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viernes, 8 de septiembre de 2017

¡Preparados, listos y "geriacción"!

La última película que ví en el cine fue Atomic Blonde, pero ni los tacones asesinos de Charlize Theron, ni su capacidad para llevar un film, son el tema de este artículo (porque es evidente, que no hay que discutir ninguno de ellos).

La escena más brutal en una película de violencia explícita y con música que la hace "cool", es justamente, una que dura unos 10 minutos, llena de acción sin parar, golpes y de crudeza máxima, pero sin ninguna melodía de fondo. Y me sorprendió mucho, porque el resto de la película, llena de adrenalina, se hace de forma contraria. Quizá era el modo de hacerla sobresalir, por diferenciarla del resto. Y eso me lleva a que su director, David Leitch, antes dedicado a hacer más de especialista que a estar detrás de las cámaras, había hecho un film previo, también violento, llamado John Wick, con alguna de las mejores escenas de acción de los últimos tiempos.
 
No te metas con Charlize, ni con su edad para seguir en Hollywood
 o su capacidad para hacer películas de acción

John Wick llegó en 2014, y se convirtió en un éxito inesperado, que provocó una secuela (algo menor en mi opinión). Protagonizada por un Keanu Reeves superando la cincuentena, su personaje,  impecablemente trajeado, pertenecía a una sociedad secreta de asesinos con sus propios códigos. La cinta nos regalaba un repertorio de "mamporros" y tiros, rodados de forma directa y clara, al estilo asiático, que la diferenciaba de las películas "geriacción" vigente, es decir la acción protagonizada por actores de más de cincuenta años, que surgió, especialmente, desde que Liam Neeson se fuera a buscar a su niña perdida al Paris de Taken/Venganza (ya se sabe, la ciudad de la luz y el amor es la mar de peligrosa para cualquier joven soltera y norteamericana, que para eso se ha ido a Europa).

Le mataron lo último que le quedaba...pero no puedes imaginar que era....
En general, el término "geriacción" es aplicable a "viejas" glorias ochenteras, como el grupo de Stallone en The Expendables, donde las escenas de acción están sumamente editadas, y los actores principales hacen chistes o viven de la gloria de su pasado.

Ese año 2014 creó otra historia para la gran pantalla que también fue un auténtico shock: el director Matthew Vaughn metía en ese grupo de héroes con canas y arrugas a Colin Firth, para el film Kingsman: The Secret Service. Con un rol casi protagónico, a la par con el novato Taron Egerton, se mofaban del James Bond que nos trajo Daniel Craig y de todos esos films "oscuros" y melancólicos, con personajes de acción llenos de traumas. Recuperaba, en una parodia, la gloria de un héroe Bondiano a lo Roger Moore.

No creas que es sastre, ni que se inspira sólo en Moore,
porque también hay gotas de David Niven, pero, en realidad, es puro Firth

Kingsman también resultó ser un gran éxito que nadie esperaba, viendo el historial de Vaughn y lo humilde de su propuesta (más personal que comercial). Al igual que con Wick, hay sociedad secreta, trajes, perros y violencia, con una escena que supera en agresividad a todo lo que se haya visto hasta el momento. Tanto, que incluso impresionó al mismísimo rey del "tomate", Quentin Tarantino, que tuvo un pase previo mientras rodaba The Hateful Eight (ya que Samuel L. Jackson, protagonista del film, era el villano megalomaniaco que proponía Vaughn, y tenía "enchufe" antes del estreno de la cinta).

Aunque a Reeves podemos imaginárnoslo en estas lides, lo de Firth fue más sorprendente, acostumbrado como nos tiene, a sus papeles dramáticos o románticos. Quizá es por ello más efectivo, y por tanto su famosa "escena de la iglesia", es quizá uno de los mejores momentos de acción de todos los tiempos. Vamos por tanto a hablar un poco de estas escenas, donde resulta complicado contar el número de fallecidos que hay al final.

De John Wick, no hay nada mejor que quedarse con la "escena del club". Aunque el film es una colección de escenas sanguinarias durante todo su metraje, en mi opinión, es la mejor de todas. La propuesta de venganza del asesino sobre un grupo de mafiosos rusos, llena de complacencia al espectador...el motivo, bastante tonto y visceral de por qué Wick persigue al hijo del capo, se puede entender y compartir, y da lugar a este momento (obviamente, no apto para públicos sensibles).

