Mostrando entradas con la etiqueta Agustín González. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Agustín González. Mostrar todas las entradas

viernes, 27 de marzo de 2020

La Trinchera infinita y el fenómeno de los topos

La alarma sanitaria nos tiene confinadas en nuestras casas, pero podemos salir a la ventana y/o terraza a que nos de el aire para ver el paisaje y que nos vean. En España en los días inmediatos al final de la guerra civil hubo un numeroso grupo de individuos que se vieron obligados a esconderse en sus propias casas por haber perdido la guerra. A estos hombres se les conocería como "los topos", tal y como quedó recogido en un libro donde sus autores, Jesús Torbado y Manu Leguineche, se dedicaron a recoger los testimonios de estos enclaustrados entre sus propias paredes por miedo a ser encerrados en cárceles previa tortura o ser fusilados.

Cartel 

Basándose en el libro y centrándose en la historia de Manuel Cortés,  alcalde de Mijas (Málaga), Manuel H. Martín dirigió en 2011 un documental titulado "30 años de oscuridad". El documental, que ganó el Goya en su categoría, es narrado por el alcalde, al que presta su voz Juan Diego y su esposa, cuyo hilo narrativo es interpretado por Ana Fernández, que lleva la presión de saber a su marido encerrado y aún así tener que enfrentarse a la vida real en medio del franquismo más cruel. La cinta, además, cuenta con las aportaciones de Jesús Torbado, uno de los periodistas que dio a conocer el fenómeno de los encarcelados en sus propias casas, Ronald Fraser, autor de "escondido", la biografía de la reclusión del alcalde de Mijas y María de la Peña, nieta del alcalde, que explica el miedo que se vivía en su casa y el peso de guardar el secreto de tener un abuelo escondido.



Este escalofriante documental sirvió de punto de apoyo para que el trío Garaño, Arregi y Goenaga montaran el film "la trinchera infinita". Este trío ya había realizado en tándem alguna otra obra como "80 egunean"o "Loreak" (Goenaga y Garaño)y la aplaudida "Handia" (Arregi, Garaño), de esta última, nuestra compañera Noemí, hizo un espléndido articulo.

Historia real 

Los vascos vuelven a crear un ambiente casi literario para contarnos la historia de Higinio (Antonio de la Torre) escondido por su esposa Rosa (Belén Cuesta), la cual las pasa canutas para sobrevivir en un ambiente opresivo y amenazante guardando la vida de su marido enclaustrado. Belén Cuesta se llevó el merecidísimo Goya a la mejor interpretación protagonista. No es la primera vez que una actriz encasillada en papeles cómicos sorprende para bien en un duro papel dramático. No nos olvidemos de que María León se llevó el premio a mejor actriz revelación por otro papel de víctima, torturada y sufridora derrotada de la guerra en "la voz dormida".

El documental

Pero la trinchera infinita no es la única peli que ha contado la historia de un topo. En 1986 Fernando Fernán Gómez dirige y protagoniza "Mambrú se fue a la guerra"en la que él es un comandante respublicano escondido bajo la pila de lavar de su casa, un invento ingeniosísimo. A la muerte de Franco su esposa revela a la familia la existencia viva de Emiliano, padre, suegro y abuelo. Toda la alegría de la "resurrección" se truncará por la ambición cochina de unos familiares encabezados por el yerno machista y vocinglero (Agustín González) y la hija de débil carácter (Emma Cohen) que ven que continuar con el enterramiento en vida del viejo republicano les reporta más beneficios ya que la "viuda", que no lo es, María Asquerino, tiene derecho a cobrar viudedad de mando militar con atrasos incluidos, y eso no puede acabar bien.

La peli de Fernan Gómez

Esta peli de Fernán-Gómez se llevó el Goya a mejor interpretación protagonista por este papel en la primera entrega de estos premios donde este director y actor presentaba otra peli, "el viaje a ninguna parte", que le reportó el triunfo en las categorías de mejor peli, mejor dirección y mejor guión, basado en una novela suya.

