Et donaré el sol, Jandy Nelson, FanBooks
Consideración inicial: ¿por qué Alfaguara no ha respetado el título original de la novela, I'll give you the sun, cambiando un presente por un condicional y el sol por el mundo, como sí ha hecho en su edición en catalán FanBooks? ¿A qué obedece el cambio? Te daré el sol no es mal título y no veo motivos para no utilizarlo.
No entraba dentro de mis planes leer esta novela. Ya sabéis que dentro del amplio abanico de la literatura juvenil, la de tono más realista no es lo mío. Pero esta novela vino abalada por alguien en cuyo criterio confío (¡Hola Bremen, TheRussias, Of monsters y heterónimos varios!) y decidí leerla.
Y fue una muy agradable sorpresa. Sigo diciendo que el realismo no es lo mío, pero esta novela me gustó. ¿Por qué?
Porque a pesar de lo que pueda parecer, no es una novela romántica, está explicada de una forma distinta a lo habitual y versa en su mayor parte sobre el mundo del arte y la creación artística. Además de ser un buen retrato de dos adolescentes rotos por silencios y malas decisiones que a lo largo de la novela, por diferentes medios, se recomponen.
Noah y Jude son inseparables, dos hermanos absolutamente diferentes que se enfrentan al mundo juntso, complementándose. Con trece años, el solitario Noah dibuja sin parar, es un genio del arte y se ha enamorado en secreto de su carismático vecino. Con trece años, la atrevida Jude se lanza desde altísimos acantilados para experimentar el subidón de adrenalina, lleva pintalabios llamativos y habla por los codos. Pero tres años después, Jude y Noah casi no se hablan. Algo ha ocurrido entre ellos que ha roto a los mezillos de formas diferentes y dramáticas... Hasta que un día la vida de Jude cambia cuando conoce a un chico guapo, frágil y arrogante... y a alguien más, una nueva fuerza aún más impredecible y ligada a su pasado de una forma inevitable.
(Como ya es habitual, el resumen argumental está tomado de la web de la editorial).
Esta novela es un triunfo del cómo sobre el qué. El argumento lo conocemos y tira de bastantes lugares comunes (el secreto, la familia escindida, el chico guapo arrogante, la figura de una maestro malhumorado, etc.) por lo que la historia en sí no es ninguna sorpresa. Esto no es un problema. Nunca lo he considerado como tal. Pueden explicarnos una y mil veces la misma historia siempre que lo hagan bien. Y Jandy Nelson lo hace. Dos planos temporales.
Noah explica lo que ocurrió cuando los protagonistas tenían trece años y viven inconscientes de la catástrofe que les viene encima.
Jude cuando han pasado tres años e intentan reconstruir sus vidas después de una serie de sucesos.
Los dos planos se van intercalando y el lector reconstruye lo que ha pasado. Son dos historias complementarias ya que ninguno de los dos narradores lo sabe todo y cada uno carga con su maletín lleno de silencios. La novela tiene una buena estructura porque ambas partes se complementan y consigue que la intriga, en vez de perderse por la anticipación de sucesos, crezca para saber cómo se llegó allí. Consigue eso tan difícil de que dos voces narradoras se diferencien entre ellas. El lector sabe perfectamente cuando habla Noah y cuando Jude. Dos estilos que conforman dos personalidades y dos formas de ver el mundo, desde la más pura introversión y derrota, hasta la voluntad de volver al mundo y se diferencian no solo por unas frases que ambos personajes repiten como un mantra, si no que son estilos muy distintos, uno que roza lo poético (y que en algún momento cae en el efectismo) y otro más realista y duro.
La novela toca temas complicados y lo hace con elegancia. Tanto la homosexualidad (¡personajes homosexuales que se alejan del cliché del mejor amigo de una protagonista sin personalidad!), como el acoso, el abuso, el suicidio, las presiones familiares, la desintegración familiar... Y el arte; la creación artística como motor de ambos personajes y origen y final de muchos de sus miedos y de su forma de relacionarse con el mundo. La necesidad de expresarse, la tortura de la creación, el miedo y el fracaso, etcétera. Páginas dedicadas a la reflexión artística y que para mí se convierte en lo más interesante de la novela.
Una buena novela realista. Para mi gusto le sobran unas páginas (pero es que para mí le sobra página a casi todo) y algún punto efectista o algún que otro exceso sentimental. Tira algo de lugar común, pero la forma compensa.
Una sorpresa muy agradable y una novela recomendable. Una buena historia sobre el dolor de vivir y crear.
Información sobre la autora
Apunte final: ignoro si se trata de errores de la novelista o de la edición en castellano, pero me he topado con un par de equivocaciones en la novela a propósito de cuestiones artísticas. Sorprenden porque ambos narradores en principio han mamado historia del arte desde pequeños y encontrarse con estas dos afirmaciones choca mucho.
- La afirmación de que la Mona Lisa la pintó Miguel Ángel.
- El momento en el que se describe el despacho de uno de los profesores del instituto de arte y se dice que tiene un "grabado tamaño natural" del David de Miguel Ángel. Pedazo de despacho tiene el profe ya que el David mide 4,10 de altura.
¿Alguien me puede confirmar si en sus ediciones en catalán o en inglés esto aparece? ¿O soy yo el equivocado?
Edito: me aclara Cris por twitter que el primer punto se trata de un error de edición.
Sobre el segundo comenta que en el original se utiliza la expresión "life-size print" que parece tratarse de una técnica de impresión en gran formato. Me sigue sin cuadrar porque el David es mu grande....
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