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6 de julio de 2011

Vergüenza

Se abre la puerta del coche y, al meter la cabeza, me topo con Coetzee. Mi sobresalto es doble. Se trata de uno de los escritores que más admiro en el mundo. Pero además, lo confieso, no había leído el programa del festival e ignoraba que él estuviera invitado. Tomo asiento, nervioso. Coetzee estira un brazo y esboza lo que, considerando su legendaria sequedad, podría calificarse de media sonrisa. «I’m John», murmura, como si hiciese falta la aclaración. Comenzamos el trayecto en silencio. Más tarde intercambiamos unas cuantas frases aisladas sobre los aviones y los idiomas. Coetzee lleva un ejemplar italiano de Disgrace. Me extraña que la traducción se titule Vergogna. Aunque el título original incluya ese sentido (la vergüenza, la deshonra), así se pierde el matiz trascendente relacionado con la gracia. Reúno el valor suficiente para preguntarle algo que siempre he tenido curiosidad por saber de esa novela: si, a través de los diálogos, un lector nativo en inglés puede deducir que la joven alumna, como se muestra en la película, es negra. Esta cuestión, interpreto, parece crucial para todo lo que sucederá después en la novela. «That’s quite a philosophical question», me contesta Coetzee. No dice nada más en todo el viaje hasta que bajamos del coche.

29 de abril de 2011

La universidad desconocida

Leo con horror y fascinación el caso del profesor de Princeton que se suicidó tras haber sido despedido. El profesor Calvo ni siquiera acudió al tribunal universitario para defenderse de los confidenciales cargos que se le imputaban. Sencillamente, se quitó la vida al día siguiente de ausentarse. Su trágico final me recuerda el comienzo de la obra maestra de Coetzee, Desgracia (título que, en correspondencia con el contenido simbólico de la novela, quizá debiera haberse traducido como La pérdida de la gracia, o sea Dis-grace). El punto de partida de la historia se parece bastante: un profesor es denunciado por un estudiante y juzgado por un comité interno, ante el cual el acusado sabe o sospecha que será declarado culpable. Lamentablemente, el destino del profesor Calvo ha sido el opuesto al del profesor Lurie, protagonista de aquel extraordinario libro. No sé si aprovechar la ocasión para recomendar las novelas de Coetzee o para desaconsejar las carreras académicas. Both, perhaps.