Dublin, cuando los indios se han hecho con el fuerte
El verano en el norte, si es bendecido por el sol, es de colores hermosos y luz limpia. En el Trinity College la hierba aparecía de un verde exuberante que contrastaba con los solemnes edificios que rodean la plaza principal tras franquear la entrada. El campus, repleto de turistas, tiene en su belleza clásica el atractivo de los recintos universitarios anglosajones tantas veces visto en películas basadas en esta etapa educativa. Poco o nada parece importar que fuera el centro de formación intelectual de la antaño dominante clase social acomodada y protestante y que los católicos tuvieran su acceso prohibido, tanto por el propio centro como por la Iglesia Católica, que amenazaba con excomulgarlos dado el caso. En realidad parece que el asunto religioso se ha disuelto entre vapores europeos y que en la República la división entre católicos y protestantes ha pasado a ser un asunto menos candente y de menor orden si no fuera por la belicosa provincia norteña del Ulster. Dublín goza...