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Donde hablo de una novela de ciencia ficción que está bastante bien y tiene por título Honor entre ladrones

Empecé a leer Honor entre ladrones a ciegas y guiado sólo por el nombre de sus autoras. Allí por los albores de este blog leí un par de las muy simpáticas novelas de vampiros de Rachel Caine Los vampiros de Morganville que publicó Versatil y de Ann Aguirre lei la primera parte de su trilogía Enclave.

Así que una novela de ciencia ficción escrita entre dos autoras que en su momento me habían proporcionado unas lecturas entretenidas me llamó la atención y al poco de recibirla, me puse con ella.

Y, oye, bien.

Publicada por Hidra con traducción de Guiomar Manso de Zuñiga

Zara roba a quien no tiene que robar y su vida de repente no vale nada. Su única opción de supervivencia es aceptar la oferta de participar en los Honores; un grupo de jóvenes elegidos para explorar la galaxia en una naves alienígenas conocidas como Leviatanes. Allí, entre las estrellas, con su compañera de viaje Beatriz y, sobre todo, con la nave Nadim empezará a sentirse a salvo.
Hasta que pasan cosas malas, claro.

Vale, ya sé que como sinopsis es un asco, pero no es lo que mejor se me da.

¿Qué tal la novela?
Pues muy bien. 

Honor entre ladrones es una muy entretenida novela de ciencia ficción juvenil, una space opera ligera, entretenida y llena de acción, sorpresas y giros que hace de ella una lectura muy agradable. Tiene unos personajes cuidados y las autoras se toman su tiempo tanto para hacerlos crecer y cercano. La primera parte de la novela se toma con calma, un ritmo lento, pero seguro que sirve tanto para presentar un mundo como para construir bien a unos personajes que acompañaremos a lo largo de quinientas páginas. Agradezco el ritmo pausado y tranquilo y que no todo se supedite a la acción desenfrenada y a la sorpresa.

Lo que más me ha gustado de la novela es la relación que se establece entre Zara y Nadim. Una historia de amor (aunque no se le diga así en ningún momento) entre seres de diferentes especies que va más allá de prejuicios. Una relación de amistad, respeto, amorosa y sexual (aunque no se menciona así en ningún momento) que hace que la novela tenga nuevas perspectivas y que rompe el molde del típico chica prota conoce chico prota y pasan problemas.

 Las autoras, Rachel Caine y Ann Aguirre

Pero la novela tiene un pequeño escollo en su parte central y, curiosamente, tiene que ver con lo que más me ha gustado, la exploración de la relación entre Zara y Nadim. Por un momento la novela se enreda en la repetición de momentos produciendo la sensación de que no se está profundizando en la relación entre los protagonistas, si no que se está repitiendo otra vez lo mismo en un escenario distinto; esto provoca que el ritmo pausado, pero constante que llevaba la novela se resienta. Pero no tiene mucha importancia, la verdad, una vez superado esto, en su última parte, la novela entra en una espiral de acción donde las pistas que se han ido dando empiezan a cuadrar.

Y hay en sus páginas un ligero pesimismo... esa reflexión sobre el ser humano, no original porque en el Doctor Who se hace en numerosas ocasiones en sus diferentes temporadas, sobre cómo ante el contacto preferimos como especie disparar a comprender.

Honor entre ladrones es una buena y muy amena novela de ciencia ficción perfecta para el público joven y para aquellos que quieran empezar a indagar en el género. Y la verdad es que me ha dejado con ganas de leerme sus siguientes partes. Y creo que para un primer capítulo no hay mejor elogio. 

Gracias a Hidra por el ejemplar.

PS: No que no acabo de entender es el lema "Cien son elegidos. Solo uno resistirá" que poco tiene que ver con la novela en sí. Da una impresión de competición entre honores que no se produce en toda la novela. 

Otras opiniones

Ojo, no confundir con otras historias con el mismo título.



Y algunas que me he dejado en el tintero. 

Donde aparece una serie de ¿reseñas? breves sobre lo que he leído últimamente porque no tengo tiempo, entre la niña, los gatos, Forastera...

Pues eso, lo que dice el título de esta entrada, que entre la tercera temporada de Forastera, los maratones que me meto de Bubble Guppies o la Patrulla Canina, los preparativos de Sant Jordi y que prefiero ocupar el poco tiempo libre que tengo en ir al cine o en leer que a escribir, que no encuentro dos horas seguidas para ponerme y hacer una reseña de un libro en profundidad.

Ahora mismo, mientras me escribo estoy, estoy sentado incómodo en el sofá. A un lado tengo a la nena, al otro al gato, delante unos niños sirena que van a comprar a un supermercado y detrás el respaldo del sofá. A veces hay alguna variación de esto y no hay gato, o delante tengo a una cerdita y a su hermano envueltos en una absurda aventura sin conflicto, pero extrañamente efectiva, y no estoy escribiendo si no leyendo. Es toda una experiencia leer una historia de horror cósmico oyendo a voces infantiles vivir experiencias animadas.


 Mis nuevos compañeros de lectura y escritura.

Y sí, a veces para poder leer o escribir le pongo dibujos a la niña. No me juzguéis.

También leo por la noche, pero casi que no cuenta. Acabo dormido antes de acabar las veintes páginas. Así que sí, triste de mí, mis días de fiero lector de cuatro horas seguidas se han acabado hasta que la nena crezca, se haga adolescente, pase de mí y se encierre en su cuarto. Ains...

Pero leer, leo.
Y ahora quiero hacer un breve repaso a lo que he leído estos últimos días con la promesa de volver a alguna de estas novelas para hacerle la reseña / comentario que se merece. Pero, bueno, ya lo sabéis. Tampoco soy un tipo que pasará a la historia por cumplir sus promesas.

El problema de los tres cuerpos de Cixin Liu, editada por Nova y traducida por Javier Altayó. Buena novela de encuentros que no pude disfrutar como se merecía por dos motivos.

Paso totalmente de explicar argumento. Va sobre contacto extraterrestre.

Uno, el problema que tengo con la ciencia ficción hard o con una gran parte de contenido científico. Me pierdo. Fallo mío, por supuesto. No tengo base científica y hay páginas en las que sencillamente no entiendo de lo que están hablando. Y El problema... no es muy exigente en ese sentido, pero para mí es suficiente. No quiero ni pensar lo que debe ser leerse una de esas novelas en las que se necesita un doctorado en física cuántica para seguir el argumento.

Dos, el destripe. No tenía pensado leer la novela, pero un representante que vino a la librería me habló muy entusiasmado de ella y pensé que sería interesante. ¿Problema? Con lo poco que me contó, nada, cuatro frases, me había explicado toda la novela. TODA. Conflicto y desenlace. Y aunque no creo que conocer el argumento de una novela condiciones el disfrute de su lectura, en este caso, por la propia estructura de la novela en sus giros y revelaciones, conocer hacia donde conducía la trama hizo que disfrutara de una lectura menos intensa.

Por lo demás, bien. Como he dicho, una buena novela de encuentros con algunas ideas realmente interesantes y momentos de mucha brillantez. Los problemas que plantea, las imágenes (ese ordenador humano), la resolución de algunos conflictos... Y lo interesante y refrescante que es una novela de ciencia ficción desde una perspectiva ni europea ni americana siendo la mirada sociológica, histórica y política china la que define el encuentro.

