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2 de mayo de 2013

El muro invisible

La desocupación es la primera tragedia. La degradación del trabajo, la segunda. En su afán por despedir a unos y precarizar a otros, la patronal y el Gobierno atentan contra el principio que permite que funcione todo el sistema, incluyendo la explotación misma: la recompensa al esfuerzo. Si a mayor esfuerzo no hay mejores resultados, la lógica laboral entera se viene abajo. Por eso no se está destruyendo empleo: se está destruyendo a los trabajadores. Cantó Pavese que trabajar cansa. Pero mucho más agota no encontrar trabajo. Es penoso haber llegado al punto de que el ciudadano medio esté deseando ser explotado, tener al menos la ocasión de someterse a un régimen injusto. Hemos vuelto al siglo 19 en plena era digital. Vivimos en dos siglos al mismo tiempo. Parecemos atrapados en una novela proletaria de HG Wells, donde la ciencia ficción es un contrato. Al escritor alemán Ingo Schulze, nacido al otro lado del Muro, le preguntaron una vez si lamentaba la extinción de su país natal. Schulze respondió que no le preocupaba la desaparición del Este sino la del Oeste, ya que que conceptos como libertad o democracia empezaban a convertirse en una entelequia. Ese muro invisible, ¿cómo se derriba?

29 de febrero de 2012

Dicotomía, dictadura y compromiso

Las dicotomías son el mayor obstáculo para el pensamiento político. Cuando firmé el manifiesto en defensa de la libertad de expresión en el Ecuador (firmado también por medio centenar de escritores y periodistas ecuatorianos), no lo hice porque suscribiese necesariamente las opiniones del libro de denuncia El Gran Hermano, ni de aquella controvertida columna publicada en El Universo. Sino porque, como profunda cuestión de principios, me parece inaceptable que un Gobierno persiga, con multas astronómicas y hasta penas de cárcel, a los opinadores políticos de su país. Un Gobierno democrático está para garantizar la discrepancia pública. Ahora bien, algo me chocó en dicha columna: el uso y abuso de la palabra «dictador» aplicada a Correa, presidente legítimo y electo. Por muy indignado que esté, ningún periodista latinoamericano debería utilizar en sentido laxo semejante término, de siniestras resonancias históricas. Por esa misma razón me ha sobresaltado la respuesta del propio presidente, que ha invocado a su vez «la dictadura» de los medios de comunicación. ¿Hasta dónde llegará este intercambio de irresponsabilidades ideológicas? Como toda mi generación en Argentina, fui concebido a la vez que el último golpe de Estado. Nací en un país desangrado por una dictadura. Mis tíos, como tantos otros, fueron secuestrados. La libertad de prensa y expresión no existían en aquel momento. Ninguna de esas cosas, por fortuna, ocurre ahora. Precisamente por eso es posible este debate.

25 de febrero de 2012

Sábado sintomático

Hoy es el primer sábado sin Público en los quioscos. Que cierre un diario es triste. Que cierre un diario crítico es alarmante. Que un diario crítico cierre precisamente ahora, en tiempos tan conservadores, eso ya es sintomático.

7 de noviembre de 2011

La minoría

Ligera, en una esquina, frente a la ventana abierta, la papeleta tembló con el cambio de aire, rotó, pareció levitar, se dobló como una ola, como un caballo rampante, destacando sobre el resto de papeletas. La mano la esquivó y levantó la de siempre.

4 de noviembre de 2011

El zapping como secuestro

«La libertad», resumió el pálido rey David Foster Wallace, cuya lucidez no le sirvió para defenderse, «es poder elegir a qué le prestamos atención».

