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Título: Tinta y fuego

Autor: Benito Olmo

Editorial: N de Novela

Género: Thriller de aventuras

Páginas: 480 páginas.

Publicación: 2024 


Benito Olmo, conocido por sus thrillers muy inspirados en la novela negra clásica llenos de tensión, da un salto ambicioso con Tinta y Fuego, una novela que mezcla aventuras, misterio histórico y pasiones literarias. Esta obra transporta al lector al mundo de los bibliófilos y cazadores de libros raros, explorando un tema fascinante: el robo y la desaparición de bibliotecas durante la Segunda Guerra Mundial. No hay nada que guste más a un buen amante de los libros y de la lectura que un libro que hable sobre libros.


La protagonista, Greta, es una buscadora de libros cuya vida profesional y personal está en crisis. Su caída en desgracia comienza tras la desaparición de una valiosa edición de Borges. La oportunidad de redimirse llega con el encargo de encontrar la biblioteca de los Fritz-Briones, una colección perdida que la llevará desde Berlín hasta los rincones más oscuros del pasado nazi. Sin embargo, pronto descubre que está en medio de una conspiración mortal: una serie de asesinatos apunta a reconstruir la legendaria Biblioteca de la Comunidad Judía de Roma.


Greta es un personaje complejo y bien delineado, cuya pasión por los libros contrasta con su vulnerabilidad emocional. Su viaje no solo es físico, sino también interno, enfrentándola a sus miedos y errores pasados. Todo un acierto el personaje protagonista que Olmo se ha sacado de la manda. Un personaje que, aunque sabes que es la buena de la historia te cae mal desde el principio, aunque con trascurrir de los capítulos, el personaje crece tanto que puede que nuestra opinión sobre ella cambie progresivamente.


Entre los temas destacados están la memoria histórica, la redención y el poder transformador de los libros. Benito utiliza el telón de fondo de los saqueos nazis para reflexionar sobre la pérdida cultural y el valor intrínseco del conocimiento preservado en los textos. Hasta que punto, un libro vale una vida humana. Pagar fortunas por un objeto que dormirá el sueño de los justos en una estantería altamente protegida sin que nadie más que su dueño pueda disfrutar de él. Una novela llena de acción, intriga y misterio, pero que carga con fuertes dosis de reflexión histórica y sobre la posesión material y el deseo de esta.


Con un estilo preciso, con descripciones evocadoras que sumergen al lector en escenarios históricos y contemporáneos. El ritmo es frenético pero equilibrado, manteniendo la tensión y el interés sin caer en excesos. Benito nos hará con Tinta y fuego viajar a diversos lugares de Europa con la calidad de quien habla de donde ha estado.


En lo personal, Tinta y Fuego es una novela adictiva que combina acción y reflexión. Aunque algunos giros pueden parecer predecibles, la riqueza de los detalles históricos y la pasión de Greta por su misión lo compensan con creces.


Una obra para a los amantes de las novelas de aventuras con trasfondo histórico y a quienes disfrutan de historias sobre libros y sus misterios. Sin duda, Tinta y Fuego es un tributo a la pasión literaria en su forma más pura.


Puedes escuchar la entrevista mantenida con el autor aquí



 Siempre es un placer leer una novela de Benito Olmo, pero hablar con él de cualquier  tema es una verdadera suerte porque frente a nosotros encontramos a un tipo que argumenta su discurso de forma magistral, que no tiene pelos en la lengua y que si tiene que alabar a alguien te explica los motivos y si tiene que dar palos no se va a esconder.


Nos sentamos con el autor gaditano para hablar de El gran rojo, su última novela que se desarrolla en Frankfurt y donde acompañaremos a Mascarell, un detective sin suerte y Ayla, una joven de dieciséis años que intentará averiguar que se esconde tras la muerte de su hermano.


Una novela negra con todos los ingredientes del género y que demuestra que Benito es un purista que destila en sus obras novela negra pura y dura denotando que con cada nueva obra su calidad y su categoría como escritor crece. 



Libros en el petate: Te veo en Frankfurt y no puedo evitar recordar aquella chirigota de Juan Carlos Aragón que decía “Hamburgo es Cádiz con más malaje y Cádiz es Hamburgo con más paraos”. Tienes que explicarme que haces en Frankfurt.


Benito Olmo: Hace dos años y medio fui una semana a Frankfurt de viaje y al conocerla me gustó. Me gustó no porque fuera bonita porque de hecho no lo es, pero me pareció muy peculiar y un sitio formidable para escribir una novela negra. Frankfurt tiene un barrio rojo en el que acabé de forma accidental mientras miraba y visitaba la zona de rascacielos y de rebote terminé en ese barrio rojo miserable donde además están las narco salas, unos lugares que el estado pone para que los toxicómanos vayan a meterse su dosis con unas medidas mínimas de seguridad y personal especializado que puedan ayudarle en caso de sobredosis.


Podías ver allí prostitución, drogas, traficantes, gente muy variopinta que convivía con gente con coches de alta gama, tipos trajeados que ganan miles de euros al día y me pareció un contraste brutal que hacía de toda esa mescolanza un caldo de cultivo formidable para escribir  una novela negra genial. Así que un año más tarde mi chica y yo la oportunidad de mudarnos a Alemania y las primeras líneas de El gran rojo las escribí cuando aterricé en Frankfurt.


L.P: El trabajo de campo ha tenido que ser interesante porque hasta ahora habías escrito novelas que se desarrollaban en ciudades que ya conocías. Esto para ti era completamente nuevo.


B.O: Ha sido un trabajo muy intenso y sobre todo muy enriquecedor. Te en cuenta que al empezar de cero en un país y una ciudad que no conocía, con un idioma que no hablo y ha sido muy duro, por eso escribir una novela ha sido una manera de adaptarme, de llevármelo a mí terreno. Yo he descubierto Frankfurt con ojos de escritor porque cada día iba paseando por sus calles e iba viendo donde iba a recrear una escena o veía a gente que me gustaba para que fueran un personaje. He descubierto la ciudad escribiéndola y se puede decir que me he tomado la escritura como un mecanismo de defensa.


L.P: Escuchándote todo esto me da por preguntarte si podría ser esta tu novela más difícil.


