lunes, 7 de enero de 2013

"La vida imaginaria", de Mara Torres: las dos vidas que todos vivimos


Ficha técnica:


Título: La vida imaginaria       Autor: Mara Torres
Editorial: Planeta                                                   Género: novela, narrativa contemporánea     Páginas: 256 
Publicación:  06/11/2012    ISBN:  978-84-08-03142-0

Sinopsis (editorial):


   ¿Qué pasa por tu cabeza cuando la persona a la que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes que pensarla otra vez? ¿Te la inventas? El mundo de Nata se llena de preguntas cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene, y los episodios que Nata cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a ser posible. Novedosa y contemporánea, esta novela tiene el nervio de un relato confesional, divertido y emocionante. Pero, por encima de todo, descubre a Fortunata Fortuna, un personaje fascinante que ha venido al mundo de la ficción para quedarse.
   Quien no haya pasado por un abandono, que levante la mano. Quien no se haya sentido fuera de lugar alguna vez, que levante la mano. Quien no haya creído que la soledad es su única compañía y el sofá, su mejor amigo... que levante la mano. Si no has levantado la mano, ya puedes ponerte en el lugar de Nata, la protagonista de La vida imaginaria, y comparar cómo lo viviste tú y cómo lo ha vivido ella. Porque la primera novela de Mara Torres es eso: la narración del camino hacia la recuperación, la narración del camino hacia la luz, la narración del calvario que, con tiempo y ayuda, se acaba por dejar atrás.
     Una narración en segunda persona que apela directamente a Beto, el hombre que, tras tres años de relación, pide a Nata un descanso que se convertirá en un adiós para siempre. Nata, ahogada por la soledad, cuenta el día a día de la vida miserable en la que él la ha sumido con la esperanza, en principio, de que vea su dolor, se preocupe por ella y regrese a su lado. Será así hasta la gran noticia con la que acaba la primera parte. A partir de ahí, Beto dejará de ser el oyente, el observado, el muro de las lamentaciones de Nata, para convertirse en una suerte de Pepito Grillo que provoca a la protagonista, que fuerza sus puntos de vista y que le hace replantearse su forma de ver el mundo, la verdad sobre el amor de Beto y su propia manera de abordar las relaciones.
    Todo esto que he dicho, que parece muy reflexivo y muy intimista, está narrado, en realidad, a través de una serie de monólogos (Nata habla de escribir, pero no se dice qué escribe, ni cómo, ni si es realmente un escritura física o una carta mental, porque más que un lenguaje elaborado, propio de la escritura, en muchos casos es una transcripción del lenguaje oral, con sus expresiones coloquiales, sus muletillas, sus apelativos y sus palabras malsonantes) en los que se mezcla el repaso a una vida compartida con la narración del angustioso día a día y los vanos intentos de salir de la oscuridad. Y está narrado sin cebarse excesivamente en lo sentimental, con sentido del humor, con cierta ironía. Y con mucha imaginación, sobre todo, con mucha imaginación.
