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Donde hablo de La mujer del pelo rojo o La dona pel-roja y de sentimientos ambivalentes e incluyo una referencia a Galdós

Hacía tiempo que no leía de forma tan rápida un libro. Trescientas páginas en un día y medio y contando que desde hace un par de años hay un pequeño monstruo correteando por casa es todo un mérito.

La sensación que me deja la nueva novela del Nobel Orhan Pamuk es de haberme gustado, haberla disfrutado, pero con algunos peros y un par de reflexiones.

Editada en catalán por MésLlibres con traducción de Anna Turró
 y en castellano por Literatura Random House con traducción de Pablo Moreno.

Lo primero que me sorprendió de esta lectura es lo fácil que es como novela. Acostumbrado a la exigencia en lo literario y lo difícil que se lo pone al lector en novelas como Me llamo Rojo, La mujer del pelo rojo es una novela fácil, accesible, lineal y con un estilo claro, diáfano y muy cercano. Una narración en primera persona casi cercana a la fábula donde el narrador cuenta su historia de aprendiz de pocero, su historia de fascinación hacia una mujer pelirroja a la que ve paseando y algo que ocurre con su maestro que convierte su vida en una continua huida hacia delante.

Los temas clásicos de Pamuk aparecen en la novela; la tensión entre Oriente y Occidente ejemplificados en los mitos de Edipo (el hijo que mata al padre sin saberlo) y Rostam (el padre que mata el hijo sin saberlo), la historia de Turquía y sus contradicciones y de Estambul como ciudad viva y ente mítico, la memoria (o la negación de ésta para sobrevivir), la figura paterna, la escritura, pero en mi opinión sin la fuerza y contundencia de otras novelas del autor. La mujer del pelo rojo es demasiado explícita en su temas y en el mensaje; la relación entre padres e hijos como metáfora de la historia política de Turquía. Una "novela de ideas" que me recuerda en mucho a aquellas "novelas de tesis" que Galdós escribió en el siglo XIX y cuyo mejor ejemplo es Doña Perfecta; novelas donde lo que importa es el mensaje y que éste llegue al lector sin ambigüedades.


Para mí como lector es frustrante. Y no cuestiono la calidad literaria de la novela; tras su aparente sencillez narrativa existe una gran complejidad de estructura y creación y encierra múltiples capas de lectura e interpretación, la calidad de las descripciones (sientes el calor de ese verano cavando pozos, el olor de la calles y el esplendor de ese pelo rojo), la viveza de los diálogos, pero esta falta de ambigüedad y cierta querencia a recursos melodramáticos, sentimentales y algo folletinescos (las casualidades como recurso literario es un arma que carga que diablo) hacen que mis sentimientos hacia la novela resulten ambivalentes.

Me ha gustado, pero me deja algo hambriento. Y no hay nada que ejemplifique mejor esto que la tercera parte de la novela, treinta páginas que en mi opinión hacen un flaco favor a la novela despojándola todavía más de ambigüedad y fuerza explicitando lo misterioso y haciendo una pirueta metanarrativa que, aunque entiendo su sentido, resulta fallida (amén de ser unas páginas terriblemente aburridas).

Para mí La mujer del pelo rojo es una novela interesante, agradable de leer y de reflexionar, pero menor dentro del corpus de Pamuk. Una obra que pierde su fuerza en querer explicitar demasiado su mensaje y de qué va. Prefiero con mucho la aspereza literaria, la exigencia lectora y la complejidad formal y referencial de un Me llamo Rojo o El libro negro.

Otras opiniones
Llegir en cas d'incendi
El cultural

(¿Me ha quedado muy seria la reseña, no?)

Donde hablo de unas pocas recomendaciones para este Sant Jordi por si alguien no tiene ni idea qué comprar, leer o regalar

Muchas personas...
¿Muchas?
Bueno, bastantes.
¿Y esas son?
Una cuantas.
¿Pero unas cuantas o bastantes?
Pues...
Un número, solo queremos un número.
Nadie, nadie me lo ha pedido, ¿vale?
Vale, solo queríamos dejarlo claro.

