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 Una de mis últimas lecturas se titula Los colores del tiempo, una novela que comenzó atrapándome por su portada, me convenció al leer la sinopsis, y que os tengo que recomendar ya convencido de ello, tras concluir de leer sus últimas páginas.



Título: Los colores del tiempo.

Autora: Ana Alonso.

Editorial: Espasa.

Genero: Drama, Novela contemporánea, Histórica.

Año: 2021.

Páginas: 320 páginas.

ISBN: 9788467062458





Sinopsis:

Para Adela, encajar en la sociedad provinciana de León, en el ambiente cerrado y asfixiante de un pueblo de montaña o en el Madrid gris de escombro resulta doloroso. No se adapta a vivir en la sospecha, a que la miren de reojo o a mantenerse siempre en guardia frente a los delatores mientras los suyos se consumen en la guerrilla o se colocan la máscara del Régimen y piden «té especial» en las cafeterías de moda. Para ella, que nació obrera en Barcelona y luchó en la defensa de la ciudad por un mundo más justo e igualitario, lo peor es la impostura, y a eso no se acostumbra. El deseo de revolución late en la maestra, en la lectora compulsiva, en la costurera, en la madre imperfecta, en la mujer cuya vida se truncó en el Pirineo un día del año aciago en el que se perdió la guerra.

Adela nunca llegó a comprender lo ocurrido ese día. Hasta que empieza a encontrar respuestas en el lugar más insospechado: las páginas de la novela romántica Una mancha de carmín. Las claves ocultas en la historia parecen contener una invitación para recuperar los colores de aquella revolución soñada. Pero ¿qué margen le queda a una maestra represaliada para luchar por una sociedad mejor?

A través de Adela, de Carmen, de Mercedes, de Federica Montseny o de Gloria Fuertes, Ana Alonso nos lleva al mundo encorsetado de las mujeres de la primera posguerra y a la España en blanco y negro de los años cuarenta, llena de «secretos, máscaras, mentiras que se exhiben y verdades que se ocultan». 


Impresiones:

Se trata de una novela que se desarrolla en el espacio temporal de la posguerra civil española, con una trama a mitad de camino entre la novela romántica y el misterio. Posee una protagonista muy potente, una mujer de armas tomar, con un carácter guerrillero no falto de sensibilidad que nos descubre un personaje lleno de posibilidades. Creo que es imposible no empatizar en muchos momentos con Adela, aunque en ciertos momentos lo que hace no nos parezca adecuado. Quizás la autora proyecta en su personaje esa idea de que no se puede juzgar épocas distintas desde la que nos encontramos los que juzgan.


Los colores del tiempo es un homenaje a las mujeres, un recuerdo de un pasado que sigue estando a la vuelta de la esquina, pero sobre todo es memoria viva y herencia en forma de recuerdo de los padres de autora. Toda la historia esta llena de detalles que nos recordaran nuestra infancia, las historias que nos contaban nuestros padres o abuelos y de objetos o palabras que sin lugar a dudas retornaran a nuestra memoria escenas de otros tiempos.  Creo que esto último es uno de los puntos fuertes de la novela que, por algunos momentos me ha hecho revivir muchos recuerdos.


Adela es una mujer que vive con su hija en León y que tras la guerra consiguió reinventarse convirtiéndose en maestra. Ella que antes del conflicto armado fue militante obrera de la CNT, que luchó en la defensa de Barcelona y que ahora desde la tarima de sus clases sueña con cambiar las cosas, añorando aquella revolución que pudo ser y que una guerra civil enterró.


Trasladada a un pequeño colegio en un pueblo pequeño de las montañas vive a diario para superarse a sí misma y a sus circunstancias. Atormentada por su pasado, la relación con el cura de su parroquia la deja en la tesitura de abandonar la lucha silenciosa que lleva a cambio de una vida nueva borrando0 definitivamente todo lo anterior. Mientras tanto, llega a sus manos un libro, copia de un original escrito por una compañera militante de antes de la guerra que despertara en Adela viejos recuerdos que creía desaparecidos y que harán que descubrir ese secreto sea uno de los objetivos a los que se engancharán los lectores con esta historia.