De una novela de ciencia ficción hard, pero muy accesible, a una ligereza con encanto. Tocar las estrellas de Katie Khan, publicada por Montena y traducida por Gemma Rovira.

Chica y chico a la deriva en el espacio con solo noventa minutos de oxígeno. Y por esto decidí leer la novela y ver qué pasaba. Hacía mucho que no leía nada de juvenil. Quedé muy saturado por encontrarme casi siempre el mismo tipo de novelas (o drama, o chicos malos o "distopías" y casi siempre la expresión "chico guapo" en la contraportada y, la verdad, decidí tomarme un descanso de más de dos años), pero en los últimos tiempos he decidido volver y ver cómo ha evolucionado un tipo de literatura, tan amplio que no se puede hablar de género, al que le he dedicado tantas horas de mi vida.

La novela es sencilla y agradable. Por un lado, esos noventa minutos y la supervivencia de dos personas perdidas en la inmensidad del espacio. Por otro, los recuerdos de ambos y la evolución de su historia. No tira de drama ni de excesos de azúcar. Se agradecen dos personajes imperfectos que suelen equivocarse y que la historia se base en la evolución de éstos. Seguramente la olvidaré antes de que acabe el año, pero ha sido una lectura grata. Y su pirueta final (que no desvelo) hace que la aprecie más por el valor que le pone la autora para acabar así.

Ha sido bueno volver.
¿Alguna recomendación de lo que me he perdido estos años?

Y fantasía, claro.
Blackwing, primera novela Ed McDonald publicada por Minotauro y traducida por María José Díaz Pérez.

Muy bien. 
Paso de hacer cualquier apunte de argumento porque son demasiadas cosas. Lo encontraréis aquí.
Me lo he pasado en grande con esta novela. Le cuesta un poco arrancar, pero cuando lo hace no para. Sus primeras cien páginas pecan un poco de discursivas y de explicar demasiado un mundo; algo que choca con esa primera persona narradora porque explica con detalle algo que el personaje ya conoce y tiene interiorizado. Pero no pasa nada. Peccata minuta

La novela acaba siendo un disfrute importante. Una vez superado ese pequeño escollo de ritmo, la novela encuentra su tono y acaba proporcionando una más que correcta historia de fantasía oscura. La comparación con Anderson y Abercrombie que hay en la portada quizá viene un poco grande, pero creo que es un escritor que puede proporcionar bastantes alegrías. De momento me ha dado unas horas muy entretenidas y divertidas.

Y creo que tiene un mundo fantástico donde ambientar una partida de rol.

He leído más, claro, pero los comentarios sobre esas lecturas los dejaré para otro momento. Solo un apunte más.

Lucy, Jamaica Kincaid, Les hores Editorial, traducción de Carme Geronès
La edición en castellano es de Txalaparta.

Una absoluta preciosidad. 
Una reflexión sobre el género, la raza, la inmigración, la compleja relación entre madres e hijas, etc. Las peripecias de la joven Lucy como niñera de una familia acomodada de Nueva York y los numerosos contrastes y malentendidos que se producen. Una novela breve y directa que tras una historia en apariencia sencilla, esconde mucha sátira, drama y veneno. La mirada nunca inocente de Lucy disecciona los diferentes universos donde se mueve y se convierte en la historia de una mujer que quiere, busca y consigue su propia voz.
Apasionante.

Donde hablo de Agentes de Dreamland y lo mucho que me ha gustado y de como todo lo tentacular e inefable me es afín

Cada vez estoy más convencido de que lo mejor en el momento de leer una nueva novela es no saber nada de ella. Ni reseñas, ni leer la contraportada, ni ningún tipo de información. La sensación de maravilla es mejor y se evitan las expectativas, que ya se sabe que las carga el diablo.

Así que si entre tus planes está leer en algún momento Agentes de Dreamland, pero prefieres no saber nada de ella y entrar con el sentido de la sorpresa intacto, mejor que dejes de leer

AHORA

No me lo tomaré como algo persona, amable lector.
Nos vemos en la próxima entrada.

Bueno, ahora que solo estamos los íntimos, los que les da igual saber cosas de las novelas y los que ya han leído Agentes de Dreamland, empezamos.

Agentes de Dreamland, ed. Runas, traducción de 

Un agente especial y una extraña mujer intercambian información.
Una secta que está esperando el advenimiento de algo.
Una sonda planetaria que se pierde en el espacio.
Algo se acerca.

Agentes de Dreamland es una breve e intensa novela de ciencia ficción y horror cósmico que pone en contexto contemporáneo la mitología y el universo lovecraftiano. Y lo hace con personalidad, sin renunciar al estilo propio de Kiernan (seco, eliptico, contenido), con respeto a la tradición, pero sin convertir la novela en un pastiche lovecraftiano de tópicos y lugares comunes a pesar de encontrarse libros malditos, desierto y criaturas imposibles de describir.

Una novela de narración fría y distante repleta de silencio y lugares vacíos que el lector debe rellenar... si se atreve. Y con una narración desordenada; un puzzle donde el salto temporal y de narrador obliga al lector a recomponer la historia y rellenar todo aquello que no se explica. Y, claro, la imaginación puede ir más allá... y ya sabemos qué nos aguarda más allá.

El estilo de Kiernan es rico, poderoso en imágenes y, a la vez, seco, duro. Consigue a fuerza de personalidad convertir una historia con los elementos lovecraftianos de siempre en algo nuevo, fuerte y original.

E Inmaculata merecería una novela para ella sola.


El horror cósmico, tentacular, viscoso, innombrable y eónico me es muy afín.  No consideraré a Lovecraft como uno de mis escritores favoritos, pero su universo y monstruos es uno de los que más me han influenciado para todo lo bueno y lo malo. Me divierte mucho leer las aproximaciones que se han hecho tanto serias como paródicas o el más puro refrito y pastiche. Es como el western o la comedia de instituto, me lo suelo tragar todo y voy a ello vendido.

Y sí, soy de esos que cuando leen El horror de Dunwich, Dagon o cualquier cuento de fuerzas innombrables que amenazan nuestra cordura y nuestro mundo, quieren que ganen los monstruos. Que Chtullhu nos devore a todos y que la indiferencia de aquellos que están más allá de cualquier descripción nos haga desaparecer.

Otras opiniones sobre el libro
Donde termina el infinito
El Kraken
El caballero del árbol sonriente

Entrevista a la autora
El ojo de Uk a propósito de la publicación de La chica ahogada, ed. Valdemar.

Los 14 de Monument de Emmy Laybourne

Los 14 de Monument, Emmy Laybourne, Hidra Editorial

Esta será una reseña que abarcará la trilogía completa por lo que es posible que pueda destripar algo del argumento. Intentaré que sean detalles sin importancia. Espero conseguirlo y que me perdonéis si acabáis leyendo algo que no queríais saber.
Os lo compensaré.
No sé cómo, pero ya nos pondremos de acuerdo.
Podéis hacer vuestras peticiones.

Sinopsis tomada de la contraportada del libro.

