A
finales de Febrero, Alejandro Palomas
presentó en Sevilla su nuevo libro “Un perro” en la Biblioteca Pública Infanta Elena y allí
coincidí además de con muchos seguidores del autor, tantos que hasta se quedó
algún que otro de pie en la charla, con otra asidua de estos eventos como mi
amiga Marisa G.
Fue un
encuentro que dio mucho de sí y del que salimos con la satisfacción de haber
pasado un rato extraordinario hasta el punto que se nos hizo hasta corto.
«R estaba sentado en la alfombra, junto a la cama, exactamente como le
había visto la noche de la tormenta que un año antes nos había cambiado la vida
a los dos. Me miraba fijamente y jadeaba, inmóvil, como cuando en verano se
tumba al sol en la terraza, envuelto en calor.»
Sentados en una cafetería una tarde de principios de verano, Fer y su madre, Amalia, esperan una llamada que no llega. Durante las horas siguientes, Fer hará lo imposible por ocultar lo que se esconde tras esa temida llamada que puede hacer añicos la calma que se ha instalado en la familia desde que, siendo apenas un cachorro, R llegó a su vida. Pero quizá esa calma sea más precaria de lo que parece. Cuando el teléfono por fin suena, la noche traerá consigo una inesperada compañía, y con ella llegarán un torrente de confesiones, verdades que quizá no lo eran tanto y las cinco letras de un nombre que, tirando del álbum familiar, Fer deberá atreverse a invocar para que la vida vuelva a mostrarle, a él y a los suyos, su mejor versión.
Un perro no es solo el retrato del fascinante vínculo entre un hombre y su perro, sino también un remolino de emociones en el que confluyen una mirada tierna y cruda al universo familiar y un homenaje al amor en todas sus manifestaciones.
Sentados en una cafetería una tarde de principios de verano, Fer y su madre, Amalia, esperan una llamada que no llega. Durante las horas siguientes, Fer hará lo imposible por ocultar lo que se esconde tras esa temida llamada que puede hacer añicos la calma que se ha instalado en la familia desde que, siendo apenas un cachorro, R llegó a su vida. Pero quizá esa calma sea más precaria de lo que parece. Cuando el teléfono por fin suena, la noche traerá consigo una inesperada compañía, y con ella llegarán un torrente de confesiones, verdades que quizá no lo eran tanto y las cinco letras de un nombre que, tirando del álbum familiar, Fer deberá atreverse a invocar para que la vida vuelva a mostrarle, a él y a los suyos, su mejor versión.
Un perro no es solo el retrato del fascinante vínculo entre un hombre y su perro, sino también un remolino de emociones en el que confluyen una mirada tierna y cruda al universo familiar y un homenaje al amor en todas sus manifestaciones.