Pues eso, respira, respira... nadie me ha pedido una lista de recomendaciones para este próximo Sant Jordi que se aproxima cual jinete apocalíptico dejando tras de si un reguero de sangre e inocentes llorosos. Pero me apetecía. Y de forma humilde, pero jactanciosa, dejo una serie de títulos que me parecen interesantes y que sería una lástima que pasaran desapercibidos entre tanto título inflado de publicidad, pero vacío de contenidos.

Nefando y Mandíbula de Mónica Ojeda, editorial Candaya

Ni fáciles, ni complacientes, ni cómodas, pero poseedoras de una intensa fuerza literaria y una contundencia estilística y argumental sin discusión. 

El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, 
Becky Chambers, Insólita editorial, trad. Alexander Páez

Deliciosa space-opera con gran ritmo y mejores personajes. Divertida, optimista y con un enorme sentido de la maravilla y de la aventura.

A ver cómo te lo explico. El feminismo explicado a las mujeres de Ramiro Vivó Huevo

Por fin una voz masculina y sabia explica a las mujeres qué es eso de ser feminista, las distinciones entre feminismo bueno y feminismo del otro y como combinar ser feminista con ser una mujer de verdad. Lo recomiendo de forma entusiasta porque el autor se ha llevado mis películas de John Carpenter y las necesito de vuelta.

Refugio, Terry Tempest Williams, errata naturae, trad. Regina López Muñoz

Lo que empieza siendo un libro sobre un desastre ecológico acaba siendo una historia sobre la familia, la enfermedad, la muerte y el renacimiento. Una preciosidad de libro.

Deja que te cuente, Shirley Jackson, Minuscula, trad. Paula Kuffer

Es un libro de cuentos y ensayos inéditos de Shirley Jackson.
¿Es necesario añadir algo más?
Estamos hablando de una de las mejores escritoras del siglo XX y autora de uno de los mejores cuentos de la historia, de la mejor novela de casas encantadas y de una obra maestra por la que me pego en los patios de los colegios como es Siempre hemos vivido en el castillo. Que ahora nos llegue este puñado de relatos y ensayos inéditos es un regalo que no nos merecemos, pero que celebramos con sacrificios de malos escritores y bailes nocturnos en pelotas.

El calçotets del llop de Wilfrid Lupano, Mayana Itoïz y Paul Cauuet

Divertidísimo álbum ilustrado con mucha más mala leche de lo que puede parecer en un principio. La amenaza de un lobo, la desaparición de tres cerdos y una economía local basada en el miedo.

El caso de la contorsionista yeyé de Justo Pantaleón

Primer caso del detective filatelico Pedro Pasías. Trepidante, adictiva y demasiado violenta. Aunque le sobran setecientas páginas y hay un exceso de sospechosos y de recetas de tiramisú es una de mis apuestas para este Sant Jordi y una de las novela que más me han gustado esta temporada. Será porque la leí con fiebre.

Pájaros en la boca y otros cuentos de Samanta Schweblin, Literatura Random House

Brillante antología de relatos de una autora muy interesante.
La crueldad y la poesía. El humor descarnado. La realidad filtrada por lo fantástico.

Silverville, Victoria Álvarez, Nocturna ediciones

A ver, que no la he leído todavía, pero Victoria Álvarez tiene toda mi confianza.
Además, es un western.

Una temporada salvaje, Joe R: Lansdale, Siruela, trad. Miguel Rosa

Algo sencillo que, por supuesto, se complica sobremanera. Si no, no sería divertido.
Un thriller violento lleno de humor negrísimo y mucha mala leche.
Como el día de Sant Jordi o la semana antes de empezar el cole, vamos.

Lucy, Jamaica Kincaid, Les Hores editorial, trad. Carme Geronès

Ya he hablado de esta maravillosa novela en mi anterior entrada, pero no está mal repetirlo por si hay algún despistado. Raza, género, inmigración, maternidad, clase... de todo esto y más siempre bajo la mirada nada inocente de una fascinante narradora.