B.O: Yo creo que sí. No sé si la más difícil, pero creo que si es la más completa, la novela que me he currado más y que he escrito de forma más intuitiva. He ido escribiendo la historia a salto de caballo, según como iban viendo la ciudad, así la iba describiendo y además las historias tanto de Mascarell como de Ayla, los dos protagonistas, las he escrito por separado y ellas solas se han ido acercando de forma natural para terminar cruzándose sin yo saber que esto iba a ocurrir.


L.P: Te ha costado mucho trabajo meterte en la piel de los alemanes y de su forma de ser.


B.O: Hay mucho inmigrante en la novela precisamente porque Frankfurt es muy cosmopolita. Frankfurt cuentan que es la ciudad menos alemana de Alemania porque está llena de descendientes de inmigrantes. En la novela hay alemanes pero son los menos porque  lo que yo veo en el día a día es que quien me vende el pan es turco, el que me atiende en el supermercado es húngaro, en mi clase de alemán tengo polacos, una chica de corea. Esa es la realidad, hay mucha gente de fuera. Desde el primer momento tenía claro que la trama de El gran rojo tenía que ser llevada en volandas por inmigrantes.


L.P: ¿Cómo es ser infiel a Bianquetti?


B.O: Pues no me ha costado nada. Tal vez como venía de escribir dos novelas seguidas de Bianquetti que me habían dejado agotado y por eso tenía esa necesidad de descansar del personaje. Aun así me pudo y empecé a escribir la tercera de Bianquetti y la tengo toda planificada y en el coco además de en varios cuadernos lista para cuando llegue su momento. Al irme a Frankfurt, a una ciudad diferente, una vida nueva, lo que me pedía el cuerpo era trabajar con un personaje distinto, una saga nueva y ver donde me llevaba. En todo esto ha influenciado todos esos lectores que me preguntaban por Bianquetti y no lo hacía por la nueva novela de Benito Olmo. Estoy muy satisfecho con el resultado final e incluso hay mucha gente que me dice que creen que es la mejor novela que han leído mía.  


L.P: ¿Y ha venido Mascarell para quedarse?


B.O: Yo creo que sí. Ayla empezó siendo un personaje que iba a tener poca relevancia pero poco a poco fue cogiendo mucha importancia y creo que ambos tienen mucho que contar y muchos recovecos oscuros que hay que descubrir.


L.P: El gran rojo es una novela negra con todas sus letras, con unos personajes atractivos que soportan la historia bastante bien y que hacen que gran parte del éxito de esta novela sea gracias a ellos. En este caso, ¿qué te ha sido más difícil crear una nueva historia y romper con un personaje como Bianquetti o crear los personajes nuevos?.


B.O: Para mí ha sido liberador y no he tenido ningún problema porque ten en cuenta que con esta novela se me abría todo un mundo lleno de posibilidades, Desde crear escenarios nuevos a darle las características que quisiera a mis personajes y ponerlos en situaciones nuevas.


Los personajes nuevos me he encontrado muy cómodo con ellos por lo que en esta ocasión puede que me haya costado más trabajo la historia. Mascarell quiero pensar que es un personaje muy de los míos, muy canónico, muy de  novela negra. El detective derrotado que recala en Frankfurt por una serie de circunstancias desafortunadas y sigue allí contra viento y marea a pesar de que esa ciudad no le gusta nada y que piensa que a Frankfurt tampoco le gusta a él. Ayla es una superviviente que lo tiene todo en contra. Una adolescente de dieciséis años con las peculiaridades que todos sabemos que a esa edad se tiene y que está obligada a sobrevivir en un mundo eminentemente masculinos como es el del trapicheo y la droga y que necesita sobrevivir y hacerse respetar por sus homónimos masculinos. Lleva su casa, cuida a su padre enfermo de Alzheimer y encima  se propone la verdad de la muerte de su hermano y todo eso la convierte para mí en un personaje con el que yo me siento muy muy identificado.


L.P: Hablamos de Ayla, el protagonista femenino de esta novela que como bien dices es una adolescente que es una auténtica buscavidas preocupada en descubrir que hay detrás de la muerte de su hermano. No estamos acostumbrados a ver menores en la novela negra y de hecho puede que Ayla sea tu primer personaje adolescente que aparece con cierto protagonismo en tus libros. ¿Cómo ha sido esa experiencia, te ha rejuvenecido meterte en la piel de un adolescente?


B.O: No me ha rejuvenecido porque Ayla es solo una adolescente por la edad porque realmente tiene mucho recorrido vivido en la vida. Dicen que las novelas juveniles son novelas de adultos con menos tacos y yo me lo tomo al pie de la letra yo creo que las novelas son para todos los públicos dependiendo de la madurez que tenga el público. No me ha rejuvenecido y te digo más, creo que me ha quitado años de vida porque escribir sobre Ayla es bastante doloroso.


L.P: Me preguntabas qué me había parecido la novela y tengo que decirte que te ha salido una novela llena de detalles, algo que particularmente me ha gustado porque no da puntada sin hilo. Por ello quería preguntarte, ya que yo he estado pendiente de todos esos detalles y guiños que aparecen en la novela ¿Te obsesionan esos detalles?


B.O: Me obsesiono mucho con los detalles y cuando escribo voy dejando muchas pistas que me sirven en el futuro. Nuestra mente es muy hija de puta y juega mucho con eso, se encarga de ir dejando pequeñas minas para que las pisemos o no y ya depende de nosotros saber dónde están colocadas. Me obsesionan mucho los detalles e intento que estén ahí por algo.


L.P: Otro piropo para echar a la novela y que me ha gustado mucho es que la novela y a sus personajes los vas descubriendo con cada capítulo. Vas contando con cuentagotas la trama y los detalles de los personajes facilitando al lector con cada capítulo sorpresas nuevas. Hablabas de que ya tienes planificada la tercera entrega de Bianquetti, El gran rojo también la tenías planificada o se te ha revelado por tus circunstancias.


B.O: El gran rojo la he escrito de una forma muy intuitiva. Ha sido la primera vez que he escrito sin tener un esquema hecho muy detallado. Tenía un pequeño esqueleto muy débil y a partir de ahí me iba moviendo, pero ha sido un proceso que ha ido formándose a raíz de lo que me pedía el cuerpo y de hecho la gente podrá ver que en ocasiones hay giros que no se saben muy bien de donde vienen. Ha sido una escritura bastante errática y que me ha obligado a exprimirme el coco y a ponerme a prueba en cada capítulo.


