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La noia del llac, Steph Bowwe, ed. La Galera - Lluna Roja, 2011
El título original de esta novela es Girl saves boy que traducido viene a decir "Chica salva a chico".
Hago esta pequeña puntualización porque el título que le han puesto tanto en la edición en castellano, como en la edición en catalán, se carga el sentido y la gracia de la novela. Para empezar la chica de la novela pasaba por el lago, el chico estaba en el lago y lo importante es que la chica salva al chico. En un sentido físico y espiritual. Y, además, chica que salva a chico y que con este acto, se salva a ella misma.
Pasar del original para titular La chica del lago me parece que es escatimar parte del juego que propone la novela a los lectores. Supongo que se ha querido buscar un título más atractivo para encontrar más lectores, poner esa bonita fotografía de una muchacha en mitad de un lago que poco tiene que ver con el interior, dar la impresión de que nos encontramos ante la historia de amor con, no sé, una sirena o una barracuda de protagonistas, amén de cargarse la simpática ironía del título. Reconozco que yo cuando vi las primeras imágenes de la novela en un catálogo de novedades que me enseñó un comercial pensé que me encontraría con un relato mágico, algo parecido a lo que me encontré en aquella estupenda película de John Sayles, El secreto de la isla de las focas (en el enlace, el relato de la leyenda central de esta preciosa película). Un toque de magia. Al leer el argumento y ojear las primeras páginas ya vi que mi impresión era errónea, me encontraba ante una novela de corte realista. Vaya... tendré que escribir yo la historia de amor entre una chica forastera y especial con una barracuda.
Jewel salva a Sasha de ahogarse en un lago. Con este acto se conocen dos personas heridas por fantasmas del pasado y miedos del presente. Empieza una amistad que deriva en otra cosa. Ambos arrastran heridas. Jewel, la soledad y el abandono. Sasha, saber que le quedan pocos meses de vida. Conocerse les dará el que luchar, sanar y vivir. O, por lo menos, intentarlo con todas las fuerzas.
Y no desvelo nada que esto ya sale en la contraportada de los libros.
La chica del lago ha sido una muy agradable e inesperada sorpresa. Una historia realista de amistad y amor entre un montón de personajes cada uno cargado con sus heridas y traumas. La relación entre ellos será el detonante de sacar a la luz los miedos y los silencios y de hacer algo antes de que sea tarde.
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Los personajes están bien tratados, todo es tranquilo y sutil y hay una curiosa forma de utilizar la elipsis narrativa. Tiene razones y actuaciones lógicas con su carácter. Momentos que no compartes, pero que yo entiendo. Sobre todo con Jewel. Algunas de sus reacciones son censurables, pero son lógicas con el pasado del personaje. Ante tanto abandono y tanto engaño, uno más, aunque no intencionado, pueden sacar al egoísta que todos llevamos dentro. Por qué, ¿cuántos estamos dispuestos a amar a una persona sabiendo que en pocos meses se muere? ¿A amar y entregarse pese a todas las heridas con la convicción de que volverán las lágrimas?
Es una novela de personajes y sentimientos. De encuentros y desencuentros. Si alguien espera acción o espectáculo, se ha confundido de novela. Aquí hay mucho diálogo, mucho personaje sentado y algo de lágrima. Se tratan temas duros, pero con elegancia. Ya sé que lo he dicho antes, pero lo repito porque es lo que más me ha gustado. No hay abuso, no hay melodrama. Y hay cabos sueltos. No porque haya una continuación (o espero que no, vamos), si no porque la vida también los deja.
Quizá a la novela le falta cuerpo, un armazón estructural más compacto, algún tópico traicionero y alguna página más para desarrollar alguno de los temas tratados. Pero todo esto no lastra, y La chica del lago sigue siendo una buena novela que proporciona una lectura agradable y unos personajes que no por conocidos, son menos cercanos.