Mostrando entradas con la etiqueta #mesdelanovelanegra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #mesdelanovelanegra. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de febrero de 2013

"El lejano país de los estanques", de Lorenzo Silva: descubriendo a un investigador sin parangón




















Ficha técnica:


Título: El lejano país de los estanques                             Autor: Lorenzo Silva
Editorial: Destino             Género: novela, novela negra Páginas: 243
Publicación:  1998    ISBN:  84-233-2991-7

Sinopsis (editorial):



   En mitad de un tórrido agosto mesetario, el sargento Bevilacqua, que pese a la sonoridad exótica de su nombre lo es de la Guardia Civil, recibe la orden de investigar la muerte de una extranjera cuyo cadáver ha aparecido en una urbanización mallorquina. Su compañera será la inexperta agente Chamorro, y con ella deberá sumergirse de incógnito en un ambiente de clubes nocturnos, playas nudistas, trapicheos dudosos y promiscuidades diversas. Poco a poco, el sargento y su ayudante desvelarán los misterios que rodean el asesinato de la irresistible y remota Eva, descubriendo el oscuro mundo que se oculta bajo la dulce desidia del paisaje estival.
   A partir de una sabia mezcla de ingredientes policíacos, relaciones humanas y pinceladas de humor bien dosificadas, Lorenzo Silva construye una novela refrescante y llena de hallazgos.
   Una de las claves más importantes para el éxito de una saga de novela policíaca es (o así al menos lo creo yo) un protagonista con carisma y gancho suficiente para que el lector le sea fiel, por encima del mayor o menor grado de interés que pueda despertar en él el caso investigado. Bien sea porque la trama novelesca que afecta a su vida personal nos tenga enganchados o porque haga gala de una personalidad arrolladora que te seduzca, te apriete las tuercas, te haga ver las cosas de diferente manera, te haga reír o te golpee con la brutalidad de su escepticismo y su ironía, lo cierto es que el protagonista sustenta una parte muy importante (por no decir la más importante) del peso de la saga.
  El sargento Rubén Bevilacqua cumple esta premisa a la perfección. Su personalidad está tan bien definida, su mirada sobre las cosas, las personas y los sucesos es tan escéptica e irónica al mismo tiempo, su voz es tan personal, sus conflictos internos tan cercanos, sus pensamientos tan coherentes y sus actos tienen una mezcla tan acertada de improvisación y cálculo que es imposible no caer cautivada a sus pies. 
    Lorenzo Silva nos presenta a este particularísimo sargento de la Guardia Civil con medida exacta, desvelando algunos de los detalles de su pasado y de su forma de ser, dejando que se descubra por sí mismo en muchos de sus gestos, sus pensamientos y sus actos e, incluso, que se retrate a sí mismo en su conversación final con Regina Bolzano ("Ahora lo cojo. Es usted un sarcástico", le dice ella. "No lo crea. Es un truco para disimular la timidez. También sirve para disimular la ignorancia y la mala conciencia, llegado el caso", responde él). Pero también guarda muchos datos para próximas entregas, esconde ases en la manga para no quemar todos los cartuchos en la primera y dejar que vayamos profundizando en el personaje a medida que pasemos más tiempo con él. Como la vida misma. No sé si al escribir este primer libro tenía en mente una saga entera, pero la dosificación de información sobre el personaje (tras leer el primer libro y empezar el segundo) me parece más que acertada.
    Junto a Bevilacqua, Virginia Chamorro, una jovencísima agente que no acaba de encontrar su hueco en el mundo que, pese a las reticencias iniciales, acabará ganándose el respecto profesional y también el cariño personal del sargento. La típica pareja de guardias civiles se transforma aquí en una pareja que se complementa en género pero también forma de actuar y de entender el caso y la psicología del criminal. Una pareja en la que ambos aportan algo, en la que los dos tienen que cosas que ofrecer y enseñar y de la que ambos sacan provecho. Además de la tensión sexual no resuelta que los comentarios de Bevilacqua dejan entrever en no pocas ocasiones, comentarios suscitados por un caso que les hará convivir como si de una pareja sentimental en viaje de vacaciones se tratase.
     Silva presenta un caso complejo, con varias líneas de investigación posibles que los agentes tratan de explotar hasta llegar a la verdad. Un caso analizado a posteriori en la narración en primera persona de Bevilacqua (llega incluso a hacer comentarios del tipo "aquí es donde metí la pata" o "por no volver luego a este personaje, adelantaré aquí que..."). 
     Aunque hay comentarios, reflexiones y diálogos sobre cuestiones ajenas al caso (como el debate sobre el papel de la mujer en los cuerpos de seguridad, con declaraciones claramente machistas por parte de algunos personajes y asociado al componente sexual; o sobre el ejercicio de una profesión como la suya), son las investigaciones, los errores, las tretas y las sorpresas las que van conduciendo la acción y van soportando el peso de la trama. Unas investigaciones en las que, no obstante, juega un papel importante el puro azar, la casualidad, tal y como ocurrió en el propio suceso que da pie a la apertura del caso. Eso no evita, sin embargo, que Bevilacqua nos regale retazos de su personal filosofía de vida, las más de las veces cargados de sarcasmo pero, en otras ocasiones, con una pizca de nostalgia y poesía de lo más interesante (como cuando asegura: "Me dije que siempre que concluye un verano se nos muere un pedazo del niño que uno ha sido. Un verano cualquiera no quedan pedazos y es uno mismo el que se muere").
   En definitiva, una novela interesante, bien narrada y bien estructurada que cuenta, además, con el gran aliciente de tener como protagonistas a una pareja tan atractiva como Chamorro y Bevilacqua.
   Nos seguimos leyendo.