Miedo por tu vida

Mientras "la trinchera infinita" narra la angustia y el miedo de las décadas de encierro y cómo mina la vida de un matrimonio que vive con un peso insoportable, sobre todo, Rosa, en "Mambrú se fue a la guerra", el drama empieza cuando la esposa revela a la familia la supervivencia del topo. Hay muchas otras diferencias entre ambas películas, claro está. No es lo mismo realizarla once años después del fallecimiento del dictador que al haber pasado ya casi medio siglo. En la historia de Fernán Gómez el topo decide salir, por miedo,  una vez haya muerto Franco (noviembre de 1975), mientras que en la película del trío vasco el topo sale al cumplirse la amnistía de los llamados treinta años de paz (abril de 1969). Al final lo terrible es que fue cierto que hubo un  grupo de individuos escondidos en sus casas por miedo a las represalias que tomaran los vencedores de la guerra hacia ellos. A estos individuos se les llamó "los topos".

Desde el confinamiento, Juli Gan.

viernes, 6 de septiembre de 2019

¡Milana bonita!

Siempre es difícil adaptar una novela para el cine. Es complicado condensar personajes y capítulos en una historia que resulte comprensible en la narración cinematográfica. La película "Los santos inocentes" lo logró con brillantez.

Familia para ser mandada, que para eso estamos, señorito.

Miguel Delibes publicó esta novela en 1981, quizá porque el tema del servilismo, y los abusos de clase social en los latifundios del suroeste peninsular no se podía escribir antes bien por el régimen político que lo seguía permitiendo durante el siglo XX, bien porque la censura hubiera sido implacable por pertenecer a ese mismo régimen clasista y abusón.



La adaptación para el cine no tardó en fraguarse y así, tres años más tarde, la película se presentaba en el prestigioso festival internacional de Cannes, donde sus protagonistas masculinos ganaban ex-aequo el premio a la mejor interpretación en su categoría, quizá porque era difícil decidir quién de los dos destacaba.

Premio en Cannes

Mario Camus, su director, quizá sea uno de los mejores adaptadores de literatura tanto a cine como a televisión. Así rodó la adaptación de con el viento solano, novela de Ignacio Aldecoa en 1967, la leyenda del alcalde de Zalamea (1972), La Colmena (1982) donde sale hasta Cela, su autor, haciendo un pequeño papel, la casa de Bernarda Alba (1987), la ciudad de los prodigios, (1999), y para la televisión Fortunata y Jacinta(1980) o la forja de un rebelde (1990). La pericia de Camus para rodar literatura lo convierte en un referente.

Régula acoge a su hermano discapacitado "jubilado".

La película cuenta la historia de una familia de guardeses de la finca de unos marqueses en las dehesas extremeñas en el tardofranquismo. Paco, el bajo (Alfredo Landa), es un padre de familia callado y observador al que el amo ha mandado a cuidar su finca a un páramo perdido junto a su mujer, Régula (Terele Pávez), y sus tres hijos: La niña chica, que a pesar de llevar este sobrenombre es la mayor, una criatura dependiente, Quirce y Nieves, los hijos que observan todo con los ojos de otra época. Nieves (Belén Ballesteros) se quedó con el papel porque la mirada melancóloca que desprendía era lo que Camus buscaba.

Sirviendo al amo en la caza.

Con la familia de Paco y Régula llega a vivir Azarías (Paco Rabal), hermano de Régula, como está viejo y le faltan luces, el amo de la finca donde trabajaba, lo echa sin contemplaciones, porque los derechos de los trabajadores, y menos sin contrato, no han llegado el suroeste rural peninsular, y menos para molestar a los latifundistas de rancia alcurnia camuflados en las altas esferas del Movimiento que manda en el Estado obediente de la dictadura.

Azarías y su milana bonita.

Paco, el bajo, es un obediente, servil, más bien, secretario, que significa ayudante del cazador, fuera de serie. Tiene un olfato sobresaliente del que se sirve el señorito Iván (Juan Diego) para exhibirse en las partidas de caza de su finca. El señorito Iván es un déspota y clasista al que sólo le importa la caza, tanto como para desgraciar de por vida a Paco, el bajo, porque, realmente, las vidas de los que están por debajo de su alcurnia, le importan bastante poco, aunque se atreva a discutir con el embajador francés en las sobremesas de las partidas de caza entre habanos y licores,  haciendo acudir a la mesa de los señores a los criados de alrededor para "demostrar" que hasta las mujeres como Régula, esas que sólo están para lavar la ropa, limpiar la casa y abrir la barrera a los señores marqueses, saben escribir. Una escena brutal, por cierto.

Mis esclavos saben escribir y ya les vale.

