Solos, Adam Baker, Plaza y Janés, 2012
Te pille donde te pille, el fin del mundo es una putada. Pero si además te pilla en un lugar donde hace frío, pues más putada todavía. Y si es en una plataforma pretolifera en mitad del océano Ártico, pues peor. Y es lo que ocurre en Solos, una novela de ciencia ficción con unos seres infectados que se comportan como los zombies de toda la vida (aunque no sean zombies en el sentido estricto, pero lo son en comportamiento).
Novela entretenida y punto. Acción, algún susto, algún buen momento. Un par de destellos en los personajes (sobre todo en el de la doctora), pero que no acaba de arrancar. En mi opinión por cierta construcción errática en el carácter de los protagonistas y antagonistas que dificulta la empatía con ellos. Y si en una novela de terrro no se empatiza con los protagonistas o te importa un mínimo su futuro, pues algo no funciona. Y a mí, los protagonistas de esta novela como que me importan poco así que si se los comen, pues bueno. Una lectura entretenida y rápida sin muchas exigencias.
Novelita muy ilustrada que intenta emular el espíritu de las novelas de ambientación gótica de toda la vida (la sombra de Jane Eyre es alargada) mezclada con cierto aire a lo más superficial del universo cada vez menos personal de Tim Burton y la ilustración de cómics japonesa.
Un a ratos interesante, pero en mi opinión muy fallido experimento literario al quedarse en los cuatro tópicos de la literatura gótica; un género que no va solo de personajes atormentados, sino de estilo, ambientación, construcción férrea de personajes y un argumento interesante. El lazo rojo no tiene nada de esto. Una historia que se me antojó insuficiente, un final que roza lo absurdo, personajes estereotipados y unos elementos fantásticos que no acabo de ver adonde conducen. No aburre y es corto. La edición es bonita, sí, pero no eso no basta.
Secuoya, Kirstin Vanlierde, Edelvives, 2011
Mariaan vive en una rígida sociedad bajo tierra. El exterior está contamiado y no se puede vivir allí. Ella no lo cree y emprende un viaje al exterior. Y allí encuentra, vida. Y este encuentro cambiará dos mundos.
Interesante y muy entretenida distopía que busca nuevas formas afrontar el género. Sin un gobierno malo malísimo y sin una muchacha que encabeza una revolución. Sin grandes y aparatosas escenas de lucha. Una novela tranquila y bien escrita sobre el encuentro de dos culturas y los problemas que tendrán para convivir en paz. Ambos mundos deberán superar miedos y prejuicios. Bien escrita, con personajes bien construidos y situaciones que llevan a la reflexión. Ciencia ficción entendida en el sentido clásico. Partiendo de una historia de futuro, abrir un debate sobre nuestro presente. Aire ecologista. Quizás un poco demasiado larga y en ocasiones el ritmo es demasiado lento, pero lo interesante de la propuesta y lo bien resuelta de algunas escenas hacen que lo apuntado no importe demaiado.
Primera tumba a al derecha, Darynda Jones, DeBols!llo, 2012
Primera entrega de una serie de fantasía urbana de ambiente paranormal. Charlie es detective privado y portal para permitir que los espíritus pasen al otro lado (también conocido como ángel de la muerte). Pero los últimos fantasmas que la visitan han sido asesinados y le piden que investigue y ella investiga. Y están esos sueños picantones que tiene con el macho mazas de turno. Y, claro, todo está relacionado.
Reconozco mi debilidad por estas historias de género criminal paranormal con dosis de erotismo. Me río mucho, me lo paso bien y las olvido al momento. Primera tumba... es una novela divertida, fresca, donde se investiga más bien poco y lo que se investiga no tiene mucho sentido (el trabajo se lo dan a la prota más que hecho), pero su sentido del humor y las escenas de "orgasmos devastadores" hacen que lea una página tras otra. No es una maravilla. Ni siquiera es una buena novela, pero cada uno tiene sus debilidades y este género es uno de los míos.
La pastelería Bliss, Kathryn Littlewood, Blok (ediciones B), 2012
Encantadora novela para lectores a partir de 10 años. Una pastelería mágica a cargo de unos hijos traviesos mientras los padres se ausentan unos días. Y la aparición de la maravillosa y divertida tía Lily que esconde más de lo que dice.
Mucha magia, muchos enredos, muchas risas para una novela con un aire al Roadl Dalh más luminoso y festivo. Una suerte de versión para jóvenes lectores de aquel Chocolat de Joanne Harris (pienso más en la novela que en la película). Con un punto de espíritu de Amélie. Entretenida y divertida. Una novela recomendé mucho el pasado Sant Jordi por ser una historia sin pretensiones que aspira a proporcionar un buen momento de lectura. Abre la puerta a posibles continuaciones, pero bastante cerrada en ella misma. Canto final a la familia y que los hermanos no son tan peñazos como a primera vista puede parecer.