Mostrando entradas con la etiqueta Urdangarín. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Urdangarín. Mostrar todas las entradas
14 de marzo de 2013
Derritiendo medallas
Da la impresión de que, de un tiempo a esta parte, hubiéramos perdido definitivamente la inocencia deportiva: los coletazos de la Operación Puerto, los abusos en la natación sincronizada, el amaño de apuestas futbolísticas, los disparos psicópatas de Pistorius y otras medallas derretidas. Habrá quien suspire de pura decepción. A mí, en el fondo, esa pérdida me alivia. Tendemos a recurrir al deporte para preservar cierto vínculo semirreligioso con la realidad, adorando a unos ídolos que no son divinos pero sí sobrehumanos. Quizá vaya siendo hora de releer esa infancia épica: los sobrehumanos suelen hacer trampas. El encumbrado lema de una marca deportiva, Just do it, nos revela desde esta perspectiva su lado más siniestro. La dictadura del hecho por sobre todo lo demás. El desprecio de los límites, que muchas veces no son signo de impotencia ni cobardía, sino de respeto y conciencia de las reglas. Resulta peligroso conformarnos con el sutil fascismo del simplemente hazlo. Lo decisivo es cómo y por qué hacemos lo que hacemos. Y eso vale lo mismo para Armstrong que para Urdangarín, sólo por mencionar a dos campeones que hicieron muchas más cosas de las que debían hacer.
31 de diciembre de 2012
La película del año
Una pistola en cada mano: un durísimo thriller con el ministro De Guindos presupuestando en plan kamikaze.
Lo imposible: inacción sin tregua de la mano quimérica de Mariano Rajoy.
Los miserables: todo un clásico del capitalismo con la cúpula de Bankia en el esplendor de su arte.
El caballero oscuro. La leyenda renace: poderosa secuela con Artur Mas metidísimo en el papel de salvador de su tierra.
Blancanieves: remake de la fábula de la joven e inexperta Sorayita imponiéndose en un Gobierno donde crecen los enanos.
La ciénaga: pegajoso drama coprotagonizado por Juan Carlos I y su más que turbia prole.
La mujer sin cabeza: con la presunta ministra de empleo Fátima Báñez en el papel estelar.
La suerte en tus manos: un biopic sin piedad sobre Angela Merkel.
Un buen partido: la mejor actuación -y ojalá que la última- de Iñaki Urdangarín.
Bonsái: una mirada intimista sobre nuestras perspectivas de crecimiento tras los recortes.
A Roma con amor: una desenfadada comedia sobre la Conferencia Episcopal donde Su Reverendísima Eminencia Rouco Varela nos sorprende con alguna que otra escena subidita de tono.
Microclaves:
Báñez,
Cataluña,
cine,
crisis,
De Guindos,
España,
Gallardón,
humor,
Juan Carlos I,
Martel,
Mas,
Merkel,
monarquía,
neocons,
política,
Rajoy,
religión,
Soraya Sáenz,
Urdangarín,
Woody Allen
12 de diciembre de 2011
Su excelentísimo señor
Sea cual sea el resultado de la investigación en los asuntillos de don Urdangarín, medio duque de Palma gracias a cierto Real Decreto y al extraño fervor español por los borbones, todo este revuelo me parece digno de celebración. Al fin se ha roto un tabú. El tabú. La inmunidad de esa familia que, considerando la excepcionalidad legal que la envuelve como una placenta, era más bien una familia fantasmagórica: irreal. Su excelentísimo señor Urdangarín tenía ojo para el balonmano, pero ojo con las manos. Su excelentísimo señor metía goles, que no es lo mismo que ir pegando pelotazos. Su excelentísimo señor contrajo un matrimonio conveniente. Que es algo muy distinto, oscuras majestades, que un patrimonio inconveniente.
Microclaves:
democracia,
dinero,
España,
monarquía,
política,
Urdangarín
Suscribirse a:
Entradas (Atom)