Escenas que desgranan el descarnado despotismo clasista y el servilismo de los aparceros de la finca se pueden contemplar varias veces. El trato a la servidumbre es rancio y humillante. Don Pedro, el administrador de la finca,(Agustín González) pone los ojos en Nieves, la hija de Paco y Régula, para que haga de criada. La considera un asno a la que se puede domesticar. Paco y Régula están temerosos de dejar a Nieves, la hija adolescente en la casa, pero ni saben ni pueden imponerse a lo que manda don Pedro. Don Pedro está casado con doña Pura (Agatha Lys) que engaña a su marido con el señorito Iván, pero el administrador de la finca, aunque lo sabe, no se atreve a hacer nada porque él es consciente de que su clase es inferior a la del hijo de la marquesa. Es irónico el clasismo intermedio de don Pedro, que mira con desprecio a los sirvientes pero con impotencia al señorito, contra el que no se atreve a hacerse respetar.

A mandar, señorito.

Por último, hablamos de Azarías, un papel que Paco Rabal lleva con maestría. Paco Rabal se pasó varias semanas en un pueblo extremeño conviviendo con un vecino para aprender su forma de hablar y sus gestos y maneras. Hay quien dice que hasta compró la ropa del vecino para crear a Azarías.

Amo y esclavo, un clásico de la filosofía hegeliana.

Azarías es un hombre mayor, con cierta discapacidad intelectual, al que han echado de la finca donde trabajó toda su vida porque ya es viejo y hace cosas que no agradan, como defecar en cualquier parte. Le gusta ir a casa de su hermana y acunar a la niña chica, que es la única que lo comprende. Un buen día, su sobrino Quirce, le regala una cría de grajo que se ha encontrado y Azarías la domestica. Esa es su Milana bonita, su alegría, su ilusión...El desencadenante del final de la película que tendréis que ver si aún queda alguien que no la ha visto.

La novela es sobria y desgarradora y la película se adapta al texto de Delibes como un guante. Una cinta difícil de olvidar.

Por Juli Gan.

viernes, 10 de junio de 2016

Cine político de los 80. El caso Almería (1983)

El cine  político en España siempre ha sido incómodo. La sombra de la censura dictatorial se ha alargado a lo largo de toda la transición y las películas sobre ello, aunque contaran hechos probados acaecidos con mucha anterioridad han sufrido maltrato institucional, como prohibiciones de su exhibición o boicots de fulanos organizandos anónimos.

Peli en cuestión

Es el caso, por ejemplo, de "el crimen de Cuenca" de Pilar Miró, estrenada en 1979, secuestrada por el gobierno de Suárez, que la puso a disposición de los militares. Hasta Miró sufrió consejo de guerra por poner en la picota a la guardia civil y sus torturas. Al final, la peli se exhibió dos años después.

Secuestrada

Eso, quizá, porque narraba un hecho acontecido en los años 20 del siglo homónimo. El cine político en España lo hacían italianos, como Gillo Pontecorvo, que rodó, también, en 1979, "Operación ogro", basado en el interesante libro de Eva Forest que narra el atentado contra el almirante Carrero Blanco. Esta peli, en España, fue tabú, y costó que se exhibiera. Hace unos pocos años, estando programada para su pasada en la televisión pública, fue cambiada, a última hora, por presiones. Tardó mucho en que nos la echaran en La 2.

Escamoteada de la tele hasta hace nada

Quizá la peli de Imanol Uribe titulada "la fuga de Segovia" tuvo algo de suerte porque, a pesar de ser de la época, también rodada en 1981, contaba la fuga de una prisión franquista de un montón de presos políticos, fundamentalmente de ETA, pero aún así, este tipo de películas eran muy cuestionadas en la época.



También lo tuvo difícil "el caso Almería", una película de 1983 rodada tan solo dos años después de que unos guardias civiles confundieran, torturaran y asesinaran a tres jóvenes que iban a una comunión a la provincia andaluza mencionada creyéndolos un comando de ETA que acababa de asesinar a un militar en Madrid.

Tres jóvenes de viaje, sospechosos

La peli, del recientemente fallecido Pedro Costa Músté, autor y director de las mejores muestras de cine sobre crímenes de este país, como fue "la huella del crimen", tuvo la honradez y decencia de contar la historia de aquella barbaridad. Quien sabe si, como antiguo periodista, Pedro Costa quería narrar escandalosos hechos como el del caso Almería o Redondela, una estafa a base de aceite en el tardofranquismo. Costa se especializó en cine que contaba crímenes quizá porque durante mucho tiempo fue redactor de el Caso, esa publicación que contaba crímenes de la España franquista que últimamente está de moda gracias a una serie de televisión.