Los colores del tiempo es un drama, una novela histórica de ficción muy bien ambientada y con una recreación exquisita que por momentos se convierte, gracias a la destreza de la autora y de su narración en una cierta trama de misterio donde el lector querrá en todo momento saber muchos más de la historia de Adela y de su amiga escritora.


Autora:


Ana Alonso 
es poeta y novelista. En el terreno poético, ha recibido reconocimientos como el 
premio Hiperión, el premio Ojo Crítico, un accésit del Adonáis o el premio Manuel Acuña en México, entre otros. Como autora de novela infantil y juvenil, ha obtenido el premio Barco de Vapor, el premio Anaya y dos premios Templis a la mejor saga española. Su obra se ha publicado en diversos idiomas, desde el francés o el alemán hasta el japonés y el coreano.


Hace unos días reseñaba el libro de Santiago Isla, Los juegos florales. Tengo que reconocer que me lo pasé muy bien con la novela, tanto como para animaros a leerla (Podéis leer la reseña aquí). El libro es bueno, esta bien escrito y deja al lector con una historia que da pie a la reflexión y de la que se pueden sacar varias lecturas.



Libros en el petate:  Santiago, Los juegos florales es una novela con la que he disfrutado mucho y que en varios momentos de su lectura me ha hecho reflexionar. ¿Se puede decir qué esta obra está más cerca de la realidad que de la ficción si nos fijamos en la trama que tiene?


Santiago Isla: Es una obra de ficción, lo que pasa es que obviamente esta inspirada en una serie de escenarios y de personas que luego han dado lugar a personajes que yo he visto en la vida real. Uno no puede o no debería escribir sobre lo que no conoce y en este caso hay varios mundos aquí y varias formas de ser o aptitudes ante muchas cosas que yo si he conocido previamente. Pero es una ficción.


L.P: Ignacio, el protagonista lo deja todo para vivir el sueño de ser escritor, pero en un principio no lo consigue. ¿Se puede vivir de ser escritor?


S.I:  Es muy difícil y honestamente creo que las personas que viven exclusivamente de la literatura en España se cuentan con los dedos de una mano. Dicho esto, el problema de Ignacio Benavides es que cuando persigues algo, sobre todo en una disciplina en la que triunfas o fracasas y no hay término medio y el número de fracasados es mucho más numeroso que los que triunfan, tienes que saber que el camino es largo, que hay muchas piedras, muchos sinsabores y que  hay que tener una gran tolerancia a la frustración e Ignacio Benavides no tiene tolerancia a la frustración y él piensa que lo esta dejando todo por un sueño, pero en realidad a la mínima que las cosas se le tuercen un poco ya se desespera, se agobia y tiene esa ansiedad por todo que no conduce a ningún lado nunca. Con esto hay un cierto retrato generacional de intolerancia a la frustración. Creer que eres merecedor de muchas cosas y que aspiras a cosas muy grande, pero no ser capaz de recorrer el camino que muchas veces no es agradable para llegar a ellas.


L.P: La trama de esta novela gira en torno a una novela titulada Darse cuenta que resurge del olvido que sufren muchas obras y que tiene una nueva vida en la oportunidad de ser llevada a la pantalla. ¿Cómo surge esta original historia, de un deseo oculto del autor, de alguna experiencia personal o de alguna otra circunstancia?


S.I: No creo que sea por una vivencia mía. Yo he tenido la experiencia de escribir una primera novela porque esta es  la segunda y entonces si que me puedo sentir identificado con algunas de las cosas que le suceden a Ignacio en este sentido.  Lo que quería ilustrar con esto, es a una persona que tiene mucha tendencia a la desesperación y a la frustración. Una persona cuyo mundo se hunde con un fracaso sentimental y literario, que se ha olvidado de sus sueños y que de la noche a la mañana le surge una oportunidad con la que le llenan la cabeza de pájaros.  ¿Cómo lo gestiona mentalmente? En este caso es imposible, no es capaz de enfrentarse a eso cuando tampoco es tan grave ni nada de lo que le ha pasado antes es tan grave, pero no es capaz de afrontarlo.


L.P: Hablamos de personajes y comenzamos por Ignacio Benavides. Como creador del personaje, con tus palabras descríbenos a este muchacho.


