Me hacéis leer cada cosa. Ah, y la reseña puede contener spoilers.
Lara es una adolescente muy especial (como se nos recuerda cada dos por tres en la novela) e incomprendida. Especial porque le gusta mucho leer, cosa rara, e incomprendida porque todo el que la rodea se burla de ella por tener siempre un libro entre las manos, ser una ameba social, tener la empatía atrofiada, pero la capacidad para juzgar a los demás en plena efervescencia. En los institutos donde ha ido ha tenido la mala suerte de que solo había grupos de chicos superficiales y violentos, chicas perracas que se reían de ella y amigas traidoras. Es la "rara", la diferente, la extraña. La que prefiere la compañía de un libro a la de las personas porque, ya se sabe, el mundo margina a aquellos que les gusta leer, los aparta, los aísla, los escupe, los machaca, se mea en ellos, los tortura y conspira para destrozarles los deberes y conducirlos a la locura. Lara se aísla y se siente triste porque el mundo no la comprende y no sabe adaptarse a ella. Los malos son los demás, ella es especial.
Un día encuentra una librería de segunda mano donde un señor mayor muy inquietante pide que la acompañe a un lugar oscuro y húmero para enseñarle algo que le va a gustar. Después de aburrirla con un montón de frases de galletita dela suerte y hacerle salvar un libro de las llamas para que le demuestre que su amor por los libros es real, le hará entrega de un mágico presente; Lara se convertirá en la protagonista de su propia novela al darse de bruces con la magia y encontrará el amor y gente que la apreciará por lo que es y le repetirá una y otra vez, pero que especial eres.
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Personajes planos y contradictorios. Desde la irritante protagonista hasta el último cochero, su presencia en la novela es torpe y desdibujada. Y las relaciones que se establecen entre ellos están basadas en la inverosimilitud. Lara y Julien se conocen, a los cinco minutos ya viven juntos y a los dos segundos, enamorados. En la vida real, nadie aguanta a Lara, pero en el libro todos la adoran explicándole secretos, confesiones o investigaciones privadas para que avance el argumento con la excusa "no sé por qué, pero confío en ti". Celos que nacen de la nada, amistades eternas que llegan de ninguna parte, sentimientos confesados sin que haya una preparación o un desarrollo. Ahora te veo, ahora te quiero. Confianzas en desconocidos solo porque se dice eso de "eres una persona especial".
Un estilo plano, repetitivo, de narrativa pobre y que por momentos parece un mal resumen de otro libro. Frases y párrafos cortos que quieren dar una sensación de velocidad, pero que producen atropello y que nada de lo que se apunta en la novela se desarrolle. Un "estilo" pedante y artificial que quiere jugar a ser profundo y literario; un pobre intento de querer acercarse a la narrativa decimonónica y a su estilo, pero que no llega ni a pastiche. Desconocimiento de la época y una irritante manía de establecer paralelismos con obras literarias para engrandecer a su protagonista.
Argumento imposible que no hay por donde pillarlo. Empieza como un fanfic de La historia interminable para pasar a un relato de amores imposibles en el tiempo, a misterio sobrenatural, a novela gótica, asesinatos, etcéteras. El problema es que cada uno de los elementos está mal cosido con el anterior y su conjunto es inconsistente y absurdo. Una investigación criminal basada en la casualidad, una protagonista que no pinta mucho en la historia que ocurre (y que se supone que es la suya), un elemento fantástico metido con calzador aparándose en leyendas (lo fantástico es lo que exige más realismo; no se puede poner algo mágico porque sí), unos malos con unas motivaciones demenciales y que cae de pleno en lo absurdo en ese momento delirante en que a punto de matar a las dos insoportables protagonistas dice algo así como "Os voy a matar, pero como tenemos unos minutos me meto en un larguísimo monólogo donde explicaré todas mis motivaciones para que veáis lo enfermo y mal que soy".
Una historia que acaba revolcándose en clichés y lugares comunes para acabar diciéndonos que la vida real es una mierda, que mejor es la ficción y que una vez te has enamorado, deja los estudios, haz campana, pasa de tus padres y dedícate a pasear la ciudad suspirando y deseando que ese personaje de ficción del que te has enamorado cobre vida porque lo que te rodea no tiene nada que ofrecerte.
Y, además, Ex libris es uno de los mejores ejemplos de clasismo cultura que he visto en mucho tiempo. Las personas que leer son maravillosas, sensibles, inteligentes, cultivadas, amables, valientes. Los que no leen, crueles, tontos, odiosos, feos, desagradables. Es un monumento a ese tópico de que leer hace a la gente mejor y más inteligente cuando cualquiera con un poco de vida conoce a estupendas personas con mucho que decir que no han abierto un libro en su vida y a hijos de puta que han leído mucho (Hitler era un lector obsesivo y Pinochet tenía una inmensa y valiosa biblioteca). La novela coloca a los lectores por encima de los demás a aquellos que abre un libro como seres especiales y elegidos por los dioses. Y no es suficiente con leer, si no que encima la literatura tiene que ser lo único importante de tu vida; ni familia, ni amigos, ni estudios, ni futuro. Un canto a la obsesión, la adicción y la exclusión social que roza lo épico.
Aquí lo dejo. No vale la pena continuar pensando en esta novela ni en las horas perdidas en su lectura. Y a los que votasteis por ella, me he quedado con vuestras caras.
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