    Porque Mara Torres nos muestra, a través de Nata, el choque que se produce muchas veces entre nuestras dos vidas: la que vivimos y la que imaginamos, entre lo que hacemos y lo que pensamos que vamos a hacer, entre lo que ideamos y lo que acaba ocurriendo en realidad. Me ha interesado mucho ese salto, esa diferencia casi abismal en el caso de Nata entre lo que piensa y, dado que nosotros nos situamos en su pensamiento, la idea que nos formamos de ella, y lo que después hace, el vacío en el que se quedan esos pensamientos que nosotros hemos vivido. En realidad, vamos conociendo a la verdadera Nata por lo que los demás le reprochan, por las omisiones y por los pasos que no da. Así, descubrimos su coraza, su falta de compromiso, su miedo a entregarse, los frenos que se pone... las auténticas razones del fracaso de su relación con Beto y, si no le pone solución, de cualquier otra que pueda mantener.
     Esta diferencia entre el ser y el pensar me ha recordado mucho a la primera temporada de la serie Ally McBeal. No sé si te acuerdas de ella, pero el leit motiv primero de la serie era marcar, precisamente, la diferencia entre lo que imaginamos que ocurrirá en una determinada circunstancia y lo que acaba sucediendo en realidad. Y, mediante la exageración visual de la imagen de la protagonista una vez comprobada esa diferencia, hacernos sentir lo ridículo de ese salto, facilitarnos la empatía con esa Ally vapuleada y grotesca intencionadamente. 
      No sé si seré yo y mi manía de ver diálogos culturales entre diferentes libros y entre la literatura, el cine, la música o la televisión... pero lo cierto es que leyendo La vida imaginaria he pensado en Ally McBeal, en Bridget Jones (algunas salidas con sus amigos, el trío de íntimos formado por dos chicas y un gay y el episodio en el que no encuentra su coche -quijotesco total-, me recuerdan a la Jones en estado puro) y (curiosamente, podría decir si sabes lo que ocurrió en Twitter con el fallo de los premios Planeta) en Lucía Etxebarria. 
      Si algo se puede decir de esta novela es que es contemporánea al cien por cien. Lo es en lenguaje y en la manera de expresarse de los personajes (aunque, para mí gusto, le sobran los tacos de la primera parte, que creo que no aportan mucho), en la propia historia, los personajes y las vidas que llevan (abundan las parejas que viven juntas pero no están casadas, hay una consolidadísima pareja gay, la preocupación por compaginar con éxito la vida personal y laboral...), en el contexto social y político (las referencias a la situación económica, a la crisis, al desencanto de la ciudadanía respecto a la política, a las manifestaciones contra la coyuntura actual... son abundantísimas; algunas, creo yo, muy elegantes: esbozan el problema sin hacer leña del árbol caído para que sea el lector el que asuma la responsabilidad de comprender, ponerse en el lugar de quien está sufriendo esa situación y comprometerse) y en el trasfondo comunicativo que plantea, trasfondo en el que las relaciones evolucionan a través de mensajes de texto al móvil o de correos electrónicos, en el que romper con alguien supone bloquearlo en las redes sociales y en el que es posible acabar una relación por WhatsApp.
   En definitiva, una obra fácil de leer, que plantea situaciones cercanas para el común de las personas y que reflexiona sobre lo que pensamos y lo que, finalmente, hacemos. Una novela que saca a la luz la vida imaginaria que todos llevamos dentro mientras la otra vida, la real, nos va sucediendo.
   Si sientes curiosidad por la novela, puedes leer los primeros capítulos aquí.
    De todo lo que he leído sobre La vida imaginaria me ha interesado especialmente el análisis que hizo Rosa Regás en El Mundo y coincido bastante con lo que dijo Care Santos sobre la novela, aunque yo sigo viendo chick lit también en esta, como he señalado
    Nos seguimos leyendo.