   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 13.000 páginas: 243/13.000
  •  Reto Autores de la A a la Z: S
  •  Reto Genérico: 3/5 misterio
  •  Desafío100 libros: 14/100
  • Reto Sumando: 31/2013
  • Reto 25 españoles: 12/25
  • Reto Negro y criminal: 3/15
  • Reto homenaje a tu autor favorito: 1/5        
Otros títulos de la saga reseñados:

jueves, 14 de febrero de 2013

"Muerte en primera clase", de J. M. Guelbenzu: paladeando las mieles del asesinato

   Hoy también aprovecho el Mes de la Novela Negra, Policíaca y de Misterio de Kayena para rescatar una reseña de este género publicada en Anika entre Libros. Una novela que me gustó y que regalé a mi bloguera invisible (espero que también la disfrute).


MUERTE EN PRIMERA CLASE
(Muerte en primera clase, 2012)
J. M. Guelbenzu

Editorial Destino
Colección Áncora y Delfín

© José María Guelbenzu, 2012
© Ediciones Destino S.A., 2012
1ª Edición, Junio 2012

Género y tags: Narrativa, novela negra, Saga Mariana de Marco, Egipto, viajes, literatura española
ISBN: 9788423328932
335 Páginas

   
Argumento:
  
   La juez Mariana de Marco disfruta de un crucero de lujo por el Nilo gracias a la invitación de su amiga Julia Cruz. Pretende relajarse y aclarar sus ideas pero la desaparición de una acaudalada matriarca, Carmen Montesquinza, y la precipitada marcha de una joven americana, Dolores, tras realizar un provocativo baile erótico ante los pasajeros despiertan las sospechas de la juez, quien no podrá evitar investigar lo sucedido… aunque eso signifique poner su vida en peligro. 

Opinión:
  
