Con un fragmento del Quijote comienza La senda del Rey, una
novela histórica de ficción que fue lectura veraniega y que transcurre en
Extremadura, Sevilla y Marruecos. Precisamente en esas fechas partí de Sevilla
y el azar me llevo a pasar una semana recorriendo los escenarios que
recorrieron sus protagonistas.
Últimamente estoy volviendo a reencontrarme en mis lecturas
con el género histórico, uno de mis preferidos quizás influenciado por haber
estudiado la carrera de historia. Por ese motivo siempre he sentido debilidad
por las novelas que además de enseñarte historia te hacen sentir en tu piel,
las vicisitudes que les suceden a sus
protagonistas. La senda del rey
es una de esas historias llenas de injusticas, aventuras, giros que
provocan sorpresas en una trama donde el trasfondo político y social de la
época está muy bien reflejado hasta el punto que el lector no puede salir
indemne de un episodio de reflexión sobre los hechos que acontecen en la
novela.
Título: La senda del rey.
Autora: Rafaela Cano.
Editorial: Grijalbo.
Año: 2019.
Género: Novela histórica de ficción.
Páginas: 491 páginas.
ISBN: 9788425357671
Sinopsis:
1611. Felipe III sale en procesión para festejar la expulsión de los moriscos de los reinos españoles. Mientras, en Extremadura, el joven Tristán debe dejar atrás su aldea y a la joven cristiana a quien ama.
El enfrentamiento entre moriscos seguidores de Mahoma y aquellos otros que han abrazado la fe en Cristo, el amor imposible entre Mencía y Tristán, el vergonzante y oscuro pasado de Elvira, el valioso secreto que la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial atesora tras sus muros y la locura que la pérdida de sus preciados libros desata en Muley Zaidán, sultán de Marruecos, son algunas de las tramas que se entrecruzan en esta emocionante y épica novela histórica.
La Senda del rey es la consagración de una voz nueva y sugerente en la novela histórica española.
Impresiones:
Corre el año de 1609 y nuestra historia nos sitúa en la
encomienda de Magacela, regida por su alcaide Juan de Hinestrosa. Es una tierra
rica en huertas y con una población trabajadora que daba prosperidad y bonanza
económica a la zona. Son tiempos en los que conviven de forma pacífica los
cristianos viejos y los moriscos, aunque en estos últimos, no todos están convertidos
al cristianismo de forma sincera y en secreto continúan practicando su fe junto
con sus cultos y tradiciones.
Será un año después, en Enero de 1610 cuando un pregonero
lea en la plaza del pueblo un bando de su majestad Felipe III, que proclama la
expulsión de los moriscos de tierras de España. El mundo que hasta ahora
conocían los habitantes de Magacela, se desploma para muchas de sus familias que
vivían perfectamente integrados dentro de la sociedad. Son artesanos,
comerciantes, el verdadero motor de la economía de estas comarcas y que tendrán que abandonar sus
hogares malvendiendo sus propiedades en la mayoría de las ocasiones provocando
cierta crisis tanto demográficamente como económicamente.
Este hecho es del que se parte para que se desencadenen las
distintas tramas que componen el argumento del libro, que giran finalmente
alrededor de una bonita historia de amor no exenta de penas y sufrimiento. Muy
bien reflejado por la autora el dolor del hecho de ser expulsados de la tierra
en la que has vivido toda la vida, familias separadas en nombre de la religión
y de los intereses económico donde sus vidas conforman una trepidante aventura que
nos llevará desde por intentar encontrar un destino que les lleve a encontrar
la felicidad a pesar de los inconvenientes.
Los personajes de La senda del rey son varios, los cuales conforman distintas familias y que serán
representativos de los distintos estamentos sociales comenzando con el ya
citado Juan de Hinestrosa que representa a la nobleza y su tío Fray Jerónimo al clero. Bartolomé de la
Peña, un sedero morisco casado con una cristina vieja y cuyo hijo Tristán será
junto a Mencía dos de los protagonistas principales de la novela y artífices de
la historia de amor que surge entre ellos y que las circunstancias hacen que
tengan que separarse. En líneas generales son buenos personajes aunque no están
muy profundizados pero sí que cumplen con el papel de ser los artífices de que
la historia cuente muchos detalles históricos de forma amena y refleje los
tiempos convulsos que se vivieron en aquella época, a raíz de la expulsión de
los moriscos.
En definitiva, las sensaciones que me ha dejado La senda del
rey han sido muy buenas en cuanto que ha sido una lectura que me ha entretenido
durante toda la trama. He aprendido curiosidades como la cría de gusanos de
seda para la fabricación de la seda y algunos datos sobre el comercio que de
esta se hacía en España .Datos sobre los acontecimientos que ocurrieron durante
la expulsión de los moriscos y la ruta que estos siguieron y todo ello en una
aventura que nos llevará por pintorescos lugares y que nos deparará muchas
sorpresas como una trama secundaria dedicada a los libros que he encontrado muy
interesante y algún que otro giro que
nos provocará más de una sorpresa.
Un libro muy recomendable si uno quiere leer una aventura ágil, bien escrita y que contiene los suficientes elementos que la hacen tan interesante para que la historia no decaiga en ningún momento.
Autora:
Rafaela Cano (Campanario, Badajoz) Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura, ejerce como profesora de Lengua y Literatura. Autora de numerosos cuentos, su primera novela Los ojos de Dios conquistó el favor de los lectores. Su segunda obra, La senda del rey ha sido ganadora del II Premio Caligrama en la modalidad de Best Seller y ha supuesto su consagración como escritora de novela histórica.