Pitré
es un niño de trece años. Tiene una moto intergaláctica con la que explora el
espacio, hasta que se acerca a la Tierra para ver todas las cosas que había
estudiado y la fuerza de la gravedad lo atrae hacia su centro, y cae en la
costa de Cádiz, donde lo recoge el Vaporcito. Allí, antes de quitarse su casco,
adapta su forma a los humanos que ve, los guiris que lleva el barco: rubios,
con ojos claros y piel rojiza por el sol. Allí conoce a José, un torero
retirado que, aunque lo ha visto caer del cielo con su moto, no quiere
delatarlo para protegerlo de Bocaboca, un periodista que busca noticias sin
importarle el daño que pueda hacer, y de los americanos, que piensa van a
retenerlo para estudiarlo como un bicho raro. Y también le presenta a Mukiko,
su perro, que se acabará convirtiendo en el compañero de Pitré.
Pero
Pitré no es raro. Solo es una especie evolucionada que viene de una galaxia
donde todo es blanco y muy limpio y la comida son pastillas que no saben a
nada. Así que cuando se une a un grupo de niños como él y descubre los churros
con chocolate, no puede parar de comerlos. Como yo.
Y con esos niños también conoce las Bodegas de El Puerto de Santa María, donde hacen rodar los toneles que contienen el elixir de los dioses, y hacen que el toro de Osborne se escape y tenga que ser José el que ayude a que vuelva a su sitio. El protagonista del libro es travieso, pero sus travesuras siempre se solucionan. Aún así, al final termina en la comisaría, porque como no está con sus padres y parece perdido, deben llevarlo a los servicios sociales. Y como allí tienen muchas tecnologías, consigue contactar con su familia, que le riñe porque ha sido desobediente y como castigo le encarga una misión: conocer la Tierra en profundidad y salvarla para que no se convierta en un planeta como el suyo, sin plantas ni animales.
El
libro me ha gustado mucho. La historia de Pitré es muy divertida, porque es un
niño muy inquieto al que le pasan cosas muy graciosas. Además, como es de otro
planeta y no conoce las costumbres de la Tierra, hace cosas con las que me he
reído mucho, como mojar el pulpo en el salmorejo o tirarlo a las ventanas para
que se peguen las ventosas o comer churros con un bocadillo de calamares.
Tampoco sabía usar la ropa de los humanos y se puso un calzoncillo de sombrero.
Es fácil de leer, aunque no lo he podido leer entero porque la historia también
está contada en inglés, lo que me parece muy interesante pero algo complicado
todavía para mi. Cuando sea un poco mayor y estudie un poco más de inglés,
podré leer de nuevo este libro y disfrutarlo otra vez.
Me ha
sorprendido que un extraterrestre sea alguien tan normal. Por eso se llama así
el libro, porque Pitré no es verde, ni tiene antenas, ni chips, ni nada que nos
recuerde a los extraterrestres de las películas. Es un niño como yo, algo más
mayor, que quiere jugar y descubrir cosas. Y que prefiere pasar por guiri antes
que por extraterrestre. También me ha gustado la facilidad del niño para hacer
amigos y caer bien, primero a José, luego a El Pipas y al final a sus
compañeros del centro de menores, con los que juega al fútbol porque él en su
galaxia también lo hacía. Al final, no era tan diferente a los niños de la
Tierra.
“Él no
era mu diferente a ellos, nada diferente, sólo un poco más evolucionado, un
poco más inteligente y más sensible. Quizá como muchos humanos. Pero no era un
monstruo, ni un ser con patas en la cabeza o antenas y cosas así. Y mucho menos
un conquistador o un guerrero del espacio. Era un joven de otro lado que quería
ayudar, que quería evitar que en la Tierra pasara lo mismo que en su planeta”.
Recomendaría
este libro a mis amigos porque creo que les gustaría leer las historias de
Pitré, José y Mukiko. Y para que viesen que las cosas sencillas que nosotros
vemos y hacemos todos los días sin darnos cuenta ni darles importancia, se
convierten en maravillosas y únicas si son descubiertas por alguien que no las
ha vivido nunca.
Y
ahora me llevo el libro al cole para enseñárselo a mis compañeros.
Π3 es un joven humanoide que durante uno de sus viajes interestelares con su moto aeronáutica se pierde y acaba cayendo en la Tierra, concretamente en la Bahía de Cádiz, donde es rescatado por los marineros del mítico Vaporcito.
A partir de ese momento, comienzan una serie de aventuras en las que «Pitré» (que es como sus nuevos amigos gaditanos acaban llamándole) conoce la idiosincrasia de la vida en la Tierra.
Pitré no es verde es un libro editado en formato bilingüe tanto en español como en inglés. Esta reseña ha sido compuesta a partir de las impresiones y comentarios de nuestro pequeño colaborador de siete años, Héctor. Para nada hemos interferido en la exposición de sus ideas, ni añadido información que no nos haya aportado él.