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lunes, 14 de septiembre de 2015

"With every letter", de Sarah Sundin: amor epistolar en la Segunda Guerra Mundial

http://www.amazon.es/Every-Letter-Wings-Nightingale-Book-ebook/dp/B008B9HLEK/ref=sr_1_1?s=digital-text&ie=UTF8&qid=1441788942&sr=1-1&keywords=with+every+letter


Título: With Every Letter
Autora: Sarah Sundin
Editorial: Amazon
Género: novela romántica, cristiana, bélica
Páginas: 434
Publicación: 1/9/2012
ASIN: B008B9HLEK

 Mellie Blake es una enfermera que ha tenido una infancia un tanto peculiar junto a su padre y que se ve incapaz de hacer amigos. Algo parecido le ocurre Tom MacGilliver, hijo de un asesino, a quien los actos de su padre también han condicionado su forma de ser y de relacionarse con los demás. Ambos combaten en la II Guerra Mundial y participan en un programa de intercambio de cartas que les permitirá conocerse tal cual son, más allá de sus miedos y las caretas que llevan cada día. Y enamorarse.
   A principios de verano, From Isi nos propuso una serie de títulos para que eligiéramos cuál queríamos que fuese nuestra lectura conjunta veraniega y, entre todo ellos, los participantes elegimos esta novela que, no obstante, no ha resultado ser lo que esperábamos. Sin embargo, y como siempre, he disfrutado mucho leyendo en inglés, más que por el contenido de la novela en sí, por la sensación de vencer una de esas barreras que nos autoimponemos, en mi caso, la de que no soy capaz de leer en inglés, que no tengo el nivel. Gracias a Isi, voy superando mi miedo y, lo que es mejor, voy descubriendo que cada vez lo hago más deprisa y (creo) con mayor profundidad.
    Las razones por las que esta novela no ha sido lo que esperábamos son, fundamentalmente, dos. La primera: los personajes son tan exagerados que más bien parecen, en ocasiones, caricaturas de una personalidad tímida. De hecho, cuesta mucho pasar por el aro de creerte que dos personas en toda su vida han sido incapaces de hacer ni un solo amigo. Está claro que ese es el quid de la cuestión, que ahí reside la esencia de la novela, pero la caracterización de los dos personajes principales no parece muy verosímil, la verdad. Creo que también les pasa a otros personajes, demasiado estereotipados para resultar creíbles.
   La segunda razón ha sido la presencia constante de la religión. Pero una religión, me ha dado a mí la sensación, un poco de boquilla, de mucho rezar y encomendarse a Dios y poco hacer. Seré mala pero a mí en muchas escenas me recordaban a un chiste que no recuerdo al cien por cien pero que decía algo así como que estaba un cura en medio de un naufragio, rezando para que Dios le salvara, y constantemente le pedía "envíame una señal, Señor, envíame una señal". Pasó por allí un hombre con una barca que le preguntó si quería subir y el cura le contestó que no, que estaba esperando una señal de Dios. Esto ocurre varias veces, hasta que el cura, claro, muere ahogado, sube al cielo y le pide cuentas a su Dios: "Señor, te pedí una señal y no me la has dado". "Te envíe un tronco, un hombre con una barca (y no recuerdo cuántas cosas más) y tú no aceptaste la ayuda de nadie ni de nada", responde Dios. Pues esto es igual: mucho pedir a Dios pero poco aprovechar lo que la vida les pone en el camino.
    Sí me han parecido interesantes, no obstante, las reflexiones sobre dos conceptos cristianos de hondo calado: el perdón y la misericordia. Sobre ellos hablan en multitud de ocasiones los protagonistas y hay muchas peripecias en la historia encaminadas a mostrar el poder del perdón y la misericordia.
    Por si esto fuera poco, tampoco la historia tiene demasiado ritmo. De hecho, hay momentos en los que da la sensación de que las situaciones se mantienen sin razón, que no avanzan hasta el clímax. Ocurre, por ejemplo, hacia el final, una vez que ella ya sabe quién es él pero dilata y dilata y dilata y dilata el momento de darse a conocer. No creo que la tensión esté bien resuelta y el lector se da cuenta fácilmente de que no se están poniendo más que trabas y trabas para alargar el desenlace.
    Finalmente, me ha gustado mucho todo lo que tiene que ver con el papel de la mujer en la II Guerra Mundial, sobre la lucha de esas enfermeras contra los prejuicios y el patriarcado. He visto que la autora ha continuado la saga centrada, precisamente, en este colectivo pero Amazon califica también la segunda obra como "ficción religiosa y espiritual" así que no sé si me animaré... 
     Nos seguimos leyendo.