S.I: Como te decía anteriormente es un personaje con muy poca tolerancia a la frustración y que tiene ese concepto generacional de merecerlo todo. Luego lleva muy mal  que las cosas no salgan como uno piensa. Por otro lado, a raíz de eso, la gente que ha sido menos ambiciosa que él , pero que ha llevado una vida ordenada, que se ha esforzado, que ha ido cumpliendo con las cosas que se le han ido poniendo por delante como puede ser su padre o su madre, el tiende a despreciarlos porque tiene ese orgullo un poco absurdo de no haber conseguido nada, pero cree ser merecedor de todo lo que anhelaba y de ahí que los mire por encima del hombro. Por otro lado, te diría que a posteriori, reflexionando he visto que es un tipo egoísta, nada generoso con los demás, piensa mucho en sí mismo, en su futuro y en las coas que van a pasar y luego cuando la gente le tiende la mano o intenta ayudarlo de alguna forma huye de eso porque no le gusta.


L.P: En el fondo tiene suerte porque tanto su compañera, como sus padres, sus amigos de Mazarrón al final terminan perdonándole sus barreras y las distancia que él pone entre ellos y siempre están ahí para él.


S.I: Efectivamente tiene suerte. Para mi desde el punto de vista del escritor, el ejemplo perfecto de todo esto es su compañera Uxia, la gallega, que es de los pocos personajes del libro que es generosa y por eso le cogí cariño y de alguna forma sentía la necesidad de darle una recompensa en el libro. Por eso el libro acaba como acaba. No quiero ser moralista y detesto los libros con moralina y con enseñanzas, pero me parece de cierta justicia que la gente que sea buena y que se han portado bien con los demás, luego le sucedan cosas buenas.


L.P: Otro personaje muy potente en el libro es Julio Gasset ¿Qué representa Julio Gasset en este libro?


S.I: Pues un poco la frivolidad.  Por su posición y por tener una vida desahogada no necesita trabajar porque tiene mucho dinero y entonces él no hace las cosas, sino que juega a hacer las cosas. Es un choque entre dos mundos en el sentido de que  Gasset le promete un millón de cosas a Ignacio Benavides y le llena la cabeza de pájaros y entonces a este le va la vida en cada cosas que hace incluso de una manera absurda, para él cualquier pequeño contratiempo es un mundo  porque se lo toma todo muy a pecho y le afecta muchísimo y sin embargo a Julio Gasset es todo lo contrario, todo le da igual porque si hubiera algún error o algún fallo el tiene una serie de redes debajo que le permiten poder caerse todas las veces que quiera.


L.P: Tu novela tiene muchos más personajes y aunque todos son segundarios tiene mucha fuerza. El eje principal se centra en un tridente compuesto por Ignacio Benavides, Julio Gasset y Claudia Lanza quien esta última es mi favorita. ¿Tiene Santiago Isla un favorito de ese tridente?


S.I: Aunque me gustan los tres yo me sigo quedando como personaje favorito con Uxia aunque no tenga un papel relevante. Escribir desde la cabeza de Ignacio es un poco agobiante porque es meterte en la mente de alguien muy ansioso y que se desespera muy rápido. Julio Gasset a veces da un poco de pudor porque alguien que es tan caradura y tan falto de moral puede llegar a hacerte sentir mal. Con respecto a Claudia Lanza, es un personaje algo sinuoso porque nunca sabes del todo que esta pensando y qué pretende con las cosas que hace resultando ser un personaje que juega un poco con las cosas que hace. Tiene un halo de misterio, pero detrás de ese misterio no tiene que haber precisamente algo asombroso.


L.P: A mi me gusta Claudia Lanza porque haga lo que haga parece que no tiene ningún tipo de remordimiento y que esta contenta con todo lo que hace.


S.I: Es una forma de enfocar la vida cuando tus actos no tiene necesariamente que tener consecuencias.  No tiene remordimientos porque muchas veces no le va a pasar nada.


L.P: En tu libro aparece Santiago Isla realizando un pequeño cameo con el que yo en el buen sentido me he divertido mucho. ¿Cómo te dio por ello?