L.P: Antes me has descrito a Ayla, el personaje femenino. Ahora yo te pido que como autor me cuentes como es Mascarell.


B.O: Mascarell es un perdedor. Un tipo que siempre se levanta con el pie izquierdo, sobre todo porque le falta el pie derecho que perdió en un desafortunado accidente. Ese accidente y la forma en que recaló en Frankfurt lastran su forma de ser. El intenta ser un buen detective privado porque no puede ser policía y esa es una más de las frustraciones que tiene en su interior. Un personaje con un humor muy negro que no se calla ni una y por eso también se lleva tantos cosquis. Para mí ha sido muy divertido poner a Mascarell sobre el tablero y darle vida.


L.P: Me gustan tus creaciones porque creo que te han salido muy humanos, muy reales con los que el lector rápidamente empatizan. Personaje muy sensibles pero que desafortunadamente viven en un mundo cruel, muy oscuro.


B.O: Son personajes que viven en un mundo muy oscuro pero que ellos se esfuerzan en dejar su granito de arena. Saben que no pueden arreglar el mundo, pero si pueden ayudar a que ese mundo de oscuridad tenga una pincelada de luz van a hacer todo lo posible porque  exista esa luz.


L.P: El gran rojo que da título a la novela existe en realidad


B.O: Creo que existe. Si bien no con ese nombre con alguno parecido. Sé que se escuchan cosas de que todo lo maneja la misma persona, tanto el barrio rojo como las narco salas o los grandes cargamentos de droga que recalan en Frankfurt o los ajuste de cuentas tienen que ver con una única organización de guante blanco que son las verdaderamente importantes porque cualquier organización criminal que no tenga un entramado financiero detrás no tiene mucha esperanza de vida. Entonces por lo que oigo, por lo que he hablado con gente creo que existe algo parecido a ese gran rojo que aparece en mi novela.


L.P: Benito pues nuevamente ha sido un placer charlar contigo y volver a leer una novela tuya que te puedo asegurar no me ha defraudado.


B.O: Gracias a ti. 



Un Fargo a la española ambientado en Frankfurt

Mascarell es el tipo al que recurres cuando no te queda otra salida. Acostumbrado a moverse por el barrio rojo, las narcosalas y algunos de los tugurios más apestosos de Frankfurt, su fama de resolutivo le ha proporcionado una sólida reputación como detective de casos perdidos. Sin embargo, un mal día se verá obligado a hacer frente a un encargo más extraño de lo habitual y demasiado bien remunerado para ser legal.

Su camino se cruzará con el de Ayla, una adolescente empeñada en averiguar la verdad tras la muerte de su hermano y en esclarecer los turbios asuntos en los que se vio envuelto antes de morir.

La investigación los llevará a rondar algunos de los lugares menos recomendables de la ciudad y los colocará en el punto de mira del Gran Rojo, la organización que habita a la sombra de los rascacielos y que no tiene piedad con quien se inmiscuye en sus negocios.


Si quieres escuchar la entrevista puedes hacerlo pinchando en el vídeo de youtube y aprovecha para suscribirte a mi canal si aún no lo has hecho.




A Benito Olmo lo conocí hace ahora unos 5 años más o menos con Pérez Gellida que fue quien me lo presentó. Ha pasado tiempo desde entonces y aunque no nos vemos mucho cada vez que coincidimos me encuentro con un escritor que gana en madurez pero que sigue siendo el mismo tipo simpático y con una gran dosis de humildad a pesar que el éxito este tocando a su puerta.

Hablamos de baloncesto, carnavales y de La tragedia del girasol su nueva novela de la que ya os di cuenta en otra entrada que podéis ver aquí. Me encanta hablar con Benito porque habla sin tapujos, suelta tacos, te dice lo que no le parece bien y reconoce errores. Habla tanto que en nuestra conversación hubo varios “pero esto no lo pongas luego” entre risas de una charla que dio pena que se acabara.


Uno sale reforzado de encuentros así porque la ilusión que desprende por lo que hace es contagiosa y ciertas confesiones que tuvo auguran que lo mejor esta por llegar y vamos a tener Bianquetti para rato.



Suspendido de empleo y sueldo, el exinspector de policía Manuel Bianquetti se ve obligado a malvender sus servicios como investigador privado hasta que recibe un encargo aparentemente sencillo: proteger a un importante empresario durante su estancia en la ciudad.

Sin embargo, lo que parece un trabajo rutinario desembocará en un reguero de muertes que obligará a Bianquetti a dar rienda suelta a su instinto de investigador para sobrevivir, llevándole a descubrir que, a menudo, el sol que más calienta también es el que más quema.




Libros en el petate: La tragedia del girasol es un título tan original como el de tu anterior novela. Cuéntanos de donde lo sacaste.

Benito Olmo: Tengo que confesarte que los títulos de mis dos últimas novelas me los puso Cesar Pérez Gellida. Yo tengo que confesar que no soy bueno poniendo títulos por eso Cesar, quien es uno de mis primeros lectores y que tan despiadado es y me dice todo lo que no le gusta, en cuanto la leyó dijo La tragedia del girasol. Me encantó y lo incorporé.

L.P: Por qué estos títulos tan peculiares.

B.O: Es una forma de crear marca. Yo quiero que cuando alguien mire mis libros entre la marabunta de novedades editoriales repare en mi título y le haga pensar y sienta curiosidad por saber de qué van. A partir de ahí quiero que relacionen mis títulos con Bianquetti y crear títulos peculiares que sean fáciles de asimilar por el lector.

L.P: Por tu mente ronda la idea de que haya saga para rato.

B.O: Mi idea es hacer saga pero evidentemente cada nueva novela es un nuevo desafío. Yo escribí La maniobra de la tortuga sin saber si los lectores me iban a demandar más Bianquetti y por mucho que yo haya creado un personaje hecho para una saga, si la gente no cree en él  no tiene sentido darle continuidad y es abocarse al fracaso. La gente ha pedido más y yo he escrito La tragedia del girasol que me ha costado una barbaridad y ya tengo la tercera de Bianquetti en mente. Si los lectores le dan el visto bueno a este segundo libro yo estaré encantado de construir la tercera.

L.P: Ahora mismo te ves siendo infiel a Bianquetti.