martes, 10 de septiembre de 2013

"Prohibido excavar en este pueblo", de Óscar Fábrega: un ensayo tan ameno como divertido para desmontar el mito sobre lo ocurrido en Rennes-Le-Château
















Ficha técnica:


Título: Prohibido excavar en este pueblo                            Autor: Óscar Fábrega          Editorial: Ediciones Tagus         Género: ensayo            
Publicación: 12/07/2013    ISBN: 978-84-15623-44-1

Sinopsis (editorial):


    A finales del siglo XIX un párroco de una pequeña aldea del Languedoc francés, zona de leyendas y herejías, de la noche a la mañana, se hizo enormemente rico, tanto que compró numerosas tierras, realizó construcciones fastuosas y comenzó a vivir como un marqués. ¿Cuál fue la fuente de su riqueza? ¿Fue la venta ilegal de misas, como afirmaron sus superiores eclesiásticos? ¿Encontró un tesoro escondido, como afirman otros?
     Sea como fuere, la historia de aquel sacerdote y de aquel bello pueblo, Rennes-Le-Château, se convirtió en un mito moderno, en el que el protagonismo lo comparten, a partes iguales, los actores del drama y los escritores que lo investigaron. Además, la aldea se convirtió en el lugar preferido para los buscadores de tesoros, que durante años se dedicaron a excavar en el pueblo en busca de una riqueza que nunca encontraron.
    Por desgracia en esta historia hay más mentiras que verdades. Y todo gracias a un señor que desde la sombra manipuló la Historia e inventó una extraña trama que fue poco a poco haciendo pública. Un verdadero embaucador que  reclamaba el trono de Francia al considerarse último heredero de aquella estirpe real de la Edad Media, los merovingios…  aquellos que, según El Código da Vinci, de Dan Brown, se mezclaron con los descendientes de Cristo.
    Lo que convertía a esta éminence grise en descendiente de Jesús…
   Soy de esas a las que El código da Vinci despertó la curiosidad por las historias que no se cuentan y por lo oculto que subyace en la verdad asumida. Yo, formada en sucesivos centros religiosos de educación, desde mi más tierna infancia hasta que acabé la carrera, asumía el dogma como verdad sin fisuras y nunca se me ocurrió pensar que algo de lo que me contaban no era como decían que había ocurrido. Tenía mis más y mis menos con algunos aspectos del Catolicismo... pero en líneas generales comulgaba con lo que me decían, como buena cristiana. Dos factores vinieron a romper la ortodoxia: Dan Brown, con las propuestas de su best-seller, y mi chico (al que había conocido poco antes de leer a Brown), a quien los programas y libros de misterios y verdades ocultas siempre habían atraído. Uno y otro se encargaron de abrir mi mente a nuevas posibilidades y me enseñaron a desconfiar de las versiones oficiales. A partir de ahí, empecé a leer libros que ahondaban en las redes de mentiras o verdades a medias que nos han ido contando a lo largo de la Historia y también libros como este, que pretenden desmontar los cuentos y falsos mitos que, al hilo de esas medias verdades, han ido surgiendo, enredando aún más una madeja ya de por sí bien liada. Por eso, cuando Kayena habló de este ensayo y de la Operación Tagus, no me lo pensé.
   A pesar de lo dicho hasta ahora considero que no sé gran cosa sobre estos misterios de corte religioso que libros como El código da Vinci pretenden sacar a la luz. He leído más literatura que ensayo y tampoco en abundancia; es un tema que me atrae pero no me obsesiona, así que voy leyendo lo que voy encontrando según me va apeteciendo. Digo esto porque soy incapaz de calibrar la veracidad de todo lo que cuenta Fábrega en la obra pero sí da la impresión de estar bien documentado y saber lo que dice. Claro que teniendo en cuenta que trata de desmontar un mito creado sobre un hecho real y cientos inventados... una llega a dudar sobre todo lo que está leyendo. Pero creo que eso también es un punto a favor del autor: son muchas las ocasiones en las que habla de investigadores demasiado crédulos que se dejaron embaucar por una historia muy jugosa o, directamente, por pruebas falseadas, de modo que va generando en el lector la necesidad de cuestionar mucho de lo que sabe y todo lo que ha leído. Y esa capacidad de cuestionar la realidad que nos sirven en bandeja y que deglutimos con la mayor de las confianzas es, para mí, una de las grandes lecciones de fondo de este ensayo.
   Un ensayo, por lo demás, muy bien escrito, bien documentado, que busca el contexto histórico, social y religioso al único hecho que parece comprobado de la historia: algo hizo o encontró el párroco de Rennes-Le-Château para poder acometer la obra faraónica que llevó a cabo en la iglesia de la localidad y alrededores durante años.

