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CREEP es de esas novelas que te pueden gustar más o menos, pero que no te dejan indiferente. Philipp Winkler nos muestra en este libro dos conceptos que unos no deben olvidar y otros deben conocer, como son la presencia cada vez mayor de la Deep Web y la existencia de los marginados sociales cuyas vidas reales son anuladas por la Red.


La obra gira en torno a dos protagonistas, Fanni y Junya, cuyas vidas se alternan capítulo a capítulo. Aparentemente, nada que ver entre ellos, pero sí un lugar común: lo más profundo y oscuro de la Web.


Fanni vive en Alemania y trabaja para BELL, una compañía que instala cámaras en las viviendas y vigila a través de ellas a sus propietarios para garantizar su seguridad. Ese es su trabajo y también es su vida. Hasta tal punto que una de las familias que vigilia llega a convertirse en más que su familia, y cada día desea llegar al trabajo para ver cómo es el día a día de los Naumann y, sobre todo, de su hija Moira. Pero, a la vez, usa su poder de entrar en las casas ajenas a través de la imagen para tomar las mismas y venderlas al mejor postor, siempre en forma de oscuros negocios. En torno a Fanni, su familia real, un padre y una madre que siempre han tenido otras cosas que hacer que estar con su hija; una antigua amiga, Lilli, que no tarda en hacerle saber lo bien que le va en su vida; y Tobbi, el hermano de Lilli, al que no le han ido tan bien las cosas y que fue quien dio a conocer a Fanni lo más oscuro del mundo digital. Será este personaje el que haga una de las reflexiones más interesantes y potentes del libro, y nos de a conocer un término tan impactante como el suicidio en la Real Life. 


Junya vive en Japón y pasa sus días encerrado en su habitación, con miedo a salir a la calle y a relacionarse con la gente, salvo cuando en las noches toma su máscara y su martillo y sale para cometer crímenes atroces. Vive con su madre, a la que ni siquiera ve estando como están en la misma casa. No siente aprecio por ella ni por su vida, se siente solo, pero en un momento dado se siente obligado a abandonar su casa y enfrentarse a la calle hasta encontrar un espacio que sentirá como su hogar por un tiempo. Masataka, el niño que un día le hizo bulling y determinó en parte el carácter de Junya, trata de enmendar su error y lo acoge mostrándole que puede vivir mejor rodeado de gente que lo cuida y lo protege. Pero su tiempo como Pesadilla del Tama no dejará de estar presente y marcará su futuro.


Dos vidas extremas que muestran que lo más profundo de la Web, allí donde no hay normas, donde todo lo malo es posible, donde se puede llegar a tocar fondo, está más cerca y presente de lo que muchos podemos pensar. Y es más accesible de lo que parece. Un mundo de crímenes, abusos, sangre y destrucción que haría vomitar a algunos pero que se convierte en un imán para otros.


CREEP es un libro duro, complicado de leer en algunos momentos al estar lleno de términos relacionado con la Red y todo lo que la rodea, curioso por lo que cuenta y cómo lo cuenta, interesante porque descubre un mundo que tenemos cerca y que debemos conocer para saber cómo enfrentarnos a él. Es un libro que hacer reflexionar al lector. Que trata a su vez otros temas como la soledad, el bulling o el concepto de familia. Es una novela recomendable, pero no para todos los públicos. Es una obra interesante y compleja, donde se cruzan límites, donde el hipermodernismo digital se vuelve protagonista, donde la oscuridad puede envolverlo todo. Y una única esperanza, una mano que todos deberíamos tener para que tire de nosotros si llegamos a las profundidades: “si esperas que te abandone a tu suerte, por desgracia tengo que decepcionarte”.




 

 


Cocó (Natalia) y Tiriti (Gonzalo) son dos hermanos que, junto a sus amigos, van a vivir unas aventuras mágicas cuando deciden abrir el arcón del capitán, objeto que da título a este libro y al diario de Tiriti.


Un día, Cocó descubre una casa que parece vacía o abandonada, y la curiosidad la lleva a investigar que hay en ella. Y para eso cuenta con la compañía de sus amigas, Sara y Patricia. Cuando consiguen entrar, ven que allí vive un viejo marino que, aunque al principio les da un poco de miedo, pronto se convierte en su amigo y las invita a que vuelvan a su casa, y cuando lo hacen, van acompañadas de Tiriti. Allí, el marino les cuenta sus historias y les enseña recuerdos acumulados de su etapa en el mar. Uno de esos recuerdos, que rápidamente llama la atención de los niños, es un baúl con unas letras que deberán interpretar para poder abrirlo, a pesar de que la historia cuenta que, el que abra el arcón del pirata Morgan Stanley o El Flaco Morgan, sufrirá graves consecuencias. Y para resolver este primer enigma, contarán con la ayuda de Freedy, antiguo mercenario propietario del bar del pueblo al que los amigos suelen acudir.