 
 John Wick sigue su venganza a ritmo discotequero

Son 7 minutos aproxidamente de violencia clara y estilizada...la música pasa del tema Think de Kaleida (suavidad musical en contraposición con las imágenes) mientras están en el área de las piscinas, al más electrónico llamado Red Circle (de Castle Vania), cuando John entra al club y se produce una "matanza" mientras los asistentes bailan casi sin percatarse de lo que está pasando. Los disparos siguen el ritmo marcado por la melodía elecrónica, las luces del local, provocan un efecto hipnótico, propio de un videoclip.

En el caso de Kingsman, parodia "bondiana" como hemos dicho, la "escena de la iglesia" resulta tan irreverente como salvaje y hasta cómica, porque eso es lo que produce la violencia extrema, en una película que es tanto de acción como de risas. En este caso, debido al plan del villano, podemos entender que uno de nuestros héroes provoque un reguero de sangre sin precedentes. Que el director escoja una "iglesia" de odio en Kentucky, hace casi que perdonemos la "matanza" de inocentes, pero para que no nos sintamos tan mal, además de escuchar al predicador, la intervención de una "feligresa", hace que tengamos aún menos lástima por los que van a morir:

La respuesta de Harry Hart es oro puro

Y es cuando llega la famosa escena a ritmo de Free Bird de Lynyrd Skynyrd, con una sincronización perfecta, casi sin cortes y de una violencia extrema y cómica.

Harry Hart hace lo que puede por sobrevivir al momento

Y después de esto, nuestro concepto de Colin Firth peleándose con Hugh Grant en El Diario de Bridget Jones cambia para siempre.

Cinematográficamente, son dos escenas perfectamente engranadas, casi sin cortes, sin movimientos de cámara que confundan al espectador, sin lugar a ediciones liosas, planos oscuros o borrosos, con disparos, apuñalamientos, y sangre evidentes, y hechas para un momento perfecto para disfrutar de las palomitas (si es que podemos dejar de mirar la pantalla).

Eso sí, algunos podrán parecerles excesivas, y es que no todos tenemos el mismo gusto. Pero si se quiere ver algo nuevo, lejos de lo que Hollywood nos ha traído en los últimos años, son perfectas.

Que la dirección de John Wick estuviera en manos de un antiguo especialista, y que en el caso de Kingsman, Matthew Vaughn pusiera su punto de vista europeo y su inspiración comiquera o del Bond de Moore, podrían ser la causa de la creación de estos momentos llenos de violencia, trajes, música y protagonizados por actores de más de 50 años, que han resultado los mejores de los últimos años.

Carmen

PD: y quien diga que las mujeres no disfrutan de momentos así...creo que está muy equivocado, pero dejemos el debate para los comentarios o para otro día.
PD2: Kingsman, que iba a ser un film único y sin secuelas, verá su segunda parte en las próximas semanas, Kingsman: The Golden Circle. Que Firth repita y que consigan una escena tan cargada como la de arriba, es algo que tendremos que descubrir en los cines.

viernes, 15 de mayo de 2015

La telaraña de Jane Austen (y cómo Colin Firth cayó en ella)

Resulta sorprendente que, habiendo completado tan solo siete novelas sea Jane Austen una autora tan sumamente adaptada al cine y a la televisión.

Dicho así y aunque probablemente todos podamos recordar algunas adaptaciones más o menos recientes, quizá parezca que no existen tantas adaptaciones, pero si consultáis esta exhaustiva lista del sitio Jane Austen en Castellano, es fácil cambiar de idea.

Sin embargo, es posible que al pensar en adaptaciones a la pantalla (pequeña o grande) de obras de Austen, todos pensemos en las que se produjeron hacia mediados de los noventa. y es que resulta curioso (o quizá no tanto) que cada cierto tiempo, se "pongan de moda" las adaptaciones de determinados autores.