B.O: No creo que pueda denominarse ser infiel, de hecho tengo muy avanzada una novela donde no aparece Bianquetti pero es para oxigenarme. La tragedia del girasol me ha costado mucho escribirla porque lo hice a continuación de la anterior. Para mí fue como si escribiera una sola novela en lugar de dos y eso me ha agotado muchísimo y he terminado harto de Bianquetti. Una manera de desconectar es escribir otra cosa y en este caso es totalmente diferente, es también novela negra protagonizada por un personaje distinto pero bajo mi punto de vista está quedando muy bien. El remedio me está sentado bien porque me están entrando ganas de seguir escribiendo nuevas novelas de la saga. Si todo sale bien mi idea será alternar saga con otro tipo de novela.

L.P: En cierto modo es un arma de doble filo porque si funciona uno sigue con esa apuesta pero por otra puedes llegar a encasillarte.

B.O: No tengo miedo a encasillarme como me imagino que no lo tendría Vázquez-Montalbán o Michael Connelly. Yo quiero seguir con Bianquetti y este personaje tiene cuerda para rato (y cuando yo muera no quiero que sea recuperado por nadie, quiero que sea enterrado conmigo dice entre risas). Escribiré sobre Bianquetti pero quiero escribir otras cosas porque no soy solo escritor de novelas del policía de Cádiz, quiero pensar que soy mucho más que eso.

L.P: He visto en esta ocasión un Bianquetti más cascarrabias y más cansado de todo.

B.O: Tenemos a un Bianquetti suspendido de empleo y sueldo no lo olvides.

L.P: Creo que está en un punto  donde no aguanta ni la más mínima y responde a situaciones donde antes ni les hubiera prestado atención. No te entra nada por ese cuerpo castigándolo tanto.

B.O: Para nada, además con lo grande que es soporta lo que le echen. Ten por seguro que voy a seguir castigándolo porque en la siguiente novela le espera mucho más. Yo creo que aguanta bien los castigos y al fin y al cabo estos castigos lo humanizan. Un personaje para que sea humano tiene que tener muchas debilidades, muchos defectos y algunas virtudes también. Todo ello lo hace más humano, más cercano a los lectores y más verosímil. Para que la novela parezca real, el personaje tiene que ser real y tiene que pasarlo mal igual que lo pasamos nosotros porque la vida es muy perra.

L.P: Bianquetti es un imán para las desgracias y las penurias. Dejando aparte su personalidad creo que me atrae más este protagonista por su mala suerte. No crees que puede ocurrir con los demás lectores lo que te menciono.

B.O: Puede ser pero por momentos parece que quiere ser ese imán, que no se conforma con la verdad más sucia o con la justicia más evidente. Creo que esto ya lo hable contigo en otra ocasión, Biaquetti tiene un sentido de la justicia muy primitiva, muy racional y está más cercano del que la hace la paga que del custodio de las leyes y la sociedad. Si ve algo mal no puede estarse quieto y es un rasgo que lo idéntica y creo que se merece muchas de las cosas que le pasan.

L.P: Ves diferencia entre La maniobra de la tortuga y La tragedia del girasol como escritor.

B.O: Veo mucha diferencia. Principalmente porque yo quería que fuera diferente y por ello en esta novela a diferencia de la anterior donde había dos protagonistas y dos tramas que transcurrían en paralelo, en esta quería darle el protagonismo solo a Bianquetti para comprobar si puede ser un personaje de saga y tiene capacidad para aguantar ese recorrido. La otra razón por la que pienso que es diferente es porque me ha costado un montón escribir una nueva novela con un mismo personaje porque yo pensaba, ingenuo de mí, que iba a ser más fácil porque el personaje ya está hecho y sólo hay que retomarlo pero he querido que sea se pueda leer independiente de la anterior, no contar cosas en las que el lector tenga que ir a la maniobra de la tortuga para conocer de que hablo y eso cuesta.

L.P: Te he visto más suelto en los diálogos. Es por esa dificultad que comentabas o porque has insistido mucho en ellos.

B.O: Me lo he currado mucho porque ten en cuenta que La maniobra de la tortuga puso el listón muy alto porque gustó muchísimo y varias personas entre los editores, Pérez Geillida y otras muy cercana a mí me insistían en que debía currármela mucho porque si después de una novela buena sacaba una mala corría el riesgo de desaparecer de las preferencias de los lectores. La he corregido muchas veces y cuando dije que ya no cambiaría nada más trabajé mucho en los diálogos y eso se nota con respecto a la anterior. El primer borrador tenía 600 páginas y al final la novela se ha quedado en 400 así que imagínate la de cosas que he quitado.

L.P: En mi opinión los diálogos en esta ocasión siguen teniendo la esencia del personaje pero se le ha añadido más chispa.

B.O: Cuando uno escribe y empieza en esto y esto lo dice Víctor del Árbol, al final el objetivo es encontrar tu propia voz, tu propia forma de mirar, de ver las cosas y de narrar. Yo creo que sigo en el camino de encontrar mi voz y el estilo de La tragedia del girasol se acerca mucho a lo que quiero conseguir.

L.P: En La tragedia del girasol encontramos una novedad con respecto a la anterior novela y creo que con todas tus anteriores obras. La introducción de una “mujer faltal”. Cómo ha sido la experiencia.

B.O: Ha sido muy complicado (risas). Yo soy un novelista muy clásico y tenía muchas ganas de introducir ese elemento en mis novelas pero me he dado cuenta que es complicado introducir una mujer de ese estilo en una novela sin caer en los clichés de siempre. Este es un personaje que he tenido que construir y reconstruir varias veces hasta que me quedase como yo quería. Un personaje ambiguo, inteligente aunque por momentos ingenua y en otros malvada y pérfida. Me ha costado mucho trabajo dar carácter a ese personaje y eso lo ha convertido en uno de mis favoritos.

L.P: Decía la comparsa Calabazas en aquel pasodoble del carnaval de 1991…
“Y mi vecino solo es un camello, con sus dos jorobas, brotan en una muerte y en otra dinero.
Tengo amigos que de rama en rama se van haciendo el mono”
Qué siente uno cuando tiene tanto campo (Campo de Gibraltar por ejemplo) donde inspirarse.