Y ahí empieza la verdadera hazaña. Los niños viajan a través del arcón a un mundo de fantasía lleno de hadas y duendes del que no saben cómo regresar. Allí se encuentran además con una guerra entre reinos que dificultará su vuelta a casa. Pero los niños no se rendirán, ayudarán a unos seres mágicos y lucharán contra otros, hasta localizar el camino de regreso.


Lo primero que pensé del libro cuando lo vi, es que había
demasiadas palabras y ninguna imagen. Es lo que tiene hacerse mayor, que los libros cambian pero no dejan de ser buenos por eso. Y de hecho, este libro es muy bueno. O al menos a mi me ha gustado mucho y lo voy a recomendar a mis compañeros. Es entretenido, divertido, tiene suspense, magia, aventura… Describe tan bien a los personajes que es como si los conociese. También tiene amistad, y amor de hermanos, porque los protagonistas siempre se ayudan entre ellos y nunca dejan al otro atrás. La historia te engancha de tal forma que, llegando al final, no puedes parar de leer. Y creo que, tal y como queda la cosa, podríamos tener una segunda parte. Eso le pediría al autor del libro.


De la lucha de Cocó y Tiriti por volver a casa, me quedo con su esfuerzo y su capacidad de pelear por lo que quieren. Y con una frase: “no hay peor esfuerzo que el que no se hace”. También me ha gustado ver cómo los niños dan una oportunidad al capitán, que estaba solo porque todos temían acercarse a él, y resulta ser una persona agradable que solo se había vuelto solitaria porque en lugar de acercarse a él, la gente pensaba que podía ser una mala persona. Y otra cosa, la curiosidad puede ser divertida pero también es peligrosa, por lo que no debemos dejar de investigar pero siempre que los que nos quieren sepan lo que estamos haciendo o dónde vamos (esto me lo ha chivado mi madre 😉).

 

 

Matilde Losal, la protagonista de nuestra historia, tiene 12 años y es “una chica normal, con una vida normal. Casi normal. Prácticamente normal”. Y cuando leí esto, nada más empezar, pensé: ¡menuda sorpresa me espera! Porque yo no creo que haya nadie taaan normal.


El Cañonazo cuenta la historia de Matilde, a la que ya os he presentado, y su familia: su abuela Matilda, su padre el hombre bala, su madre Dafne Cantalorí y la pareja de esta, Krasimir el lanzacuchillos, y la gran familia del Colosal Circo Losal. Matilde vive con su padre y su abuela en una caravana en el circo, que está asentado en Torrero, y nunca sale de gira. Matilde piensa que el circo siempre está en el mismo sitio porque tiene éxito, público y pueden descansar las dos semanas de fiestas del Pilar en las que llegan otros circos a la ciudad. Entre ellos, el Circo Atlas, donde trabaja su madre, y con la que pasa en su circo esas dos semanas al año. Y será Krasimir el que le de una pista de por qué su circo nunca sale a otras ciudades y por qué su padre siempre tarda en volver de sus cañonazos. Así, empezará una aventura que le llevará a conocer la verdad de la desaparición de su abuelo Paco, el primer hombre bala de la historia.


Un día, en un espectáculo del exitoso lanzamiento del hombre bala, Matías, que se encargaba de poner la pólvora del cañón, lanzó a Paco tan lejos que nunca volvió. Y desde entonces, el padre de Matilde repite cada semana el lanzamiento para averiguar dónde cayó su padre y traerlo de vuelta. Pero un día, el padre de Matilde tarda en regresar de su cañonazo y ella decide ir a buscarlo para que no desaparezca como su abuelo. Y para saber más de las averiguaciones de la protagonista, tendréis que leer esta maravillosa historia, que nos mostrará los sorprendentes secretos de la “normal” familia Losal. 


El cañonazo despierta la curiosidad de cualquiera desde la primera página, y conforme va avanzando te das cuenta de que no puedes parar de leer. Así que en dos días me lo he terminado y le he pedido a mi familia que lo lea para que disfrute tanto como lo he hecho yo. Es sencillo de leer y muy divertido. Mezcla la aventura y el misterio y hace que vuele la imaginación como vuelan los hombres, y las mujeres, bala. Y cuando leáis el libro sabréis por qué las mujeres de esta historia son tan importantes o más que los hombres que aparecen en ella. Porque, como dice Matías: “como somos idiotas, lo que hacen las mujeres no parece tener importancia y enseguida se olvida”. Y yo no me he olvidado de deciros esto porque mi madre, al leer el libro, me dijo que siempre tuviese presente lo que dice Matías y la importancia del valor de las mujeres en la vida y para que este libro tenga su gran final.