S.I: Por diversión. Escribir un libro es una tarea muy solitaria, de aislarte, de concentrarte, de tener bloqueos y donde se invierten muchas horas. Son en todos esos momentos que un pasa por lo que decido alguna vez deslizarme dentro de mi propio libro como una broma para reírme de mi mismo e interactuar con mis personajes.


L.P: Julio Gasset tiene al comienzo del libro un discurso donde habla de esa segunda obra de los escritores. Comenta que la primera es todo frescura y originalidad y esa segunda es como un compromiso con los lectores para agradar y ofrecerles a los lectores lo que buscan. Esto me hizo pensar en ti puesto que esta es tu segunda obra y me dio por pensar si habrías tenido esa preocupación.


S.I: No, de hecho, yo no estoy de acuerdo con lo que dice Julio Gasset en la novela. Es verdad que la primera vez que escribes algo como no tienes con que compararlo la experiencia es novedosa, pero creo que en el caso del arte y en concreto de la escritura al final escribir son tablas. Puedes tener un talento, pero si no lo ejercitas no vas a ningún lado. En mi caso modestamente pienso que este segundo libro es más libro que el primero porque ya se lo que es escribir un libro. Me he enfrentado a esta segunda experiencia con más herramientas de lo que lo hice en la primera.


L.P: En tu libro uno de los temas principales de los que se habla es del fracaso y en un momento y leo textual se dice: “Su juventud era un fracaso mayúsculo” ¿Te da la sensación de que esta idea es una tónica generalizada en esta sociedad?


S.I: No debería serlo. El fracaso muchas veces de pende de las metas que te pongas. Si tienes aspiraciones modestas es más fácil que no fracases y de que las alcances. Todo esto en un nivel más generacional creo que los jóvenes y hablo de mi generación y luego cualquiera que me desautorice, tenemos de alguna forma el deber de ser optimistas y de no caer en la sensación de frustración y fracaso porque la vida te va llevando por mil sitios que hará que te desencantes con unas cosas y otras que no serán como creías y ahí con el paso de los años puedes llegar a tener una posición más cínica, pero en la juventud hay un deber al menos para mí de ser optimistas.


L.P: Tiene relación esta pregunta con algo que también aparece al menos un par de veces en tu novela y es la idea de ese último tren, de coger ese último tren que pasa por la estación de tu vida. ¿crees en la idea del último tren o piensas que hay más de uno?


S.I: En mi libro esa idea es referente al último tren hacía el futuro. Yo en general soy optimista y creo que siempre hay un último tren hacía el futuro y de que no esta todo perdido.





L.P: Algo que me gusta mucho de tu novela es que es un libro lleno de detalles y esos detalles te convierten en un espectador en primera línea en la cual es fácil situarse dentro del escenario a través de las palabras que relatas. ¿En la vida real eres tan observador como en tus novelas?


S.I: A mi me gusta la literatura que no te dice directamente las cosas. No me gusta que las cosas sean tan frontales ni tan explicitas y por eso me gusta contarlas a través de otros. A través de sus marcas, de lo que comen o de los sitios que visitan es una forma muy contemporánea de ilustrar como son esas personas.


L.P: La novela se titula Los juegos florales. ¿Puedes explicármelo?


S.I: En otros tiempos solían ser esas competiciones literarias de poesía que se convocaban sobre todo sobre los años veinte.  Con esto yo quería reflejar un poco esas aspiraciones literarias de Ignacio Benavides y aunque no es un concurso, hay una intención de llegar a una meta y de ser el ganador, aunque son unos juegos florales que quedan desierto, donde no hay ningún ganador. Era una manera de ilustrar de alguna manera ese concepto de competición.


L.P: En tu libro se habla de fracaso, pero también hay una palabra que no es tan explicita pero que si aparece y que es la frustración.


S.I: Cada uno tiene su propia frustración, pero la de cada uno pesa de una forma diferente. Los problemas derivados de no cumplir sus metas son muchos mayores en unos que en otros.


L.P: Quería preguntarte sin desvelar nada. Metiéndome en la piel de cada personaje llegué a preocuparme por el final que tuvieran al finalizar el libro. ¿Tenías la idea global, pero los finales de todos los tenías tan claro?


