Otro año más, y otro recorrido de Zinéfilas. Aquí seguimos, trayendo críticas a películas y series, y viendo que el cine, pese a pandemias y demás riesgos superheróicos para algunos, sigue existiendo, y que incluso la pequeña pantalla, nos sigue sorprendiendo.
Para finales de año, siguiendo la tradición desde que acaba Halloween y el día de Todos los Santos, empiezan a escucharse los "cascabeles", el hilo musical dominado por Mariah Carey, y los eternos debates sobre qué peli es más navideña, si Love Actually o La Jungla de Cristal (Die Hard), mientras las sobremesas y servicios de streaming hacen acopio de "rojo y verde" para vestir con kilos de azucar nuestras siestas.
Es también ese momento del año, donde se conjugan los grandes estrenos, y las promesas para la próxima temporada de premios. Pese a que la situación del Covid ha complicado la tradicional "cartelera navideña", parece que ya sea a través del cine de toda la vida, o los servicios de internet, ya empiezan a venir los "estrenos de renombre", que intentan acaparar los galardones que nos llegan en invierno, como Spencer o La Casa Gucci (los biopics no fallan, con resultados desiguales), los grandes futuros clásicos como Dune o The French Dispatch (Villeneuve y Anderson, el tiempo juzgará vuestros golpes de posible genialidad), el cine aparentemente independiente con personajes torturados (El Poder del Perro, Madres Paralelas), los inevitables films de animación (como Encanto) o los clásicos de siempre (aunque adaptados al momento como Sin Tiempo para Morir u otro intento de resurrección de Los Cazafantasmas) o por su poder de llamada y golpe de nostalgia, reestrenos ahora que traer algo nuevo es arriesgado (casos de la Matrix original o Harry Potter).
La nostalgia nos salpica de forma especialmente "cruel" o "regeneradora" en estos momentos, en la pequeña o gran pantalla. Como el personaje de Billy Nighy (Billy Mack) en la mencionada de Love Actually, se recurre a lo de siempre, pero parece que dando un nuevo toque. Así pues, ¿qué nuevas historias traerá la vuelta de Matrix cuando ni siquiera a algunos nos convencieron las secuelas y universos que intentaron crear? ¿Merece la pena resucitar clásicos dando precuelas o continuaciones? Parece que la nostalgia vende y si en los últimos años vivimos una continuación de Karate Kid, o incluso de Salvados por la Campana (con éxito desigual), ahora empieza a exprimirse el limón títulos aparentemente intocables, como la vuelta a Los Soprano con The Saints o Newark, las ahora señoras con canas de Sexo en Nueva York, Grissom y su CSI, o incluso hace unos días, leí que Six Feet Under tendría una continuación. Sinceramente, de esta "retro nostalgia" que no tiene ni 10 años, la única apuesta atractiva es el regreso del asesino Dexter, porque además de traer de nuevo Michael C. Hall (una de las estrellas que nos dió esa edad de oro de la televisión del 2000), quizá pueda redimir a la serie y su personaje, con un final digno a los comienzos de su historia, pues aunque siempre estuvo bien arropada a nivel de elenco, derrapó vertiginisomente en sus temporadas finales, hasta coronarse con una conclusión de sonrojo.
Mientras Dexter termina y vuelve otra serie basada en la nostalgia hacia un personaje, como es El Libro de Bobba Fett (arropado por los buenos resultados de El Mandaloriano), tendremos que pedir entre nuestros deseos navideños, películas y series con historias y personajes originales (o al menos, si están basados en libros, que el enfoque se novedoso y no repetitivo), a la vez, que lo que nos entreguen los canales tradicionales y los servicios de streaming, no sean más productos de relleno, adaptados a la política dominante del grupo que esté gestionando el medio en ese momento.
Y para finalizar, sólo comento, como ejercicio total de nostalgia y blockbuster navideño, lo último que Marvel nos traerá antes de que acabe el año: Spider-man: No Way Home. Llena de filtraciones y dudas alrededor de la misma, y creo que basando su argumento en la exitosa y sencillamente genial Spider-man: Into the Spiderverse, el Peter Parker de Tom Holland, parece que abre la puerta a algo que ya existe en los tebeos: el multiverso, o crear un "acontecimiento generacional" en los cines, con un público que ha visto a 3 Spider-mans (o men) diferentes en los últimos 20 años. Aunque la aparición de Andrew Garfield y Tobey Maguire no está confirmada, ya sabemos que Willem Dafoe, Alfred Molina y Jamie Fox, entre otros, repetirán papeles, lo que ya ha provocado, que jóvenes que quizá tuvieron su primera cita con el film de Raimi, y su primer hijo viendo el de Webb, vayan ahora con sus hijos a ver esta última. Y sencillamente, son el tipo de cosas, que por carga sentimental, hacen que ir al cine, merezca la pena. Sólo espero que la película sea buena.
En fin, disfrutad de vuestras pelis y series, y si la nostalgia propuesta no os convece, recordad que siempre os quedará la original. En cualquier caso, como decía Billy Mack: "me dí cuenta de que la Navidad es el momento para estar con la con gente que quieres" (*), y así pues ¡Feliz Navidad a todos!
Carmen R.
(*): “I realized that Christmas is the time to be with the people you love.” (Love Actually, 2004)