B.O: Que Bianquetti tenía que tener su novela sobre el narcotráfico era inevitable y más leyendo un artículo donde indica que el 87% de la cocaína que se incauta en este país se hace en  Cádiz. El narcotráfico es una realidad en Cádiz y por eso Bianquetti tenía que tener su novela como trama. Sabes que me gusta retratar un Cádiz de verdad, uno real y por eso la droga tenía que aparecer.

L.P: Pasamos de la violencia de genero al tema de drogas en estratos de alto standing. Cuando dabas forma a la novela veías a Bianquetti en esos ambientes.

B.O: Me gustaba la idea de meterlo en esos ambientes al estilo Stephen King, coger a personajes normales y meterlos en ambientes terroríficos para ellos y eso lo hace muy divertido para mí y de ahí saco sus opiniones, sus contestaciones. No es que me lo haya imaginado, es que lo he obligado a vivir esas situaciones.

L.P: Hablamos de la película. Me he enterado que andas también metido en dar forma al guion.

B.O: Estoy asesorando.

L: P: Estarás aprendiendo un montón.

B.O: No te lo puedes ni imaginar, es un mundo totalmente diferente al que estoy acostumbrado y son dos mundos distintos. Yo no quería meterme en la adaptación porque prefería dejarles a ellos, a los que saben hacer cine pero en cierto modo me han obligado un poco y tengo que reconocer que me lo estoy pasando genial y es un campo que merece la pena explorar y no descarto adentrarme en un futuro en él porque me lo estoy pasando muy bien.

L.P: Si la maniobra va a ser una película, esta podría ser una serie.

B.O: No sé yo, tal vez está la vea mejor para una película también y de hecho conmigo no ha contactado ninguna productora pero si he hablado del tema con una directora de cine muy conocida pero de momento solo hemos charlado sobre el tema y la posibilidad porque le gustaba la novela.

L.P: Hablamos del final y yo sé que no esta bonito si se trata de una novela. No crees que has cerrado muchas puertas para un futuro con ciertos personajes.

B.O: Al contrario, lo tengo todo bien pensado y hay personajes que parece que no van a estar más pero mi intención es que aparezcan con más fuerza en un futuro. Pero no desvelemos ni anticipemos acontecimientos.

L.P: Bueno Benito mejor nos callamos porque se nos esta calentando el pico y al final vamos a contar más de los que debemos.

B.O: Desde luego, al llegar a casa vas a tener que borrar media entrevista (risas)

L.P: Benito como siempre un verdadero placer charlar contigo.


B.O: El sentimiento es mutuo. 















“Si no eres libre en la cuna donde te toco caer,

y a ir descalzo por la calle se acostumbraron tus pies.

Si eres más fuerte que el dolor y el negro te sienta bien.

Si tienes duro el corazón y te resbala la piel.

Si te gusta la acústica del silencio y de las balas,

y las cicatrices llenan las paredes de tu alma.,,”


(Comparsa Los mafiosos, Carnaval 2018)

Tengo curiosidad por saber si el letrista Juan Carlos Aragón escribió estas estrofas para su presentación de Los mafiosos en el pasado carnaval teniendo en mente la figura de Bianquetti,l pero si no lo hizo no podía haber resumido mejor la imagen del policía para yo tener una buena entradilla con la que comenzar esta reseña.

Bianquetti ha vuelto y uno de los motivos de su vuelta es la de confirmar que Benito Olmo ha madurado aún más como escritor, con un personaje mucho más potente, tanto que tras terminar su libro ya tengo ganas de más y todo apunta a que el Bianquettismo puede adquirir tintes de secta literaria.





Título: La tragedia del girasol.
Autor: Benito Olmo. 
Saga: 2/?
Editorial: Suma de Letras.
Género: Novela Negra, Thriller, Policíaca.
Páginas: 396 páginas. 
ISBN: 9788491291824






Sinopsis:

Suspendido de empleo y sueldo, el exinspector de policía Manuel Bianquetti se ve obligado a malvender sus servicios como investigador privado hasta que recibe un encargo aparentemente sencillo: proteger a un importante empresario durante su estancia en la ciudad.
Sin embargo, lo que parece un trabajo rutinario desembocará en un reguero de muertes que obligará a Bianquetti a dar rienda suelta a su instinto de investigador para sobrevivir, llevándole a descubrir que, a menudo, el sol que más calienta también es el que más quema.
(sinopsis facilitada por la editorial)


                                                                

Impresiones:


Para todos aquellos que leímos La maniobra de la tortuga no nos resultará extraño encontrarnos en La tragedia del girasol a un Bianquetti suspendido de empleo y sueldo, con un mal humor con respecto a su anterior novela multiplicado por siete y malviviendo ejerciendo de detective privado con algunos pequeños encargos. Será uno de esos encargos, encontrar a una chica que ejerce la prostitución una de las tramas de la novela. La otra cuidar en su papel de guardaespaldas de un magnate de los negocios que visitará Cádiz y de cuyo séquito de hombres de seguridad formará parte. Desgraciadamente esta historia no sale bien y Ferrero, que así se llama el hombre de negocios es asesinado con tan mala suerte que ese hecho será el comienzo de una serie de acontecimientos que pondrán en el ojo del huracán a nuestro policía de excedencia forzada.

Tan actual es la novela de Benito Olmo, que ahora que la guerra contra el narcotráfico en las costas gaditanas es portada en todos los medios de comunicación, el demuestra con una historia de las de siempre que esos asuntos han estado ahí y no es algo nuevo. Un acto más del autor por mostrar la cara más gris de Cádiz, esa que pervive junto a la otra más colorida y publicitaria de sol, carnaval y playas. En el fondo las novelas negras se construyen a base de miserias, ya sean humanas o materiales y Benito aquí las hace tan cotidianas, tan reales que en eso se basa uno de sus puntos fuertes, en retratar historias en escenarios cercanos y cotidianos que logra que el lector no se sienta extraño en ellos. Decía Somoza en una de sus novelas “a la realidad se le permite cualquier cosa, en tanto que la novela debe cumplir ciertos requisitos de verosimilitud” y Bianquetti es el punto intermedio entre realidad y novela.

