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De nuevo os traigo muy orgulloso una nueva entrega de mi sección Me proponen y yo acepto, en la cual con cada obra que cae en mis manos veo que hay muchas novelas con una difusión modesta que es una autentica lastima que no tengan mayor publicidad porque son autenticas obras de arte que debería llegar a más gente.



La novela que me han propuesto esta vez pinta genial, según me contó su autor Silvestre García originalmente fue un guión que para mayor merito fue premiado como mejor guión por el ministerio de cultura y comprado por una productora aunque finalmente no fue llevado al cine aunque su autor convirtió su trabajo en la novela que tengo ahora entre manos y ha llegado a decir de su creación que esta más orgulloso de la novela que de aquel originario guión.

Su autor es guionista profesional por lo que no dudo que este hecho y algunas de las reseñas que había leído sobre esta novela con anterioridad auguran buenos momentos de lectura pero eso os lo contaré pronto.






Una noche fría de enero. 1977. Tres hombres irrumpen en un despachos de abogados de la calle Atocha, dos de ellos van armados y colocan contra la pared al grupo de trabajadores. Asesinan a cinco personas. Poco tiempo después son capturados. Un año más tarde se realiza el juicio. Mientras se celebra, alguien da un permiso carcelario a uno de los asesinos. Éste aprovecha y huye. En 1990 se revelan informes que implican en la matanza a un italiano perteneciente a GLADIO, red vinculada a la CIA y encargada de mantener al comunismo lejos del poder.
En la actualidad. David, un joven abogado sin trabajo, recibe el encargo de realizar un reportaje sobre la matanza y el posterior juicio. Quien se lo encarga es Antonio, un viejo amigo de su padre y actual director de un importante periódico. Para realizar el reportaje le ayudará Cris, una joven periodista inteligente y descarada.
Silva es un joven investigador de la policía. Siempre sagaz e intuitivo, comienza a investigar un misterioso documento que llega a la comisaría. Silva logra tener acceso a él: fechas, nombres, y detalles de casos sin resolver, todos ellos antiguos y de índole política: el asesinato de Argala, Carrero Blanco, la matanza de Atocha… Pero el documento está incompleto, no sirve ni como prueba, ni para inculpar a nadie. Pero Silva comienza a trazar un camino de pistas e indicios.
Por otro lado está Rafael, la persona que en el pasado encargó la matanza, y que ahora parece llevar varios negocios de manera próspera (y corrupta). Su mano derecha es Ferro. Éste quiere parar los pies como sea a Antonio, quien desde su periódico está destapando tramas corruptas y ensuciando el nombre de Rafael.
Para David y Cris el reportaje pronto se torna en algo mucho más grave. La
recopilación de hechos y pistas les hace ver que tienen un caso sin resolver. La muerte de cinco personas en el momento más delicado de la transición. Aunque se condenaron a los asesinos, nunca se supo quién estaba realmente detrás. Documentos e informaciones desvelados a posteriori vinculan e implican a los servicios de inteligencia franquista que operaban por entonces.
En sus respectivas investigaciones Silva se cruzará con David y Cris. Ferro, sin él mismo saberlo, les seguirá la pista. Y todos, sin excepción, conocerán y se enfrentarán a una parte de sí mismos que no habían vislumbrado. Sacando a la luz la grisedad de un pasado mucho más cercano de lo que indican los años.