Autoría: 
Fernando Lalana, Jose Videgaín

Nº colección: 3
Edad: De 10 a 14 años
Páginas: 160
ISBN: 9788491425694
Formato: 15 x 23,2 cm
Encuadernación: Tapa dura
Ilustración: Raúl Salazar





Sinopsis:

Una novela con un punto irreverente, pero siempre tierno, que nos habla del amor y el desamor, la juventud y la vejez, la creatividad y la imaginación, los celos, la esperanza, la valentía…

Matilde Losal es una chica normal; o prácticamente normal. Reside en el barrio de Torrero, en Zaragoza, va al instituto, vive con su abuela Matilda y su padre, que es un hombre-bala. Su madre era trapecista y su abuelo, Paco Losal, fue el fundador del Colosal Circo Losal.

Hace años, Paco, primer hombre-bala de la familia, desapareció tras ser disparado por el cañón. La vida normal –o prácticamente normal– de Matilde cambia cuando sospecha que la desaparición de su abuelo quizá no fue un mero accidente. A medida que tira del hilo para entender qué ocurrió aquel día, Matilde descubrirá secretos inauditos sobre el pasado de su familia; y emprenderá un largo y asombroso viaje gracias al impulso… ¡de un cañonazo!
Una historia divertidísima sobre los límites de la imaginación, la familia y la normalidad.

Bajo una apariencia ligera y humorística, El cañonazo es una invitación a mirar el mundo con una solemnidad irónica.

«Yo también voy a ver las funciones de esos circos. Como sé que algún día heredaré el Colosal Circo Losal –con sus muchas deudas– y tendré que tomar importantes decisiones empresariales, quiero aprender cómo funciona este negocio».

 Nueva lectura de Héctor, que con solo siete años ya se esta convirtiendo en un pequeño lector consumado y que aspira a poder ayudar a otros pequeños lectores para que disfruten también de los libros con los que él se lo pasa pipa.

En esta ocasión nos habla de La isla infinita, una novela que le ha gustado tanto que ha terminado pasando por toda la familia. 



Lluna y su abuela Bernarda son las protagonistas de La Isla Infinita. Llegan a ella un día en barco dejando atrás sus problemas económicos y buscando una nueva vida. En la isla está la casa de los padres de Bernarda, donde ella vivió hasta que abandonó la isla, como otros habitantes, porque pensaban que estaban en peligro por la existencia de un monstruo marino que rodea la isla y vive en la Cueva del Dragón.


Cuando llegan a la casa, y al contrario de lo que esperan, la encuentran arreglada y limpia, aunque sin luz y sin lavadora. Pero al día siguiente, cuando Lluna se levanta, enciende la luz y las bombillas se iluminan. Otro día, al salir al jardín, ven que hay una lavadora y comida. Una mañana, al levantarse, la casa por fuera ha sido pintada y está como nueva. Otro día, encuentran una cesta con pinturas con las que Bernarda decora la fachada de su casa. Alguien las ayuda, pero no saben quién puede ser.


Por otra parte, Lluna empieza a ir al colegio. Y allí conoce a Kenia, una niña de 9 años como ella, que le cuenta que en la escuela hay siete niños, de diferentes edades, y todos comparten el aula. Y ella quiere ser su amiga, pero es tan intensa que hace que la niña la rechace y se sienta mal. Porque no se da cuenta de que Lluna necesita espacio y tiempo para adaptarse a su nueva vida y a las personas que va conociendo.


Pero lo más sorprendente que la protagonista encuentra en su nuevo hogar, es un niño pelirrojo, despeinado y vestido de blanco llamado Enric, del que enseguida se hace amiga y que se convertirá en el protagonista de la historia por motivos que no os voy a contar porque quiero que cada niño que lea el libro se sorprenda y disfrute como lo he hecho yo. Y descubra cómo una isla pequeña, tal vez minúscula, puede convertirse en una Isla Infinita.


La historia de LLuna, Bernarda y Enric me ha gustado mucho. Bueno… en realidad, ME HA ENCANTADO, así, a voces. Se lee con facilidad, es un libro bonito, entretenido, que te enseña cosas sobre la amistad, sobre la ayuda a los demás, los cambios, la adaptación, el amor de las personas, el miedo a lo desconocido… Y es que, como dice Bernarda, “tememos por ignorancia, que no saber da miedo. También dice que el miedo es bueno, que nos protege cuando el peligro es real, pero que a veces es un obstáculo para disfrutar de la vida”.


Tenía muchas ganas de dar mi opinión de este libro nada más terminarlo, para que otros niños quieran leerlo y disfruten tanto como lo he disfrutado yo. Y mi madre. Y mi hermana.




Nº de páginas:
88
Editorial:
ANDANA
Idioma:
CASTELLANO
Encuadernación:
Rustica
ISBN:
9788417497712
Año de edición:
2021
Plaza de edición:
ESPAÑA
Fecha de lanzamiento:
02/12/2021

 Daniela ya este en el instituto y sus lecturas van cambiando con la edad. Se nos ha declarado fan de Stephen King y por eso le recomendamos para este verano El club de los lectores criminales, de Carlos García Miranda.  Lo ha flipado y estamos ante una lectora de novela negra en potencia… aunque el tiempo nos dará o quitará la razón. De momento suma una nueva lectura apasionante a su curriculum que la afianza como lectora empedernida.