ESTRUCTURA 


   Además de bien escrito y bien documentado, el ensayo está, también, muy bien estructurado. Tras el prólogo de Jesús Callejo, el autor introduce el estado de la cuestión echándole la culpa a Dan Brown, lo cual no deja de impactar, ya desde la primera línea, al lector. Tras esa introducción, comienza la primera parte ("Así nace un mito") y el lector viaja, de la mano del autor, por los hitos fundamentales que fueron cimentando la historia del bueno de Saunière, el párroco de Rennes-Le-Château. Pero hete aquí que llega la segunda parte y el momento de desmontar el mito: Fábrega va mostrando, punto por punto, las incorrecciones, errores, conspiraciones, credulidades y buenas y malas intenciones de todo tipo sobre las que se sustenta la relación entre lo que le ocurrió al cura de Rennes-Le-Château y la posterior red de contubernios con los Templarios y el cacareado Priorato de Sión que todos los lectores de El código da Vinci conocemos. Según el autor, buena parte de esas triquiñuelas, conspiraciones y falsedades nacen de la mente calenturienta de Pierre Plantard, a quien analiza en profundidad en la tercera parte de la obra, titulada "El creador del mito". 
   Un corto epílogo da paso a los interesantísimos apéndices y a los agradecimientos, bibliografía y notas de la obra, apartados que he leído hasta el último punto, entre acongojada, regocijada y boquiabierta por todo lo que Fábrega ha estado contando hasta ese punto final tras el que llega el abismo de la incertidumbre y las preguntas inevitables: ¿cuántas verdades estaremos dando por ciertas cuando no son más que patrañas pergeñadas con toda la intención por alguien que busca algún tipo de beneficio? ¿Cómo separar la paja del heno? 

HUMOR, IRONÍA Y CERCANÍA

 

   Si interesante es el ensayo y motivador el estado mental en el que te deja, no menos positivo es el tono general de la obra: Fábrega es irónico, es mordaz, es divertido, es cercano... Hay varios cambios de registro (habla de sí mismo en primera persona del singular pero también  a través del plural mayestático y, de igual modo, a veces se dirige al lector en plural, dándoles el tratamiento de ustedes, como lo hace en segunda persona del singular) que me han descolocado un poco pero mi sensación general es que he pasado un buen rato con alguien divertidísimo que sabe contar las historias como nadie. Fábrega se aleja del tono académico para hablar al lector de tú a tú y utilizar un lenguaje sencillo y coloquial ("la cosa se puso chunga", dice, por ejemplo) que en algún momento roza lo vulgar, al introducir palabras malsonantes como cuando asegura que "se insinúa que su intención es ayudar a que los merovingios recuperen el trono de Francia, lo que jodería bastante a la Iglesia de Roma" (página 290).
   La misma cercanía que emplea en el tono y en el léxico se deja notar también en la preocupación que muestra por que el lector le siga, por que ate los cabos que hay que ir anudando en cada recodo del camino, sin despistarse por el aluvión de cifras, datos, personas y personajes que va introduciendo para sazonar sus argumentos. Por eso, introduce muchas expresiones autorreferenciales del tipo "como hemos visto" o "como veremos más adelante" que ayudan al lector a ubicarse en el universo laberíntico que Fábrega crea para él. Además de estas expresiones, el autor repite determinados pasajes una y otra vez, para que el lector los tenga frescos en su mente y compare los datos que va aportando con lo que sabíamos hasta el momento.
   La preocupación por el lector se deja notar también en el apabullante número de notas que el autor va introduciendo en el texto. Y he aquí una de las ventajas que le he encontrado al formato digital: me resulta muy incómodo leer un libro editado en papel en el que las notas están al final, porque te obliga a andar de acá para allá todo el rato. Con el epub no he tenido ese problema: el ordenador me permitía acceder a la nota y regresar al texto de manera fácil, cómoda y rápida.
   Y he dicho ordenador, lo cual es raro en mí. No suelo leer en el ordenador, porque me resulta incómodo. Los libros en formato epub los leo en el móvil pero ha sido imposible leer este ensayo en el móvil: pesaba demasiado. Y eso es bueno por un lado, pero malo por otro. Malo, porque he tenido que leer en el netbook y, aunque pequeño, no permite la misma movilidad que el teléfono. Pero es bueno (buenísimo) porque el motivo del que el libro ocupe tanta memoria es porque incluye un buen número de fotos que ayudan mucho a ubicar todo lo que se va contando a quienes, como yo, no han visitado la zona (ni esperan hacerlo, al menos en el corto o medio plazo).
   En definitiva, un ensayo interesante, irónico, divertido y, sobre todo, muy cercano, que trata de desmontar el mito creado en torno a lo ocurrido en Rennes-Le-Château. Un suceso sobre el que, quizá, nunca lleguemos a conocer toda la verdad.
   Nos seguimos leyendo.      
      
    Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Desafío100 libros: 91/100

lunes, 26 de agosto de 2013

"Contrato con Dios", de Juan Gómez-Jurado: en busca del arca perdida



Ficha técnica:


Título: Contrato con Dios      Autor: Juan Gómez-Jurado
Editorial: DeBolsillo              Género: novela, thriller Páginas: 440
Publicación: 2011    ISBN:  9788499087085

Sinopsis (editorial):


  Oriente Medio, 2007. Un misterioso multimillonario financia una expedición al desierto de Jordania cuyo objetivo hará historia: el descubrimiento del Arca de la Alianza, en cuyo interior se guardan las Tablas de la Ley. Andrea, una periodista española, acompaña al grupo y tendrá la exclusiva de un reportaje sensacional. Pero en la "Expedición Moisés" se han infiltrado el Mossad, el servicio secreto del Vaticano y un terrorista islámico en cuyo espíritu anida el odio aniquilador.
   Juan Gómez-Jurado rescata para esta, la que fue su segunda novela (publicada originariamente en 2007), a Anthony Fowler, el agente de la CIA y de la Santa Alianza que ya conocimos en Espía de Dios, y retoma el género de intriga para contarnos una historia que poco tiene que ver, en todo lo demás, con aquella primera, aunque en ambas lo religioso tenga un gran peso. La trama se aleja de la investigación criminal de Espía de Dios para centrarse en las vicisitudes de un grupo de excavación arqueológica que busca en el desierto de Jordania el Arca del Alianza, en la que está depositado ese Contrato con Dios del que habla el título de la novela. Una historia llena de recovecos, intrigas, desavenencias, secretos, enfrentamientos, odios e Historia que van más allá de la mera búsqueda de uno de los grandes símbolos religiosos de la humanidad.
   Personajes como el de Fowler o el de la periodista Andrea Otero no son lo único que Gómez-Jurado rescata de su primera novela, también el fragmentarismo de aquella se repite en esta. Así, el argumento se va construyendo, como si fuera un puzle, gracias a la crónica de lo que ocurre en la excavación, de las acciones paralelas que tienen lugar en Nueva York, retazos de la vida del terrorista Huqan y del multimillonario Kayn, extractos de entrevistas periodísticas o noticias. De esta manera la historia no se presenta de forma lineal o cronológica, sino que el autor va ofreciendo diferentes datos que ayudan al lector a montar el resultado final por sí mismo, un recurso literario que, personalmente, me parece muy atractivo porque te fuerza a ir atando cabos y encajando piezas.
   Quizá ese recurso, el argumento en sí y el trasfondo religioso del tema elegido sean las claves del éxito de una novela que se ha convertido en un best-seller internacional junto con, claro está, la dosificación de la intriga, factor en el que Gómez-Jurado es un genio.
  Más allá de lo que he disfrutado con la tensión propia del thriller me ha interesado la reflexión sobre las religiones y sobre los enfrentamientos en nombre de un dios o una creencia. Y me he quedado anonadada con el planteamiento de fondo de la novela: ¿qué pasaría si apareciera el Arca? ¿Qué consecuencias podría tener? Fowler tiene su teoría y obra en consecuencia. Yo no tengo teoría, pero he pensado mucho en ello desde que cerré el libro. Y eso, para mí, siempre es un buen baremo sobre el que calibrar cualquier novela.
   Con un estilo muy ágil y un ritmo que te atrapa, Gómez-Jurado construye un thriller muy interesante que profundiza en una de las cuestiones de más calado para el ser humano y una de las que más enfrentamientos ha causado a lo largo de la Historia: las creencias, la religión, los dioses y la lucha en su nombre y en contra del otro, del que es ajeno a eso que te han dicho que conforma tu fe.
   Nos seguimos leyendo.      
      
