Pues eso, un puñadito de impresiones fugaces de unas cuantas novelas.
Perdida, Gillian Flynn, Mondadori, col. Roja & negra, 2013
Una mujer desaparece el día de su aniversario. Naturalmente, el marido es el primer sospechoso. Un marido que nos explica que es inocente, pero que no deja de decir mentiras a la policía. Y un diario que desvela que ese matrimonio que parecía tan perfecto, no lo era.
Dicen de esta novela que es el thriller de la temporada, una de las mejores novelas que encontraremos en las mesas este Sant Jordi, receptora de las mejores reseñas, críticas y elogios.
Y a mí que me deja entretenido, pero frío.
Porque uno ya lleva unos cuantos años leyendo thrillers psicológicos llenos de giros inesperados y sorpresas a media narración y poco le sorprende. Es un buen bestseller en el mejor sentido del término, pero no acabo de verle la comparación con la grande de Patricia Highsmith Me gusta el tonillo socarrón y el cachondeo que se tiene con la institución del matrimonio. Entretenida, pero ninguna maravilla ni revelación. Ah, y la comparación con Presunto inocente desvela demasiado de por dónde van los tiros.
El despertar. Cançó de mar, Amanda Hocking, Estrella Polar, 2013
Sirenas. Canción de mar, Amanda Hocking, Destino, 2013
Tres chicas llegan a un pueblo y arrasan. Todo el mundo se fija en ellas, pero ellas solo tienen ojos para Gemma, guapa, inteligente, maja y sencilla. Y esto provoca un montón de problemas y oscuros y muy peligrosos secretos.
No acabo de pillarle el punto a esta autora ni acabo de entender el idilio que las editoriales mantienen con ella. He empezado tanto esta de las sirenas como la serie "Tierra de magia" y ni en una ni en otra encuentro algo que las haga interesantes. Personajes estereotipados y predecibles, un estilo pobre, historias poco trabajadas, tendencia a la repetición, etc. Lo "mejor" es el trío de sirenas, pero es que las malas siempre son más interesantes, la verdad.
Y, la verdad, envidia da el hueco que se ha hecho en este país esta autora con una serie de novelas que tienen a la mediocridad mientras autoras como Laurell K. Hamilton, Richelle Mead o Jeaniene Frost no encuentran su sitio.
Mackenzie. La memoria de las sombras, Sarah Julia Kane, EDEBÉ, 2013
Secretos desvelados, muchas traiciones, una protagonistas con más carácter que la norma general y poco menos de doscientas páginas.
Lo mejor que se puede decir de Mackenzie es que se lee en un suspiro, es entretenida y muy rápida. Quizá demasiado. Su rapidez y la tendencia a la acción continua pasan factura. Al final todo es demasiado apresurado, las revelaciones se suceden sin cesar y el lector acaba aturdido ante tanto despliegue pirotécnico. Con menos aceleración y un poco más de desarrollo, la novela hubiera ganado enteros. Ah, y con unas relaciones amorosas un poco más naturales. En ocasiones, los tríos, aunque sean apuntados, no funcionan. Pero premio por la creación del personaje de la amiga; natural, sin estridencias, ni forzando el personaje.
Pero, oye, entretener, entretiene y para pasar una tarde funciona de maravilla.
Marea viva, Cilla y Rolf Börjlind, Ediciones B, 2013
Una estudiante de policía empieza a investigar un viejo caso para un trabajo.
Una serie de ataques a indigentes.
Oscuros asuntos en altas esferas empiezan a moverse.
Una venganza.
Y todo, claro, está relacionado.
Entretenida novela policíaca que cumple su función de mera distracción para un lector poco exigente. Una trama no tan compleja como pretenden los autores y ciertas dosis de reflexión social. Problema, al final resulta todo demasiado enredado y se depende en demasía de esa mala amiga que es la "casualidad" y la "coincidencia". Interesante protagonista. Aunque la novela en sí misma no es una maravilla, permite albergar esperanza con lo que los autores puedan hacer en el futuro con la serie. Momentos y personajes de interés tiene. Solo resta armar bien los casos.
El juego de Claudia, Laura S.B., Ediciones Babylon, 2010
Una joven obligada a ir con su hermano pequeño al teatro. Una obra extraña y el inicio de un escalofriante viaje. Un mundo oscuro y perturbador que atrapará a la protagonista.
Una suerte de visión oscura y terrorífica de clásicos viajes "al otro lado" como El mago de Oz, Alicia o la película Dentro del laberinto, pero dejando de lado las buenas intenciones y enfatizando el terror, la sangre y el monstruo. Una buena novela que funciona a las mil maravillas aunque un poco más de freno en la acción creo que hubiera ido bien y cuántas páginas más de perillas (por ejemplo, para acabar de afianzar el romance). Creo que bien influenciada por parte de la imagienería del manga del anime y del terror, Laura S.B. consigue mantener al lector en vilo, le sacude cualquier sensación de deja vú y le conduce a un viaje con grandes momentos (la piscina, el té, etc.) y muy inquietante. Y se arriesga con un final que no gustará a todos los lectores; muy onírico, muy abierto, muy propenso a la libre interpretación. ¿Real, alucinación, sueño, mal viaje? Personalmente, ese final me gusta y lo encuentro muy acorde con lo que nos han contado. Escrito con elegancia y buen uso de la palabra. Se aprecia el latido de una muy buena escritora.