Ahora que estamos en plena resaca postnavideña ¿qué puede haber más adecuado que hablar de una película llamada "Beyond Christmas"?
Reconozco que hecho un poco de trampa, ya que solo se trata del título de una edición en DVD y su título original es
"Beyond Tomorrow".
Lo que ignoro es el motivo que impulsó al distribuidor español para traducirla como "Dulce Evocación" excepto que estuviera en plena promoción de un lote de melodramas de Libertad Lamarque, digo yo.
Al margen del creativo retitulado castellano, por una vez el título de la edición de DVD, además de venirme al pelo para publicar hoy una entrada es - por una vez-, más adecuado que el original, ya que Beyond Tomorrow es una película navideña en toda regla, en la línea de Qué bello es vivir y De ilusión también se vive.
Sin embargo, no es un clásico como aquellas y nunca, o casi nunca, se ha programado en televisión, que yo sepa. Por lo menos en nuestro país, donde es prácticamente desconocida. ¿Por qué?
Se me ocurren varios motivos, además de porque se les olvidó incluir el verbo vivir en el título, claro.
El más obvio es que su director no es Frank Capra sino un tal A. Edward Sutherland, que al parecer dirigió infinidad de películas de "El gordo y el flaco" y que por si fuera poco, también dirigió alguna de Abbot y Costello.
El segundo es que, aunque Beyond Tomorrow está fechada tan solo seis años antes que Qué bello es vivir, es obvio que el tiempo las ha tratado de forma muy diferente.
Por otra parte, ignoro si es un defecto únicamente de la copia en DVD que tengo yo, pero es obvio que necesita una restauración.
En definitiva, su visionado hoy en día resulta un auténtico viaje en el tiempo a un tipo de cine inocente que ya no existe, una rareza en la que parte de sus defectos se convierten en virtudes, y sobre todo una de las películas más naif que he visto en mi vida.
Y es que advierto que en Beyond Tomorrow se alcanzan unas cotas de inocencia, buenas intenciones, amabilidad y confianza en la bondad del ser humano que hace que el resto de las películas navideñeas parezcan dirigidas por el Grinch.
Viéndola puedes empacharte, emocionarte, sorprenderte o fascinarte con tal cúmulo de buenos sentimientos. Incluso, como es mi caso, todo a la vez: en todo caso, es una experiencia, os lo aseguro.
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El cartel también incluye spoilers. |
A continuación voy a contar gran parte del argumento, porque considero que es bastante improbable que casi nadie se lance a verla y además porque su interés para el buscador de rarezas va más allá de las (supuestas) sorpresas de guión, bastante previsibles vistas hoy en día.
La acción comienza en Manhattan, en plena Nochebuena, cuando Melton, Chadwick y O'Brien, tres caballeros maduros, dueños de una exitosa empresa, reciben una llamada que les informa de que sus invitados para la cena no van a asistir.
Al darse cuenta de lo poco que lamentan la ausencia de sus invitados en una noche tan especial, descubren que no tienen un solo amigo verdadero y se plantean solucionarlo esa misma noche, invitando a compartir con ellos su lujosa cena a los primeros desconocidos bondadosos que aparezcan en su puerta.
Para encontrar a esas personas se les ocurre dejar, tres carteras frente a su casa, con un billete dentro y una tarjeta de visita que permita localizar su dueño fácilmente.
La primera cartera es encontrada por una mujer vestida lujosamente, que se dirige a una cena junto a un hombre de etiqueta, y que le regala el dinero a su chófer.
"Qué generosa eres con el dinero de los demás" le dice su acompañante, frase que por sí sola haría que mereciera la pena haber descubierto esta película.
La siguiente la encuentra un inocentón vaquero aspirante a cantante (¿?) que intenta triunfar en la gran ciudad, hasta ahora con tan poco éxito que debe afrontar el duro invierno neoyorquino sin ni siquiera un abrigo. La última la devuelve una joven enfermera tan honesta y bondadosa como el muchacho.
Esos dos personajes son llamados, poco sutilmente, James y Jean.
Como ambos están lejos de sus familias acceden a cenar con los caballeros y juntos pasan una noche "deliciosa" (igualmente podría haber dicho "encantadora") a la que se unen el ama de llaves y el resto del servicio, que resultan ser nada más y nada menos, que una condesa que huyó de Rusia su natal por la Revolución de Octubre, y sus antiguos criados, que decidieron acompañarla en su exilio, como señal de su fidelidad.
¿De verdad no tenéis curiosidad por una película en la que aparecen una condesa rusa, sus criados, un cowboy cantante y tres amables ancianitos?
Después de una noche tan perfecta, deciden continuar con la amistad y durante unas semanas pasan todos juntos muchos más días "encantadores". Tiempo en el que se fragua el previsible romance entre los dos jóvenes, para alegría de los tres socios.
Sin embargo los tres caballeros realizan un viaje de trabajo en una frágil avioneta, precisamente en un día de nieve que acabará como ya os imagináis.
Pero lo que quizá no sabéis todavía, es que los socios permanecen todavía un tiempo en pantalla convertidos en ... fantasmas que no quieren abandonar este mundo nuestro, sin haber dejado apañada a la parejita.
En serio: condesa rusa, vaquero cantante, espectros románticos... ¿conocéis otra película igual?
El mayor problema de Beyond Tomorrow es que a partir de entonces, la película tiene una caída de tono realmente lamentable.
Si la Nochebuena y momentos posteriores que pasan los protagonistas juntos son puro sentimentalismo, la película a partir de entonces, peca de precipitada y, lo que es peor, rutinaria.
Parece comprensible que las cuitas que les ocurrirán a los dos enamorados se quieran contar de otra manera, como una vuelta a la realidad después del mágico oasis de amistad y buenas intenciones de las navidades (de ahí que diga que el título Beyond Chirstmas me parece sumamente adecuado) pero es que hay momento en que parece que se está viendo una película distinta, infinitamente peor contada.
Lo peor, sin embargo, llega con la escena del tiroteo (¿no os había dicho ya que también hay un tiroteo? Pues lo hay) horriblemente rodada y/o montada.
Aún así merece la pena no abandonar su visionado para contemplar algún momento aislado de buen cine - los telegramas acumulados por Jean - y sobre todo la visión más camp jamás contemplada sobre el más allá, al que terminan por acceder los tres amigos, dejando a sus jóvenes protegidos solos y evidentemente bien encarrilados en la vida.
Pensadlo bien: un vaquero cantante, una ex-condesa rusa, un tiroteo, la Nochebuena y el cielo al que van los millonarios buenos... ¿Quién da más?
Loque