Un legionario para el pecado, Claudia del Moral

¿Viajes en el tiempo, romanos buenorros que deshidratan con la mirada, sexo salvaje en el muro de Adriano, palomas vengativas? Sí, por fin nuestra plegarias se han escuchado y se ha reeditado una de las primeras y más buscadas novelas de Claudia del Moral. Cuando la diosa de la novela romántica ha anunciado su triunfal regreso cual Cleopatra entrando en Roma, es un buen momento para recuperar esta novela (primera de las setenta que consta la serie de Pasiones a la romana). Una novela inolvidable que permanecerá en la memoria porque, como dice un momento el protagonista Maximus Enormus, cuando dos genitales llenos de pasión están destinados a ahogarse en sus ríos, ni todo el poder de Roma podrá detenerlos.

Negorith, Iván Ledesma, Bridge

Una de las novelas con las que mejor me lo he pasado, esta oscura fantasía urbana de Iván Ledesma es de lo más interesante en literatura juvenil que podemos encontrar en las librerías. Si llego a leer con catorce años esta mezcla Stephen King, Clive Barker, Buffy, Gaiman, mi mundo hubiera explotado. Y aunque se pueden rastrear las influencia de Ledesma, no pierde ni un ápice de personalidad. Ágil y muy rápida.

Supergirl, fuera de lo común, de Mariko Tamaki y Joëlle Jones, ed. ECC

Desde siempre, debilidad por Supergirl. Y esta visión del origen del personaje es una maravilla. El sentirse diferente, incapaz de comunicarse, miedos que no se pueden explicar... vamos, la adolescencia. Sin olvidar el elemento heróico. Un personaje rico y complejo rodeado de unos secundarios excelentemente escritos y con un dibujo fresco, innovador y fascinante.

Alan Smithee NO salvó el mundo, Sergi Álvarez, Orciny Press

No estoy muy seguro de si ese tipejo llamado Alan Smithee merece estar en esta lista, pero Sergi Álvarez sí por aguantarlo. Una historia real de como Alan Smithee no salvó el mundo que se puede leer como una crónica apocalíptica, una novela de humor o una sofisticada sátira y reflexión sobre los límites entre homenaje y plagio, la tan cacareada falta de originalidad de la ficción de género contemporánea o sencillamente una tontá.
Sea como sea, pasé un rato genial leyendo esta trepidante aventura.

Tots els contes, Katherine Mansfield, Proa, trad. Pep Julià, Anna Llisterri i Marta Pera

Todos los cuentos de Katherine Mansfield. 
Todos.
¿En serio es necesario añadir más?

Dungeons & dragons 5a edición, Edge

El juego de rol de toda la vida vuelve a lo grande. Mejorado, más sencillo y más rápido. Lo poco que llevo jugado con el sistema y tiene todo mi favor.
¿Qué no jugáis a rol? ¿Y a qué estáis esperando?

Fantasma, Laura Lee Bahr, Orciny Press, trad. Hugo Camacho

Han pasado meses y la leí el año pasado, pero sigue siendo de lo mejor que he leído este año.
Evasiva, difícil, compleja, divertida, tierna, cruel, hermosa.
Un rompecabezas al que le falta un par de piezas y dos de las que tienen son de otro juego.

Visceras y sensibilidad, Jorge Jiménez del Moral

El thriller sobrenatural de la temporada.
Una multitud de escritores, influencers, youtubers y lectores en general aparecen muertos por todo el mundo de las más diversas formas, pero con el factor común de libros incrustados por los orificios.
Aparece una novela inédita de Jane Austen; una violenta fantasía gore de educados caníbales en Bath.
La tumba de Jane Austen en la catedral de Winchester aparece profanada.
¿Casualidades? No, el zombi de Jane Austen ha salido de su tumba y vaga por el mundo gracia a sus poderes de teletransportación para eliminar a todos aquellos que han hecho uso o mala lectura de su obra. Solo un descendiente de Mark Twain, una imitadora de Elisabeth Bennet de las Vegas y un simpático mono robot podrán detenerla.

