El milagro del beato Carmelo
Cada pueblo suele escoger entre sus conciudadanos alguno de ellos que se ha destacado por alguna acción o hecho memorable y lo designa, con su aquiescencia o no, como modelo y símbolo de la comunidad. En Real de Gandía, el pueblo donde vivo, este papel lo ocupa el llamado "Beato Carmelo Bolta". Nacido en una casa todavía existente en una de las esquinas de la plaza principal del pueblo, hijo de una familia de agricultores acomodados, decidió dedicar su vida a la religión ingresando en la orden de los franciscanos. Lo imagino en sus años de formación como un joven entre intelectual y aventurero al que eso de irse de misiones le debió sonar como una experiencia parecida a la que emprenden hoy miles de chicos y chicas de organizaciones no gubernamentales de camino a Nicaragua o el Gabón a salvar el mundo. El ayuntamiento, dados los 150 años que se cumplen de su sacrificio, decidió publicar un libro en honor al santo patrón en el que cuenta su historia detalladamente, desde s...