domingo, 6 de enero de 2013

Domingo de sorteos#13 y #retodeestasemana



    Es de esperar que esta semana la vida vaya volviendo poco a poco a la normalidad, después de la locura navideña (por cierto... ¿se han portado bien los Reyes?? ¿Muchos libritos??). Por eso, yo voy a empezar a retomar las buenas costumbres blogueras, empezando por participar en sorteos. Estos son los que me han interesado esta semana.

SORTEOS

  •    El universo de los libros pone en juego un libro que me parece atractivo, así que probaré suerte. Se puede participar hasta el 25 de enero. Las bases están aquí.
  • Momentos de silencio compartido sortea un ejemplar de uno de los libros que tengo claro que voy a leer este año, así que participo en el concurso... a ver si hay suerte. El plazo de inscripción está abierto hasta el 17 de enero y puedes consultar las bases aquí.

 #RETODEESTASEMANA

   Como esta semana aún tendré mucho lío (mañana todavía es fiesta y el jueves celebramos el cumple de Lucía con los amigos) no me propondré un reto demasiado ambicioso: acabar Seis peces azules, de David Tejera y seguir avanzando en 1Q84, de Murakami.
     ¡¡FELIZ DÍA DE REYES!!!
    Nos seguimos leyendo.

sábado, 5 de enero de 2013

Reto Capitán Alatriste

   Desde que Kayena publicó su reseña sobre la última entrega de Alatriste llevo planteándome releer los que había leído de la saga y cumplir con el resto. Ya estaba bastante animadita, cuando llega Carmen, de Carmen y amig@s, y nos propone, precisamente, eso: leer todas las entregas de Alatriste durante este 2013. ¿Cómo voy a decir que no? Será casi como una lectura conjunta, porque ha organizado las reseñas por meses, como puedes ver en su post.
   Y por si el reto en sí fuera poco, me he propuesto reto doble: mi chico y yo leeremos a Alatriste juntos. Así también podremos ir comentando. Esperemos que al final no se convierta en una carrera sin tregua.
   Iré adjuntado las reseñas cuando toque. De momento, te dejo el calendario. 
   Nos seguimos leyendo.




7 / 7 libros. ¡100% conseguido!

viernes, 4 de enero de 2013

BBF#15 "Seis peces azules", de David Tejera

  
   Estos primeros días de enero no se me están dando nada mal (en lo que a lecturas se refiere), así que ayer por la tarde empecé un nuevo libro. Comienza así:
 

 BBF#15

   La quilla iba abriendo camino al viejo mercante de bandera panameña, rasgando el mar como si fuera un vestido de seda. Brillante y sereno. Los hombres descansaban en el puente de mando después de una jornada agotadora, manchados con el aceite de los motores, junto al capitán, y comentaban que era uno de los atardeceres más hermosos que habían visto jamás desde un barco. Uno de ellos, con los ojos de color humo, pidió permiso para salir a cubierta. Quisieron ir con él sus compañeros, pero prefirió quedarse a solar un momento. Los frenó con un gesto inconfundible de la mano. Bajó la escalerilla del puente de mando y caminó hasta la proa de ese barco moribundo con las miradas del resto de la tripulación clavándose en su nuca. Estaban a ochenta millas de Madagascar. Rumbo norte, rasgando el agua, hacia el cementerio de barcos. Quiso mirar el mar, quiso mirarlo con el rencor guardado de los últimos años. Pero el mar era un vestido de sed, brillante y sereno. Posó los brazos sobre el acero del mercante, cerró los ojos de color humo, y respiró la brisa templada del océano Índico. (Seis peces azules, David Tejera)
   Llevo solo un par de capítulos, pero promete. Ya te contaré.
   Nos seguimos leyendo.

jueves, 3 de enero de 2013

"Del sentimiento trágico de la vida", de Miguel de Unamuno: filosofía en estado puro

   Siempre me ha gustado mucho Unamuno, así que cuando Austral nos ofreció este libro a los reseñadores de Anika entre Libros no pude decir que no. Es un ensayo, un libro complicado de leer, porque muestra la parte más filosófica del autor, pero dice algunas cosas realmente interesantes. Me gustó aunque me costó leerlo.


DEL SENTIMIENTO TRAGICO DE LA VIDA (Edición 2011)
(Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y los pueblos, 1913)
Miguel de Unamuno

Editorial Austral
Colección Humanidades

Introducción de Pedro Cerezo Galán, catedrático de Filosofía de la Universidad de Granada
© Herederos de Miguel de Unamuno, 1913
© Espasa Libros

Género y tags: Ensayo, filosofía, religión, literatura española
ISBN: 9788467037227
329 Páginas

 
 
Argumento:

     Miguel de Unamuno reflexiona hondamente en este ensayo sobre la condición del hombre a principios del siglo XX, analizando la trayectoria cultural, filosófica y religiosa que lo ha llevado, a través de los siglos, hasta ese momento histórico. Con gran profundidad, Unamuno recoge y rebate, en su caso, algunas de las corrientes de pensamiento que se han ido sucediendo a lo largo de la historia de la humanidad, desde el clasicismo griego hasta las más modernas teorías del siglo XX.

