El pasado mes de Mayo visitó La Feria del libro de Sevilla
el conocido autor Blue Jeans con motivo de la promoción de su segunda novela El puzle de cristal, nueva entrega de la saga del thriller juvenil La chica invisible, en la que está enfrascado en
estos momentos el autor. Como suele ser habitual la expectación fue enorme y volvió a
repetir horas y horas de firma ante la ilusión y la paciencia de todos sus
seguidores, los cuales hay que decirlo, que ninguno se quedó sin su ejemplar
firmado.
En esta segunda novela, Blue Jeans da un giro en la historia
ofreciéndonos unos personajes que van a evolucionar por camino distintos a como
los vimos en la primera entrega aunque no perderá la esencia propia de autor,
el cual continua tratando como ha estado haciendo hasta ahora en sus novelas,
temas delicados dentro del ambiente juvenil.
Libros en el petate: Segunda novela de la nueva trilogía. Desde la distancia que da el tiempo en que comenzaste esta nueva aventura quería preguntarte qué acogida entre tus lectores ha tenido el Blue Jeans escritor de thriller.
Blue Jeans: Muy buena. La verdad es que tanto la
editorial como yo estamos muy contentos con la respuesta de los lectores. Al
empezar la historia tenía algo de miedo por cómo iban a recibir el cambio, pero
no solo lo han aceptado los que estaban, sino que se han incorporados lectores
nuevos.
L.P: Te lo habrán preguntado ya muchas veces, pero
¿por qué ese giro al género del thriller?
B.J: Necesitaba un cambio. Salir de la zona
de confort y buscar nuevas metas. Me apetecía escribir thrillers porque es lo
que yo suelo leer.
L.P: En tu libro la gran escritora Agatha Christie es
muy mencionada. Imagino que habrá sido fuente de inspiración. ¿Por qué este
homenaje? ¿Eres lector de novela negra?
B.J: Leo a Agatha Christie desde pequeño. Con
once o doce años ya era mi escritora preferida. En estos años le he hecho
pequeños guiños en mis novelas. Ahora, directamente, hay un personaje que es un
homenaje a su Miss Marple y, además, en los libros sigo la estructura de la
novela de misterio de toda la vida.
L.P: He leído que lo primero que hiciste al empezar
esta trilogía fue comprarte una pizarra para colocar tus personajes en ella.
¿Cómo fue esa experiencia?
B.J: Necesitaba una visión más amplia de la
que me da el ordenador, por eso me compré la pizarra. Además, elaboro líneas
temporales para que no se me escape el minuto a minuto de los implicados en los
crímenes y relaciono a los personajes mediante diagramas y le doy a cada uno un
color por su grado de sospechoso en la trama. Hay que trabajar más, pero es
divertido.
L.P: En El puzle de cristal, Iván ha cambiado su rol
con respecto a la novela anterior. ¿Les espera muchas sorpresas más a los
lectores en esta nueva entrega?
B.J: Es complicado hablar de los personajes
sin hacer spoilers. Puedo decir que hay sorpresas, cambios y cosas que no son
lo que parecen, desde la primera página a la última. También con Iván, claro.
L.P: Me ha encantado la relación que tiene la abuela
de Pilar con su nieta. Es una relación muy emotiva. Cuanto tenemos que aprender
de los abuelos ¿no crees?
B.J: Pienso que la experiencia en esta vida
cuenta mucho y que en ocasiones no lo valoramos. Y los que más experiencia
tienen son los abuelos. A veces, hay que escuchar lo que los mayores nos dicen
y tenerlos más en cuenta.
L.P: A pesar de ser un thriller no renuncias a los
sentimientos dentro de la trama. Se hace difícil compaginas sentimientos con
tensión y misterio.
B.J: No, al contrario. Es necesario que el
lector conozca lo que sienten los personajes para conocerlos mejor y saber el
motivo por el que actúan de una manera o de otra.
L.P: Esta novela tiene un aliciente que me ha
encantado y es que el lector debe de ejercer de detective y adivinar el
culpable. ¿Qué te han dicho los aprendices de detectives de tus lectores?