Es difícil escribir una reseña cuando quieres contar mucho, pero sabes que no debes contar nada. Por eso he tardado en hacer la reseña de este libro que leí durante las vacaciones. Simplemente me ha resultado una obra genial. Creo que me ha hecho sentir lo que el autor pretendía, hasta el punto de hacerme saltar del sofá cuando lo estaba leyendo, y eso es lo que me ha hecho pensar que es uno de los mejores libros que he leído este año.


Ángela, la protagonista, comienza a estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, y además conoce a Nando, que pronto se va a convertir en una persona muy especial. También está Sebas, su mejor amigo y amante de la lectura como ella, y Sara, su gran amiga. Y a ellos se unirán Rai, Koldo, Virginia y Eva. Todos ellos tendrán en común la participación en un club de lectura que será el origen de toda una serie de acontecimientos que mantendrán al lector en vilo hasta el final. La muerte de un profesor, Cruzado, dará lugar a una serie de asesinatos que tendrá como objetivo a todos y cada uno de los personajes de este libro, siempre bajo la sombra de las obras maestras del terror de Stephen King y su famoso Penny Wise, que aquí se hará llamar PayasoUCM. Así, todos los personajes, protagonistas y secundarios, deberán irse enfrentando a sus miedos y sus secretos, y a una posible muerte que puede llegar en cualquier momento, en cada página de un relato narrado por el asesino, que, además, puede ser cualquiera de ellos. Y es que, como dice el autor, “guardar secretos para evitar asumir las culpas solo trae condenas mayores”.


La lectura de El club de los lectores criminales te absorbe hasta el final. Lees sin medida y con el ansia de saber qué más puede ocurrir. Pero a la vez quieres parar porque sientes miedo, un terror psicológico bien conseguido que se mantiene en todas y cada una de sus páginas. Y es que, como le ocurre a Ángela, “las novelas de King la aterraban, pero también empezaba a darse cuenta de que esa sensación de miedo era adictiva” y es justo eso lo que le pasa al lector, que como en mi caso, al no llamarme la atención los libros de terror, empiezas a leer con recelo y llega a un punto en que no puede parar.


Curiosidad, sobresalto, y la idea compartida con los personajes de no saber dónde están la realidad, los sueños y las pesadillas para ellos. Dice Carlos García Miranda en la voz del PayasoUCM: “esta novela os hará temblar porque todo lo que leáis habrá ocurrido en realidad”, y aunque el mensaje va hacia los personajes del libro, el lector acaba convirtiéndose en uno más de ellos en cuanto a temores se refiere. Una novela escrita en Wattpad dentro de otra novela, que a su vez empieza y termina siendo escrita por uno de sus personajes. Una sensación al final de tener que volver a leer algunos fragmentos, e incluso la novela completa, para sacarle todo el partido una vez descubres el desenlace. Porque seguramente se vería de otra manera, se leería desde otra perspectiva, de una forma incluso más terrorífica que la primera vez.


Bien escrito, con una narrativa rápida y sin giros complejos que resten protagonismo a las ideas. Capaz de crear dudas, inquietud, curiosidad, filias y fobias en todo momento. Fácil de llevar a la televisión como una serie, aunque es lógico si sabemos que su autor ya tiene experiencia en ese campo. Recomendable al 100%, incluso para aquellos que aún se plantean sumergirse en un género como es el del terror psicológico.

 


Si lees esta novela, no eres inocente.

Cuando Ángela aceptó participar en el club de lectura de novelas de Stephen King, no imaginaba que su vida daría un vuelco terrorífico. Enredados en una trágica muerte en plena Universidad Complutense de Madrid, todos los participantes del club deberán enfrentarse a sus más profundos secretos y a la peor de las amenazas: cualquiera de ellos puede morir en la siguiente página, y cualquiera de ellos puede ser el asesino.


 Daniela ha vuelto de sus vacaciones en la playa y nos ha traído una nueva lectura que recomendamos tanto ella como yo. Lo reconozco, la portada me resultaba tan atractiva que junto a que sucede en Sevilla y en un instituto no pude resistirme y ha sido una de mis lecturas de verano.


Dirigida a un público juvenil, la novela tiene esa peculiaridad de tener una trama que la convierte en una lectura para todos los públicos poque a quién no le gusta una buena aventura envuelta en misterio.


Maldita lechuza se convierte en una lectura muy recomendable porque entre sus páginas también hay cabida para la crítica, la reflexión y ciertos momentos de humor.


