No todos los libros se prestan al mismo tipo de reseñas, en este caso no nos encontramos ante un libro con una estructura típica, presentación, nudo y desenlace, no es innovador porque sea el único que cumple estas características, hay muchos más pero sabemos el final de Amarillo antes de leer las primeras palabras, conocemos el desenlace al leer la contraportada del libro, la trama se resume en una frase simple: Félix Romeo nos habla del suicidio de su amigo Chusé Izuel. Únicamente cuando nos adentramos en las páginas de este breve vemos las dimensiones que alcanza la obra.
"Éste es un libro sobre el crimen perfecto. Sobre la memoria, sobre la imposibilidad de recordar [...] Sobre las cuatro cosas que recuerdo de ti. Sobre todo es un libro sobre las mil cosas que no recuerdo de ti [...] Todo empieza con una pregunta: ¿cómo no me di cuenta de que te ibas a suicidar? [...] ¿por qué desde hace años arrastro una terrible sensación de culpa por tu muerte?
Félix Romeo nos habla de su amigo Chusé Izuel, un prometedor escritor al que describe como poseedor de una personalidad insegura a la vez que intenta mostrarnos los indicios que nos llevan a deducir su enorme talento literario y su introspección psicológica, su mundo interior, fuente de virtudes y defectos, de risas y de lágrimas, de un carácter hiperactivo o ataráxico y carente de vigor. Félix Romeo nos muestra los claros y los oscuros, a veces en un esfuerzo por no ser parcial, por ser objetivo, por poner todas las cartas sobre la mesa en un ejercicio de honestidad y sinceridad para con su amigo y para consigo mismo. Por ello, es difícil no sentir una cierta fascinación o empatía hacia Chusé Izuel, probablemente por el retrato que nos ofrece Romeo, tan veraz como sea posible, sin dejarse nada en el tintero. Presenciamos desde una conversación con Luis Goytisolo que Romeo reproduce transcribiéndola de unas grabaciones en las que Chusé diserta sobre literatura hasta episodios de frustración literaria en los que no es capaz de producir un buen texto. De la misma manera en que Romeo llega hasta el fondo para extraer a la superficie una imagen nítida de Chusé, se sumerge en sí mismo para extraer a la superficie una explicación que le permita comprender por qué su amigo tomó una salida tan drástica, Romeo no lo comprende, no se lo esperaba e incluso se siente culpable, el libro está marcado de principio a fin por un fuerte sentimiento de culpa; culpa de no haber sido consciente, culpa de no haberlo podido evitar, culpa de no haber comprendido.
En ningún momento, ni cuando Romeo nos habla de Chusé o de sus propios sentimientos hay exaltación o sentimentalismo. Es un testimonio, una serie de episodios que relatan experiencias casi elegidas al azar, del mismo modo en que la memoria las selecciona cuando recuerda.
La novela es dura, mucho, tanto en el contenido como en el tono, se experimenta la sensación de estar escuchando a Romeo relatarla entre sollozos, rabia, impotencia y nostalgia. No es una novela fácil de recomendar aunque no puedo resistirme a hacerlo, por lo tanto, dirijo la recomendación a todo lector que, sabiendo lo que va a encontrar, quiera leer un testimonio procedente de lo más profundo del alma.
Félix Romeo (1968-2011) escritor, traductor y agitador social conocido por el gran público a través de sus obras y por ser el director de "La Mandrágora". Cumplió condena por insumisión e impartía conferencias y traducía del italiano y del portugués.
Gracias a @Offuscatio por la recomendación a su vez hecha por @LilVia.