El más misterioso caso es, por lo menos para mí, el de las adaptaciones (casi) simultáneas de "Las relaciones peligrosas" de Choderlos de Laclos, que conllevó el (lógico) fracaso total de taquilla de la que se estrenó en segundo lugar: "Valmont" de Milos Forman.

Si "Las amistades peligrosas" (pinchad en el enlace, por favor) de Stephen Frears  supuso un viaje directo al estrellato de sus protagonistas a nivel mundial y de forma duradera, y hasta pudo hacer que John Malkovich pasara por un hombre atractivo durante un tiempo (la magia del cine, lo llaman), no supuso ninguna variación profesional de importancia al protagonista masculino de Valmont, Colin Firth, y no le concedió ni el estatus de estrella y de candidato idóneo para papeles de héroe romántico, que le aguardaba poco después.

(Apunte frívolo: aunque por lo menos le sirvió para conocer a su compañera de reparto, Meg Tilly, con la que mantuvo una relación y con la que llegó a tener un hijo.)

Aún más curioso que Colin Firth no fuera considerado un galán y sí, Malkovich, es que una versión posterior (y actualizada) de la obra de Laclos, "Crueles Intenciones" creara otra pareja, mucho más duradera, entre los actores que interpretaban a Valmont y Tourvel, Reese Witherspoon y Ryan Phillippe.

Por cierto que en este caso, por segunda vez, la adaptación poco, o nada, hizo por la carrera de Witherspoon, por la de Ryan Phillippe... por esa carrera nadie podía hacer nada.

Pero me estoy desviando del tema principal, que es cómo la obra de Jane Austen conoció su enésimo momento de esplendor en los años 90, gracias sobre todo a las películas Emma, Sentido y Sensibilidad y la miniserie de la BBC "Orgullo y Prejuicio".

Vayamos por partes.

Sentido y Sensibilidad, fue un buena adaptación aunque como cualquier adaptación , tuviera que simplificar tramas, cambiar algunos personajes y sacrificar un poco de aquí y un mucho de allá para conseguir reducir a un metraje comercial una novela de unas 400 páginas.

En su momento corrieron ríos de tinta (toda la vida llevo intentando colocar este tópico de alguna manera, en algún sitio, y por fin lo he conseguido, ¡Gracias de nuevo, Jane Austen!) así que solo añadiré que el único reproche que tengo que hacerle al título de Ang Lee, es su literal traducción de su título al castellano, todo un ejemplo de un "false friend" que desde entonces persigue a la obra y hasta se ha extendido como una gripe mal curada a varias ediciones posteriores.

Emma, fue una muy correcta adaptación de época de una de las novelas más abiertamente humorística de la autora británica. La protagonista que da nombre a la historia es una joven que guapa y afortunada económicamente, que conoce el halago de cuántos la rodean desde niña y que se cree capacitada para dar consejos a cualquiera, y qué ¿he dicho ya que el papel principal lo interpretó Gwyneth Paltrow?

No creo que haga falta decir nada más.

Aunque por supuesto que no he visto todas las adaptaciones cinematográficas de "Orgullo y Prejuicio", y pinchando en el enlace de Jane Austen en Castellano es fácil saber por qué, creo que a este título le falta una gran adaptación cinematográfica, una versión canónica en cine.

Aquí confesaré que tengo pendiente de revisar (la recuerdo muy vagamente) una súper producción del año 40 "Más fuerte que el orgullo",  protagonizada por Greer Garson (otra habitual de las películas de época) y Lawrence Olivier, por lo que no puedo decir si podría tratarse de ese título referente.

Sí he visto la versión del 2005 con Keira Knightley y su eterno mohín como pareja protagonista (otros que viven una gran historia de amor) y a su favor diré que consiguió que me cayera bien Gwyneth Paltrow.

Sin embargo, existe una versión en forma de mini-serie de la BBC de los 90 que en "la secta de los Austinianos" (gracias Javier por el término) es la mejor de todas las habidas y por haber.



Dejemos a un lado sus, muchos, valores como adaptación, y vayamos a lo realmente importante: Colin Firth.

Rodada unos seis años después de Valmont, Firth que es un habitual en producciones de época, se convirtió en el Mr Darcy favorito de las austinianas del mundo y le convirtió en el galán que no consiguió ser con Valmont.