En esta trepidante novela de Emmy Laybourne, seis chicos de instituto (algunos populares, otros no), dos de trece años (uno de ellos un genio de la tecnología) y seis niños pequeños han quedado atrapados en un gran hipermercado. Mientras, en el exterior, una serie de desastres consecutivos, que empiezan con una descomunal tormenta de granizo y terminan con un vertido de armas química, parecen estar a punto de acabar con el mundo tal y como lo conocemos.

Fantasía apocalíptica de supervivencia con homenaje a Romero.
En principio no suena nada mal.
¿Y el resultado?
Sinceramente, a medio gas.
Un buen ritmo, una buena historia y un puñado de buenos personajes lastrados por elementos:
1. Una equivocada historia de amor (triángulo incluido).
2. Un equivocado protagonista.
3. Que por mucho que aparente dinamitar conceptos como familia u orden, la trilogía acaba siendo una loa a los valores tradicionales, a la familia de siempre con la estructura de siempre siendo bastante más conservadora de lo que en principio parecía ser. Ya sé que este último punto va a personas y que puede haber lectores que les parezca precioso un final así, pero a un servidor le chirría por todos lados. El orden que por un momento ha desparecido, se restaura y todo vuelve a ser como era antes. Cuando, en mi opinión, si te encuentras una mañana con un apocalipsis lo mínimo que se puede hacer si eres un superviviente es fundar un orden nuevo. Y en esto, sí, se incluyen roles de género.

Por lo demás, bien.

La trilogía Los 14 de Monument tiene un buen ritmo, acción, descripciones ajustadas (por momentos más parece un guión de cine que una novela, por eso) y consigue eso tan difícil de manejar muchos personajes, pero sin resultar confusa y que cada uno de los actantes quede lo suficientemente caracterizados para que sean algo más que comparsas o títeres (y eso que se parte de los consabidos tipos de empollón, freak, populares, etc.). Tiene buenos momentos de tensión, sobre todo en su segunda parte la que en mi opinión está más conseguida. La primera peca de introductoria, pero mejora a cada página y volumen. De acuerdo, en su explicación de porqué ocurre lo que ocurre hay que suspender un punto la credibilidad, pero funciona.

La lástima es que la autora ceda en exceso el protagonismo a un forzado y poco creíble triángulo amoroso y que las diferentes historias de amor que hay en la trilogía no acaben de funcionar. Los elementos más de ciencia ficción (la explicación del por qué de todo) quedan en segundo plano lo que no me parece una decisión muy acertada ya que es lo que (y siempre hablo de mi experiencia lectora) me parecía más interesante. El por qué y las consecuencias. La historia por momentos se embarra en clichés amorosos y, sobre todo, en una voz protagonista que creo lastra parte de la novela.

Hacía tiempo que no me encontraba con un protagonista tan odioso. Un personaje que pese a todo lo que pueda parecer no evoluciona en toda la novela. Sus celos e inseguridades siguen siendo los mismos en la primera página y en los últimos capítulos de la tercera parte pese a todo lo vivido. Los demás personajes están más conseguidos y son más interesantes que este lastimoso narrador. Lo que, por otro lado, no deja de ser interesante. En ninguna parte está escrito que nos tengamos como lectores que identificar con el protagonista o caernos bien.


Una trilogía de acción entretenida, directa, rápida y muy evasiva. No es perfecta porque acaba incurriendo en algún cliché que suele lastrar parte de la novela juvenil, pero acaba proporcionando unas horas de lectura divertidas. Para mí, menos triángulo y más ciencia ficción le hubiera sentado de maravilla.

Gracias a Editoria Hidra por el ejemplar.

"La casa de arenas movedizas" de Carlton Mellick III

Nota: Entrada reaprovechada de mi blog de Mil matices de gris.
Algunos ya la habréis leído, pero vale la pena volverla a colgar aquí. Esta novela merece toda la difusión que se le pueda hacer.

Hace ya casi seis años escribí una entrada en el blog de Mil matices de gris donde decía que quería leer una novela llamada La vagina encantada de un tal Carlton Mellick III. Su argumento (una vagina que en realidad es un portal a otro mundo y su posterior exploración) merecía mi aplauso, mi interés y que durante todo este tiempo no lo olvidara.

Hace un par de semanas, pedimos y recibimos en la librería un depósito con los libros de la pequeña, pero ya imprescindible editorial, OrcinyPress. Entre ellos, la colección bizarro. Y en ella, un libro llamado La casa de arenas movedizas.

Y en la solapa, esta cara.


¡Ostias! Yo conozco a este tipo.
Tiro de memoria y sí, es el autor de La vagina encantada. No es el libro de la vagina, pero la historia de dos hermanos buscando a sus padres por una casa infinita me interesa. Mientras hacía planes para ahorrar y comprarme el libro, A. se me adelanta y me lo regala.

El libro me dura dos días.

Nada mal contando que debido a Niña Dragón mi tiempo de lectura del desayuno prácticamente ha desaparecido y que empieza a no encontrarle sentido echarse una siesta.

Durante su lectura paso del desconcierto, a la sorpresa, a la maravilla. Un viaje extraño y apasionante a un mundo diferente que mezcla fantasía, ciencia ficción, muchas dosis de terror, mucho de novela de iniciación, parámetros de la literatura juvenil, la perversa inocencia de las historias de Roal Dahl y destellos de la belleza que podemos encontrar en el cine de Cronenberg.

Un estilo claro y sencillo para una novela que cambia y se metamorfosea sin que ninguna de las sorpresas que guarda sea efectista o gratuita. El lector no sabe a lo que atenerse, pero todo tiene sentido. Una gran imaginería, un universo propio y fascinante. Una lectura llena de matices, capas y significados. Podemos quedarnos con una visión superficial (una novela de aventuras terriblemente divertida y entretenida) o, si nos atrevemos, ir más allá y entrar en las sombras sabiendo lo que allí nos espera. Todo acompañado de un gran sentido del humor; unas veces, cruel. Otras, tierno. Y de una gran sensibilidad; un cariño hacia los personajes y el género fantástico y de ciencia ficción. Amor (y humor) por la ficción y los géneros.

Lo que resulta admirable es la capacidad del autor para que todo el delirio de su argumento e imágenes no se quede en el efectismo o el chiste. La novela tiene una estructura férrea (aunque a veces no sea muy sutil en la forma en que los hermanos consiguen información) y todos los elementos que aparecen lo hacen por algo. Es extraño, es bizarro, grotesco, es sorprendente, pero no accesorio. La novela no se queda en la sorpresa o el efecto, si no que tiene una cantidad inmensa de lecturas y capas y cada elemento tiene un sentido y añada algo al todo de la historia.

De momento, una de mis novelas del año. Me quedo a la espera de más traducciones de la obra de Carlton Mellick III y a la exploración a fondo del catálogo de Orciny Press. En un momento en que el panorama literario parece cada vez más homogéneo, es una alegría y respiro encontrar obras, autores, editoriales que buscan y abren nuevos caminos.

Una novela absorbente, fascinante, divertida, terriblemente entretenida y hermosa.
Como hermosos y tiernos eran los monstruos de Browning.

Por cierto, si queréis conocer qué publica Orciny Press, picad aquí. Es una de esas editoriales de la que lo quiero todo.

