Título: Mía se hace mayor
Autora: Mónica Peitx
Ilustradora: Cristina Losantos
Editorial: Juventud
Género: No ficción, salud, crecimiento
Páginas: 48
Publicación: 2016
ISBN: 9788426143563
Mía tiene nueve años y nos explica aquí la extraordinaria aventura de hacerse mayor. Descubre qué cambios experimenta el cuerpo de una niña durante la pubertad: ¿Pechos? ¿Tops? ¿Sostenes? ¿Dormir más? ¿Pelos? ¿Depilarse? ¿Regla? ¿Compresas? ¿Tampones? Su pediatra contestará a todas sus preguntas... Hacerse mayor es una gran aventura y ¡cuánto más sepas, mejor!
Creo que uno de los mayores placeres de la lectura (y si no placer, sí recompensa) es sentirse reconocida en los libros que una lee. Sentir que le hablan a una, que el protagonista comparte sentimientos con el lector, que le trata de tú a tú y está pasando por las mismas circunstancias vitales que él. No sé si saber que uno de tus lectores se ha sentido completamente identificado con lo que cuentas o se ha creído ayudado por lo que has dicho también será una de las mayores gratificaciones para el autor pero, desde luego, debe ser una gran alegría. Y eso es justo lo que ha pasado a Lucía leyendo este libro: "¡Mamá! ¡Este libro habla de mí!", me ha dicho tras leer un puñado de páginas. Y yo me he alegrado, porque con esa intención lo solicité a Boolino, con la intención de que le aclarase dudas que a lo mejor ni ella misma sabía aún que tenía.
Y es que no es fácil hablar de la pubertad. No lo es porque atañe a uno de los momentos de cambio más brutales del ser humano y toca temas muy sensibles (la menstruación, la sexualidad, el crecimiento del vello corporal...). Es cierto que ahora hay más apertura que antes y que madres e hijas hablamos con toda libertad sobre nuestras reglas y nuestros pelos pero entiendo que pueda llegar a ser complicado para una niña preguntar a su madre sobre cuestiones tan íntimas. Sobre todo si la pubertad se adelanta y los cambios empiezan demasiado pronto.
Tampoco creo que sea fácil hablar de ello porque muchas niñas no están preparadas para lo que les va a pasar y el tema les viene un poco grande. O tienen poca información y todo se les hace un mundo. O, como decía antes, porque abarca tantos aspectos que las dudas van surgiendo a medida que llegan los cambios y, por lo tanto, a veces da la sensación de que es imposible estar preparados para ellos, porque ni siquiera te habías planteado que eso pudiera llegar a ocurrir.
Por todo ello, a nosotras nos ha venido muy bien este libro, sencillo, riguroso y directo que supone un resumen claro pero profundo de los cambios que se producen en la pubertad y de sus consecuencias para el cuerpo y la mente de quien los experimenta. Se nota que Mónica Peitx es pediatra, que está especializada en Endocrinología y que está acostumbrada a contar esto a sus pacientes, porque no se le olvida ningún punto, es directa pero sensible y empatiza muy bien con el receptor.
También contribuye a esa empatía el hecho de que el libro esté focalizado en esta Mía en construcción con la que es fácil identificarse y, por lo tanto, hacer tuyas las vivencias y preguntas que van surgiendo a lo largo de los años de prepubertad y pubertad. El contexto en el que se mueve Mía es sucinto pero tiene los elementos necesarios para crear un ambiente que da verosimilitud a lo que se cuenta (madres, amigas, cole, actividades extraescolares...).
Las ilustraciones de Cristina Losantos también contribuyen a crear esa empatía al presentar a una protagonista sencilla y bastante neutra pero con personalidad, con la que cualquier podría identificarse.
Además, el texto y el diseño van cambiando para diferencia lo que es información pura y dura de lo que es la experiencia de Mía y, por lo tanto, es más fácil que la lectora se sienta identificada con ella. Del mismo modo, también incluye gráficos e ilustraciones muy útiles para hacerse una idea de, por ejemplo, cómo es nuestro aparato reproductor.
Finalmente, la autora añade una pincelada nutricional que, creo yo, ayuda mucho a asentar buenos hábitos y prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación.
En definitiva, una obra amena y didáctica que empatiza a la perfección con el lector al que va dirigido y que abre de manera estupenda el camino hacia las preguntas peliagudas y al diálogo.
Nos seguimos leyendo.
Y es que no es fácil hablar de la pubertad. No lo es porque atañe a uno de los momentos de cambio más brutales del ser humano y toca temas muy sensibles (la menstruación, la sexualidad, el crecimiento del vello corporal...). Es cierto que ahora hay más apertura que antes y que madres e hijas hablamos con toda libertad sobre nuestras reglas y nuestros pelos pero entiendo que pueda llegar a ser complicado para una niña preguntar a su madre sobre cuestiones tan íntimas. Sobre todo si la pubertad se adelanta y los cambios empiezan demasiado pronto.
Tampoco creo que sea fácil hablar de ello porque muchas niñas no están preparadas para lo que les va a pasar y el tema les viene un poco grande. O tienen poca información y todo se les hace un mundo. O, como decía antes, porque abarca tantos aspectos que las dudas van surgiendo a medida que llegan los cambios y, por lo tanto, a veces da la sensación de que es imposible estar preparados para ellos, porque ni siquiera te habías planteado que eso pudiera llegar a ocurrir.
Por todo ello, a nosotras nos ha venido muy bien este libro, sencillo, riguroso y directo que supone un resumen claro pero profundo de los cambios que se producen en la pubertad y de sus consecuencias para el cuerpo y la mente de quien los experimenta. Se nota que Mónica Peitx es pediatra, que está especializada en Endocrinología y que está acostumbrada a contar esto a sus pacientes, porque no se le olvida ningún punto, es directa pero sensible y empatiza muy bien con el receptor.
También contribuye a esa empatía el hecho de que el libro esté focalizado en esta Mía en construcción con la que es fácil identificarse y, por lo tanto, hacer tuyas las vivencias y preguntas que van surgiendo a lo largo de los años de prepubertad y pubertad. El contexto en el que se mueve Mía es sucinto pero tiene los elementos necesarios para crear un ambiente que da verosimilitud a lo que se cuenta (madres, amigas, cole, actividades extraescolares...).
Las ilustraciones de Cristina Losantos también contribuyen a crear esa empatía al presentar a una protagonista sencilla y bastante neutra pero con personalidad, con la que cualquier podría identificarse.
Además, el texto y el diseño van cambiando para diferencia lo que es información pura y dura de lo que es la experiencia de Mía y, por lo tanto, es más fácil que la lectora se sienta identificada con ella. Del mismo modo, también incluye gráficos e ilustraciones muy útiles para hacerse una idea de, por ejemplo, cómo es nuestro aparato reproductor.
Finalmente, la autora añade una pincelada nutricional que, creo yo, ayuda mucho a asentar buenos hábitos y prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación.
En definitiva, una obra amena y didáctica que empatiza a la perfección con el lector al que va dirigido y que abre de manera estupenda el camino hacia las preguntas peliagudas y al diálogo.
Nos seguimos leyendo.