Curiosamente él no solo no estaba interesado en más producciones de época, sino en concreto en este personaje, ni autora, como podréis leer en el blog especialista en el tema Hablando de Jane Austen, donde os recomiendo que os empapéis de las muchas referencias a esta serie.


Al margen de que la adaptación es realmente impecable, hay que reconocerle a Firth el hecho de comprender el personaje de Mr Darcy mejor que nadie, ya que en otras adaptaciones es habitual encontrar un Darcy permanentemente enfadado, temible, casi.

Como el poco afortunado de Matthew Rhys en la reciente adaptación para televisión de "La muerte llega a Pemberley".

La tela de araña de las adaptaciones de Jane Austen es más amplia y tupida de lo que pueda parecer, y no solo afectan a Firth, aunque probablemente sea el mejor ejemplo.

La más obvia consecuencia de su Mr Darcy televisivo, fue el Mark Darcy de "El diario de Bridget Jones", esa versión más o menos libre de "Orgullo y Prejuicio", papel que evidentemente consiguió como consecuencia de la serie de la BBC.

No he mencionado la segunda parte "Bridget Jones, sobreviviré", porque íbamos a hablar de películas basadas en novelas de Jane Austen. Y no está basada en una novela, ni siquiera en un guión.

Volviendo a la alargada sombra que la autora británico ha proyectado en la vida de Colin Firth, le ha perseguido incluso en producciones tan alejadas del mundo de Austen, como "Un sueño para ella", una comedieta al servicio de la estrella cómica juvenil Amanda Bynes, que no merecería ni una línea si no fuera porque el personaje de Colin Firth se apellida Dashwood, como las hermanas protagonistas de Sentido y Sensibilidad.

Por cierto que si alguien cree que "Un sueño para ella" es la película más ... menos... del ganador del Oscar, es quizá porque no ha visto "Supercañeras - El internado puede ser una fiesta", peliculita que, advierto que al margen de contener una mentira flagrante en su título, sigue siendo mucho mejor que la segunda parte de Bridget Jones. Que tampoco era difícil, por otra parte.

Volviendo a su compañera de reparto en la citada mini-serie (y de nuevo pareja en la vida real durante un tiempo), Jennifer Ehle, aunque ha tenido una carrera mucho menos prolífica, sí que trabajó en una producción que, por lo menos para mí, tiene algo que ver con Austen y su mundo.

El drama de época Posesión, o para ser exactos, en la parte "de época", de Posesión, en la que coincidió con otro habitual de películas de época, y ¡oh, sorpresa! protagonista masculino de Emma, en su versión de los noventa anteriormente citada

Y en la parte "moderna", la protagonizaba la más irritante que nunca Emma en persona, G. Paltrow.

En fin, rastrear las huellas de Jane Austen en un terreno, en principio, tan acotado, como el cine comercial de los últimos años es casi imposible, y nos recuerda la vigencia de la autora y lo inagotable de su corto legado.

Y no solo de adaptaciones de época vive el hombre, no hay que olvidar las muchas, muchísimas adaptaciones más o menos libres de sus obras, como la apreciable "Clueless", o directamente pastiches como el citado "La muerte llega a Pemberley", o "La joven Jane Austen".

Incluso alguna loca se atreve, hoy en día, a mancillar su buen nombre - desde la admiración - perpetrando alguna obrita que recoja su mundo, para darle una vuelta de tuerca (o dos, o tres) . Una loca como una servidora de Dios y ustedes, de la que podrán saber aquí, y aquí, y aquí.


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Este libro se publica 198 años después de que Jane Austen saliera al jardín de su casa de Hertfordshire y, frente al espectáculo del sol de otoño poniéndose tras las colinas que coronaban la bella campiña inglesa, exclamara: «¿Será posible? ¡Si me he vuelto a romper una uña!»

Por cierto, y hablando de una vuelta de tuerca ¿sabíais que Firth también apareció en una adaptación de la citada obra de Henry James?

Próximamente "Películas (de época) en las que no aparece Colin Firth, ni que tengan nada que ver con Jane Austen", será más corto.

Loque