CREEP es de esas novelas que te pueden gustar más o menos, pero que no te dejan indiferente. Philipp Winkler nos muestra en este libro dos conceptos que unos no deben olvidar y otros deben conocer, como son la presencia cada vez mayor de la Deep Web y la existencia de los marginados sociales cuyas vidas reales son anuladas por la Red.
La obra gira en torno a dos protagonistas, Fanni y Junya, cuyas vidas se alternan capítulo a capítulo. Aparentemente, nada que ver entre ellos, pero sí un lugar común: lo más profundo y oscuro de la Web.
Fanni vive en Alemania y trabaja para
BELL, una compañía que instala cámaras en las viviendas y vigila a través de
ellas a sus propietarios para garantizar su seguridad. Ese es su trabajo y
también es su vida. Hasta tal punto que una de las familias que vigilia llega a
convertirse en más que su familia, y cada día desea llegar al trabajo para ver
cómo es el día a día de los Naumann y, sobre todo, de su hija Moira. Pero, a la
vez, usa su poder de entrar en las casas ajenas a través de la imagen para
tomar las mismas y venderlas al mejor postor, siempre en forma de oscuros
negocios. En torno a Fanni, su familia real, un padre y una madre que siempre
han tenido otras cosas que hacer que estar con su hija; una antigua amiga,
Lilli, que no tarda en hacerle saber lo bien que le va en su vida; y Tobbi, el
hermano de Lilli, al que no le han ido tan bien las cosas y que fue quien dio a
conocer a Fanni lo más oscuro del mundo digital. Será este personaje el que
haga una de las reflexiones más interesantes y potentes del libro, y nos de a
conocer un término tan impactante como el suicidio en la Real Life.
Junya vive en Japón y pasa sus días
encerrado en su habitación, con miedo a salir a la calle y a relacionarse con
la gente, salvo cuando en las noches toma su máscara y su martillo y sale para
cometer crímenes atroces. Vive con su madre, a la que ni siquiera ve estando
como están en la misma casa. No siente aprecio por ella ni por su vida, se
siente solo, pero en un momento dado se siente obligado a abandonar su casa y
enfrentarse a la calle hasta encontrar un espacio que sentirá como su hogar por
un tiempo. Masataka, el niño que un día le hizo bulling y determinó en parte el
carácter de Junya, trata de enmendar su error y lo acoge mostrándole que puede
vivir mejor rodeado de gente que lo cuida y lo protege. Pero su tiempo como
Pesadilla del Tama no dejará de estar presente y marcará su futuro.
Dos vidas extremas que muestran que
lo más profundo de la Web, allí donde no hay normas, donde todo lo malo es
posible, donde se puede llegar a tocar fondo, está más cerca y presente de lo
que muchos podemos pensar. Y es más accesible de lo que parece. Un mundo de
crímenes, abusos, sangre y destrucción que haría vomitar a algunos pero que se
convierte en un imán para otros.
CREEP es un libro duro, complicado de
leer en algunos momentos al estar lleno de términos relacionado con la Red y
todo lo que la rodea, curioso por lo que cuenta y cómo lo cuenta, interesante
porque descubre un mundo que tenemos cerca y que debemos conocer para saber
cómo enfrentarnos a él. Es un libro que hacer reflexionar al lector. Que trata
a su vez otros temas como la soledad, el bulling o el concepto de familia. Es
una novela recomendable, pero no para todos los públicos. Es una obra
interesante y compleja, donde se cruzan límites, donde el hipermodernismo
digital se vuelve protagonista, donde la oscuridad puede envolverlo todo. Y una
única esperanza, una mano que todos deberíamos tener para que tire de nosotros
si llegamos a las profundidades: “si esperas que te abandone a tu suerte, por
desgracia tengo que decepcionarte”.