S.I: No. Yo cuando empecé a escribir la novela no sabía como iba a acabar.  Yo tenía en la cabeza una relación de personajes, lo que podía ocurrir entre ellos, un par de temas que quería tratar y algunos escenarios.  De lo que empiezo a escribir a como termina hay bastante distancia y hay muchas cosas que voy descubriendo a lo largo del camino. En mi caso y aunque siempre soy muy consciente de la estructura, de lo que estoy haciendo y de que tenga coherencia me dejo llevar. La historia acaba así porque me pareció que tenía sentido de esa forma y porque también reflejaba una serie de cosas que había pasado a lo largo del libro, pero cuando comencé a escribir el libro.


L.P: Pues me alegro de haber sido espectador en primera fila de tu novela y de que hayas descubierto un mudo del que intuía cosas, pero del que me ha gustado saber mucho más.


S.I: Pues muchas gracias por la entrevista y por tus opiniones sobre ella.


L.P: Gracias a ti Santiago.  



Podéis escuchar la entrevista integra en Youtube en este enlace 



 

 

 

 Hace unos años ya que descubrí a Nestor F. Marqués a través de otro de sus libros, Fake News de la antigua Roma y desde entonces lo considero uno de los divulgadores más interesantes a los que sigo. Adentrarte de su mano en su mundo o mejor dicho en el mundo romano es tener la certeza de que vas a aprender historia y curiosidades históricas de forma amena y de que será información contrastada porque lo que él te “vende” es divulgación histórica de calidad.




Título: ¡Que los dioses os ayuden!

Autor: Nestor F. Marqués.

Editorial: Espasa.

Género: Ensayo.

Año: 2021

Páginas: 433 páginas.

ISBN: 9788467063417






Sinopsis:

Las creencias de los antiguos romanos explicadas por un gran experto en divulgación histórica.

Mil años separan a los primitivos dioses de la Roma arcaica de la implantación del cristianismo como religión oficial del Imperio de Occidente. Durante ese tiempo se desarrollaron en la antigua Roma una amalgama de creencias: desde los lares, los dioses del hogar, y las divinidades propiamente romanas, hasta los dioses del Olimpo importados de Grecia y reinterpretados "a la romana", pasando por los cultos orientales a Mitra o Cibeles y llegando al cristianismo, perseguido primero y adoptado finalmente como religión oficial.


Impresiones:


Está claro que, para acercarse a un libro como este, uno tiene que tener inquietudes, curiosidad y ganas de conocer y aprender. Estamos ante un ensayo de historia que, si bien está enfocado como reza el subtítulo de la obra en “Religiones, ritos y supersticiones de la antigua Roma”, al final todo se diversifica hasta terminar hablando de horóscopos, cacos, cacas o de incluso vudú.


Y es que hablar de religión y mitología romana lo abarca todo porque los romanos veían en cada acción que hacían la necesidad de solicitar la protección de los dioses o su aprobación. Normal entonces que con esas prácticas y con la idea clara de que su papel tenía que ser, necesariamente trascendental y transformador, que a día de hoy veamos claras huellas de herencia romana en nuestro modo de vida de laguna u otra forma.


Debemos tener en cuenta de que somos herederos del mundo romano y de otras tantas culturas y eso debe estar muy presente porque este está determinado de manera fundamental por los hechos que han ocurrido.


Nos encontramos antes un libro denso, pero debe de serlo porque cuando uno quiere ser claro y despejar dudas sembrando conocimiento no puede pasar de puntillas por el tema del que se va a hablar. A pesar de esto, contamos de nuestra parte con la suerte de que es un libro lleno de curiosidades, lo que lo hace muy ameno, tanto que casi sin querer vas aprendiendo mientras la forma de transmitir de Nestor se hace divertida y entretenida.


Dice el autor para que no nos llevemos a confusión, que este libro no pretende al hablar de religión, ser una biblia ni un manual de adoctrinamiento. Solo pretende, contado con mucho respeto, acercar al lector a las complejas realidades socioculturales que existieron en el mundo romano. Es más bien un viaje religioso cuyo origen es el inicio del surgimiento de los primeros dioses para ir viendo el desarrollo que tendrán las divinidades en el mundo romano.


Una obra que se divide en cuatro fases bien diferenciadas. Nacimiento, Crecimiento, Madurez, Muerte y resurrección.