Si algo me gusta de las historias de Benito es que me ha devuelto la ilusión por las novelas negras de corte tradicional. Las de bajos fondos, protagonistas atormentados de carácter rudo y de pocos amigos pero fieles. Lejos de los psicokiller, las novelas con tramas con muchos giros y finales con doble tirabuzón y vuelta atrás que tan apetecible son y en las que uno cada vez busca un punto cada vez más original, a veces llegan novelas como esta, sencillas dentro de su género, con una historia de las de siempre pero interesante donde muchas veces los personajes y su interacción entre ellos se hace más deliciosa que incluso la trama en sí.

La tragedia del girasol discurre poco a poco, con pies de plomo y esa puede ser la clave. El ritmo es el ideal para no perdernos detalle de todo y vivir la trama en un constante carpe diem. Yo disfruto el momento sin preguntarme quien será el asesino o  como terminara porque aunque sé que es importante lo que realmente me atrae es saber en cada escena como va a salir de ella Manuel. Llegará el momento final y es entonces cuando dejaremos que el autor nos sorprenda porque sin duda aquí lo hace de una forma u otra porque tendremos giros finales de todos los colores para gusto del consumidor.

Se lo confesaba al autor hace unos días, no soporto el carácter de Bianquetti pero soy incondicional de su personalidad. A ratos un  boxeador golpeado una y otra vez que  vuelve a levantarse de su silla en cada asalto con cada sonido de timbre y que ya llega tarde para arrojar la toalla, a ratos con la fragilidad de un niño que no sabe la forma de tratar a los que ele quieren por miedo a estropearlo todo. Ese es el motivo para que llene la novela con su personalidad y a pesar de que en esta ocasión los personajes secundarios son peones de categoría, de los que acompañan y planifican genial la estrategia de la trama, Bianquetti es el protagonista absoluto, con unos diálogos llenos de chispa, frases lapidarias, con ingenio y hasta divertidas en ciertos momentos dentro del drama.

¿Recomiendo La tragedia del girasol?, absolutamente. Benito Olmo se ha superado y con creces con una trama mucho más interesante, unos diálogos que engancha al lector y que dan vida al mundo gris de delincuencia en el que nos sumerge el escritor. La novela es de final cerrado pero por la situación de los personajes uno intuye que aún hay trama interesante que nos espera en un futuro y Benito tiene muy buenas ideas para continuar con la saga según algunos aspectos que me confesó en mi encuentro con él.


Autor: 



Benito Olmo (Cádiz, 1980), ha trabajado como corrector, editor, columnista y colaborador en varios medios como la revista Fiat Lux y el portal literario ¡A los libros¡. Es autor de las novelas  Caraballo (2007) y Mil cosas que no te dije antes de perderte (2011), La maniobra de la tortuga (2016) y con ellas bajo el brazo ha recorrido España a través de las diferentes ferias del libro, lo que le ha permitido llegar a un gran número de lectores. Gran amante de los deportes, se le puede ver muy activo en las redes sociales sobre todo en twitter donde comparte sus ideas. 
“Y cuando ya no quedan risas un dominguito de Febrero, pa´renacer de las cenizas ella misma se echa al fuego” (Los Cobardes, 2016. Antonio Martínez Ares).


La maniobra de la tortuga es una de las lecturas que disfruté el pasado 2016 y que por diversos motivos no había podido reseñar hasta ahora. Como dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, a mi me gustaría transformar el refrán en un nunca es tarde si de recomendar un buen libro se trata y este especial por varios motivos.


Título: La maniobra de la tortuga.

Autor: Benito Omo.

Editorial: Suma de letras.

Año: 2016.

Género: Novela negra.

Páginas: 360 páginas.

ISBN: 9788483658659

Precio: 16,90 euros.



Sinopsis:


Empujado por el infortunio, el irreverente inspector Manuel Bianquetti se ve obligado a aceptar un traslado forzoso a la comisaría de Cádiz, un destino previsiblemente tranquilo que se verá alterado con el hallazgo del cadáver de una joven de dieciséis años. Una muerte violenta que le traerá reminiscencias de un pasado del que no logra desprenderse.
A pesar de la oposición de sus superiores, el inspector Bianquetti emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable siguiendo el rastro de unas evidencias que podrían no existir más allá de su imaginación. La realidad se va oscureciendo en la medida en la que el lector va devorando páginas al tiempo que participa junto al protagonista en la investigación de un caso cada vez más turbio y escabroso.
(sinopsis facilitada por la editorial)


Hablar con Benito Olmo es todo un placer pues durante la conversación se transforma como  camaleón de los que tantos hay en su tierra y muda la  piel a medida que la conversación lo requiere y él lo estima oportuno. Ahora es escritor, de vez en cuando aparece el lector empedernido de novela negra y cuando la confianza se asienta  asoma su lado bloguero. De forma distendida se desarrolla la conversación hasta el punto que uno se contagia de la ilusión que transmiten  sus palabras. Transpira literatura por todos los poros de su piel y eso se nota cuando habla, discurso preparado parecen sus frases y sentencias de literatura hechas coloquio sus pensamientos.  Pero poco a poco uno va dándose cuenta que no está ensayado su discurso sino que Benito Olmo cree tanto en lo que dice y defiende con tanta pasión su obra que por momentos tiene algo de vendedor de sueños, de paladín de la novela negra que ha hecho que su obra este llena  de momentos pegados a las páginas de su libro siguiendo a un tipo  feo con placa que no siempre usa de la forma más correcta, sopesando si llegado el momoento sería buena compañia de barra de bar  pero cuya honestidad esta fuera de toda duda al igual que este escritor de Cádiz todo un espejo donde aprender la ilusión por subir escalones poco a poco como bien dice él con tesón, ilusión y aprendiendo de los mejores sin olvidar que tiene muchas historias que contar y que trabajará duro para intentar que lleguen a nosotros.

No hablamos de carnavales porque no hubo tiempo pero si hablamos de su nueva novela publicada con Suma de Letras y que le ha deparado muchas reseñas positivas y por mi propia impresión y la de muchos lectores creo que al autor le espera repetir personaje y esperamos que este sea el comienzo de un nuevo escritor consagrado que seguir.




Libros en el petate: hace tres años tuve tu segundo libro entre mis manos y hoy con La maniobra de la tortuga, tu tercera novela tengo que preguntarte si ha cambiado mucho el Benito Olmo de sus dos primeros trabajos a este.