B.J: Algunos han usado la libreta que
regalamos con las primeras ediciones de los libros para ir apuntando pistas y
elaborar sus propias conclusiones. Es una novela de misterio y me encanta que
los lectores jueguen a ser detectives. Algunos incluso tratan de meterse en mi
cabeza y averiguar los caminos que he seguido al escribir. Todo lo que
signifique que el lector se implique en la historia es muy positivo.
L.P: Yo no soy tan joven como tus lectores habituales,
pero si reconozco que se puede disfrutar esta novela sin importar la edad que
tengas aunque sea leyendo novela negra. ¿Tienes muchos lectores que te
reconocen lo mismo que acabo de hacer yo?
B.J: Los libros no deberían de entenderse
desde el punto de vista de la edad. Son historias y la misma historia le puede
gustar a una adolescente, a una treinteañera o a sus abuelas. Tampoco hay que
distinguir entre libros para chicos o para chicas. Cuanto menos clasifiquemos
los libros, mejor. Al menos, ese es mi punto de vista.
L.P: Intenet y las redes sociales tienen su peso en
esta novela. Hoy en día son elementos habituales entre la gente. Tú que eres
alguien que procura utilizar tus novelas para tratar temas que pueden preocupar
a la juventud y en este caso haces mención a las casas de apuestas. ¿Qué has
descubierto de este tema para que lo incluyas en tu libro?
B.J: Todo lo que rodea a Internet es muy
interesante e inquietante. No sabemos ni un diez por ciento de lo que realmente
se mueve en las Redes. Por eso lo estudié y busqué tramas que pudieran impactar
dentro de la novela. No puedo hablar mucho de esto porque supondría hacer
spoilers, pero espero haber incentivado a los que ya hayan leído El puzle de
cristal a que investiguen sobre esos temas.
L.P: ¿Tendremos que esperar mucho los lectores para
la tercera entrega?
B.J: Un poquito. Llevo un ritmo muy alto de
publicaciones y promoción desde hace diez años. 450 firmas y doce libros
publicados. No es fácil soportarlo. De todas maneras, desde julio me pondré en
serio con la tercera parte para que esté lista el año que viene.
L.P: Ha sido un placer y espero que sigas disfrutando mucho con tu trabajo.
B.J: Gracias a ti.
Tras la explosión en la estación de metro, Julia no es la misma. Se ha convertido en una chica insegura, a veces insolente, y a la que le cuesta encontrar motivación para disfrutar de la vida como lo hacía antes. También las cosas han cambiado para Emilio. El joven del pelo azul se encuentra repleto de dudas respecto a su futuro inmediato. Además, conoce a alguien muy especial, que le hará replantearse su situación. Vanesa, por su parte, fue la más perjudicada del grupo por la explosión del artefacto. ¿Eso le está influyendo en su relación con Ingrid?
Tras la explosión en la estación de metro, Julia no es la misma. Se ha convertido en una chica insegura, a veces insolente, y a la que le cuesta encontrar motivación para disfrutar de la vida como lo hacía antes. También las cosas han cambiado para Emilio. El joven del pelo azul se encuentra repleto de dudas respecto a su futuro inmediato. Además, conoce a alguien muy especial, que le hará replantearse su situación. Vanesa, por su parte, fue la más perjudicada del grupo por la explosión del artefacto. ¿Eso le está influyendo en su relación con Ingrid?
El primer martes de enero del nuevo año, Julia recibe una inquietante e inesperada llamada. Hugo Velero, uno de los compañeros de piso de Iván Pardo, le asegura que el chico del piercing en la ceja ha desaparecido. Iván le ha hablado mucho a su amigo de su inteligencia y su capacidad deductiva, por lo que le pide ayuda a Julia para encontrarlo. La joven, en principio, piensa que es una broma y no acepta. Pero, casualmente, su abuela Pilar, una entrañable y curiosa septuagenaria, con las mismas capacidades mentales que su nieta, vive cerca del edificio en el que ahora reside el joven del que estuvo enamorada y del que no sabe nada desde hace unos meses.
Julia decide pasar unos días con su abuela en la ciudad para encontrarse a sí misma. Sin embargo, no será una visita tranquila. Y es que la muerte aparecerá de nuevo en su vida.
Una extraña desaparición, un misterioso crimen en el que todos parecen sospechosos y un puzle de cristal por resolver se cruzan en el camino de la chica de la memoria prodigiosa.
¿Le sonreirá la suerte en esta ocasión?