Ficha técnica:
Título: Riversong Autora: Tess Thompson
Editorial: Amazon Género: novela, novela romántica, thriller, drama Páginas: 278Publicación: 12/04/2011 ASIN: B004WDRYVE
Sinopsis:
Lee no ha tenido una vida fácil y su existencia da un nuevo giro hacia el drama cuando su marido se suicida, su empresa quiebra y se ve con una deuda desorbitada que no puede asumir. Huyendo del prestamista a quien su marido había pedido el crédito, Tess regresa a River Valley, el rincón de Oregón en el que creció. Su idea es arreglar la casa de su madre y venderla para pagar su deuda pero la vida le llevará por otros caminos. Y es que uno puede planificar lo que quiera, que el destino siempre acabará imponiéndose.
Este es el libro que, finalmente, leí durante el Readathon convocado por Isi, así que, aunque lo voy a reseñar en español (redactar una reseña en inglés será mi próximo objetivo), lo leí en la lengua de Shakespeare. La verdad es que aún me cuesta medir por el mismo rasero los libros que leo en inglés y en español, porque en español leo más deprisa y, en el caso de los dos libros que he leído en inglés, en ocasiones la lectura me ha parecido un poco lenta, pero no sé si es por el argumento y el ritmo de las novelas o porque yo leo más despacio en inglés y, al final, eso me hace perder ritmo.
Lo que sí tengo claro es que Riversong es una novela entretenida. Su argumento no resulta demasiado sorprendente y echa mano de la literatura más estándar para construir una historia en la que, para mí, lo mejor son los personajes y el optimismo que pretende transmitir como enseñanza general, aunque en varios momentos ese optimismo o ese sacar fuerzas de flaqueza se asocia a Dios o al poder de la naturaleza.
Tess Thompson levanta River Valley como si de una maqueta se tratarse: inventa rincones, paisajes, viviendas y lugares de encuentro en los que hace convivir a una serie de personajes, a cual más entrañable. La autora nos traslada a un pequeño pueblo de Oregón para transmitirnos valores inmutables como el valor de la amistad, la dicotomía entre la confianza que debemos tener en quienes nos rodean frente a las veces que esa confianza se ha roto, el poder transformador del amor, la maternidad o la capacidad para reinventarse a sí mismo y hacer frente a los reveses de la vida.
Aunque lo romántico tiene mucho peso en la novela, el drama es, para mí, lo que va definiendo a los personajes y va haciendo avanzar la trama. Un drama que toca a muchos de esos personajes, que les ha transformado y que, en algunos casos, les ha doblegado, como ocurre, por ejemplo, con la alcohólica madre de Lee. Me ha gustado mucho cómo la autora muestra las diferentes reacciones del ser humano frente a una desgracia, mostrando un abanico de posibilidades de los que cabe extraer la moraleja final: si te anclas en tu dolor, pierdes tu vida, así que rompe con la autocompansión y sal adelante, porque nadie puede tirar eternamente de ti y sacarte a flote.
Thompson pone al lector frente al equilibrio que debe existir entre la individualidad y lo colectivo, la independencia y el apoyarse en los demás cuando sea necesario; un equilibrio que no siempre es fácil de conseguir, como le ocurre a Lee, aunque en su caso, la balanza no se desequilibra por egoísmo, sino por la frustración del haber confiado y haber salido escaldada y el miedo a que los demás resulten heridos.
En cierto modo, el restaurante que Lee abre en River Valley viene a simbolizar ese elemento capaz de catalizar la desgracia (aunque habría que decir las desgracias, en plural, porque cada personaje carga con su propio pasado y la mayoría de las veces ese peso lastra terriblemente su presente) y abrir la ventana a un futuro lleno de promesas.
Mediante los contrastes entre personajes, entre pasado y presente, entre sueños y realidad y entre las diferentes formas de salir adelante, Thompson refuerza el mensaje final de la historia al tiempo que profundiza en la realidad de los personajes que pueblan River Valley. Con un estilo sencillo (no me ha costado entenderla, así que supongo que eso querrá decir que la novela no tiene demasiados alardes literarios) y una dosificación correcta de los giros que van creando los nudos de la trama, Riversong avanza firme hacia el final que el lector intuye desde el principio, aunque alguna revelación le sorprenda en el camino.
Lo que sí tengo claro es que Riversong es una novela entretenida. Su argumento no resulta demasiado sorprendente y echa mano de la literatura más estándar para construir una historia en la que, para mí, lo mejor son los personajes y el optimismo que pretende transmitir como enseñanza general, aunque en varios momentos ese optimismo o ese sacar fuerzas de flaqueza se asocia a Dios o al poder de la naturaleza.
Tess Thompson levanta River Valley como si de una maqueta se tratarse: inventa rincones, paisajes, viviendas y lugares de encuentro en los que hace convivir a una serie de personajes, a cual más entrañable. La autora nos traslada a un pequeño pueblo de Oregón para transmitirnos valores inmutables como el valor de la amistad, la dicotomía entre la confianza que debemos tener en quienes nos rodean frente a las veces que esa confianza se ha roto, el poder transformador del amor, la maternidad o la capacidad para reinventarse a sí mismo y hacer frente a los reveses de la vida.
Aunque lo romántico tiene mucho peso en la novela, el drama es, para mí, lo que va definiendo a los personajes y va haciendo avanzar la trama. Un drama que toca a muchos de esos personajes, que les ha transformado y que, en algunos casos, les ha doblegado, como ocurre, por ejemplo, con la alcohólica madre de Lee. Me ha gustado mucho cómo la autora muestra las diferentes reacciones del ser humano frente a una desgracia, mostrando un abanico de posibilidades de los que cabe extraer la moraleja final: si te anclas en tu dolor, pierdes tu vida, así que rompe con la autocompansión y sal adelante, porque nadie puede tirar eternamente de ti y sacarte a flote.
Thompson pone al lector frente al equilibrio que debe existir entre la individualidad y lo colectivo, la independencia y el apoyarse en los demás cuando sea necesario; un equilibrio que no siempre es fácil de conseguir, como le ocurre a Lee, aunque en su caso, la balanza no se desequilibra por egoísmo, sino por la frustración del haber confiado y haber salido escaldada y el miedo a que los demás resulten heridos.
En cierto modo, el restaurante que Lee abre en River Valley viene a simbolizar ese elemento capaz de catalizar la desgracia (aunque habría que decir las desgracias, en plural, porque cada personaje carga con su propio pasado y la mayoría de las veces ese peso lastra terriblemente su presente) y abrir la ventana a un futuro lleno de promesas.
Mediante los contrastes entre personajes, entre pasado y presente, entre sueños y realidad y entre las diferentes formas de salir adelante, Thompson refuerza el mensaje final de la historia al tiempo que profundiza en la realidad de los personajes que pueblan River Valley. Con un estilo sencillo (no me ha costado entenderla, así que supongo que eso querrá decir que la novela no tiene demasiados alardes literarios) y una dosificación correcta de los giros que van creando los nudos de la trama, Riversong avanza firme hacia el final que el lector intuye desde el principio, aunque alguna revelación le sorprenda en el camino.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Desafío100 libros: 98/10
Esta novela es la primera de la saga The River Valley Collection así que la incluyo en el Mes de las Sagas de Libros que hay que leer y Momentos de Silencio Compartido