Benito Olmo: Yo creo que sí. Desde el punto de vista de estilo y escritura es inevitable, somos lo que leemos, lo que escribimos y al final escribir y tanto leer vamos evolucionando y vamos aprendiendo. Yo he aprendido mucho en este tiempo aunque sigo cometiendo muchos errores y los que cometeré pero tengo mucho margen de mejora y todos mis esfuerzos van en esa dirección en seguir escribiendo y en hacerlo cada vez mejor.
Desde el punto de vista como escritor, el paso de autoeditado a Suma de letras ha sido brutal, abrumador ya no solo por la exigencia a la hora de que la novela estuviera lo mejor posible, dedicándole muchísimas horas, sino a la distribución que tiene Suma ya que ahora llego a un público que antes era impensable llegar. Que te llamen de librerías o lectores de muchos sitios que antes ni te conocían es una pasada.
Sigo siendo el mismo a pesar de que las circunstancias han cambiado y han cambiado muchoy yo he intentado adaptarme.

L.P: Algo de nervios habrá porque esto es como jugar en primera división.

B.O: Esto es como llegar a primera división, yo soy el Eibar, ya estoy en primera y ahora toca mantenerse. Es un logro estar en Suma de Letras pero no deja de ser un escalón más, tras este viene la segunda parte, defender la novela para que haya más novelas con Suma de Letras y una continuidad. De la respuesta de los lectores dependerá que esta sea la primera de una serie de novelas que publicaré con Suma o Penguin a lo largo de los próximos años o una bonita historia convertida en anécdota que quedó en mi camino.

L.P Yo que he visto como te has movido con tu blog, tus libros y el recorrido hasta llegar aquí creo que por libre lo has hecho bastante bien. Ahora que tienes más medios se puede decir que no tienes techo.

B.O: Yo aún tengo el instinto del autoeditado, aún llamo a las librerías para promocionarme y estos se quedan asombrados de que no deje esa labor al al departamento de promoción de la editorial. Si antes vendía libros para justificar la gasolina y poder ir a las ferias, ahora tengo que vender para conseguir una continuidad.

L.P: Tengo una curiosidad, esta es la novela que decías tener preparada aquella vez que coincidimos en la presentación de Dolores Redondo en Sevilla.

B.O: Esta es otra, aquella iba a salir con una editorial pequeña pero hubo algunos desacuerdos entre ambas partes y quedó ahí la cosa. Hubo un acuerdo pacífico entre la editorial y yo para no continuar adelante y esa novela ha quedado para un futuro. Fue en aquella época cuando tuve la oportunidad de publicar esta y decidí concentrar todos mis esfuerzos en La maniobra de la tortuga.

L.P: Piensas que la novela negra esta teniendo un momento dorado y la gente que siempre ha leído este genero puede que no comparta mi opinión. Que puedes decirnos tú.

B.O: Por un lado está la novela negra como reflejo de lo que sucede en la vida. Todo es inevitable que se refleje en lo que escribimos y en ese sentido la novela negra como espejo donde mirar lo que sucede a nuestro alrededor esta viviendo un gran momento. Por otro lado el mercado al escribirse mucha novela negra y existir un gran auge que es demandado por mucho público hace que haya gran variedad de algo en concreto y cuando sucede esto no siempre va acompañado calidad y eso es inevitable y se esta publicando mucha novela que no es negra y se cataloga como tal para vender. En segundo lugar hay novelas que se publican por ser del género negro cuando en otros tiempos no se hubieran publicado por falta de calidad o porque le falta tiempo de maduración, esto hace que se publiquen muchos títulos y la media de calidad está bajando.




L.P: Algo parecido ocurrió con la novela histórica en su momento con la aparición del Código Da Vinci.

B.O: Lo mismo hay novelas que son maravillosas y como ejemplo pongo a Santiago Posteguillo y luego puedes ver mucho relleno. Siempre que hay una moda se inundan las librerías con ese fenómeno.

L.P: Hay distintos tipos de novela negra. La tuya cómo es.

B.O: La mía es una novela negra muy rápida, vertiginosa. Coloco a un personajes y este avanza como un tráiler chocando contra todos los obstáculos que van saliendo a su encuentro mientras sigue su camino hasta el final porque cree en lo que hay en ese final del camino. Yo creo que la novela negra debe ser así, muy ágil, menos descripciones y darle al lector una historia que no pueda parar de leer, y es lo que he intentado en esta novela, que sea rápida, fluida y con mucha acción, una trama donde pasen muchas cosas en poco tiempo para atrapar al lector.

L.P: Es una novela negra de corte clásico.

B.O: Muy clásico aunque este ambientada en época actual tiene un corte muy clásico, con un personaje muy heterodoxo, repudiado por sus compañeros y superiores, con muy pocos amigos, con problemas de control de la ira. Una especie de llanero solitario con un ideal de justicia en la cabeza y que no cambia por nada y sigue ese código hasta sus últimas consecuencias. Un detective solitario e incomprendido.

L.P: Háblanos un poco de él, qué personaje vamos a encontrarnos y por qué Bianquetti.

B.O: En Cádiz hay mucho apellido italiano que proviene de los comerciantes de antaño (Escapacini, Bianquetti, Rossi, Rossetti, Planteri, etc) es un guiño a la ciudad y a esa tradición italiana que mucha gente no sabe.
El personajes de Bianquetti es un personaje que ha vivido muchos desengaños, lo ha pasado mal, ha sido ninguneado y ha sido tratado mal sólo por hacer su trabajo y esto hace que llegue a Cádiz resabiado, castigado y decide pagar a sus superiores con la misma moneda y se dedica a no hacer nada, a ser pasivo hasta que tiene lugar el asesinato de la chica y entonces se despierta su código de investigador y ya no puede parar. El otro día una periodista me comentó que mi personaje era antipático y entrañable y eso es lo que le resultaba y le hacía tan magnético al lector.

L.P: Estos personajes perdedores con aristas con un lado bueno y otro más oscuro por qué crees que son los más magnéticos como dices, de la literatura.

B.O: Yo creo que todos somos imperfectos. Yo no soporto cuando me ponen a un investigador que es más listo y guapo que la media. Creo que nos identificamos con los perdedores, con el que tiene que bregar con un jefe cabrón, gente que le cuesta llegar a fin de mes. Habrá quien le gusten los personajes perfectos pero yo los odio.

