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"Medianoche" y "Adicción" de Claudia Gray

Medianoche / Adicción, Claudia Gray, ed. Montena
Mitjanit / Adicció, Claudia Gray, ed. Estrella Polar

El único motivo por el que me he leído estos dos libros es porque una joven clienta me lo pidió. Más bien fue un truque. Se compraba la estupenda novela de Elena P. Melodia Oscuridad ha cambio de que me leyera por lo menos un par de las novela de Claudia Gray. Acepté el reto porque ante todo soy librero y para cerrar una compra estoy dispuesto a casi todo. Así que en un par de fines de semana me lei las dos primeras partes de esta conocida y muy vendida saga vampírica. Y aunque fue mejor de lo que es esperaba, creo que la aventura en el internado de Medianoche se acaba aquí.

La historia es la de siempre. Bianca es la chica nueva en un ambiente hostil, el internado Medianoche. No le gusta, no le gustan sus compañeros, no le gusta la directora, no le gusta su habitación. Se sabe y se siente especial y diferente a las personas que le rodean. Hace amistad con los fracasados y se enamora de Lucas, el chico malo, misterioso, callado, atormentado y profundo de la escuela. Naturalmente encuentra oposiciones. Naturalmente harán lo que sea para estar juntos. Naturalmente se descubrirán sus secretos y descubrirán que el amor entre un humano y un vampiro (no he fastidiado el argumento a nadie así que no me acuséis de eso, ¿vale? Si desde la portada se sabe esto...) no es un lecho de rosas pese a lo que anuncia la portada de la segunda parte.

¿Suena a algo? Sí, al 80% de los argumentos de la peor novela juvenil romántica contemporanea. Cambias vampiros por hadas, ángeles, lobos, piratas, reponedores de bebidas, hombres perezosos, pero conservando esta estructura. Una protagonista pánfila, temerosa y justificativa de las posibles perrerías que la someta el muchacho en nombre del amor. Un chico misterioso con un montón de secretos, de voz sensual, de mirar atormentado, de pasión infinita y de amor imposible. Una compañera de curso perra perrísima, un chico muy malo, una amiga perdedora y traumatizada, un gracioso, muchos secretos por descubrir, entorno hostil, paseos por el bosque, besos apasionados, un chico guapo como tercero en discordia y una escena de acción por aquí y otra por allá. Exactamente lo de siempre, en el lugar de siempre, escrito como siempre. Entonces, ¿por qué gusta tanto esta saga y por qué he dicho antes que me pareció mejor de lo que esperaba? Por un motivo muy sencillo.

Porque Claudia Gray sabe sorprender al lector con unos inesperados quiebros (más inesperados unos que otros) y porque sabe acabar cómo se debe acabar una novela para llevar al lector a la siguiente. Resulta difícil hablar de esto sin desvelar pistas al lector así que tendrá que fiarse de mi palabra. Reconozco la habilidad de Claudia Gray para la sorpresa, los quiebros del argumento y para los finales intensos. El resto es lo de siempre y en ocasiones, peor.

Medianoche funciona como novelita de amor y aventuras sin pretensiones con un par de buenos momentos, mucha paja romántica y los personajes estereotipados de siempre. Una novelita para pasar el rato y no exigirle mucho. Adicción es bastante peor. Es paja, tras paja, tras paja para una historia de vampiros y fantasmas que considero poco creíble y que parece inventada para poder llenar doscientas páginas entre despedida de Bianca y Lucas y posterior encuentro. El final es lo mejor. No por su forma, sino porque lleva a la saga hacia una situación interesante.

Pero que no descubriré cuál es porque me apeo. No creo que acabe leyendo los dos restantes, ese Despedida y el próximo por publicar. Hay mucho que leer y, la verdad, Bianca y Lucas me caen bastante mal y su historia de amor me importa tres pimientos. Vamos, un par de novelas entretenidas y poco más. O dicho de otro modo, lo de siempre con un par de buenos momentos. Y muy poco más.