Opinión:

   Abordar la lectura de Del sentimiento trágico de la vida no es fácil. No lo es por la profundidad de las reflexiones que plantea Unamuno ni lo es por la cantidad de referencias de todo tipo (filosóficas, religiosas, literarias…) que el que fuera rector de la Universidad de Salamanca recoge y comenta. Sí lo es, en cambio, por el lenguaje que utiliza: Unamuno se dirige al lector de tú a tú, le increpa, le invita a imaginar determinadas situaciones, le reta a reflexionar junto a él, le invita a seguir el camino de pensamiento que él va recorriendo. Y lo hace de un modo llano, sencillo, con apelaciones directas, algún chascarrillo y con un lenguaje coloquial que, sin embargo, se vuelve técnico y especializado cuando desgrana algunas de las corrientes de pensamiento más importantes de la historia de la humanidad.
    Unamuno parte de la base de concebir el hombre como ser individual (no como el ser objetivo o generalizado de las explicaciones teóricas, sino como el ser humano concreto e individual, con sus sentimientos y sus preocupaciones) para abordar cuestiones relacionadas con la filosofía o la religión, dos de las grandes preocupaciones del escritor.
    Concede importancia al sentimiento frente a la razón y reflexiona sobre la eterna lucha que uno y otra mantiene en cada hombre. Una lucha angustiosa y trágica pero vital. Fe, vida y razón se necesitan mutuamente, explica el filósofo, para su propia subsistencia; concibe el sentimiento y la razón como dos enemigos en constante disputa, pero que no existirían si alguno se llegase a retirar de la batalla.
    A la vista está, pues que, en este ensayo, Unamuno defiende al valor del sentimiento, muchas olvidado por las corrientes filosóficas, científicas, literarias o religiosas, que conceden mayor importancia a la razón. Su apuesta por el sentimiento es una apuesta, en el fondo, por la lucha de la que hablábamos antes, por la duda, la incertidumbre, características fundamentales de la vida de cada ser humano.
     Pero, para Unamuno, la duda, la incertidumbre, adquieren un matiz positivo. De la enfermedad nace el progreso, dice el filósofo; la vida es tragedia y la tragedia, vida.
    Del sentimiento trágico de la vida es, en realidad, un gran compendio de buena parte del pensamiento occidental. Desde la ciencia, a la psicología, pasando por la filosofía, el arte o la religión tienen cabida en sus páginas. Unamuno realiza una excelente labor de síntesis que le permite viajar a través del tiempo, recogiendo algunas de los principales hitos de la cultura occidental. Gran parte de la dificultad que presenta la obra es precisamente ésta: la mera referencia, el esbozo en el mejor de los casos, de un sinfín de teorías y corrientes, que el lector no siempre conocerá tan a fondo como Unamuno. Junto a ellas, citas en latín, en griego, en italiano, en inglés… Y es que Unamuno acude a las fuentes originales para extraer de ellas las ideas y pensamientos que necesita para explicar sus propias teorías, ya sea por semejanza o continuidad como por oposición.
    La personalidad del pensador se filtra, pues, en cada página. Avanzando en ellas descubrimos no sólo lo que nos quiere contar, sus reflexiones sobre la vida, la fe, la humanidad, la razón o la propia historia. A medida que vamos recorriendo su obra podemos descubrir sus lecturas favoritas, los autores que le han influido, su concepción de la religión, sus vivencias históricas, la profundidad de su pensamiento, su preocupación por el hombre.
   Para Unamuno, la cuestión que más desasosiego causa al ser humano es la de la inmortalidad. Una inmortalidad entendida en un sentido doble: por un lado, como pervivencia del alma, como inquietud, si no religiosa, si al menos espiritual; y, por otro, como reconocimiento de la vida del hombre y sus éxitos, como fama y recuerdo de sus pensamientos y logros más allá de su propia muerte. Y a ella dedica gran parte de los análisis y reflexiones del ensayo.
   Del sentimiento trágico de la vida está considerada como una de las mejores y más completas obras de Unamuno, algo que queda claro a la vista del extensísimo recorrido histórico por la ciencia, el pensamiento o el Cristianismo que realiza en sus páginas. Una obra excepcional.
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros. 

