Pero antes de empezar, felices fiestas y año y reyes y todo a todo el mundo.Con la habitual alegría y entusiasmo que me caracteriza en estos días de reuniones, trabajo y encargos de última hora que no llegan.
¿Una lista de lo mejor del año? Me veo incapaz de hacerlo. Pero sí me atrevo a hacer una lista con lo que más recuerdo de lo visto, oído, jugado y otros que a lo mejor pongo o no. Lo pondré al tuntún, sin orden ni concierto, a lo que salga.
Recuerdo pocas lecturas que me impactaran / sorprendieran / divirtieran. Ha sido un año de leer mucho de eso de "está bien", pero poco de impacto. Pensando, pensando, lo que más recuerdo es
Especialmente la novela de Mónica Ojeda y el libro de relatos de Samanta Scheweblin; relatos duros donde el horror y en ocasiones lo fantástico encuentran huecos y rendijas para hacer estallar eso tan inquietante conocido como "normalidad".
Contento de haber empezado con la saga de Malaz y no haber encontrado tan fiero el león como lo pintan. Tantos años de lecturas de Foster Wallace y Pynchon han dado sus frutos. El lenguaje de las espinas es un prodigio de imaginación y belleza (tento la reseña pendiente); uno de esos libros para releer cada poco tiempo y leer a los nenes en voz alta.
Las siete muertes de Evelyn Hardcastle ha sido el divertimento del año; dar la vuelta a las novelas de Agatha Christie y conseguir una explicación al misterio preciosa y muy estimulante. Y La temporada de accidentes ha sido para mi descubrir una escritora que va de cabeza a mi reducido grupo de escritores de juvenil preferido; Moïra Fowley-Doyle abre nuevos caminos. Todo está escrito, pero hay gente que aun encuentra la forma de escribirlo de otra manera.
¿Series? Sí, claro. A. y yo solemos ver un capítulo de lo que sea cuando los nenes se han ido a dormir y Niña Dragón está tranquila durmiéndose a nuestro lado. ¿Qué es lo que más me recuerdo?
Eso sí, para mí la comedia de la temporada es Killing Eve.
Luminosa, divertida, violenta y de humor negrísimo.
Cine he visto menos del que querría, poco tiempo, pero estoy bastante satisfecho. Empecé el año dándome un buen atracón de slasher de los ochenta y lo he acabado con mucho cine mudo. Entre medio, muy aburrido con el cine de superhéroes, alguna divertida película de terror con muy pocos sustos y poca comedia que me hiciera gracia. Este año recuerdo con especial cariño el precioso slasher The house of sorority row
Otras dos piezas que recuerdo son ver por fin La jetée y un maravilloso mudo de 1928 como es Estrellas fugaces; injustamente olvidado es una pieza maestra en elegancia, humor y que combina melodrama, comedia, sátira y película criminal anticipando historias como El crepúsculo de los dioses.
Eso si, para mí el acontecimiento cinematográfico del año ha sido volver a ver la interpretación que Sheryl Lee hace de Laura Palmer en la película Twin Peaks Fuego camina conmigo.
Para mí una de las mejores interpretaciones del siglo XX donde usa todos los registros posibles y se inventa nuevos para dar un personaje complejo, rico, matizado. ¿Cuánto más tenemos que esperar para que la reconozcan como una de la grandes? Viendo trabajos como éste no puedo evitar pensar que nos están explicando la historia del cine equivocada.
Y hemos juegado mucho. Primero porque los lunes llueva, nieve, caigan meteoritos, ninjas mutantes, nidos de zombis voladores o tentáculos sexuales con ganas de invitar a algo, toca rol en casa. En 2019 La partida del lunes cumplirá diez años. Tengo que hablar más de esta gente.
Después de dos años sin dirigir nada, volví a ser el máster en una larga, compleja y muy divertida aventura con dioses que desaparecen, nuevos dioses que aparecen y muchas, muchas, muchas hostias. El Dungeon & Dragons 5a edición ha sido un gran hallazgo para el grupo. Simplifica tablas y nos ha dado un buen equilibrio entre el patada a la puerta y la charla interpretativa.
Y por fin pude jugar a Las mansiones de la locura y disfrutar como se merece ese pedazo de juego.
Tres partidas jugadas, dos perdidas por locura y la ganada por los pelos y sin sentir en ningún momento que aquello era una victoria. Esta año hay que sacarle más provecho.
La irrupción en casa de la PS4 ha traído una forma de jugar que hacía años que no probaba y una enorme alegría.
Horizon Zero Dawn, un juego donde me olvido de la misión principal o de las secundarias y sencillamente me dedico a explorar y a perderme por un mundo que parece infinito.
Ha sido una año poco musical.
Sobre todo jazz y, sobre todo, gracias al titánico trabajo que hace Carlos Pérez Cruz y su Club de Jazz; ese milagro de la radio que es un imprescindible en mi vida y al que tanto debo.
Si no lo conocéis, pinchad sobre la imagen y pasadlo muy bien.
Han pasado muchas más cosas y lo he pasado bien con otros libros, otras películas, músicas o juegos, pero por el momento ya está bien. La entrada es demasiado larga y no quiero hacerme más pesado.
¿Propósitos para el año nuevo?
Los de siempre, escribir más, leer mejor, jugar más, conocer nuevos blogs que me expliquen cosas que no conozco, escuchar más música, volver a encontrar el placer de cocinar, enviar galletas a mis conocidos, ser mejor librero, ocultar mejor los cadáveres en la sección de cocina, crecer como padre, pareja y amigo...vamos, lo de siempre.
Y absurdizar el blog. Llenarlo de humor y parodía. De trazo grueso, segurament, pero qué le vamos a hacer.
Feliz años a todos.