Todos tenemos conocimientos en mayor o menor medida de mitología, ya sea a través de historias, leyendas o películas. De Alguna forma, esos nombres o hechos nos suenan, pero hasta qué punto conocemos la realidad y cuanto de distorsionado ha llegado hasta nosotros esa información. Con este libro aprenderás mucho y nos servirá para aclarar conceptos del mundo romano porque ¡ojo!, no confundir la mitología romana con la griega porque no son lo mismo ni es una copia una de la otra cambiando los nombres. Cada dios, divinidad, rito o devoción tienen una razón y una historia concreta.


Ahora solo falta que te animes a recibir una interesante lección de historia sobre el mundo romano de la mano de Nestor F. Marqués.


Alea iacta est


Autor:

Néstor F. Marqués es arqueólogo y divulgador cultural. Está especializado en la Roma clásica y en las 
tecnologías de virtualización e impresión 3D aplicadas al patrimonio histórico. Ha trabajado con museos e instituciones de todo el mundo creando museos virtuales accesibles. Toda su experiencia la aplica en el proyecto de divulgación Antigua Roma al Día, en el que da a conocer la cultura romana a través de los medios tecnológicos en red. El proyecto comenzó en Twitter, donde cuenta con más de 150.000 seguidores, con un estilo innovador en el que se unen la cultura y el entretenimiento. Antigua Roma al Día se puede seguir también en otras plataformas como Youtube, Instagram, Facebook o la web antiguaroma.com

Es autor de Un año en la antigua Roma (2018) y Fake news de la antigua Roma (2019).





 

"Nunca es primavera donde tú naciste. Sigues teniendo carita de pena, pero no me mires con tus ojos tristes"  Estos son parte de los versos de Salitre, canción de Quique González quien tal vez pensó en alguien parecido a Ignacio Benavides, el protagonista de esta obra, cuando los compuso. Lo que si es cierto es que Los juegos florales, la novela de Santiago Isla (que buen descubrimiento, me encanta su forma de contar historia, de narrarlas) bien podría inspirar una canción. Una de esas donde se entremezclan sueños incumplidos, amores desesperados, corazones rotos y un puñado de personajes de película dramática.



Título: Los juegos florales.

Autor: Santiago Isla.

Editorial: Espasa.

Año: 2021.

Género: Narrativa contemporánea.

Páginas: 297 páginas.

ISBN: 9788467062472






Sinopsis:

Una tragicomedia rabiosamente actual. Una novela generacional.

En Madrid, la joven generación del desencanto sigue sobreviviendo en sus trabajos precarios sin mayor horizonte que el día siguiente, agarrada a sus aficiones con una obsesión no exenta de la melancolía que impregna los finales de época: la música, las fiestas, las marcas, el coleccionismo de chicos y chicas, la gastronomía y mucho de ese amor ideal que Ginsberg consideraba el peso del mundo. Este es el paisaje en el que vive Ignacio Benavides, quien, para complicarlo aún más, ha elegido como tabla de salvación la literatura, eso de lo que ya sabemos que es muy difícil vivir… A no ser que tengas contactos en las productoras de contenidos: y eso es lo que le acaba de suceder. Con la ilusión de ver sus sueños cumplidos y de redimirse de su propio spleen, Ignacio empieza a frecuentar a los conseguidores del pijerío cultural madrileño que viven de las rentas y a las musas de cartón piedra que los acompañan.

Santiago Isla sigue siendo un flâneur en esta novela «sobre las promesas, las decepciones, la frustración», con ese narrador connotado, irónico y autocrítico que, sin embargo, conserva la esperanza «de un último tren hacia el futuro». El joven autor marca distancia con un estilo tremendamente personal y confirma los dones con los que se calificó su primera novela: frescura, luminosidad, altura, elegancia, inteligencia y entusiasmo.


Impresiones:

Los juegos florales es una novela fresca, escrita con un estilo original con el que he disfrutado mucho y que me ha resultado muy interesante a la hora de leer. Me he sentido protagonista en primera fila de todo lo que ocurría a lo largo de la trama. Una historia con cierta originalidad, que destila humor a raudales, aunque este en muchas ocasiones sea negro, del que desprende ese drama que se esconde tras la realidad de la vida en el apartado de las frustraciones.