Otras opiniones
La biblioteca del Kraken
Fantífica
EkaitzOrtega

"Res no és real" de David Gálvez y "El hombre spam" de Talbot Torrance

Dos buenas, breves y muy diferentes novelas de ciencia ficción.

Res no és real, David Gálvez, Les Males Herbes

Una novela extraordinaria.

En Campverd escriu per salvar les paraules, la seva missió es impedir que desapareixin. Li valen poer poder continuar relatant el dia a dia de la seva comunitat aïllada. Són gent senzilla, la seva vida gira al voltant dels grans camps de maduixes, on treballen i viuen, atrapats en una rutina aparentment arbritària i ignorants del món que existeix més enllà.

Res no és real es una excelente distopía que se emparenta a los clásicos del género, pero mantiene una entidad y una personalidad propia. La íntima odisea de Campverd hacia la conciencia de su realidad por medio del lenguaje es de una brillantez estilística incuestionable. El protagonista absoluto de esta novela es la lengua, el idioma, el lenguaje. El simple acto del protagonista de escribir su realidad diaria le abre un camino, a él y al lector, hacia la comprensión del mundo que lo rodea, de su propia condición y de las expetativas. El autor apuesta por el poder del lenguaje, de la escritura y la lectura, para despertar la reflexión, la crítica y la conciencia.

Todo esto apoyado en un uso excelente del idioma (por ejemplo, un uso inteligentísimo de un reducido vocabulario o estructuras sintácticas que a lo largo de la narración y coincidiendo con la concienciación del protagonista se va volviendo más complejo y libre), para construir un mundo inquietante y asfixiante que se desvela poco a poco al lector. Una sensación de desamparo ante un mundo de leyes arbitraria y crueldad sin explicaciones. El despertar de la conciencia del narrador es el descubrimiento de ese mundo por parte del lector.

Una excelente novela donde se habla y reflexiona sobre religión, ciencia, poder, la memoria y que acaba desvelándose como una gran historia del amor. Breve y concisa, y a la vez, enorme. Conciencia de lenguaje y estructura. Cargada de implicaciones y matices. Una novela para releer y descubrir un mundo nuevo. Una de las grandes novelas de la temporada.

Blog del autor: David Gálvez Casellas

Otras opiniones


El hombre spam, Talbot Torrance (seud. de Pablo García Naranjo), Tyrannosaurus Books

En un momento en el que las novelas de más de doscientas páginas se me antojan demasiado largas, recibo una novela breve, directa y contundente como El hombre spam con los brazos abiertos.
Jonás Tedheim malvive invadiendo la mente de los demás. Proyecta anuncios publicitarios directos al cerebro de todo aquel que no puede procurarse unas defensas psi. Es un hombre spam: un insecto más en las Torres de Nueva Ghana, la principal ciudad de un planeta colonial. Una ciudad adicta a héroes muertos, drogas nuevas, polución, obreros probeta y la esperanza de un futuro más allá de los eternos turnos de trabajo.
Jonás Tedheim no siempre fue así. Hubo un tiempo en que fue un Lobo, un miembro de la Brigada Logan. Fue el rey en un mundo de símbolos decadentes. Un tiempo brutal y glorioso enterrado entre recuerdos implantados. Pero alguien ha puesto precio a su recalentada cabeza. Alguien susurra su nombre en cada esquina de las Torres. El pasado siempre vuelve con la promesa de muerte, traición y violencia. Asesinos con máscaras kabuki han jurado vengarse.
Los hijos de Rohmer van a por él.
Ciencia ficción que bebe del ciberpunk y de la novela negra de raíces clásicas. Una ambientación espectacular que por momentos se come al propio argumento y a los personajes. El lector siente, vive, respira y se pasea por esa pesadilla futurista llamada Nueva Ghana donde miles de seres humanos viven hacinados sin intimidad. Un mundo de consumidores / productores con su propio lenguaje (se pilla rápido y resulta muy sencillo adoptarlo). El autor consigue que un mundo completamente nuevo sea muy accesible al lector atento. Y en este entorno se desarrolla una clásica historia de traiciones e intento de redención con un protagonista alejado de los estándares del héroe.
Un buen protagonista rodeado de una interesante galería de personajes secundarios (gran idea la de los Hijos de Rohmer). Un antihéroe en busca de algo parecido a una redención que se confunde con la más básica supervivencia. Un estilo claro, directo, con un buen uso de los diálogos y un gran dominio de los mecanismos de la ambientación. Lo repito, Nueva Ghana como marco vivo. Al acabar el libro, el lector quiere más historias de esta ciudad.
Una novela sencilla, directa, contundente, rápida y muy entretenida. Quizá le hubiera venido bien un poco más de desarrollo en alguna de sus partes, pero se agradece mucho la apuesta del autor por una novela corta, pero bien construida. Además, esta repleta de guiños al género que divierten al lector, pero no condicionan su lectura.

Blog del autor: El blog de Ternin

Otras opiniones

"El atlas de las nubes" de David Mitchell

El atlas de las nubes, David Mitchell, Duomo

He tardado mucho en hacer esta reseña. Hablamos de uno de los primeros libros que leí en el reto, pero que para su reseña no acababa de encontrar el tono.

¿Qué puedo decir de él? Que me ha gustado. Algunas de sus partes, mucho. También que ha habido otras que me han aburrido bastante. Hablar de su estructura de juego y que no es tan fiero el león como lo pintan, ni esta novela tan complicada o compleja como dicen.

¿Y por qué pasa esto? ¿Por qué me veo incapaz de hacer una reseña más o menos coherente de esta novela? ¿Qué tiene este libro que hacer una reseña sea algo tan dificultoso? No lo sé y no voy a hacer un ejercicio de introspección para descubrirlo. ¿Y entonces? ¿Qué pasa con la reseña? Que será rara. Daré algunas pinceladas de lo que más me ha gustado y tendré que conformarme con eso. Eso sí, leer esta novela es una muy buena experiencia. Y resulta mucho mejor si se lee sin saber nada de ella ni de sus juegos e ironías. Entrar a ciegas en el puzzle que propone Mitchell, como yo hice, y dejarse sorprender, divertir e irritar. Un viaje de siglos por la vida y la literatura. Lo que empieza siendo una novela de aventuras acaba como una estupenda novela de ciencia ficción.

Son seis historias que conforman una. Seis historias que en un momento de climax se verán interrumpidas y que se retomarán después. Seis historias que son vividas como ficción por los protagonistas de las siguientes. Seis historias que son homenaje / pastiche / cliché de diferentes géneros literarios; donde las convenciones y trampas se desvelan proporcionando un verdadero deleite lector.

- "El diario del Pacífico de Adam Ewing". Narrativa de aventuras del siglo XIX. Se respira Melville, Conrad y Stevenson. La colonización y el maltrato a los indígenas, la ingenuidad del narrador, el retrato de una época despiadada y codiciosa, la crueldad del hombre europeo. A esta parte le cuesta arrancar, pero su evolución es cada vez más interesante.

- "Cartas desde Zedelghem". Narrativa espistolar. Las cartas de un joven y ambicioso compositor, su relación con un músico de prestigio y las complejas relaciones que se establece con su familia. Arribismo, mentiras, manipulación y una pieza musical obsesiva titulada "El atlas de las nubes".