Antonio, el protagonista de nuestro libro, es un chico que se muda a Sevilla desde Valladolid por el ascenso de su padre. Llega en el mes de septiembre, sufriendo así el primer revés de su nueva vida: un calor que no lo deja concentrarse y que le hace plantearse algo que todos nos planteamos, ¿por qué no hay aire acondicionado en las aulas de muchos colegios e institutos? Pero a esta pregunta, le seguirá otra que también se hacen muchas personas ante los cambios: ¿encajaré? Y de hecho, al empezar en su nuevo colegio ve que no termina de encontrar su lugar entre unos compañeros que parecen ignorarlo hasta que usa el lenguaje como forma de acercarse a los demás. Que de esta adaptación del lenguaje ya hablaremos luego. Finalmente, se integra en el grupo e incluso decide participar en la creación del periódico del instituto “La Bomba”, en el que escribirá junto a Julio Casado y Marina, los coprotagonistas de la historia. Y junto a ellos, pronto se da cuenta de que a su alrededor empiezan a suceder cosas que parecen no tener lógica, y todo lo natural y mundano de la vida de un instituto se vuelve magia y adivinación, y es que todo en su vida, y en la de los demás, cambia cuando la madre de Marina, Lupe, con sus estornudos premonitorios, los ayuda a construir noticias que se hacen realidad. Algo así como “un titular que se adelanta a la noticia”. Y este cambio hará que se embarque junto a sus amigos en una gran aventura de la que aprenderá mucho y en la que se verá obligado a enfrentarse a una Maldita lechuza.

 

Este libro, que empieza como una historia normal, y que parece no ir más allá, resulta ser una historia trepidante que te pide seguir leyendo. Está bien que un autor en su obra critique cosas como a la que me refería al principio de no poner aire acondicionado en las aulas de ciudades en las que las temperaturas son a veces insufribles, pero quizá esté de más forzar tanto el andaluz, que es completo y maravilloso, para hacerlo responsable de una forma de exclusión a costa de marcarlo de forma excesiva en los diálogos. Aunque conforme avanza la novela ese acento desaparece de los personajes y se agradece.


Es una lectura corta, rápida, divertida y perfecta para el verano, que usa mucho recurso literario y mucha descripción que te ayuda a ver, o más bien sentir, a los personajes y sus situaciones. Todo tiene una forma cuidadosa y bien elegida, casi poética en algunos momentos. Y es que, como dice el autor, “el lenguaje está cargado de magia. Cada palabra está llena de cientos de posibilidades. Lo que hay que hacer es usarlas con buena fe. Son el futuro.”

 

Sinopsis

Lo de aprobar el curso estaba aún por ver. Lo digo por el calor. Acostumbrado al frío de Castilla y con un cuerpo como el mío, que es mantecoso y blanco como el de mi madre, lo de los cuarenta grados resultaba una crueldad. Hay que tener en cuenta que cuando llegamos en septiembre a Sevilla, en Valladolid estaba ya el invierno y, en cambio, aquí hacía un calor pegajoso. Un calor pegajoso y dulce, de esos de uva fermentada, que engorda las moscas, las pone borrachas y acaban siguiéndote a todos sitios. Pesadas y torpes las moscas, igual que el día aquel que les dio por venirse conmigo al instituto

 

  • Colección

    CALEMBÉ

  • I.S.B.N.

    978-84-9189-320-2

  • Publicación

    03/06/2021

  • Páginas

    96

 Daniela ha aprovechado un paréntesis entre sus exámenes para traernos la reseña del último libro que se ha leído. Con Ben, Daniela ha descubierto la pluma de Care Santos y a buen seguro que dentro de unos años buscará las lecturas para adultos  de la escritora que le apasionó en su etapa juvenil. De momento ya está enganchada a esta saga que a pesar de llevar varias entregas, no ha tenido ningún problema en disfrutar de su trama.


“¿Serías capaz de matar a otra persona?” De esta forma tan sorprendente empieza Ben, un libro que desde la primera página ha conseguido engancharme a la historia de su protagonista.



Sinopsis

Hay personas que despiertan tanta fascinación como rechazo, que te atraen como un imán y a la vez te dan miedo y algo te dice que es mejor permanecer lejos de ellas. Esta es la historia de una de esas personas. Se llama Ben, y a lo mejor has oído hablar de él. De hecho, esta historia comienza en un funeral. El muerto no llegaba a los 24 años y ha sido asesinado. Unos tíos que lo odiaban decidieron matarlo a golpes. A su despedida solo han venido ocho personas. ¿Qué queda de aquellos a quienes quisimos cuando han muerto?

Nosotros. Quedamos nosotros. Nuestra memoria, nuestros recuerdos. Lo que hagamos con ellos.