   Te recuerdo que el sábado acaba el plazo para presentar micro-relatos en el certamen de Anika. Si te interesa, puedes consultar las bases aquí.
    Nos seguimos leyendo.

miércoles, 2 de enero de 2013

Nativa digital

Situación: Lucía ya anda como loca pensando en su cumpleaños. Hasta ahora nunca lo había celebrado con amigos pero este año ha ido a tantos... que no piensa más que en llevarlos a un parque de bolas. Y claro, quiere todos los extras: piñata, pintura de cara... Yo le he dicho que todo no puede ser y que se acuerde que en el último cumpleaños al que fuimos, fue la mamá la que pintaba las caras, no una profesional (y, la verdad, más apañada que muchas "profesionales"). Ella lo tiene claro:

    Lucía: Pues las pintas tú. O papá, que es el maestro de la pintura (¿?)
   Yo: Pero es que yo no sé, cariño.
  Lucía: Pues, mira, es muy fácil: pones en internet "pintar caras a mis amigas"... y ¡seguro que ate sale cómo hacerlo!


   Moraleja: Estos niños de hoy en día nacen con un ordenador debajo del brazo.

  Nos seguimos leyendo.

martes, 1 de enero de 2013

Reto En femenino

  Yo no quería, de verdad que no quería apuntarme a más retos. Primero, porque ya llevo 13 y puedo acabar como una auténtica chota a final de año. Y segundo, porque me encantaba lo de "13 retos para el 13". Pero es que el que nos han propuesto esta mañana El rincón de Leira y Momentos de Silencio Compartido es mi reto. Se trata de leer, a lo largo de 2013, 15 libros escritos por mujeres. Así de sencillo, tal y como puedes ver aquí. Y, claro, teniendo en cuenta que mi tesina del máster va por ahí y que me gustaría especializarme en estudios de género.. pues tenía que apuntarme sí o sí. Tendrán que ser "14 retos para el 13", qué le vamos a hacer.
   Iré actualizando el post a medida que vaya leyendo.
   Nos seguimos leyendo. 
1.- La vida imaginaria, de Mara Torres
2.- Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos, de Raquel Antúnez
3.- Pídeme lo que quieras, de Megan Maxwell
4.- Cielos de barro, Dulce Chacón
5.- El coraje de Miss Redfield, de Ana R. Cañil
6.- La larga noche, de Carmen Amoraga
7.- El guardián invisible, de Dolores Redondo
8.- Los mejores cuentos, de Emilia Pardo Bazán
9.- Nadie quiere saber, de Alicia Giménez-Bartlett 
10.- Las niñas perdidas, de Cristina Fallarás
11.- Las edades de Lulú, de Almudena Grandes
12.- La canción de Nora, de Erika Lust
13.- S.E.C.R.E.T., de L. Marie Adeline 
14.- La dinastía maldita, de Isabel Pisano
15.- Ellas también viven. Relatos de mujer, de María del Pilar Muñoz Álamo

¡¡Reto superado!! 



15 / 15 libros. ¡100% conseguido!


