Universitas
El campus dels Tarongers de la Universidad de Valencia es definitivamente feo. ¿Odioso? Los monolíticos edificios no ofrecen ese espacio de relajado verdor de los recintos universitarios anglosajones. Bloques de cantos rectos, paredes planas y el color del ladrillo transmiten una antipática idea de factoría monócroma. Los pasillos y escaleras contribuyen, además, a dar cierta sensación claustrofóbica. El hormigón que cubre las calles no deja espacio para la fantasía, ni para el cliché del grupo de jóvenes adultos sentados en la hierba, bajo un árbol y mientras un profesor heterodoxo pasa despistado como parte del ambiente de fondo. Si la arquitectura se hace al servicio del uso y de sus usuarios aquí ha fallado. Son las personas, jóvenes en su mayoría, las que le dan sentido y ambiente. Ese ambiente que hace suspirar por aquellos años de discreta libertad entre aulas, manuales técnicos, bibliotecas, pisos desvencijados y camaradería. Este día de invierno de cielos plomizos ...