El libro comienza con el funeral de Ben, al que acuden muy pocas personas, y ahí ya podemos ver cómo son pocos los que lo apreciaban de verdad. La madre de Ben muere siendo él muy pequeño, su abuela no lo quiere y finalmente tiene que vivir con su padrastro. No le gusta el colegio, y con el tiempo descubre el boxeo, cuando comienza a limpiar en un gimnasio, y también el póker, que le hará ganar dinero y mezclarse con gente no demasiado recomendable. Y su único vicio, contra todo pronóstico, es comer ositos de regaliz. A pesar de caerle bien a los profesores y ser descrito por ellos como un simpático con jeta, Ben es un tarugo en los estudios (como él se considera), un superviviente, un listo, un chaval con problemas que siempre se las ingenia para salirse con la suya. Y para sus verdaderos amigos en un chico de buen corazón impulsado por las buenas acciones y su rabia ante las injusticias.  Porque no siempre conocemos a las personas que nos rodean, o no todos las conocen: “A veces la vida es como un iceberg. Nos muestra una parte, pero lo más importante es lo que queda debajo, oculto, la base de todo lo demás. Nunca pensamos en lo que no se ve. Solo damos importancia a lo que tenemos ante los ojos. El caso de Ben también fue como un iceberg. Uno tan grande que ni siquiera fuimos capaces de imaginarlo.”       

                                                                                                                                            

 Será a partir de su funeral, como la autora comience a contar la vida de su protagonista, su pasado, su necesidad de ser respetado y su fórmula de usar el miedo para conseguirlo. Esa forma de ver y vivir la vida, y la necesidad de salir de la pobreza en la que ha vivido siempre, será la que le llevará a tomar malas decisiones y coger la senda equivocada, andar por un mal camino cuyo final será una muerte violenta sin siquiera haber cumplido los 24.


Esta historia de Care Santos es anterior a las otras novelas de la autora Mentira, Verdad y Miedo e incluye personajes en común, aunque la historia se centre en Ben. Y es que este personaje ya se menciona en las otras novelas, y se convirtió en uno de los que más atrapó a la escritora y que la llevó a dedicarle un libro. De hecho, yo voy a hacer el camino al contrario. También me ha atrapado la historia de Ben, y voy a leer todos los libros de Santos para poder ampliar la historia.


No son demasiados los personajes que aparecen en el libro, pero están bien descritos y llegas a conocerlos bien, a sentir lo que ellos sienten. En la historia nos encontramos a María, madre de Ben, que es abandonada por su pareja, un violador alcohólico, y acaba muriendo joven, cuando su vida comenzaba a ir bien; a Anselmo, su padrastro, quien a pesar de haberlo conocido desde pequeño, a todo aquel que le pregunta cómo era Ben de pequeño, le responde lo mismo: “Ben era un misterio”. También nos encontramos con Marcelo, hijo de la mujer de su padrastro y a Eric, su “primo”, a quien Ben cuida al no ser tratado bien por su padre. Serán ellos dos los que realmente echen de menos a Ben y sufran su pérdida. Y por último Kevin, antiguo socio de Ben al que todos describen como un asqueroso que solo busca tapar su culpa, culpa que tendré que descubrir en los libros anteriores.


Ben es un libro que me ha encantado, tanto la historia y sus personajes como la forma en la que está escrito. Usa una narrativa sencilla, de frases cortas, muy claras, casi violentas en ocasiones, que parecen simular el carácter de Ben. Emplea la enumeración, la descripción, pero sin aburrir, haciendo la lectura rápida y amena. En todo momento quieres leer más, conocer más, entender más. También me ha resultado curioso cómo hace guiños al lector, como cuando le pregunta si sería capaz de matar a alguien o cuando hace como si fueras tú el que está investigando lo que pasó con Ben. El final del libro es su comienzo, pero eso ya lo sabéis al leer la reseña de la autora, no desvelo con ello el misterio. Y aún así, una vez que lo terminas, tienes que volver a leerlo: “¿Qué queda de aquellos a quienes quisimos cuando han muerto? Nosotros. Quedamos nosotros. Nuestra memoria, nuestros recuerdos. Lo que hagamos con ellos”.


La portada de este libro me llamó la atención, bonita, divertida. Pero como no se puede juzgar un libro por la portada, como ya he dicho en otras ocasiones, decidí meterme de lleno en la historia de Sebastián Cole. Y me ha gustado, bastante, la historia de este niño inventado, pero se me ha quedado un poco corta para mi edad (os recuerdo que acabo de cumplir 14). Por lo que se me ocurrió la idea de ofrecerle a mi hermano Héctor, que tiene casi 8 años, la posibilidad de leerlo y que me diese su opinión. Y él sí que lo ha disfrutado de verdad.


“Oleg y Enma decidieron jugar a un juego con el que llevaban entreteniéndose todo el curso, uno que los había metido en más de un follón: inventarse un compañero de clase. ¿Por qué? Muy fácil: los mosqueteros eran tres, los cerditos eran 3, y ellos eran sólo dos”. Y así es como comienza la historia de Sebastián Cole, y cómo de repente, un niño inventado en un juego, comienza a formar parte de la vida de los otros dos protagonistas del libro.


Oleg y Enma son dos niños tremendamente imaginativos que usan esa capacidad de inventar para dejar a un lado los problemas familiares que los rodean. El padre de Oleg se ha quedado sin trabajo, y se pasa todo el día durmiendo; y su abuela, que vive con ellos, es una escritora que no baja del desván y que desde que salió de Polonia no ha sido capaz de terminar una historia, aunque ha comenzado muchas. Enma vive con su abuelo y sus hermanos; su madre se pasa el día trabajando para que al menos no les falte la comida, y aún así, son muchos los días que su amigo comparte con ella el desayuno cuando escucha las tripas de la niña sonar por hambre.


