La feria, JJ Arreola, p. 74-75
Una ciudad con zona de tolerancia es como un cuerpo con un tumor
muy grave y que puede ir creciendo aunque todo el cuerpo esté limpio. Antes,
Zapotlán era como una cara con espinillas. Sí, señores, la prostitución es el
cáncer de la sociedad, y nuestro pueblo se siente ahora muy contento con su
gangrena, porque ya sabe dónde la tiene. El núcleo está en la calle de Lerdo y
doña María la Matraca lo fortalece y lo ramifica por Guerrero y Morelos. ¿Muy
bonito, no?
- A mí se me hace que todo esto del tumor y las espinillas sale
sobrando. Lo que pasa, mi querido Marqués, es que a ti te gusta ir de día con
las muchachas, porque de noche te da miedo, y ahora más. Todo aquello es un
enjambre de briagos y de cuicos. Antes ibas por la calle, como quien no quiere
la cosa. Entrabas a tomar la copa, y luego lo que sigue, entre doce y una. Es bueno
para las espinillas. Y nadie se daba cuenta, porque güilas habia por todas partes,
con o sin cantina. Pero ahora, cada que agarres por Guerrero o bajes la
Colorada, la gente te mira como diciéndote adónde vas: a poner el dedo en la
llaga, a solazarte con el tumor de Zapotlán. ¡Ah, qué mi Marqués tan elegante!
-Vi al Perico Verduzco. Anda rete asustado. Fue el que bailó
la última pieza con la Gallina sin Pico. Dice que estaba platicando con ella en
la puerta del hule, allá donde ustedes saben, _por el Callejón del Diablo.
También estaban otras muchachas, risa y risa, ya ven, el Perico es muy
hablador. Y en eso que ven una mariposa negra, así de grande. "A mí se me
iba a parar primero dice el Perico, pero me quité. Y se le va parando a la
Gallina''
-¡Ándale Gallina, ya te llevó la chingada!
Las otras se metieron corriendo. La Gallina sin Pico se
quedó callada, muy seria, viendo la mariposa que se fue volando, porque ni la
mataron. Luego dice el Perico que le dijo. "Vamos a bailar.'' Y allí nomás
se le resbaló a media pieza. Todos creían que se estaba haciendo, para asustar
a las otras muchachas, por lo de la mariposa. Pero no. Clavó el pico de de veras.
"¿Y qué tal,dice el Perico Verduzco, si se me para la mariposa a mi?"
Y allí anda que no sale del susto.
-No cabe duda de que el señor presidente municipal es un
hombre progresista.
-A mí me da lo mismo: con tal de que las haya, no me importa
dónde estén.
-Yo perdí mi casa. No me dieron por ella ni lo que valía el
solar
- ¡Gracias a Dios que se acabó este espectáculo para mis
hijos! Yo vivo frente al Callejón del Diablo
-Lo que son las cosas, la Gallina sin Pico dijo que a ella
primero la sacaban muerta, y ya ven, se le cumplio, la sacaron del callejón con las patas por
delante.
-Pero si en todas las ciudades civilizarlas hay zona de
tolerancia. Hasta en Tamazula se nos adelantaron y nos pusieron el ejemplo.
-Con tal de que no tengan que cambiar todo el pueblo para allá,
a la orilla de la laguna.
-Ahora, todo aquel que vaya por allí ya sabe a lo que va. Antes
uno podía caer en la tentación, anduviera donde anduviera.
-¡Cuida tus pasos, pecador, que no vayan por el camino del mal!
-Ahora llego más pronto, voy más aprisa, casi corriendo… ¡El
camino está de bajada!