El prota de la peli

El caso Almería, la película, es un largometraje de casi dos horas de duración que narra, durante la primera media hora, el viaje de tres jóvenes desde Santander a Almería para asistir a la comunión del hermano de uno de ellos.  Los tres jóvenes (Juan Echanove, Iñaki Miramón y Antonio Banderas) son detenidos por la guardia civil cuyo comandante está encarnado por Fernando Guillén que, durante los años 80 frecuentemente encarnaba al madero malvado, como en esta o en "la estanquiera de Vallecas".

Guillén y sus gafas, papel recurrente

Pero el verdadero protagonismo de la peli, quizá para dotarlo de una estructura narrativa sólida, lo soporta el brillante abogado de la acusación contra la guardia civil, que no es otro que Agustín González. El brillante abogado. ejerciendo de detective, irá juntando las piezas, aunque sea zancadilleado y amenazado en incontables ocasiones.

Durante la última media hora se asistirá al juicio del caso donde los flashbacks de las narraciones de los testigos nos retrotraerán a los hechos.



Esta es, sin duda, una película rodada con una honradez inusitada. Rodar una película de semejantes características en una España de la transición, dos años después del hecho y con todo el aparato del Estado proveniente del franquismo, donde el peso específico militar era tan importante, fue, desde luego difícil de conseguir. Quizá no sea una película incisiva que no narre más que superficialmente los hechos, pero es que rodar una historia tan bárbara en una época donde hasta documentales como "el Rocío" eran censurados y su director juzgado, eran todo un desafío.

Esta película aún se puede ver en youtube, y, como homenaje a ese director que se atrevió con esta de hoy o "las 13 rosas", y sobre todo, guionista de tantos relatos de crímenes como los de esa magnífica serie televisiva que fue "la huella del crimen", la tenéis en el enlace del principio de este párrafo.


Ficha técnica:

El caso Almería

España; drama;1983; Color; 110'

Director: Pedro Costa Musté

Guión: Manolo Marinero, Pedro Costa, Nereida Armau

Música: Ricardo Miralles

Fotografía: José Luis Alcaine

Equipo artístico:

Agustín González

Fernando Guillén

Iñaki Miramón

Juan Echanove

Antonio Banderas

Manuel Aleixande

Margarita Calahorra

Raúl Fraire

Pedro Díez del Corral


Por Juli Gan

viernes, 17 de julio de 2015

Las bicicletas son para el verano

Las bicicletas son para el verano
Año: 1984
Duración: 103 min.
País: España
Director: Jaime Chávarri
Guión: Salvador Maldonado
Teatro: Fernando Fernán-Gómez
Música: Francisco Guerrero
Fotografía: Miguel Ángel Trujillo
Productora: Incine / Jet Films

Reparto:
Amparo Soler Leal, Agustín González, Victoria Abril, Alicia Hermida, Gabino Diego, Marisa Paredes, Patricia Adriani, Laura del Sol, Emilio Gutiérrez Caba, Carlos Tristancho, Aurora Redondo, Guillermo Marín, Miguel Rellán, Jorge de Juan, Laura del Sol, Marina Saura


Sinopsis
El 18 de julio de 1936, estalla la Guerra Civil. En Madrid, una familia formada por un matrimonio y dos hijos comparte los avatares de la guerra con la criada y los vecinos. El niño de la casa, aunque ha suspendido, quiere que su padre le compre una bicicleta, pero la guerra hará que la compra se aplace indefinidamente.



Especial punto de vista de la Guerra Civil Española. No se nos muestra a guerra en sí e incluso a penas vemos soldados. Sencillamente podemos ver las consecuencias de ésta en la vida de una familia madrileña. Casi la totalidad de la película se desarrolla en el edificio donde viven nuestros protagonistas.


Dirigida por Jaime Chávarri (Las cosas del querer; 1989) Las bicicletas son para el verano está basada en la obra de teatro de Fernando Fernán Gómez, obtuvo el Premio Lope de Vega en 1977, trata de frente y sin complejos diferentes temas: política, juventud, sexo, miseria, hambre…


"Sabrá Dios cuándo volverá a haber verano"


Impresionada ante el gran trabajo de Agustín González (Volver a empezar; 1982), un actor de físico y voz particulares y al que estamos acostumbrados a ver como secundario. Aquí borda el papel de padre de familia, Luis. Hombre justo de mentalidad moderna para la época que acepta la nueva situación con resignación y que bajo mi punto de vista es un personaje con muchas frases totalmente extraordinarias.