Balance diciembre y #retoenero

   Con tanta fiesta, tanta vacación, tanto festival, tanto puente y tanta reunión, diciembre ha sido un mes para relacionarse con las personas más que con los libros, cosa que también se agradece, claro está. Aún así, no me puedo quejar, aunque me quedado a un pasito de lograr el reto.
   He tenido que hacer algunos cambios respecto a los 13 libros que me propuse leer durante el pasado mes. De la lista que publiqué en su momento, se han caído Pecadores: obsesión, de Olivia Cunning, pedido para Anika entre Libros, pero que todavía no he recibido; Muerte en el café Gijón, de Rubén Loza Aguerrebere y Seis peces azules, de David Tejera, de tal manera que la lista definitiva de lecturas de diciembre queda así:
  1. Reflejada en ti, Sylvia Day (me quedaban 182 páginas)
  2. Baila, baila, baila, Haruki Murakami (me faltaban por leer 371 páginas)
  3. El latín ha muerto. ¡Viva en latín!, Wilfried Stroh (375 páginas)
  4. Disparatado asesinato en el Upper East Side, C. Pérez Tudela (457 páginas)
  5. La bibliotecaria de Auschwitz, Antonio G. Iturbe (488 páginas)
  6. Pretérito Imperfecto, Mercedes Pinto Maldonado (267 páginas aprox.)
  7. Susana y los viejos, Marta Sanz (300 páginas)
  8. Últimas noticias del paraíso, Clara Sánchez (288 páginas)
  9. La leyenda del ladrón, Juan Gómez-Jurado (664 páginas)
  10. Es raro ser niña, Mildre Hernández (98 páginas)
  11. Una niña estadísticamente feliz, Mildre Hernández (98 páginas)
  A los que hay que sumar 172 páginas de Los mejores tiempos, de Marta Sanz, y 166 páginas de Ola de calor, de Richard Castle. Así que de las 4.096 páginas que me propuse leer (he corregido el dato de Disparatado asesinato en el Upper East Side: en algún sitio vi una aproximación de 106 páginas pero resulta que no, que tiene 457, según su página oficial) he leído 3.896 , así que me he quedado en un 95% del reto. ¡Qué le vamos a hacer! Esperemos que enero se dé algo mejor.


3.896 / 4.096 páginas. ¡95% conseguido!
   
    Diciembre era para Laky, de Libros que hay que leer, el mes de la novela histórica. Yo me apunté y, finalmente, he publicado dos reseñas dentro de esta iniciativa: La bibliotecaria de Auschwitz y La leyenda del ladrón.
   Teniendo en cuenta los 13 retos anuales (al que sumaré otro... no me he podido resistir) a los que me he apuntado y los compromisos lectores varios que tengo pendientes, esta es mi lista de libros para enero:
  1.  Acabar Ola de calor, de Richard Castle (me faltan 102 páginas)
  2. Acabar Los mejores tiempos, de Marta Sanz (me quedan 65 páginas) Aunque estos dos libros no los incluiré como lecturas de 2013, primero, porque su lectura está muy avanzado y, segundo, porque no creo que publique reseña de ninguno de los dos.
  3. El coraje de Miss Redfield, de Ana R. Cañil, para la lectura conjunta organizada por Libros que hay que leer y Momentos de Silencio Compartido. Me tocó en el sorteo organizado por este último, pero aún no me ha llegado. Supongo que con las fiestas, se habrá retrasado. (416 páginas)
  4. Pecadores: obsesión, de Olivia Cunning, pedido para Anika entre Libros (si llega) (400 páginas)
  5. Cielos de barro, de Dulce Chacón, para cumplir con el libro pendiente que me quito de encima gracias al reto 12 meses 12 libros (y la Ch del apellido me vendrá genial para el reto de la A a la Z) (304 páginas)
  6. Seis peces azules, de David Tejera, que Algaida me envió (¡¡gracias!!!) y se me quedó pendiente del mes pasado (488 páginas)
  7. Las tarántulas venenosas no siempre se enamoran de los dioses griegos, de Raquel Antúnez, que gané gracias al sorteo organizado por O Meu Cartafol y cuyo título me viene genial para el Reto Sumando (164 páginas)
  8. La vida imaginaria, de Mara Torres, que me regaló mi chico por nuestro aniversario y al que le tengo muuuchas ganas (256 páginas)
  9. Pídeme lo que quieras, de Megan Maxwell (464 páginas)
  10. Y como tengo ganas de ir poniendo en marcha cuantos más retos mejor, quiero avanzar lo máximo posible en 1Q84, de Haruki Murakami, para el Reto Murakami. (744 páginas libros 1 y 2).
     Luego, como siempre, habrá cambios, pero, en fin, hay que hacer una primera previsión, aunque solo sea para no cumplirla. Son, en total, 3.403 páginas. Veremos qué tal se nos da.
  Nos seguimos leyendo.



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