En serio, lo mejor del año.
Me sabe mal por Orciny Press porque se han perdido la novela bizarra de la década.

Y lo dejo aquí.
No están todos los que quería, pero es lo que hay. La nena se ha despertado de la siesta y hay prioridades. Si puedo, edito y añado más.
Sed felices esta diada de Sant Jordi y permitios muchos caprichos.
Y si pasáis por la plaça de Cal Font de Igualada, buscadme en una de las paradas y traedme un zumito o algo para comer. Seré el librero tó grande y sexi.

Sobre mi primer (y quizá último) reto literario

Uno de mis sueños es tomarme un par de años sabáticos e irme a recorrer América Latina.
Toda.
Desde arriba hacia abajo y desde un océano a otro.
Como esto de momento está difícil, lo haré de otro modo.
En su blog, Divagaciones de una poulain, Nea Poulain propone un reto literario para el 2018.


¿En qué consiste? Un libro de cada país que conforma América Latina. Mínimo cinco, máximo el que el participante quiera. Me gustó la idea y me apunté. ¿Por qué? Porque siento cercano el continente y sus países y porque quiero conocer más su literatura, tanto clásica como contemporánea. Demasiada tendencia a centrarnos en lecturas europeas o norteamericanas y olvidarse del resto del mundo. Y América Latina más o menos la tengo leída, pero Asia o África son un tremendo vacío en mi cultura. Así que a subsanarlo. Poco a poco. Hago el tour y me comprometo a autores asiáticos y africanos. Sacar mi cabeza de este eurocentrismo blanco en el que vivo.

A las reglas que propone Nea Poulain he añadido yo un por mi cuenta un par. Siempre que sea posible, autoras. Y siempre que sea posible, cuentos.

Ha pasado una semana del inicio del reto y constato un par de cosas.
Como cuesta encontrar a autoras de algunos países publicadas en España.
Qué enormes lagunas literarias tengo.

Y he empezado por Argentina (ya sé que para el reto solo cuenta uno de los títulos, pero ya puestos).


El libro de Mariana Enríquez ya lo he leído y ha sido una experiencia muy interesante. Una colección de relatos de terror muy en la línea de Shirley Jackson donde el horror se esconde en los pliegues de la realidad. Momentos de cotidianidad (excursiones, visitas, recuerdos), un punto de crisis y el horror se cuela. Se me queda en la memoria la excursión de un grupo de adolescentes a bañarse donde se mezclan crueldad, superstición y brujería. Y "El aljibe", poderosa pieza de terror psicológico y donde esa frontera difusa entre la realidad y lo fantástico se difumina totalmente. Imágenes poderosas, situaciones molestas e incómodas, una mirada narradora distante y fría que consigue que la inquietud y el horror que desprenden el relato sea mayor. Esa indiferencia hacia el dolor ajeno... y propio.

Y si al libro de Mariana Enríquez llegué por el consejo de un par de clientes, "leelos que te van a gustar, es muy buena. Este y el otro libro, Las cosas que prendimos en el fuego", al libro de Samanta Schweblin llegué por un hueco en la mesa de novedades. Y agarré de la estantería dos ejemplares que me quedaban de Pájaros en la boca y los llevé a la mesa. Por el camino leí las primera frases del primer cuento y que quedé atrapado odiando a todo aquel que me rodeaba por tener que trabajar y no poder sentarme tranquilamente y leer. Llevo la mitad del libro, y aun no puedo hacer una valoración general del mismo, pero de momento me he encontrado un buen puñado de excelentes relatos de variados tonos y géneros, pero que comparten la contundencia y la inmersión en un territorio extraño e inquietante repleto de poesía y crueldad. Terror, fantasía, parábolas, género negro... ambigüedad y libre interpretación. Aun me queda recorrer la mitad del camino, pero se presiente uno de esos libros que permanecen y una autora de la que acabaré devorando toda su obra.

Ambos comparten que lo que inquieta es eso que no se muestra, que se intuye, que se calla.
Y que el horror y la pesadilla están aquí, acechando tras la cortina o la mirada conocida.

Seguiremos viajando.