Mostrando entradas con la etiqueta Andrea Menéndez Faya. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Andrea Menéndez Faya. Mostrar todas las entradas

Regresa Daniela con sus reseñas y regresa con un libro de los que engañan. ¿Una novela sobre fútbol?, El fútbol aparece, pero es el trasfondo de lo que realmente contiene la trama. Una historia de sentimientos, sueños y valores juveniles que puede leerse por adultos en perspectiva. 



Sinopsis:

Desde que era niña, Raquel ha soñado siempre con llegar a ser futbolista profesional. Gracias a su esfuerzo, sacrificio y a unos compañeros de equipo que siempre la han apoyado, ahora, a los diecinueve años, parece que lo ha conseguido. Pero ¿han tenido la misma suerte el resto de sus compañeras?

La carta de una madre sobre el bullying que sufre su hija en el colegio por querer jugar al fútbol hará que Raquel repase su biografía y se dé cuenta de que su mayor deseo nunca se hubiese cumplido si no llega a ser por todas las mujeres que lucharon por jugar antes que ella, por pertenecer a una liga profesional, por ser respetadas como futbolistas.

Esta no es solo una novela sobre la familia, la amistad, el amor y el crecimiento personal, sino sobre una niña que crece enamorada del fútbol hasta convertirse en referente para una nueva generación.


Impresiones:


Raquel tiene muy claro lo que quiere ser de mayor. Quiere jugar al fútbol, pero no es cualquier posición. Quiere ser portera. Y tampoco quiere ser cualquier portera. Quiere ser la mejor. Y luchará por ello para conseguirlo. Pero en esa pelea no estará sola, sino acompañada de amigos, de su madre y de entrenadores que la ayudaran a convertirse en la jugadora que quiere ser. 


El padre de Raquel decide marcharse de su vida cuando ella es muy pequeña, y eso obliga a su madre a trabajar mucho para salir adelante y a ella a buscar figuras que se sirvan como el referente que ha perdido. Y es ahí cuando un portero despierta su ilusión al regalarle sus guantes y el fútbol se convierte en su vía de escape. Y junto a Raquel estará Amaya, la que será su compañera de deporte y, sobre todo, su compañera de batallas. Juntas irán evolucionando y teniendo vivencias que, si bien en algunos momentos las llevarán a distanciarse, finalmente las llevarán a darse cuenta de que lo que las separa no las hace más diferentes sino más iguales. Y en la vida de una adolescente tampoco puede faltar un primer amor, unos sentimientos confundidos, una búsqueda, una ilusión y un descubrimiento. Y por supuesto, la evolución de los personajes y la relación entre ellos; cómo Raquel descubre que no todo es blanco o negro, que las personas cambian y ella también lo hace. Otro de los personajes a destacar es Rocío Morantes, exjugadora de fútbol de alto nivel cuyo objetivo será dar a las mujeres futbolistas la misma formación y privilegios que a los hombres y que ayudará a Raquel a convertirse en la figura futbolística que siempre soñó ser. Y con el acompañamiento y el apoyo de Amaya, Nerea, Rocío, Dani y su madre, que siempre le repite “descansa, pero no te rindas”, nuestra protagonista luchará, entrenará y se esforzará por seguir su sueño de practicar y ser la mejor en el deporte que ama. 


Pero 13 no solo es un libro de futbol. Y me alegro, porque el fútbol no es mi fuerte. 13, que es el número que Raquel luce en su espalda, es mucho más. Es una historia de trabajo, de superación, de amistad, de responsabilidad, de dolor, de lucha y de vida. Es la vida de una niña que crece cumpliendo su sueño de ser portera, y que a cada paso pide que se reconozca a las niñas y mujeres que como ella dedican su vida al deporte, porque su esfuerzo y su trabajo valen tanto como el de sus compañeros varones. 

Es un libro que muchas adolescentes deberían leer, y también sus padres, para que se diesen cuenta de que deben apoyar y acompañar a sus hijos en sus sueños, sean cuales sean, independientemente de su sexo, y disfrutar de las metas a las que consigan llegar, ya estén en la cima o en el camino hacia ella.

Y no quiero dejar de mencionar un tema que Andrea trata con valor y por derecho: el bullying, el acoso y derribo al que hace lo que les gusta pero que otros no entienden. Y con esta idea me despido: “Todo esto del bullying no tiene solo dos caras, la víctima y el verdugo. Hay un montón de personajes alrededor del acoso que tienen tanta culpa como el que ejecuta. Están los que no dicen nada, los que ríen las gracias y los que quitan importancia. Con que faltara una parte, solo una, todo se vendría abajo. A lo mejor tendríamos que empezar por ahí, porque todos esos que lo ven y no hacen nada, o lo ven y lo aplauden, muevan el culo”.