Vuelvo a la carga después de la vorágine de Sant Jordi. Si queréis saber cómo fue pasaos por la crónica que he hecho en mi otro blog. ¿Un resumen? Agotador y mojado. Pero ya está. Ahora sólo queda hacer las devoluciones y empezar a preparar la campaña de texto. Ains... ¿y quién dijo que la vida del librero era sentarse a leer una novela de Jane Austen bebiendo té mientras un gato dormita en nuestras piernas?
Y vuelvo con la reseña de una novela corta e intensa que me ha deparado una enorme sorpresa. Tú, del para mí desconocido Charles Benoit. Esta novela narra la historia de Kyle Chase, un adolescente normal en un punto límite. Sangre por todas partes y la pregunta de cómo he llegado hasta aquí rondando la cabeza. Y eso es lo que nos narrará esta historia con una forma que implicara al lector directamente en los sucesos y se verá inmerso en el camino de decisiones que toma Kyle hasta llegar a ese punto de no retorno.
Creo que ya lo he dicho antes, no soy muy aficionado a la novela juvenil de estirpe realista. Digamos que las lecturas obligadas del instituto me dieron un perfil bastante sesgado de lo que en este tipo de novelas se hablaba. Las novelas que leí se limitaron a historias de amor entre la consabida marisabidilla de la clase y el inteligente y muy atractivo profesor de filosofía o matemáticas. Venía yo de la lectura compulsiva de los cuentos de Stevenson y de La princesa prometida y aquello me pareció vomitivo. Y más cuando me obligaron a leer más novelas de estas con la esperanza que me sintiera identificado con los protagonistas (la identificación... que enorme trampa narrativa) y sólo me encontraba con adolescentes con pequeños problemas hechos enormes por cuatro chorradas, muchas drogas, mucho muerto por accidente, mucha falsa trascendencia y mucho gilipollas suelto por las páginas. Todo me sonaba paternalista y puedo asegurar que todas aquellas novelas no hablaban de mí.
Y me radicalicé. Nada de novela realista para adolescente. Salté a la literatura considerada adulta y seguí con mi querida fantasía y mi adorada ciencia ficción. Bastante realidad tenía con mis kilos de más para que me machacaran en la literatura. Supongo que me faltó otras novelas y una guía de lectura algo trabajada (y aprovecho para recomendar el excelente artículo sobre literatura realista que Cristina Anguita, compañera del diario El Tiramilla, se ha marcado. Para quitarse el sombrero).
Pero el tiempo pasa y nos vamos haciendo viejos y al volver a la literatura juvenil, cayeron en mis manos novelas realistas. Y sí, siguen sin convencerme y muchos títulos siguen atufando a cierto paternalismo condescendiente que me pone muy nervioso. Pero, claro, no todo es así. Y hay novelas como Tú que me reconcilian con este género. Y es que Charles Benoit ha escrito una novela realista que parece una novela de misterio de una forma inteligente y sabiendo que al otro lado de la página existe un lector inteligente y pensante. Una novela breve en su forma, pero enorme en su fondo. Porque habla de muchas cosas con la sabiduría del tipo que sabe narrar una historia. Y consiguiendo que el lector se implique como actor en los hechos evitando la trampa emocional de conseguir la identificación con el personaje. O por lo menos conmigo no lo consiguió. Kyle Chase y yo pertenecemos a mundos distintos, pero empaticé con él como personaje a pesar de que no estaba de acuerdo con muchas de sus acciones, con ver las cagadas y equivocaciones, pero entender a la vez su opción de muda rebeldía y de miedo al mundo.
La novela trata sobre las elecciones. Las decisiones que tomamos y nos llevan a un punto. Todos los "Y si" que se plantean a posteriori. Trata sobre la libertad de elegir y que la no elección, es una elección. Trata de la familia, de los silencios adolescentes, de las amistades, de buscar el grupo, del amor que se mantiene en silencio por tener algo puro en la vida... Todo esto explicado por una fuerte voz narrativa en una arriesgada segunda persona. Toda la novela es una continuo tú que conduce la novela e implica al lector en todos esos hechos que conducen a la sangre de la primera frase de la novela. Una forma de narrar que me pareció interesante, bien trabajada y que resulta coincidente con la pendiente de lectura Sorry, publicada por Seix Barral. Y Kyle es un buen personaje. Trabajado, creíble y vivo... algo que no se puede decir de algún otro personaje...
Porque Tú no es perfecta. El personaje de la chica me parece poco trabajado y el del nuevo amigo me cuesta mucho trabajo tragármelo. Me resulta un punto caricaturesco, muy el rollo del pobre niño rico. Quizá le faltarían algunas páginas para desarrollar algunas de las ideas de la novela (el dolor, la relación con la familia, etc.) y quizá deja demasiado insinuado algunos de los pasajes del pasado de Kyle (que ya me gusta que sólo insinúen y sea el lector el que complete, pero no que me lo dejen todo en la niebla). Y, lamentablemente, un poco de mirada protectora del adulto al joven, hay y cierto discurso homogeneizador (todos los adolescentes son así..). Y eso me irrita.
De todas formas, Tú es una novela muy recomendable. Breve, intensa, muy apasionante y con un buen misterio que desentrañar. Llena de buenas escenas. Mis favoritas por cotidianas pueden pasar desapercibidas y en las dos aparece el estupendo personaje de la hermana pequeña. La conversación viendo dibujos animados y la conversación que se oye tras una puerta. Pequeños y estupendo momentos.