Como en el colegio se aburren, deciden un día crear a un nuevo compañero, al que llaman Sebastian Cole. Lo incluyen en la lista de clase y escriben sus exámenes como si fuese un alumno más. Pero un día, en su lugar secreto del patio del colegio, una nave de cartón aparece y de ella sale un niño con las mismas características y el mismo nombre que el que ellos habían imaginado. Y a partir de ahí, comienza una historia basada en la amistad que los llevará a vivir multitud de aventuras en las que acabarán implicando a todos sus compañeros del colegio e incluso al conserje vaquero, el conserje del colegio, un personaje que a lo largo del libro se irá ganando su importancia y que acabará teniendo también un papel fundamental.


Y así conoceremos a muñecos de nieve que hablan y se mueven o a una cabra que aparece cuando menos te lo esperas pero más la necesitas. A profesores que necesitan arreglar cuentas pendientes. A niños que no son lo que parecen. Y al Instituto de lo Irreal, la empresa que se encarga de esconder las anomalías que hay en el mundo o darles una explicación para que la gente no sepa que existen personas inventadas o situaciones inexplicables. Y esa organización será la que intente secuestrar a Sebastián Cole para encerrarlo en una habitación y hacerlo desaparecer mediante el olvido. Y hasta aquí puedo contar, porque el resto de la historia hay que descubrirla leyendo.


Como decía al principio, la historia es de fácil lectura, entretenida, pero quizá para mí, algo infantil. Sin embargo, a mi hermano le ha encantado y mi madre que también se la ha leído la ha disfrutado muchísimo por lo que al final creo que puede ser un libro para todos los gustos dependiendo de las preferencias de cada uno Mi hermano no deja de decirme que ha sido su libro favorito de este año, y que le va a decir a sus compañeros que se lo lean. Él ha sido capaz de imaginar la historia en su cabeza y le ha provocado sentimientos de alegría, diversión y en ocasiones tristeza, cosa que no consiguen todos los libros.


Lo que sí me ha gustado es la cantidad de valores que transmite: la importancia de la familia, de cuidar al que tienes al lado, no de dejar de crear y de inventar, la generosidad, la capacidad de adaptación, no confiar en extraños,  la necesidad que tienen los hijos de su padres y del miedo a perder su cariño, del miedo a desaparecer porque la gente no piense en nosotros, y, sobre todo, la fuerza y el valor de la amistad. Y, para terminar, un mensaje que merece la pena tener siempre presente: “estar vivo es una aventura maravillosa, haz que cada segundo valga la pena”.

 




Oleg y Emma llevan todo el curso jugando a un juego: el de inventarse a un tercer amigo. Así pasan el rato. Un día se inventan a Sebastian Cole, un niño capaz de millones de locuras. Nadie en su sano juicio creería que alguien así existe… Solo que un día Sebastian Cole aparece en la guarida secreta de Emma y Oleg, a bordo de una nave espacial de cartón. ES IMPOSIBLE. Y lo que todavía no saben es que muchas otras cosas imposibles están a punto de suceder.


Editorial: Blackie Books

Páginas: 304.

Precio: 16,90 euros.

 

 

 

Vuelve Daniela y vuelven sus reseñas. Con casi catorce años nuestra joven lectora colaboradora ya va adentrándose en libros de un mayor calado en su profundidad, con otro tipo de aventuras más intrépidas y algo más salvajes donde el mundo que se le muestra puede ser igual de fantasioso, pero en su crudeza puede ser más real.


En esta ocasión ha disfrutado con La goleta de los siete mástiles, un thriller juvenil que le ha encantado y del que se atreve a pedir continuación.


La novela es obra de J.R. Barat, un autor valenciano cultivador de varios géneros literarios  y que ha cosechado diversos premios y reconocimientos como poeta, dramaturgo y narrador. Destaca dentro del género juvenil su Premio Hache en 2014 por su novela Deja en paz a los muertos.




La acción de su nueva novela se sitúa en en Barcelona, donde viva Paula, una adolescente de 14 años. Un día que va a visitar a su abuelo Fermín lo encuentra muerto, colgado del toldo de la terraza. Paula duda de que se haya suicidado e indagando qué puede haber sucedido, descubre que su abuelo poseía un sello de incalculable valor: La goleta de los siete mástiles. Ahora es de Paula. Pero esta feliz noticia pronto se convierte en una pesadilla porque hay demasiado dinero en juego, y gente muy peligrosa dispuesta a matar por conseguirlo...





