Pocos libros me han impactado últimamente como esta rosa del tiempo. Mi admiración me ha llevado al extremo de ponerme a traducir sobre la marcha algunos poemas a partir de la traducción inglesa. Su valor es, pues, meramente indicativo. Haría falta que un sinólogo experto, como mi buen amigo Gabriel García-Noblejas, tradujera estos poemas del chino para hacerles justicia. Pero estas versiones me sirven para tomar su temperatura emocional y terminar de hacerme con ellos.
El propio Bei Dao abre esta selección con un breve prefacio del que me quedo con esta cita, unos versos de su primera época tan precisos y fulgurantes como un aforismo: «La libertad no es más que la distancia / entre el cazador y la presa». Todo el libro está lleno de imágenes semejantes, balizas que acotan el territorio de una imaginación poderosa, capaz de borrar las fronteras entre vigilia y sueño, percepción y sentimiento.
Estas versiones son simples apuntes, merodeos en torno a una obra de la que lo ignoro casi todo, pero las copio aquí para correr la voz, dar cuenta de mi entusiasmo.
El arte de la poesía
en la gran casa a la que pertenezco
sólo queda una mesa, rodeada
por una vasta ciénaga
la luna me ilumina desde distintos ángulos
el frágil sueño del esqueleto aún se yergue
a lo lejos, como un andamio por desmontar
y hay pisadas de barro en la página en blanco
el zorro al que hemos dado de comer muchos años
con un golpe de su cola feroz me halaga y me hiere
y estás tú, por supuesto, sentada frente a mí
el relámpago de buen tiempo que reluce en tu palma
se convierte en leña se convierte en ceniza
del inglés de Bonnie S. McDougall
∆
Sin título
en la línea de defensa de la lengua materna
una extraña añoranza
una rosa marchita
rosa bebiendo agua por su tallo
o si no es agua
al menos es la luz del alba
revelando al final la medianoche
canción silvestre
cabeza de pelo agitada
del inglés de David Hinton
∆
Mañana
esas entrañas de pescado como si fueran luces
parpadean de nuevo
al despertar, hay sal en mi boca
como el primer sabor de la alegría
salgo a dar una vuelta
casas que aprenden a escuchar
unos pocos árboles se vuelven
y alguien se han convertido en héroe
debes hablar por señas al saludar
a los pájaros y a los cazadores de pájaros
del inglés de David Hinton y Yangbin Chen
Trad. J. D.
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