- "Semivida: el primer misterio de Luisa Rey". Thriller conspirativo. Un buen remedo de las novelas de misterio de los años setenta. Michael Chrichton, Robert Lundum, etc. La búsqueda de la verdad, el poder, el pequeño que se enfrenta a los gigantes...

- "El horrible calvario de Timothy Cavendish". Divertidísima parte que parece rendir homenaje a las películas de la productora Ealing. Retrato satírico del mundo editorial, de las ínfulas de autores, editores y críticos (incluye una venganza hacia estos últimos con la que imagino todos los escritores han soñado alguna vez). Es la parte donde los mecanismos de la ficción son más evidentes y más satirizados (el protagonista se sabe personaje de un relato).

- "Una oración de Sonmi-451". Impecable distopía. La toma de conciencia de Sonmi-451 sobre sí misma. La manipulación de las grandes corporaciones, sátira de las ansias consumistas. Una parte más política. Algo larga, quizá.

- "El cruce de Slusha, y todo lo que vino después". Relato post-apocalíptico que es un reflejo del primer relato del libro desde otro punto de vista con lo que se cierra el círculo.

Seis historias estrechamente relacionadas entre ellas donde cada una es eco literario y ficticio de la posterior. El protagonista de "Cartas desde..." lee "El diario del Pacífico..." como una obra de ficción. Para Somni-451, el calvario de Timothy Cavedish es solo una intrascendente película del siglo XX. Etcétera. En estos retazos de ficción los personajes encuentran un momento de paz en sus tribulaciones ya sean íntimas ("Cartas desde..."), afecten a miles de personas ("Semivida...") o a millones ("Una oración..."). El atlas de las nubes es una novela que detrás de una apariencia técnica brillante, de la inteligente utilización de la parodía o la sátira (lo que hace esta novela una experiencia muy divertida), esconde un discurso terriblemente triste y pesimista. Los poderosos vencen, pero en su victoria solo hay horror, el ser humano parece condenado a un círculo de autodestrucción y crueldad, la manipulación continua de la información, el desarraigo y la violencia y explotación de los más débiles, la arrogancia y desprecio hacia el diferente.

Y ante todo esto solo queda el arte. En cualquiera de sus manifestaciones. Música, novela de evasión, leyenda, mito, amor, sacrificio... El atlas de las nubes parece un compendio de lo terrible que puede llegar a ser humano y a la vez de su capacidad de amor y belleza. El narrador de "Cartas desde...", un personaje egoísta, malcriado y narcisista, capaz de componer una pieza de arte que habla de lo más profundo del alma humana. La eterna paradoja de como el ser humano, capaz de aniquilar a pueblos enteros por unas pocas monedas más, puede a la vez crear algo como La pietà.

Una novela sobre el arte, las consecuencias y la responsabilidad.

Y todo esto con una estructura (no tan complicada como se dice) que hace partícipe al lector retándolo y exigiendo una lectura activa y atenta. Una novela muy entretenida, divertida, algo larga, apasionante y llena de excelentes momentos. Una buena lectura de la que no digo mucho más. Que cada uno haga su viaje.

Otras opiniones
Generación reader
La espada en la tinta
Lectura directa
Revista krítica

Trilogía victoriana de Félix J. Palma


El mapa del tiempo, ed. Algaida
El mapa del cielo, ed. Plaza y Janés
El mapa del caos, ed. Plaza y Janés
tres novelas de Félix J. Palma

Esto que viene ahora no es una reseña al uso. Es una declaración personal de aprecio de un lector a la obra de este autor.

Reconozco que soy un lector egoísta. No comparto todo lo que leo. Hay libros, ya sean ensayos o novelas, que me emocionan, sacuden, golpean y aturden de los que no hablo. Autores que guardo solo para mí y que pese a que sus obras han cambiado mi forma de ver la vida, el universo y todo, no hablo de ellos. No tienen que ser necesariamente mis autores favoritos, algunos de ellos hace años que no los leo y su obra ha dejado de interesarme. Hablo de escritores o libros que en un momento u otro, golpean y te cambian como lector.

De estos autores no hablo en el blog. Me lo guardo y atesoro. Me refiero a gente como Jane Austen (sentido del humor y creación fina de personajes), Stevenson (sentido de la aventura, la maravilla y que la literatura es algo más), John Irving (la literatura como una mezcla extraña de comedia y tragedia en un mismo momento), Terry Pratchett (sí que he hablado de él, pero la proporción de más de treinta novelas leídas y solo tres reseñadas es significativa), John Connolly (el viaje a los abismos del ser humano), Shaun Tan (un libro suyo cambió mi vida y me hace estar donde estoy ahora mismo), el puñetazo emocional y literario que supuso Knockemstiff, la absoluta y ciega adoración a cómo está escrita Madame Bobary, los juegos literarios de Georges Perec o el abismo moral que supone cada incursión en la obra de Dostoievski, el sentido del humor y la sátira posmoderna de David Foter Wallace, y muchos etcéteras. Autores que me reservo y que no quiero compartir. Y Félix J. Palma, un autor cuya obra me hace feliz.

Leí El mapa del tiempo por una recomendación directa de Susana Vallejo, madrina de este blog en una tertulia de ciencia ficción y fantasía que por el año 2009 se hizo en Igualada (y cuya pequeña crónica se menciona aquí). Al lunes siguientes me hice con el ejemplar que había en la librería y lo devoré en pocos días. La lectura de El mapa del tiempo fue una de las mayores y más felices sorpresas que me había encontrado. ¿Por qué? Por un motivo muy simple, el sentido de la maravilla.

El mapa del tiempo fue un libro que me recuperó el entusiasmo y la sorpresa con la que abría los libros en mi infancia. Las primeras lecturas de Verne, Stevenson, Salgari, Doyle y sí, Wells. El mismo espíritu de aventura, de sorpresa, de viaje con un punto irónico y cargado de humor. Las aventuras y desventuras de un puñado de personajes que orbitan alrededor de la figura de H.G. Wells (al que a lo largo de la trilogía acabas apreciando como a un amigo) y su novela La máquina del tiempo fue un mazazo literario.

La novela es sencillamente brillante y repleta de hallazgos. Desde el juego de ese narrador metomentodo y algo sabihondo, la natural y bien inclusión de personajes reales, una utilización barroca y preciosista del lenguaje que, a la vez, resulta natural y fluida. Una segunda parte sencillamente magistral y que es una de las mejores creaciones literarias basadas en la paradoja temporal. Un libro repleto de sorpresas y maravillas que no se agota en sí mismo y se expande. Y que rompe convenciones y género. Más allá de los injustos prejuicios que pueda inspirar la ciencia ficción, El mapa del tiempo es una excelente novela que puede entusiasmar a cualquier tipo de lector que busque una historia muy bien escrita y narrada.