 

En el papel de Dolores, la madre de la familia, encontramos a Amparo Soler Leal (La gran familia; 1962), otra de las grandes de nuestro cine. Mujer buena que siempre intenta ayudar a todos y, como era normal en la época, permanece en un segundo plano detrás de su marido en el que confía plenamente.

"Esto no es la paz, sino la victoria".

Podemos ver también a los hijos del matrimonio interpretados por dos jovencísimos Victoria Abril y Gabino Diego. Ella también me ha gustado mucho en su papel de hija de mentalidad avanzada que sus padres aceptan sin embargo Gabino Diego está más flojo. A parte hay otros rostros conocidos como Marisa Paredes, Alicia Hermida, Aurora Redondo, Miguel Rellán y otro de los grandes Emilio Gutierrez Caba.  

 

Son muchas las secuencias que nos quedan en la mente después de ver la película. Quiero mencionar dos, pero sin entrar en detalles. Una es aquella en la que la familia protagonista al completo habla sobre la escasez de comida (lentejas). La otra es el modo en que el matrimonio habla de un tema delicado con su criada. Ambos temas se enfocan con naturalidad y con respeto, algo que no siempre se logra. Esto está siempre presente en esta familia: el diálogo.


Las bicicletas son para el verano, una de las mejores películas de nuestro cine, que como he dicho al principio, aunque haya que englobarla dentro de la Guerra Civil Español, no es una película sobre la guerra sino sobre sus terribles efectos sobre los españoles.


viernes, 19 de abril de 2013

Volver a empezar

La tierra donde se nace siempre tiene algo especial que no tienen otros lugares. Para muchos no es la tierra en la que se nace sino en la que se viven los primeros años de su vida y su juventud. Para mí, esa tierra es Asturias. La tierra donde se recargan las energías. La tierra en la que siempre se puede volver a empezar.

 
Volver a empezar
Año 1982
Director José Luis Garci
Guión José Luis Garci & Ángel Llorente
Música Johann Pachebel
Fotografía Manuel Rojas
Productora Nickel Odeon
Duración 93 minutos
Reparto: Antonio Ferrandis,  Encarna Paso,  José Bódalo,  Agustín González,  Marta Fernández-Muro,  Pablo Hoyos
 
Sinopsis
En 1981 el famoso escritor Antonio Miguel Albajara llega a Gijón, su ciudad natal, procedente de Estocolmo, donde acaba de recibir el premio Nobel de literatura. Durante cuarenta años ha sido profesor de Literatura Medieval en la prestigiosa Universidad de Berkeley (California), donde ha alternado su labor docente con la producción literaria que le ha dado fama mundial.
 
 
 
En su estreno, Volver a empezar tuvo muy mala acogida entre los críticos de entonces sin embargo, fue elegida para representar a España en la carrera hacia el Oscar. Era la décima vez que España lograba una nominación para este premio y se convirtió en la primera película española en lograrlo hace ahora 30 años: el 9 de abril de 1983.
 
En 1980, el director y guionista José Luis Garci, fundaba una productora de cine llamada Nickel Odeón con la que produce y dirige El crack (1981), un claro homenaje al escritor Dashiell Hammett y al Cine Negro. Al año siguiente rodaría Volver a empezar y posteriormente otras grandes películas del cine español como Sesión continua (1984), Asignatura aprobada (1987), El Abuelo (1998) que también fueron nominadas al Premio Oscar.
 

Garci es gran admirador del Cine Clásico, principalmente del estadounidense y así lo ha demostrado en su programa semanal para Televisión Española ¡Qué grande es el cine! Su cuota de pantalla no era buena pero el programa estuvo en antera durante 10 años (1995-2005). Tanto el programa como su director, han sido muy criticados, pero para muchos otros, en aquellos años, era la única manera de poder disfrutar de este tipo de cine. Garci emitía las películas que a él le gustaban. ¿Qué hay de malo es eso? Yo se lo agradezco.
 