    Frente al ritmo trepidante que imprimen a la narración algunos autores de novela negra, J. M. Guelbenzu nos guía por Muerte en primera clase como si del mismo crucero que describe se tratara: suavemente, sin prisas, dejando que la corriente de los acontecimientos nos vaya arrastrando lentamente, permitiendo que nos demoremos en los rincones insólitos de Egipto; regalándonos descripciones de gentes y lugares, haciéndonos sentir que nosotros también estamos disfrutando de unas relajadas vacaciones en un crucero de lujo.
    Así, retarda el inicio del caso ofreciéndonos descripciones, retratos de personajes, reflexiones sobre la vida y la personalidad de la juez Mariana de Marco, sobre las relaciones humanas y sentimentales o sobre el acceso al dinero en las sociedades modernas. También son numerosas las descripciones de los lugares más concurridos de Egipto, rincones que conocemos a través de la mirada de los turistas que los descubren, en este caso, Mariana y Julia. Aunque es un narrador en tercera persona el que nos va desvelando los entresijos de la historia, su omnisciencia nos permite conocer lo que los ojos de Mariana y de Julia ven y lo que sus cerebros, siempre activos, van pensando, tanto sobre la desaparición de Carmen como sobre las personas que comparten crucero con ellas. Estas reflexiones, junto con sus diálogos, nos permiten conocer la opinión de estas dos mujeres sobre los nuevos ricos y sus aledaños, sus esposas, los tiburones con los que hacen negocios, su falta de escrúpulos, su baja calidad moral. Las cavilaciones de ambas también están relacionadas con la familia de Carmen, sus relaciones ocultas, sus frustraciones y añoranzas y las mentiras que ocultan frente la fachada de perfección que muestran.
   Los pensamientos y diálogos de Mariana y Julia con los pasajeros también dejan en la novela reflexiones sobre el paso de la edad, la belleza femenina, el miedo al compromiso, el fracaso amoroso, lo que nuestro entorno hace de nosotros, las consecuencias de nuestra infancia… así como sobre temas históricos actuales, como la invasión de Irak (el crucero coincide en el tiempo con ella) y el papel asumido por Bush y por Aznar.
   Tras la desaparición de Carmen, a quien Mariana no conocía ni de oídas, a pesar de su preeminencia social, la juez va recomponiendo su figura y su personalidad, descubriendo sus sombras, sus defectos y todo aquello que oculta para no manchar la perfecta fachada que se ha ido construyendo a lo largo de los años. Las pesquisas de Mariana son las que van dando cuerpo a un caso que avanza a través de conjeturas y especulaciones, no de interrogatorios, registros y pruebas. La juez de instrucción no tiene jurisdicción para investigar nada, así que todo su análisis se llevará a cabo de manera extraoficial, teniendo en cuenta, además, que si su teoría sobre el asesinato de Carmen es cierta, puede levantar las suspicacias del criminal, convirtiéndose ella misma en objetivo.
   Sin potestad para llevar a cabo la investigación, Julia interroga a Mariana sobre los motivos que tiene para intentar esclarecer los hechos. ¿Deformación profesional? ¿Morbo? ¿Curiosidad? Búsqueda de la verdad, responde Mariana. La verdad convertida en vicio, en obsesión será la que mueva a la juez a continuar sus pesquisas.
   En esta novela culta, llena de referencias cinematográficas, artísticas y literarias y en la que el jazz suena en casi todos los cortísimos capítulos no abundan ni las trampas ni las pistas propias del género, aunque sí la mezcla de investigación y reflexión que enriquece las novelas negras de más calidad. Una reflexión que ofrece un retrato crítico de un tiempo y una sociedad al tiempo que incide en el universo de las mujeres, sus inquietudes y su rol profesional y personal.
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros. 
   Nos seguimos leyendo.


lunes, 11 de febrero de 2013

"Los buenos suicidas", de Toni Hill: sé lo que hicisteis en el último team building



Ficha técnica:


Título: Los buenos suicidas                Autor: Toni Hill
Editorial: Debolsillo             Género: novela, novela negra Páginas: 384
Publicación:  Junio 2012    ISBN: 9788499896786

Sinopsis (editorial):