21 de octubre de 2011

La Deshacedora

Tras la retirada de El Hacedor (de Borges), bajo amenaza de Kodama y sus memoriosos abogados, se redactó una carta de protesta. La ocasión merecía que partidarios y detractores de Fernández Mallo coincidiesen: la ética es más urgente que las filias y fobias. La editorial se equivocó al no solicitar autorización. Pero resulta aberrante que, por ley, se deba pedir permiso para dialogar con un clásico. No se trataba de explotar el texto original de Borges, sino de trabajar literariamente con él. Lo que se dirime aquí por tanto es la libertad de un procedimiento narrativo, no la legítima defensa de unos derechos de autor. Aunque la carta (que firmé sin dudarlo) insista en lo «actual» y «digital» del caso, la creación a partir de obras anteriores nació con el arte mismo, es parte de él. Está en los palimpsestos grecolatinos, el arte barroco, el teatro clásico, la novela negra, la poesía en general, la obra de Borges. No estamos ante un mero acto de incomprensión hacia el arte posmoderno. Sino, peor aún, ante un acto de incultura general. Este incidente daña a todas las partes. Los únicos que ganan son un par de abogados, convertidos en grotescos árbitros literarios.

2 de junio de 2011

Mass media, más medios

Más allá de sus propios intereses, los grandes medios de comunicación tienen inevitables filtros de acceso, estructuras burocráticas y limitaciones físicas. La suma de estos condicionantes selecciona y restringe sus opiniones. Internet ofrece, en cambio, la posibilidad inédita de construir una opinión pública sin intermediarios. Como todo progreso verdadero, semejante libertad consiente su utilización reaccionaria. Junto a las innumerables voces que contribuyen a completar nuestra visión del mundo, hay quienes profieren toda clase de ocurrencias o insultos sin la responsabilidad mínima que se les exigiría en otros ámbitos públicos. Curiosamente, muchos de ellos defienden o creen defender el valor de internet. Convendría dejar de contemplar la red como un juguetito nuevo y tomarla tan en serio como a las publicaciones tradicionales. Ojalá algún día sepamos crear una especie de protocolo digital cuyo objeto no sea reprimir, sino divulgar opiniones libres de manera respetuosa. Pensar en eso contribuiría a repensar nuestra libertad.

23 de enero de 2011

Non smoking reason

Fui fumador. Gocé fumando. Me encantaba el viaje del humo, la facilidad de la espera, la posibilidad del silencio, la intensidad contemplativa. Lo patológico es que, mientras fumaba, el único problema que veía era mi propia salud. Por eso lo consideraba asunto mío. Individual. Privado. Ahora que ya no fumo, aparte de alegrarme por mi salud, lamento mucho haber molestado a los demás. Lo cual ya es un asunto colectivo. Social. Público. Durante estas semanas, he escuchado a muchos fumadores quejarse por la nueva ley antitabaco. Pero no he escuchado a ninguno de ellos disculparse por las graves molestias que, durante años, ocasionaron a los no fumadores en ausencia de esa ley. No se trata de que el Estado nos diga si debemos fumar o no. Se trata de que quien fuma lo haga exclusivamente para sí mismo. Sé que fumar enturbia algo más que los pulmones. Como cualquier adicción, también enturbia nuestros razonamientos. Pero los demás, los que razonan sin cigarrillo, no tienen la culpa. Cada cual con su propio aliento, su propia ropa y sus propios pulmones. En eso consiste la libertad.

13 de enero de 2011

Trato hecho, Ratz

El Santo Papá Ratzinger advierte: «La educación sexual amenaza la libertad religiosa». Ojalá tenga razón. No sería mal trato después de que, durante tanto tiempo, la educación religiosa haya amenazado la libertad sexual.

5 de noviembre de 2010

Rousseau 2.0

El prestigioso semanario alemán Die Zeit, en plena crisis económica y ante el supuesto declive del periodismo impreso, ha aumentado su tirada en papel, sus ventas de ejemplares y sus beneficios anuales. El diario tiene también una elaborada edición digital, donde no se reproducen todos los contenidos impresos ni se cuelgan de forma simultánea. Leo unas interesantes declaraciones de su director acerca de lo que él denomina las «creencias pararreligiosas» de internet. «Soy contrario», opina, «a la idea de internet como único medio democrático, como única esperanza, como única salida». Ciertamente, hay algo inquietante en el adanismo con que a menudo se concibe la Red (quizá porque aún no sabemos usarla): como un espacio libre a priori, pletórico de derechos y carente de deberes. Como un segundo mundo destinado a cumplir nuestras antiguas utopías de libertad absoluta. Como si, espontáneamente, navegar nos volviera mejores ciudadanos. Como si el internauta fuese bueno por naturaleza. El que esté libre de pecados virtuales, que tire el primer ratón.