 

Ignacio Benavides que, con veintisiete años, es un componente más de una generación que se encuentra frustrada con las expectativas del tiempo que les ha tocado vivir. Otra de esas generaciones que soñaron con la fama y el triunfo y que sobreviven en el mundo en un trabajo al que pudieron aferrarse cuando la realidad de la vida vino a pedirles cuentas, a reclamarles que eligieran un lugar según sus posibilidades y las opciones a las que podían asirse. Cuando le tocó elegir futuro soñó con ser escritor y para ello estudió periodismo desde las barricadas del bar de la facultad, arropado por ese primer amor de adolescencia que te embriaga hasta dejarte una resaca de campeonato y tan marcado como para que tu primer y único libro sea un homenaje a su persona.

 

Hoy en día, Ignacio vive con sus padres y su vida podríamos decir que es aburrida y sin expectativas hasta que durante la presentación de una antología poética en la librería en la que trabaja conoce a Julio Gasset, quien por casualidad llevaba entre otras, la obra de Ignacio. Conversando sobre literatura, escritores y obras, Julio promete a Ignacio que intentará mover su novela porque le parece realmente buena, con una historia tan potente que bien podría ser unas de los próximos estrenos de la pantalla. Será a partir de este momento en que nuestro protagonista vivirá un nuevo sueño, el de la resurrección de su novela y el comienzo una vida que contemplan lujo, fiestas y chicas. Aunque como siempre la realidad no es en la mayoría de estos casos como uno la imagina e Ignacio caminará por el fino alambre de una trama que le depara esperanza y frustración a partes iguales.

 

He disfrutado mucho con Los juegos florales, una tragicomedia que me ha proporcionado muchas horas de buena lectura y pasajes para la reflexión porque en algún momento, muchos hemos tenido algo de Ignacio Benavides, algo de Gasset o de alguno de los distintos personajes que pueblan la escena de esta historia.

 

Una novela que habla de las promesas que se hacen, de lo que nos decepciona, de la frustración mal gestionada como la de nuestro protagonista, del camino que elegimos vivir y algo muy importante como es la figura de ese último tren al que nos aferramos cuando creemos que está pasando por nuestra estación.

 

El escenario donde se desarrolla casi la totalidad de la trama es Madrid, aunque Islas nos regala otras localizaciones como Sanxenxo, Marbella, Mazarrón o Prádena en Segovia que harán que la novela tenga esa sensación de agilidad al parecer que en todo momento nos estamos desplazando con los personajes visitando lugares nuevos y conociendo rincones con encanto desde una fiesta pintoresca a una cafetería perdida en un pueblo de ensueño.

 

Pero si la historia es buena y está cargada de matices para su disfrute, los personajes son brutales. Tenemos un tridente de lo más variopinto cuya punta central es Ignacio Benavides al que se le puede odiar tanto como sentir lástima. A sus flancos Julio Gasset que puede representar muchas cosas y ninguna buena y Carmen Ron, una chica apetecible hasta en su apellido. Completando el elenco y para mí, secundarios de lujo, toda una serie de personajes que sin ellos la novela estaría coja, todos tienen algo, todos poseen cierto rol que te hace pensar en ellos, aunque su aparición no dure más de unas cuantas páginas. Son imprescindibles para que los principales brillen con más fuerza.

 

En definitiva, una novela interesante por los temas que trata y sobre todo por la perspectiva en la que le autor coloca al lector. Uno se siente en primera fila de la trama. Muy divertida, aunque no olvidemos que es una tragicomedia, pero que goza de mucha frescura. Sin lugar a dudas dará mucho pie a la reflexión porque a veces la historia escuece. Santiago Isla ha sido todo un descubrimiento al que seguiré leyendo si comete la barbaridad de escribir una tercera novela.


Autor: 


Santiago Isla
(Madrid 1994) 
es músico, escritor y también tiene un trabajo de verdad.
Desde 2017 firma el blog 
Sonajero. En 2020 publica Buenas noches, su primera novela. Debido a la inconsciencia de la juventud decide publicar una segunda.