En El mapa del cielo, Félix J. Palma sube las apuestas. De La máquina del tiempo pasa a La guerra de los mundos, y construye una apasionante historia de aventuras y romance a la vieja usanza apostando por la ciencia ficción, el homenaje a la serie B y multiplicando las referencias sin que estas sean un simple capricho de autor. El mundo victoriano de viajes en el tiempo y dimensiones paralelas crece con personajes, tramas e interrelaciones. Las dos novelas se alimentan en un juego de referencias y puentes, pero a la vez consiguiendo que ambas novelas sean independientes una de otra. Un reto por amor, un extraño que salta por el tiempo, una amenaza enterrada en el hielo. Una novela compleja, muy divertida, emocionante y quizá la más romántica de las tres que conforman la trilogía. De inicio algo lento y con un pequeño exceso de páginas, la novela acaba arrastrando al lector a una lectura entusiasta llena de acción y suspense donde acaba tocando múltiples subgéneros de la ciencia ficción y difuminando las fronteras entre ellos, todo acompañado de ese estilo adictivo al que nos ha malacostumbrado J. Palma.

Y este año por fin nos llegó la esperada conclusión de esta trilogía, El mapa del caos. Como lectores echamos de menos el factor sorpresa de la primera novela, pero el mundo que ha creado Félix J. Palma nos resulta cómodo y familiar. Tanto las tramas como los personajes de la novela ya los sentimos nuestros y reconocemos escenas, momentos y situaciones desde otro punto de vista. Ahora el centro de atención es El hombre invisible sin olvidar a otros libros y autores como Alicia en el país de las maravillas o El sabueso de los Baskerville. Quizá es la más convencional de las tres novelas y donde el narrador se muestra más tímido, pero sigue habiendo en sus páginas un alarde de imaginación y talento admirables. La novela concluya las tramas que las anteriores novelas habían dejado abiertas (aunque en la lectura de las respectivas novelas están admirablemente cerradas) y acaba de explorar a fondo el universo de universos paralelos que ha conformado esta trilogía. De nuevo el lector se ve desbordado por la inventiva y por la maravilla y se siente embargado de esa euforia que solo sabe proporcionar la buena novela de aventuras y ciencia ficción, esa capacidad de ir y ver más allá al romper los límites de nuestra realidad. Un canto de amor a la imaginación pura.

La Trilogía Victoriana es uno de los proyectos más ambiciosos y mejor conseguidos de la narrativa española, considerando género o sin hacerlo. Una obra compleja, densa, bien construida, terriblemente adictiva y entretenida. Que sabe jugar con los géneros, romperlos, ironizar y deconstruirlos y repleta de páginas, imágenes, momentos y secuencias sencillamente brillantes y admirables. Un proyecto que sirve de homenaje a toda la literatura de una época que invitaba a soñar y a llevar la imaginación más allá y que, además, es una emotiva declaración de amor a H.G. Wells, uno de los escritores fundamentales y más influyentes de finales de siglo XIX y XX. Sin su obra, la literatura de género fantástico y de ciencia ficción no sería igual (seguramente más pobre) y, por tanto, la historia de la literatura sería mucho más triste. Cuatro novelas, las tres mencionadas y La isla del doctor Moreau, absolutamente imprescindibles para cualquier lector.

Como lector, ha sido uno de los viajes más placenteros, agradables y vibrantes de estos años. En un momento en que ya llevo un bagaje como lector muy importante a la espalda y cada vez cuesta más encontrar un libro donde admirarse, la obra de Félix J. Palma, estas novelas y sus libros de cuentos, ha sido un hallazgo excelente y un viaje inolvidable. Una obra que me hace feliz como lector y que consigue eso tan difícil de hacerme querer escribir; contagiar el entusiasmo por el arte de explicar historias, de trenzar y forjar palabras con el esfuerzo del trabajo diario, la constancia y la búsqueda de la palabra justa.

Y por todo esto, por el viaje, la aventura y el sentido de la maravilla, gracias.

Otras obras del mismo autor


"Los 100" Kass Morgan y "Las sucias calles del cielo" de Tad Williams

Dos novelas más del reto. Y quedan... aun quedan muchas.

Los 100, Kass Morgan, Alfagura

Cien jóvenes delincuentes han sido seleccionados para participar en la misión de control para recolonizar la Tierra. Son chicos y chicas de edades y procedencias distintias, algunos peligrosos, otros, ahora en peligro. Tras un brutal aterrizaje, los cien llegan a un maravilloso y salvaje planeta que solo han contemplado desde el espacio. Se cree que la atmosfera terrestre es tóxica e inhabitable. Ha llegado el momento de averiguarlo.
Mientras se enfrentan a los peligros de este mundo desconocido, los cien tratarán de formar una comunidad, pero si quieren sobrevivir tendrán que aprender a confiar los unos en los otros, e, incluso, deberán dar al amor una segunda oportunidad, otra vez.

Fallida por casi todos lados. Parte de una idea interesante (la primera exploración de la Tierra tras una catástrofe para ver si cumple las condiciones idóneas para su posterior repoblación), pero en seguida se convierte en un batiburrillo de influencias mal ensambladas (Los juegos del hambre, El señor de las moscas, las secuelas originales de El planeta de los simios, Perdidos, manuales de los Jóvenes Castores de superviviencia, etc.) que convergen en una historia desestructurada, esquemática y con un grave problema de cronología interno.

Ignoro si la autora quería poner en práctica la idea de que el tiempo es relativo, pero en Los 100 no tenemos ni idea de cuánto tiempo pasa. Da la sensación de solo han pasado unos días, pero hablan de semanas. Los personajes comentan que tienen recursos para semanas, pero a los dos capítulos dicen que no tienen ni para una, para volver a hablar de semana. Pasan pocos días, pero los personajes se comportan como si llevaran meses en su nuevo hogar. Mientras tanto, en el espacio, las acciones de esos personajes parecen no casar con lo que sucede en la Tierra, y en principio es narración paralela. Un caos, vamos, que para mí desmonta todo el entramado narrativo.

Personaje planos y estereotipados y, pese a llamarse Los 100, nunca sabremos la vida de más un puñado de estos por lo que la novela podría pasar a titularse La docena sin problema. Se habla de unión, de grupo, de comunidad, pero en ningún momento eso se percibe al leerlo. Están los cinco protas, algunos satélites, un poco de bulto y la nada infinita. Además, se cae en eso tan irritante de darle mucha más importancia a los posibles problemas amorosos de los protagonistas (pasados comunes, nuevas atracciones, viejas atracción, besitos entre los árboles, un par de triángulos amorosos, etc.) que al desarrollo coherente del argumento. De nuevo forzar los amores, se carga la novela.

Y una curiosidad, ¿dónde cagan y mean estos personajes? Porque es algo de lo que no se habla. Y son cien personas con sus necesidades y, seamos sinceros, eso en un paraje hostil es un problema serio que demanda una acción inmediata si se quieren evitar enfermedades o que el paraje se vuelva inhabitable. Podrá parecer una tontería, pero es uno de esos detalles que acaban marcando la diferencia si quieres dotar de un mínimo de realismo a la propuesta.


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Fiebre lectora
Papel y letras

Las sucias calles del cielo, Tad Williams, RBA

Bobby Dollar es un ángel que trabaja de abogado de almas atrapadas ente el Cielo y el Infierno. Un día las almas empiezan a desaparecer y ni "Arriba" ni "Abajo" saben nada. Añade la instrucción de un ángel nuevo, un enorme monstruo que quiere matarle, una demonio demasiado atractiva y la burocracia del Cielo entre otros asuntos no hacen de esta la mejor semana para nuestro protagonista.