L.P: Hablando de oscuros y grises, aquí “Cádiz no es tanta tacita de plata, más de plata que tacita, la que siempre resucita or más veces que se muera, y es más Cádiz tacita de plata la isla encerrada entre el viento y el mar”. Por qué un Cádiz tan gris.
B.O: Porque como dicen Los millonarios que son los que cantan las letrillas que antes has mencionado, porque ya esta bien que nos vendan, sobre todo fuera de nuestras fronteras un Cádiz todo alegría, carnaval, chirigotas y los que vivimos y conocen un poco más de esta ciudad sabemos que no es así. La gente sonríe de cuando en cuando, es la ciudad con más desempleo de España, una ciudad con muchos problemas, con muchas sombras, que muchos gaditanos se empeñan en mostrar como si no ocurriera nada y que se vive en un constante ambiente de fiesta y alegría y no puedo negar que no tengamos de eso pero en Cádiz también hay muchas sombras. Para mi ha sido todo un reto y tenía muchas ganas de mostrar eso.

L.P: Cádiz es otro personaje más.


 B.O: Si, Cádiz es una parte de la novela que le da un toque diferente, un carácter distinto. En una reseña me dijeron que la novela olía a oscuridad, a sombras y a salitre. En la novela hay mucho de Cádiz, de levante y el poniente y aunque podría desarrollarse en cualquier otro lugar, Cádiz le pone un sello significativo.

L.P: En eso estoy de acuerdo contigo, tu novela huele. Huele a preservativo en polígono, a sudor, a levante molesto...

B.O: A contenedor de basura en la zona vieja, a levante molesto (risas).

L.P: He encontrado una novela donde te defiendes muy bien con la documentación y te atreves a hablar de todo.has tenido alguna sorpresa, anécdota, soborno, etc.

B.O: (Risas) Sobornos ninguno hasta el momento pero si he tenido una gran ayuda de mi amigo Carmona que es criminólogo recién doctorado y muy entusiasta y todo el tema forense, policial me ha ayudado mucho (descripción de una sala de interrogatorios que son iguales en toda Europa, custodia de prisioneros, etc), también le he preguntado a Cesar Pérez que tiene un contacto en la policía y está bien informado de estos temas. Son detalles que hay que respetarlos porque los lectores son más listos y te van a coger las faltas del tirón, no puedes permitirte fallarle a un lector y es un trabajo duro porque a lo mejor te lees cuatro libros para terminar escribiendo dos líneas.

L.P: A mí me has convencido, me puedes haber engañado pero reconozco que tu forma de contarlo lo hace del todo creíble.

B.O: En esta novela hay mucha documentación pero no puedes ponerlo todo sino dejar caer información dejando constancia de que sabes muchas cosas pero sin contarlo todo. Hay que construir un andamiage para darle forma a la novela pero cuando esta terminada esos andamios deben desaparecer ya que si nos enfrascamos en muchos datos corremos el riesgo de que el lector se pierda.

L.P: Se me olvida el caso, Cádiz, Bianquetti cuando entra en escena Cristina. Tengo que felicitarte porque has tratado el tema de la violencia de género con gran acierto.

B.O: Yo estaba preocupado porque es un tema tan delicado y desagradable de contar que es muy fácil pegar el patinazo.

L.P: En líneas generales tu novela con la trama principal se sostiene muy bien por si sola, a qué se debe que metas ese tema en la novela.

B.O: Yo tenía muchas ganas de escribir sobre la violencia de género y sobre las victimas y como te decía estaba preocupado por como hacerlo debido a lo delicado del asunto a tratar. Lo he pasado mal porque no es plato de buen gusto tratar estas cosas pero quería hablar del miedo, de la gente que vive con ese miedo de forma constante, obligada a convivir con ese miedo como un aspecto más de su vida y a llevarlo donde vaya. Yo he intentado tratarlo con el mayor respeto y fue difícil recopilar información porque el tema de la violencia de género ya que está envuelto como en una especie de tabú o secretismo a la hora de hablar de él.
Una de las anécdotas que cuento en la novela me paso a mí y ahí es cuando te das cuenta que en muchos casos estas personas están vendidas.
Lo he pasado mal escribiéndolo y he intentado que sea una historia de miedo , de venganza pero al mismo tiempo también de esperanza y optimismo, de esas ganas que tiene Cristina de empezar de nuevo, de una segunda oportunidad. No es una novela de violencia de género pero sí que está muy presente y es parte de la historia.

L.P: Tu novela no es descriptiva al máximo pero en ese aspecto tiene muy buenos detalles que la hacen ser muy visual y en este aspecto me hace gracia imaginarme a Bianquetti y su frase “los vicios de uno en uno” y las trabas que tiene a la hora de fumar. Este país esta coartando la libertad de nuestros héroes novelescos a la hora de crearlos.

B.O: Puede ser pero ese es el desafío al que tenemos que enfrentarnos los novelistas y ante las leyes hay que buscar la manera de adaptarse. El otro día comentaba con otro escritor que era muy tentador ambientar una novela en los años ochenta cuando no había móviles, pruebas de ADN y ese es el desafío, escribir intentando estar acorde a los tiempos en los que estamos.

L.P: Por curiosidad. Este libro esta plagado de pequeños guiños a la hora de poner nombres o yo estoy sugestionado.

B.O: Alguno que otro hay, Silva por Lorenzo, Cesar Vidal por Cesar Pérez aunque su personaje no guarde mucha relación. Roque el periodista está inspirado en Oscar Lobato un periodista de Cádiz con unas novelas brutales en las que rescato de una de ellas el nombre de un periódico que uso yo también en mi novela.

L.P: Por último, a mitad de la novela ocurre algo que yo no esperaba y a partir de ahí todo se desarrolla de manera más vertiginosa si cabe y los personajes actúan de una forma más alocada. Estaba todo esto preparado o surgió mientras lo escribías.

B.O: Lo tenía medio preparado pero siempre hay cosas que van surgiendo y otras que luego ví que no funcionaban y que tuve que adaptarlas. Hay muchas cosas que ya estaban en la idea original pero otras las añado por el camino con la intención de ir engañando al lector todo lo que pueda siempre buscando un giro más intentando sorprenderlo de ahí que haya tantos giros. El desafío es que el lector se crea la novela negra que está disfrutando.

L.P: Benito muchas gracias por todo y siempre es un placer hablar contigo.

B.O: Muchas gracias a ti y espero que nos veamos pronto de nuevo.