 
Las películas de Garci se inspiran claramente en aquellos grandes clásicos, de eso no hay duda. Muchos de sus personajes son grandes fumadores al igual que en todos los grandes clásicos. Suele hacer que los actores se doblen a sí mismos en postproducción, sus películas tienen un ritmo lento y tiene preferencia por el plano y la secuencia. Sus últimas películas no han tenido demasiado éxito.
 

Muchos identificamos a Antonio Ferrandis como Chanquete (Verano Azul, 1981). Varias veces emitida en televisión quizás haya varias generaciones que la hayan visto. Yo soy de las que la ha visto varias veces y ha llorado con ese final… pero Ferrandis fue un actor de cine y teatro. El verdugo (1963), Mi querida señorita (1972), La escopeta nacional (1978) ó Jarrapellejos (1988). En Volver a empezar es Antonio Miguel Albajara y está grandioso y contenido. En su mirada se puede ver la nostalgia mientras recorre la ciudad recreándose en ciertos lugares que para él son importantes. Vemos en él la añoranza, el recuerdo, la vida pasada…
 

Encarna Paso es una actriz quizás menos conocida entre el público más joven ya que ha trabajado mucho en los míticos Estudio 1 de Televisión Española que comenzaron su emisión en 1965. Con posterioridad a Volver a empezar ha hecho poco cine: La colmena (1982), Sesión continua (1984), El bosque animado (1987)… En Volver a empezar es Elena, amor de juventud de Antonio.
 
 

Ferrandis y Paso, es decir, Antonio y Elena se reencuentran después de 50 años. Juntos recuerdan su época de juventud en alegría, con risas, con tristeza y aclarando situaciones de entonces. La complicidad y el cariño entre ambos, a pesar del paso del tiempo es palpable. Son conscientes de que sólo estarán juntos unos días, ya que Antonio regresará a Estados Unidos y los aprovechan segundo a segundo.
 

 
De entre los secundarios destacan dos. José Bódalo, uno de los grandes de la escena española, interpreta al Roxiu, el mejor amigo de Antonio, compañero de entonces en el Real Sporting de Gijón y actualmente médico de profesión. Bódalo, expresa todo lo que su personaje siente, sin palabras sólo con un ligero gesto o una mirada. ¡Gran actor! La conversación entre éste y el protagonista es uno de los mejores momentos de la película, sin duda.
 
 
El gerente del Hotel Asturias (actualmente todavía existe) donde se aloja Antonio es Gervasio Losada, hombre recto, profesional y servicial hasta el punto de la exageración que perfectamente interpreta Agustín González, eterno secundario de lujo.
 

La otra protagonista indiscutible es Asturias, con su cielo cubierto de nubes. Son muchos los momentos en los que Garci nos muestra la belleza de esta tierra. La cámara se recrea en muchos lugares, que a día de hoy, 30 años después, ya no existen o están rehabilitados para otros fines como son, en Gijón, la antigua estación del tren o el Cine Robledo, pero aunque lógicamente cambiados por el paso del tiempo ahí están el Paseo del Muro en la Playa de San Lorenzo, el Musel, el Puerto Deportivo, la Plaza Mayor, Cimadevilla… Pero también otros lugares emblemáticos del Principado como son los Lagos y la Basílica de Covadonga y también la Cueva de la Santina, Cangas de Onís, Cudillero, etc… en donde no podía faltar un buen culín de sidra asturiana.
 

La dirección artística está a cargo del asturiano y doblemente oscarizado Gil Parrondo (Patton, 1970; Nicolás y Alejandra, 1971) No se puede dejar de lado la música. La canción 'Begin the beguine' de Coler Porter (escuchar aquí), además de sonar en múltiples versiones, musicales o cantadas, da subtitulo a la película, pero también el 'Canon' de Pachelbel que acompaña al protagonista en su recorrido nostálgico y solitario por la ciudad de Gijón  al comienzo de la película (ver aquí).
 

 
Volver a empezar es una película infravalorada en su momento pero que todavía no ha sido reconocida como se merece y no creo pensar así únicamente por estar filmada en mi tierrina.
 
Quiero destacar la especial dedicatoria final de Volver a empezar:
 
 
Esta película quiere rendir homenaje a los hombres y
a las mujeres que empezaron a vivir su juventud
en los años treinta; y en especial, a los que aún
están aquí, dándonos ejemplo de esperanza,
entusiasmo, coraje, y fe en la vida.
 
A esa generación interrumpida, gracias.