Las sucias calles del cielo me ha parecido una muy entretenida novela de fantasía y un perfecto divertimento para distraer unas horas. Mezcla de novela clásica negra y fantasía (el protagonista, por ejemplo, parece un buen cruce entre Philip Marlowe, John Contastine y Harry Dresden, pero con personalidad propia), se nos presenta un mundo complejo y en equilibrio entre las fuerzas del Cielo y la Oposición. Lo interesante es que este mundo esta dominado por las convenciones, los tratados y una férrea burocracia que como todas, ahoga más que ayuda. Buena historia de investigación, buenas escenas de acción y buenos personajes secundarios (aunque  resultan muchos más interesantes los "malos" que los "buenos", como pasa siempre, vamos). Y mucho humor, lo que se agradece mucho.

Al principio me costó entrar en el mundo que nos proponía Tad Williams al ir deteniendo cada tanto la narración para explicarnos como es este universo fantástico lo que en cierta manera ralentiza la lectura. Entiendo perfectamente que se haga así; es un mundo fantástico en el que entramos sin referentes y sin conocer todo el complejo entramado que lo sustenta, pero por momento rompe el ritmo de la novela.

Una buena y entretenida historia. Quedo a la espera si en algún momento se llega a publicar su continuación.


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Fabulantes
La espada en la tinta

"El corredor del laberinto" de James Dashner

El corredor del laberinto, James Dashner, Noctura Ediciones
Traducción, Noemí Risco.

Resumen argumental de la contraportada, ya sabéis que para esto soy de un vago...

"Bienvendo al Claro. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como vez, este lugar esta cercado por muros de piedra... Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran... y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces". 

Todo sigue en orden... y, sn embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.

El corredor del laberinto llevaba mucho tiempo por casa. La compré para regalarsela a A.. Le gustó, La dejo a un par de sus alumnos de dibujo. Les gustó. Iba de estantería en estantería y en ningún momento se me ocurrió leerla.Pero hubieron unos votos, salieron elegidos unos libros y uno de ellos fue esta historia. A leerla, pues.

Vaya por delante que El corredor del laberinto me ha parecido una buena novela de aventuras con la que pasar un par de tardes entretenidas. Es dinámica, es intrigante y tiene un puñado de buenas ideas. Me ha gustado, pero no me ha convencido. Resulta intrigante, pero es una lectura que no he podido dejar de hallar formularia y artificial, desprovista de alma (y sé que estoy siendo terriblemente cursi en este momento). Un producto de laboratorio al que en mi opinión se le ven demasiado las costuras.

Mi principal problema con esta novela es que me resulta inverosímil. Ya sé que estamos en un mundo de ficción y que no deja de ser una novela de fantasía, pero el mundo que me plantea Dashner no me lo creo; al leerlo no se me hace real. Resulta entretenido y un buen pasa página, pero no hay ninguna implicación con lo que me está contando.

Y si a esto añadimos unos personajes unidimensionales en contradicción con la historia (pequeño SPOILER, se supone que son genios pero se pasan la novela sin tener ni puta idea de lo que pasa a su alrededor... hasta que llega el prota, claro), un punto de vista que juega bien al desconcierto, pero que en ocasiones nos hace trampa, la irritante configuración de su protagonista principal (todo acaba convergiendo en él, todo es él, el centro del universo es él convirtiendo al resto de personajes en meros satélites... ¡cómo han podido sobrevivir estos muchachos dos años sin la ayuda de nuestro protagonista que en unos pocos días se convierte en imprescindible y el mejor de todos!), repeticiones innecesarias, un escenario terriblemente desaprovechado (tienes un laberinto del que dicen que es peligroso y mortal, pero que acaba reducido a un mero decorado), un personaje femenino que está y poco más, una historia que fuerza a personajes y los convierte en marionetas, no en vehículos de ésta, explicaciones de misterios que añaden confusión amén de eliminar la poca credibilidad del conjunto, planteamiento de muchos interrogantes a los que no hay respuesta y un final pésimo que hizo crecer dudas hacia dónde se podría dirigir esto o si el autor tenía un plan de escritura más allá de una buena idea (aunque creo que esto nació con la imagen de unos adolescentes en un laberinto y ya veremos cómo lo justificamos).

¿Me explico? Todo esto provoca que la lectura de una novela haya sido entretenida, pero que no la haya podido disfrutar. Buenas ideas, pero para mí no bien ejecutadas. ¿Seguiré con el resto de capítulos de la serie? No lo sé. Supongo que esperaré a que se los lea A. y según lo que me diga.

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Rapsodia literaria
Volando entre libros

"Mañana todavía" de un puñado de buenos autores compilados por Ricard Ruíz Garzón

Mañana todavía, AA.VV., Edición a cargo de Ricard Ruiz Garzón, Fantascy

Otra reseña de Mañana todavía.
Y las que vendrán.
Porque estamos ante una muy buena antología de relatos, un libro con un gran equilibrio interno y que mantiene un nivel alto de calidad. No es perfecta, pero es muy, pero que muy recomendable. Tanto para aficionados de la ciencia ficción, como para los que no lo son. Que los prejuicios hacía el género no hagan perder de vista un libro que tiene relatos realmente brillantes.

Por cierto, no voy a entrar en la discusión que se ha originado a raíz de la publicación de la antología sobre si los relatos son o no son distópicos, qué es la distopía y etcéteras. Otros (ver enlaces de opiniones) ya lo han hecho y han provocado un interesante debate sobre el género.

Los relatos.

WeKids de Laura Gallego.
Empecé el libro con un poco de miedo. Y no como he leído en algún otro sitio porque la autora provenga del universo de la literatura juvenil y si sería capaz de escribir algo que no fuera del género (como si la literatura juvenil fuera un género...) o si estaría a la altura, etcétera. No, mi miedo no era este porque encuentro que temer algo así es ridículo. Era otra cosa. Aunque respeto mucho la figura de Laura Gallego y admiro su mano para la novela juvenil, reconozco que no acabo de entrar en su universo. Idhun me aburre hasta límites inconcebibles, Dónde los árboles cantan me parece una novela muy fallida, no pude acabar La emperatriz de los etéreos. La idea de empezar una antología por el relato de una autora con la que no conecto no me gustaba. Pero me encuentro con WeKids, un relato sobre como el valor de la vida virtual es más importante y decisivo que la vida real. Niños inscritos en redes sociales desde su nacimiento y donde su papel en ellas marcará el discurrir de su vida. Un relato que se va tornando cada vez más inquietante hasta un final, no por esperado, menos efectivo. Un muy buen inicio de libro.

Al garete de Emilio Bueso.
Brillante. Un relato breve, duro, contundente. Una sociedad en colapso por un desastre medioambiental. Ambiente apocalíptico. Manuel y Santiago. Hambre y camino. Desesperación y esperanza. Un ambiente opresivo que Bueso construye a pinceladas y sin cargar tintas. La descripción justa, la imagen adecuada. Sin duda uno de los mejores relatos de la antología y una prueba más de que Bueso es una de las figuras más poderosas e interesantes del panorama narrativo actual independientemente del género. Este es uno de los relatos que por sí mismos justifican la antología.