  Noche de Reyes de 2011. El inspector Héctor Salgado, obsesionado por la desaparición de Ruth, su ex mujer, no puede conciliar el sueño y fuma un cigarrillo tras otro. De madrugada, aún insomne, recibe una llamada del nuevo agente a sus órdenes: la secretaria del director general de una conocida empresa de cosméticos se ha arrojado a las vías del metro. Parece un caso menor, pero con el paso de los días Salgado irá descubriendo que tras ese presunto suicidio se esconde una compleja y peligrosa red de mentiras. Entretanto, la agente Leire Castro, atrapada en casa por una baja médica prematura, a mes y medio de dar a luz, también piensa en el caso nunca cerrado de Ruth. Es un misterio al que no puede resistirse. Y aunque en su estado no debería emprender una investigación, en su carácter está no detenerse, insistir, derribar esas fachadas que siempre ocultan males mayores?
   La del inspector Héctor Salgado no es una de esas sagas de novelas policíacas que se puedan leer sin orden ni independientemente. Cada entrega (al menos hasta el momento) está enlazada con la siguiente, convirtiendo la saga en una gran y única novela. Es la impresión que tengo después de leer las dos primeras (las dos publicadas hasta el momento): al margen de los casos puntuales investigados a lo largo de sus páginas, la trama personal (o tramas personales, mejor) que subyace en las dos no sólo da unidad al conjunto, sino que continúa una historia que, al terminar cada libro, vuelve a dejarte con la miel en los labios, con ganas de más. Y es que Toni Hill es, para mí, un genio del cliffhanger: te deja sorprendida al borde del abismo con una única pregunta en la cabeza: ¡Ay, madre! ¿Y ahora qué?? Pues tendremos que esperar, no nos queda otro remedio.
    Porque después de lo que hemos averiguado en esta segunda novela sobre Ruth, la ex mujer del inspector, y, sobre todo, tras leer el último capítulo de Los buenos suicidas, el suspense me tiene totalmente enganchada a la saga. La de la búsqueda de Ruth es una de las tramas que, engarzadas, conforman el argumento de esta novela. Será Leire Castro, la compañera de fatigas de Salgado en el primer caso, de baja por embarazo ahora, la que investigará qué ocurrió con la ex mujer del inspector en sus ratos libres. 
     Además, en la trama personal referida al propio inspector, Héctor tendrá que aprender a convivir con su hijo adolescente y a controlar su ira, mientras sigue con Ruth en la mente. Por si fuera poco, la vuelta a su vida de un antiguo amor, le hará reflexionar sobre su pasado, su presente y, por supuesto, su futuro.
     Tramas personales al margen, el caso policial investigado esta vez nos mete de lleno en el mundo laboral, el de las grandes corporaciones, con sus alianzas y sus traiciones. Hill propone una reflexión sobre la confianza, la verdad y la mentira, el comportamiento ético, el racismo, la superioridad que da el dinero o el estatus social y, claro está, sobre qué camino toma cada uno cuando está al borde del precipicio. El autor pone en boca del psicólogo de Salgado y en los pensamientos del propio inspector toda la teoría sobre el perfil del suicida, así como su percepción social e, incluso, su tratamiento en los medios de comunicación (hay un acuerdo tácito para no dar cuenta de suicidios, por el efecto llamada que pudiera tener). Una interesante reflexión que mezcla lo social, con lo psicológico, lo personal o lo religioso para ofrecer una visión lo más amplia posible (aunque escueta) del suicidio.
     También se cuela en una novela pegada a la realidad la actualidad económica en la que nos encontramos, con referencias continúas a la coyuntura financiera, al problema del paro y hasta la inclusión expresa y crítica de una cita no ficticia: la famosa alusión a los brotes verdes de una de la ministras de Zapatero, brotes verdes que se ajaron antes de florecer.
    El narrador en tercera persona omnisciente (tan omnisciente que sabe hasta cuando alguien miente) ayuda al lector a ir descubriendo las claves del caso, funciona como un repartidor de pistas. Al mismo tiempo, descarga el peso protagonista de Salgado, localizando la atención del lector en otros personajes (tanto Leire, como los implicados en el caso), deteniéndose a contar lo que hacen, lo que piensan... y ofreciendo así un fresco más amplio que la mera visión que sobre el caso tiene Salgado. 
    En definitiva, una novela muy ágil, que sigue a la perfección la senda iniciada con El verano de los juguetes muertos, con un planteamiento y un tema de fondo muy interesante, unos personajes con vida propia, un reparto del peso de la trama muy atractivo y un final que deja en el aire muchas cuestiones.
    Nos seguimos leyendo. 

   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 13.000 páginas: 384/13.000
  •  Reto Autores de la A a la Z: H
  •  Reto Genérico: 2/5 misterio
  •  Desafío100 libros: 12/100
  • Reto Sumando: 19/2013
  • Reto 25 españoles: 10/2
  • Reto Negro y criminal: 2/15                




 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...