Esta entrada es complicada de escribir.
Llevo varios días dándole vueltas al tema y sopesando los pros (pocos) y los contras (muchos). Desde hace un tiempo estoy pensando en volver a abrir este blog y proseguir aquel camino que empecé hace tiempo de reseñas de libros alterando con cosas de reír, con recomendaciones literarias que pueden pasar desapercibidas, con novelas y las tan aclamadas colaboraciones de Claudia del Moral, una vez recuperada de un pequeño accidente con una podadora de helechos y carmín de labios.
¿Volver a abrir el blog?
¿Vale la pena?
¿Queda alguien?
¿Estoy enfermo, loco, alguien me obliga, he perdido una apuesta?
¿No se han pasado de moda los blogs?
¿Por qué?
Dejé el blog por varios motivos. Estaba agotado de lecturas que no me aportaban nada, no lo pasaba bien escribiendo estas cosas, me aburrían las periódicas polémicas del mundillo, sentía que tenía una forma y un discurso acabado y agotado, quería volver a recuperar el placer de leer solo para mí. Durante un tiempo no he querido compartir mis lecturas con nadie.
Pero han pasado un poco más de dos años. Mi situación personal ha cambiado (hace dieciséis meses mi pareja y yo tuvimos una niña) y paradójicamente, cuando menos tiempo tengo, más me apetece volver a escribir sobre lo que leo.
Supongo que haber encadenado una serie de maravillosas lecturas, ayuda. De encontrarme con editoriales con un trabajo minoritario que necesita difusión y querer aportar un poco a eso. Luchar contra los monstruos editoriales que amenazan con devorarlo todo con historias de siempre, contadas de la misma forma, con argumentos correctos, pulcros y aburridos. Diferentes autores que parecen todos el mismo.
Todo esto para decir que vuelvo al blog.
Que quizá ahora aparezca poco juvenil, poco fantástica y mucho de tercie.
Eso sí, la primera reseña será de After. Porque la gente es muy cabrona, pero esto lo contaré en la próxima entrada.