2084. Después de la revolución de Elia Barceló.
Uno de los relatos que menos me gustaron del libro. No acabé de conectar con la propuesta de Barceló. Un mundo donde el concepto de igualdad ha sido eliminado y los ciudadanos han pasado ha ser consumidores. Quizá lo que me ha ocurrido con este relato es que me recordaba demasiado a la maravillosa novela de Margaret Atwood El cuento de la criada, como si fuera una relectura de este, pero sin su fuerza. He echado en falta, además, más cuidado en el matiz, en la sutilidad de la exposición. Por momentos me pareció que forzaba el relato en favor del mensaje incluso si iba en contra del primero.

Instrucciones para cambiar el mundo de Félix J. Palma.
Advierto que con Félix J. Palma voy vendido. Su exuberancia verbal, su poderosa imaginería, su sentido del humor, la tristeza de las historías de amor conectan con mi forma de ver el mundo y la literatura. Es un autor que leerlo me hace feliz (y pude decírselo durante la firma de libro que organizó Gigamesh en su inauguración), me admira y me hace querer escribir. Instrucciones para cambiar el mundo apuesta por el absurdo para explicarnos una historia de revolución y amor en un mundo donde las personas se visten bien para irse a dormir, desayunan en el autobús o en las guerras es una falta de educación matar a alguien. Una historia que invita a la sorpresa y a la sonrisa construida alrededor de una de esas historias de amor tan hermosas y melancólicas que tan bien sabe explicar de J. Palma y cuyo final me dejo una fuerte sensación de tristeza. Solo por leer un nuevo cuento de J. Palma, vale la pena Mañana todavía.

El error de Rosa Montero.
El relato más breve de la antología. Una interesante pincelada. Un cuento cuyo argumento es uno de los clásicos del género (casi un cliché ya), pero que está resuelto con la habilidad de una buena narradora. Sabe a poco, pero me ha invitado a leer la novela Lágrimas en la lluvia para ver a Montero en un entorno de ciencia ficción con un buen puñado de páginas por delante.

Limpieza de sangre de Juan Miguel Aguilera.
Interesante y muy entretenido relato que en mi opinión se queda a medio gas y no acaba de concretar lo que apunta. Lo mejor, un escenario y un ambiente muy conseguidos; la opresión, el calor y, sobre todo, los olores. Quizá le faltan páginas para desarrollar personajes y tramas y profundizar en los temas que planeta. Sea como sea, muy interesante y con un inicio de cuento muy poderoso.

Camp century de Marc Pastor.
Soy muy fan de la obra narrativa de Marc Pastor. Desde Montecristo hasta Bioko. Novela a novela, Pastor va construyendo un corpús literario basado en el "género", el sentido de la aventura y la maravilla que despierta mi entusiasmo. Camp century se inscribe dentro del universo de aquella estupenda L'any de la plaga, pero que se puede leer sin conocer la novela (aunque no sé por qué no la habéis leido ya). Una historia muy inquietante donde se le da la vuelta a la figura del opresor. No digo más. Quizá el entorno resulta algo inverosímil, pero el buen hacer de Pastor como narrador hace que se supere este pequeño handicap. Buen relato.

En el ático de Rodolfo Martínez.
Una historia terriblemente entretenida. Un relato que mezcla el género de acción, con el thriller de espionaje, la novela negra, el ciberpunk, etc. Una historia de mentiras, descubrimientos, traiciones y crueldad. Protagonista femenina y grandes corporaciones. Buen relato, pero que hubiera agradecido más páginas. Y me gusta la idea de macroeficios donde ascender es progresar. Vale, no es la primera vez que alguien utiliza esta idea, pero sigue resultando interesante. Y en el cuento, funciona muy bien.

La inteligencia definitiva de José María Merino.
El relato que menos me ha gustado de la antología y no tanto por el qué, sino por el como. La idea de una inteligencia artificial que acaba teniendo conciencia de sí misma me gusta al igual que sea el ser humano el que provoca eso gracias a su interacción con los teléfonos móviles. El problema del relato, en mi opinión, es que exige demasiado al lector; demanda que este suspenda en demasía su credulidad y el relato acaba siendo fallido. Eso y como en el cuento de Barceló, el mensaje es demasiado evidente y fuerza la historia para este quede claro.

Gracia de Susana Vallejo.
Un buen relato que pone su atención sobre los invisibles y lo cotidiano. Una abuela y su nieta y un reencuentro en el barrio de Sants. Un relato que empieza siendo cotidiano y tranquilo y que de forma progresiva se va oscureciendo hasta un final terrible. Un final en el que, en mi opinión, Susana Vallejo se la juega y sale victoriosa porque era muy fácil caer en el tremendismo. Y no. Mantiene el tono y gracias a control y sutilidad el cuento acaba funcionando. Un relato cuyo poso se prolonga más allá de su final. Por cierto, no deja de resultarme curioso, y por lo que he leído de ella, que todo lo luminosa, divertida, su retrato del maravilloso cotidiano, el viaje y la aventura de sus novelas, se torne en oscuridad, dureza y negrura en sus relatos. O por lo menos en los que he leído.

Colapso de Juan Jacinto Muñoz Rengel.
Interesante relato donde el estar conectado, compartir información, estar al tanto de todo lo que ocurre llevado a sus límites. Buen desarrollo e historia, con algo de trampa en su construcción, pero con el que no acabé de conectar.

Los centinelas del tiempo de Javier Negrete.
Una absoluta maravilla. Un relato precioso. Un homenaje a la literatura de género y a la literatura en general. A la tradición clásica. Al libro como objeto. Al oficio de bibliotecario. Al escritor. Un mundo donde los contenidos de los libros se han adaptado para reflejar la variedad cultural donde vivimos y para evitar las ofensas o las molestias. Donde se encuentran títulos como Harry Potter y el misterio de la persona de prodecencia multicultural. Donde El señor de los anillos queda reducido a personajes de etnias diferentes caminando. Donde los profetas de lo politicamente correcto dominan los espacios públicos y privados de los ciudadanos. Un relato divertido, cargado de mala leche, triste, duro y que acaba resultando esperanzador gracias al poder la palabra y la imaginación. Negrete se luce en esta novela corta (o relato largo) y nos regala un texto precioso (no te lo pierdas, Rusta) y un futuro pausible. Otro relato que justifica esta antología.

Ricard Ruíz Garzón ha conseguido una antología equilibrada, interesante, plagada de buenos relatos y algunas maravillas. Y merece destacar las reseñas biográficas que acompañan cada relato y donde se dan pistas de este, pero sin condicionar la lectura ni la interpretación que cada uno pueda encontrar en los cuentos. Mañana todavía es un buen libro que, como he dicho antes, puede gustar a los aficionados al género y a los que se sienten más alejados de él. Un libro que invita a la reflexión y a la relectura.

Postdata
Para próximas ediciones de la antología propongo los siguientes temas:
- viajes en el tiempo.
- dimensiones paralelas.
- monstruos gigantes que aparecen de la nada y hacen grrrrrr.
- clones musicales de la cabeza de Hitler.
- señoras que andan muy juntas y ocupan toda la acera y sus implicaciones sobre el estructuralismo precolombino.

Otras opiniones
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