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto Juan Gómez-Jurado: 2/3
  •  Desafío100 libros: 86/100
     

martes, 4 de junio de 2013

"Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea", de Annabel Pitcher: una visión inocente y certera sobre el fanatismo y la muerte


Ficha técnica:


Título: Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea   Autora: Annabel Pitcher
Editorial: Siruela            Género: novela       Páginas: 236
Publicación:  2011    ISBN: 978-84-9841-675-6

Sinopsis (editorial):


  Esta historia de la lucha de un niño por recuperar a su familia desgarra y conmueve, pero está también llena de humor y esperanza. La voz de Jamie tiene tanta fuerza que uno no puede evitar ponerse de su parte y ver el mundo a través de sus ojos.
   Han pasado cinco años desde que Rose murió en un atentado terrorista islámico en el centro de Londres. Su hermano Jamie, de diez años, no ha podido llorar todavía, aunque sabe que debería hacerlo porque toda su familia lo hizo. Las cosas no van nada bien desde entonces: su padre bebe cada vez más, su madre los ha abandonado, Jasmine, la gemela de Rose, ha dejado de comer y Jamie tiene muchas preguntas que nadie le responde. Pero un día un anuncio de televisión le hace soñar con que todo vuelva a ser como antes…
  Hay cuestiones extremadamente polémicas, duras y desgarradoras a las que la visión que ofrece un niño puede regalar un punto de frescura, inocencia y paradoja que, quizá por chocante, puede abrir nuevos caminos para la reflexión. Temas como la muerte, la religión, el fanatismo, el terrorismo, la desintegración de una familia o el amor incondicional pueden adquirir una nueva perspectiva si quien habla de ellos es un niño de 10 años. Un niño de 10 años que cuenta lo que le ocurre con la sencillez de la inexperiencia y con esa mirada aún no empañada ni por los prejuicios, ni por las ideologías, ni por lo políticamente correcto ni por las herramientas con las que los adultos moldeamos la realidad para hacerla menos dolorosa.
  Por eso me ha enamorado esta novela: por ofrecer un punto de vista diferente sobre estos temas tan controvertidos. Un punto de vista fresco, inocente, chocante para mí modo de entender actualmente el mundo y que me ha hecho darle una vuelta más dentro de mi cabeza, dedicarle un tiempo a volver a pensar sobre lo que yo ya creía, para matizarlo, para transformarlo. Para intentar verlo con los ojos limpios de tantas cosas que mi propio bagaje personal, cultural e ideológico empañan.
  La historia que cuenta la novela no puede ser más dura: Jamie es un niño de 10 años que perdió a su hermana Rose hace cinco años en un atentado terrorista. El principio del libro ya da muchas pistas sobre ese estilo que no deja de conmocionar, emocionar y forzar al lector a reflexionar a lo largo de toda la obra: "Mi hermana Rose vive sobre la repisa de la chimenea. Bueno, al menos parte de ella. Tres de sus dedos, su codo derecho y su rótula están enterrados en una tumba en Londres. Mamá y papá tuvieron una discusión de las gordas cuando la policía encontró diez pedazos de su cuerpo. Mamá quería una tumba que pudiera visitar. Papá quería incinerarlos y esparcir las cenizas en el mar. En todo caso, eso es lo que me ha contado Jasmine. Ella se acuerda de más cosas que yo". Esta manera de contar la historia y la forma de ver el mundo que implica (y la cantidad de información que deja ver) encogen el corazón. Y así se mantiene durante toda la novela (porque al pobre Jamie no le dejan de pasar cosas negativas), aunque a veces la autora suelta el puño con el que oprime el corazón de lector para regalarnos pequeñas victorias, momentos divertidos, párrafos entrañables y una verdadera lección sobre lo que es el amor.