Acababa de leerme las Aventuras de Sherlock Holmes, cuando llega a mí La Goleta de los Siete Mástiles. Al leer la sinopsis del libro, me doy cuenta de que me voy a encontrar con una especie de historia de detectives. Y entonces pienso que el libro se me va a quedar muy corto. Además, la portada no es que me llame demasiado la atención. Pues no sabéis como me alegro de haberle dado una oportunidad a este libro, porque me ha sorprendido y me ha parecido una novela juvenil maravillosa.


La protagonista es Paula Janés, una chica de 14 años (como yo), que se enfrenta al suicidio de su abuelo, Fermín Janés, un coleccionista de arte y un apasionado de los sellos. Pronto Paula intuye que su abuelo puede haber sido asesinado, y entonces comienza una historia que, aunque en ocasiones parece previsible, pronto se vuelve sorprendente. En ella, la protagonista descubre que su abuelo le ha dejado como herencia todos sus bienes, que incluyen una colección de sellos a los que Paula debe llegar resolviendo una serie de acertijos, y que serán el comienzo de una peligrosa aventura por la obtención de un valioso sello, La Goleta de los Siete Mástiles. En esa aventura contará con la ayuda de su amigo Raúl, el inspector César Varela, que es uno de mis personajes favoritos, y de su padre, que a lo largo del libro sufrirá una evolución sorprendente, demostrando así lo mucho que las personas pueden cambiar.


En el libro me ha faltado conocer algo más de Fermín, el abuelo, y de la relación con su hijo, el padre de Paula, porque me hubiera permitido entender mejor algunas cosas. También me gustaría que J.R.Barat convirtiera a Paula en la protagonista de una segunda parte o un segundo caso.


La Goleta de los Siete Mástiles es un libro muy entretenido y que te hace ponerte en la piel de la protagonista desde el primer momento. De principio a fin es intrigante, siempre con giros que te piden seguir leyendo. De hecho, no he tardado más de dos días en terminarlo. También me ha llamado la atención, además de la historia en sí, que trate temas como la muerte, el suicidio o las familias reconstruidas con mucha naturalidad. Un libro muy recomendable tanto para jóvenes como para lectores que no lo son tanto.

Vuelve Daniela con sus reseñas. Hoy nos trae una lectura de esas que despiertan la imaginación de las jóvenes mentes, suspirando por no llenar de formalismos ni reglas establecidas sus incipientes mundos. La magia es la protagonista principal de Sueños de fuego y al parecer a Daniela le ha encantado tanto que esta deseando consultar con el autor si habrá alguna continuación a esta novela.




Sueños de Fuego cuenta como Sergio, el protagonista de esta historia, descubre que no sólo hay una realidad conocida, sino que también existe un mundo que antes únicamente hubiera podido leer en un cómic. Será su tío Emilo, mago, el que le ayude a descubrir la magia y, con ella, el porqué de unas pesadillas que durante años le perturban.
Sergio es un adolescente que considera que lleva un vida aburrida y repetitiva, sólo alterada por una serie de pesadillas en las que aparece inmerso en un enorme incendio en el interior del instituto donde estudia, en el que se encuentran sus amigos y sus profesores, y que es devastado por las llamas mientras todos gritan su nombre. A partir de este suceso, empieza a percibir extraños acontecimientos que ocurren en su instituto: charcos invisibles, seres extraordinarios, cristales que se rompen sin un motivo aparente, o hasta el extraño giro de un camión que logra frenar sólo con desearlo. Y así, y como dice Eduardo Vaquerizo, el autor del libro, “un instituto de barrio que, en apariencia, no tiene nada de particular, oculta la entrada a todo un universo mágico entre sus pasillos, alumnos y profesores”.
El protagonista se cría en un entorno no mágico junto a sus padres y su hermano Dani, hasta que descubre que tiene un tío mago, Emilio, y una tía, Miranda, de la que nadie quiere hablarle. Será su tío el que le revele sus orígenes y sus poderes y la existencia de la magia y de un mundo que será todo un descubrimiento para él, y que irá conociendo a través de Laura, y siempre acompañado de su mejor amigo Sebas, un negacionista que no conoce ni ve la magia y que, como explica Laura, “quien no quiere ver, no ve”. Será junto a amiga cuando desarrolle todo su potencial como mago y viva numerosas historias.

Sueños de fuego es uno de los libros de literatura fantástica juvenil que más me ha gustado al tratar la magia de una forma diferente y haciéndola mas cercana a la realidad, aunque me ha dejado con una gran intriga al final del libro, al tener un final abierto que espero dé lugar a una segunda parte, algo que me encantaría. La historia, que engancha desde el primer momento y que te hace estar siempre alerta, está muy bien organizada, y en cada capítulo te hace sentir que quieres seguir leyendo para saber qué es lo próximo que ocurre. Sí es cierto que me ha parecido algo difícil en algunos momentos debido a la cantidad de información sobre la magia y sus consecuencias que facilita, una variante que nunca había encontrado en otros libros.

 Sin duda es un libro que recomendaría a todo aquel que tenga un cierto interés por el tema que se trata y por la literatura fantástica en general.