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miércoles, 24 de diciembre de 2014

La nochebuena, de Nikolai Gogol

"Era el día de Nochebuena; atardecía y, al fin llegó la noche: una noche de esas de invierno, clara, espléndida. Comenzaron a salir las estrellas, y la luna se mostró majestuosa, como si quisiera iluminar aun más de lo ordinario la Tierra, dando así más brillantez a las koliadki que glorifican a Jesucristo. Helaba más intensamente que durante el día, y reinaba tal silencio, que el crujido de las nieves bajo las pisadas podía oírse a distancia. Todavía no se había presentado ningún grupo de muchachos delante de las cabañas, bajo las  ventanas. Solo la luna miraba a través de estas para invitar a las jóvenes, que aún andaban engalanándose, a lanzarse sobre la nieve crujiente"










Pero ¿quién puede acabar con tanta claridad regalada a los humanos por el firmamento en una noche tan especial? ¿Quién puede querer arruinar los tan ansiados maitines para las que toda la pequeña aldea ha reservado sus mejores galas? En primer lugar, una bruja, que se distrae robando estrellas y guardándoselas en la manga y en segundo lugar, un diablo vengativo y furioso con los piadosos habitantes, en especial, con el hercúleo Valunka, el herrero del pueblo, perdidamente enamorado de la vanidosa Oxana.

Aparte de destacar por su fuerza física y por su destreza en el oficio de la herrería, Valunka hace prueba de un talento innato para pintar retablos religiosos que enojan al diablo y el día de Nochebuena será la fecha límite para que este tome su venganza. 

Valunka se deshará en elogios y atenciones a Oxana, la más bella del aldea que juega, se ríe y desdeña a todos los muchachos que le hacen la corte, incluido Valunka. El diablo creará el caos en el pueblo a la hora de la fiesta robando para ello la luna y sumiendo a la aldea en la más profunda oscuridad. Pronto veremos como los personajes principales están relacionados y como, ante tal hecho y no sin alguna que otra sorpresa, las rencillas entre ellos se ciernen sobre la nieve bajo la opacidad de una noche sin luna.

Pero es este un diablo torpe, la luna se escapará y volverá a brillar en el cielo mientras, Valunka que había decidido acabar con su vida como consecuencia de los continuos rechazos de Oxana, decide acometer la imposible tarea que ella le encomienda para acceder, si él la cumple, a casarse con él. Oxana quiere unos zapatos como os de la zarina y Valunka hará lo posible por conseguirlos.

Adelanto ya que el final del cuento, como no puede ser de otro modo en estas fechas, es feliz. He querido romper con la tradición de felicitaros estas fiestas con un relato en el que prime la nostalgia tan presente en las fechas, como había hecho en años anteriores. Aquí tenéis un cuento apropiado para las fechas, algo surrealista, fantástico y no por ello menos navideño.

Os dejo un enlace para leerlo completo aquí.

¡Feliz Navidad y un fuerte abrazo a todos!