  A Jamie le han enseñado a odiar a los musulmanes aunque no tiene muy claro la razón por la que debe hacerlo. Sí, porque mataron a su hermana pero... y si la única niña que quiere ser su amiga en el nuevo colegio lleva velo, entonces ¿qué? ¿Hay que odiarla también? ¿Y sin embargo no puede odiar al niño que le hace mil y una barrabasadas solo porque no es musulmán? Con sus pensamientos infantiles y sus actitudes, Jamie cuestiona el modelo que le han transmitido sus padres. Un modelo quizá válido para ellos (en cualquier caso, quizá comprensible, después de lo ocurrido) pero que a Jamie (que ni se acuerda de su hermana, porque era demasiado pequeño cuando murió como para recordar ahora cómo era su sonrisa o si le gustaba jugar con ella) no le sirve. Casi sin decirlo, la autora cuestiona el fanatismo, tenga la razón que tenga, y el odio irracional inculcado generación tras generación.
  Al mismo tiempo, habla sin hablar de las semejanzas entre religiones, más allá de las diferencias que sus respectivos integrantes remarcan una y otra vez, dejando bien claro que "ellos" no son "nosotros".
  Una de las consecuencias de aquel terrible suceso fue la posterior desintegración de la familia. Una familia rota cuyos pedazos tratan de sobrevivir al dolor como pueden: la madre, dejándose guiar por un nuevo amor; el padre, ahogándolo en alcohol; Jas (la hermana gemela de la fallecida Rose), subrayando la diferencia con la niña que fue, con la niña que sus padres quisieran que no hubiera crecido para que siguiera siendo siempre la niña ausente, la Rose perdida; y Jamie... Jamie intenta comprender el dolor de la ausencia pero no acaba de conseguirlo. Hasta el final de la novela.
   Me ha parecido muy significativa e ilustrativa esa ausencia que se convierte en omnipresente. Ese hueco que lo llena todo, esa niña que falta y cuya inexistencia oculta lo que sí está, lo que permanece. La sensación que tienen Jas y Jamie de ser invisibles frente a la hermana que es realmente invisible pero que está más presente que si fuera de carne y hueso es metafórica pero también real y desata una serie de sensaciones muy concretas en el lector: sorpresa, vacío, tristeza, frustración. Las mismas que sienten los dos hermanos cuando el padre pone el cinturón de seguridad a la urna en la que se guardan las cenizas de Rose y se olvida de recordárselo a ellos: como si lo muerto tuviera más importancia que lo vivo. Como si el dolor cegase tanto que no hay diferencia entre lo vivo y lo muerto. Pero la narración de Jamie pone una pared inocente y hasta cierto punto humorística al sentimiento de vacío con la que el lector choca sin remisión cuando dice que si esto es ser invisible, entonces este es un superpoder sobrevalorado.
  Me ha dejado muy impactada esta novela aparentemente sencilla (creo que el hecho de exponer cosas complicadas de una manera sencilla y aprovecharse del choque que produce en el lector es ya seña de identidad de Annabel Pitcher, como ya comenté en la reseña de su segunda novela, Nubes de kétchup). Es una novela diferente que habla de temas muy profundos con una sencillez que da más que pensar que si se tratara de un ensayo concienzudo. Por lo menos, a mí me ha dado mucho que pensar mientras la leía y creo que seguiré acordándome de Jamie y de su manera de ver el mundo cada vez que oiga hablar de terrorismo, de familias rotas, de alcoholismo, de lo que se guarda y no se puede sacar de uno mismo, de lo que se enseña a los hijos (consciente o inconscientemente), de lo que te enseñan tus padres pero no por las razones adecuadas, de super héroes, de valentía, de riesgo, de sueños rotos. O de ese dolor tan profundo que lo anega todo, que se convierte en un tsunami que arrasa vidas enteras.      
  Nos seguimos leyendo.      

   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •   Desafío100 libros: 48/100
  • Reto Sumando: 46/2013       





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