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lunes, 21 de octubre de 2013

La buena novela, de Laurence Cossé

"La literatura es una fuente de placer-dijo (Van), es una de las pocas alegrías inagotables de la vida aunque no es solo eso.. Todo está en ella, por eso no me gusta usar la palabra ficción. Toda sutileza de la vida es material literario. Volvió a insistir ¿Te das cuenta de que hablo de novelas? La novelas no contienen solo situaciones excepcionales, elecciones a vida o muerte, pruebas extremas, también tienen lugar las dificultades diarias, las tentaciones, las decepciones cotidianas y, en respuesta, cada actitud humana, cada modo de comportamiento, del más elevado al más despreciable. Hay libros que lees por los que te preguntas ¿Qué habría hecho yo? Es una pregunta que debes hacerte a ti mismo. Escucha con cuidado: es una forma de aprender a vivir. Algunos adultos dirán que no, que la literatura no es la vida, que no enseñan nada. Se equivocan, la literatura representa la vida, instruye y prepara para vivir"

Libros sobre libros, sobre el placer de leer. Resulta irresistible en el lector buscar cierto tipo de justificación  a su pasión, compartir sus impresiones con quien las vive de igual modo, con la misma intensidad y ¿por qué no? hacer esa fascinación extensible a los escépticos que aún no se han iniciado en los placeres de la lectura o a los otros muchos que no han encontrado un camino de letras apropiado a seguir.

La buena novela es, en principio, una novela negra y está estructurada como tal. Van, un apasionado y voraz lector y Francesca, su mecenas, idean la creación de una librería que no es del gusto de todos. El procedimiento es, en principio sencillo: pedirán una extensa lista de libros elegidos para figurar en las estanterías del nuevo establecimiento a escritores reputados, un total de ocho, con la única imposición de que los títulos seleccionados hagan justicia al nombre de la librería, que no es otro que La buena novela.

Pero ¿qué es una buena novela? ¿Son las de lectura masiva, aquellas que encontramos apiladas en mesas instaladas con el propósito de hacerlas resaltar sobre el resto, aquellas que lee todo el mundo, aquellas de las que no podemos dejar oír hablar aunque queramos? Van y Francesca no son de esa opinión. encontraremos debates que hablan del fondo sobre la forma o viceversa, novelas que cambian una vida o la manera de concebir el mundo... las referencias literarias que ofrece Laurence Cossé son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la obra. Una vez lanzado y llevado a cabo el proyecto, una vez que nuestros protagonistas están disfrutando de las mieles del éxito cosechadas a traves de un público fervientemente entusiasta, la situación se complica. El proyecto , en inicio, pacífico e inofensivo es tomado por muchos como un ataque elitista. Periodistas, editoriales y escritores a los que ha llegado la consagración de público aunque no de crítica se sentirán aludidos y expresarán de manera manifiesta su oposición a un proyecto tachado poco menos que de pedantería. El tema  es escabroso ¿existen obras de buena o de mala calidad? ¿basta con un simple "pues a mí me gusta", sin entrar en análisis o matizaciones para calificar una novela como buena? Pronto tanto el comité como Van y Francesca serán atacados, física y psicológicamente y tendrán que recurrir a la ayuda del policía Heffner para llegar al fondo del asunto.

Dudo que hubiera llegado a esta novela si no fuera por la recomendación expresa de @CuentalibrosML
Previniéndome de los fallos con que cuenta la novela me dijo que me gustaría mucho con poco riesgo de equivocarse y así ha sido. He disfrutado mucho de estas páginas, de las reflexiones sobre el arte y la literatura. Hubo detalles que no me convencieron del todo: hay una trama de carácter romántico que sobra por completo y un final algo apresurado e injustificado pero disfruté mucho leyendo sobre lo que de verdad importa, sobre diversos puntos de vista de los que, sin dudarlo, elegí un bando, me gustó mucho encontrarme con tantas referencias literarias de autores con los que he disfrutado tanto, en resumen, con una opinión formada, elaborada y defendida a ultranza. El libro no figuraría nunca en las estanterías de la librería parisina, no es una buena novela como tal pero me ha regalado algún rato entretenido.