo que a tod@s nos cuesta compartir e integrar.
Y si nos gusta tanto esta comedia (en la sala,tod@s nos lo pasamos fenomenal) es porque estamos ante una película vital,optimista,fresca y luminosa de principio a fin.Una película que alejada de la uniformidad,celebra la diversidad,y que es pedagógica y educativa,incluso sin ser su pretensión.
Me parece que Paco León con Kiki,el amor se hace (2016) se confirma, tras "Carmina o revienta (2012) y Carmina y Amén (2014) como un director a valorar,alguien que por momentos puede recordar al Almodovar más espontáneo y subversivo,pero que desde luego,tiene sus propios signos de identidad.
De nuevo,nos vuelve a deleitar con algunas secuencias a cámara lenta,una banda sonora más que estimulante y un reparto donde encontramos caras nuevas y otras mucho más consagradas en el cine español.
Quiero destacar sobre todo a Candela Peña ,que además de guapísima (mujer de raza,aquí interpretando a la gitana Candelaria),nos deja un ejercicio de interpretación honesto y creible 100%, pero es que la recién premiada ,Natalia de Molina, está espléndida,así como Luis Bermejo (magnífico actor,con sus magníficos registros para el drama como ya pudimos comprobar en Magical Girl ) y Alexandra Jimenez,que ya sabemos tiene un don natural para la comedia.
Pero si hay una actriz,que aquí sin ser debutante la sentimos como una gran revelación, (al estilo de Yolanda Ramos en Carmina y Amén), es Belén Cuesta,que interpreta a una mujer cándida y deshinbida,sin etiquetas en su orientación social (no sabemos si es lesbiana,bisexual,pansexual) y que se encariña enseguida de las personas,y al parecer, siempre despierta un torrente de acontecimientos a partir de un simple "pico".
En definitiva, una película desinhibida y erótico-festiva,que algun@s tildarán de light o facilona,y que sin embargo,en un panorama desolador de comedias que vengan a ofrecer algo interesante y NUEVO,resulta un balón de oxígeno, de ésos que con una banda sonora de lo más fresca y original,despiertan durante todo el metraje,la sonrisa del espectad@r.
Féliz fin de semana,zinéfil@s,
Troyana