 

 

 



 Me encantan los trabajos de Forges, he crecido con ellos y cuando aún no era capaz de entender qué estaba pasando en este mundo, un simple vistazo a una viñeta suya podía lograr que comprendiera ciertas cosas o que despertarán en mi curiosidades por saber qué era eso sobre lo que ironizaban sus personajes.


Atrás en el tiempo quedan aquellos días cuando de pequeño corría a la oficina de mi padre para hacerme con el periódico de turno y de un vistazo ver la viñeta del día y por supuesto los deportes.


Por ello volver a leer a Forges para mi supone todo un baño de nostalgia, una terapia de placer donde sé que durante unas horas voy a pasar un rato estupendo y puede que cierre el libro (como casi siempre pasa cada vez que abres uno) sabiendo más de lo que sabía cuando comencé a leerlo. 






Título: Cupido for you.
Autor: Forges. 
Editorial: Espasa.
Año: 2020.
Género: Humor, Cómic, Ilustraciones. 
Páginas: 304.
ISBN: 9788467060300








Sinopsis: 

A lo largo de su dilatada trayectoria, Antonio Fraguas de Pablo, Forges, retrató con increíble agudeza medio siglo de intrahistoria de España, esa que no sale en las noticias de los periódicos, la que está formada por pequeñas instantáneas de cotidianidad y que es, al fin y al cabo, un pedacito de realidad.

Y en ellas el amor es uno de los principales protagonistas, ingrediente esencial y motor de la vida y de los personajes que transitan por ella. Pero no es el amor romántico, ese sentimiento etéreo y platónico, lo que quiso reflejar Forges en sus chistes, sino el día a día de la vida en pareja y las relaciones personales, en el que hay mucho amor, pero también odio, rencillas y discusiones, ligues e infidelidades, sexo y erotismo…

En eso reside la genialidad del maestro: en haber sabido retratar a la perfección —a veces con ironía, otras con ternura, siempre despertando una sonrisa— la vida misma. Esa que también consiste en luchar por el mando a distancia, librarse de poner la lavadora, intentar sobrevivir a los hijos o procurar salir ileso de las reuniones familiares.

Leer un fragmento aquí


Impresiones:

Un libro que nace de una reunión entre la familia de Forges y las editoras de los libros del dibujante donde surgió la posibilidad de hacer un libro que contuviera una recopilación de las mejores viñetas del autor sobre el amor y las relaciones de pareja. Un tema tan recurrente para el autor que supone un veinte por ciento de una obra total que cuenta con más de ochenta mil viñetas.




Finalmente se ha escogido 523 chistes que se han dispuesto en orden cronológico desde 1967 a 2018 dividiéndolos en cinco etapas a fin de que se pueda apreciar los cambios que la sociedad española ha ido experimentando desde finales de la década de los años sesenta hasta nuestros días recientes. Si algo me gusta es que a través de las viñetas de Forges se puede apreciar el cambio en la mentalidad, las distintas tendencias de la sociedad y como el autor sabe reflejar lo que es tendencia en esos momentos. La preocupación, las denuncias, la hipocresía y como una viñeta es capaz de ser ese vehículo sencillo y directo para quitar la máscara y reflejar lo que otros callan.


Unos dirán que es solo un chiste, pero si vamos más allá de la simple risa del chascarrillo, veremos que sus personajes reproducen algunos de nuestros comportamientos, de nuestra manera de ser, de situaciones que se nos dan en la vida real y que obligan a reflexionar con el eco de una carcajada de fondo.




Forges es directo pero usa por igual el humor fácil, la ironía bien tirada y grandes dosis de ternura para hacer que con una sola instantánea se pare el mundo.


El amor como tema central y principal. Las relaciones de pareja, las situaciones que cada personalidad provoca y por supuesto la influencia que en la convivencia tienen las distintas coyunturas históricas que ocurren.    


El trabajo de Forges es un auténtico legado para intuir el pulso de la sociedad a lo largo de la cronología de sus viñetas. El humor de Forges a pesar de los años tiene buena salud y late tan sano como el mejor de los corazones y como los buenos amores se antoja inmortal como su Concha y su Mariano. 






 No me considero una persona que se deje impresionar fácilmente porque por mi trabajo estoy curado de espanto por muchas cosas, así que cuando terminé de leer Los ausentes y reflexione sobre sí podía estar ante una de mis mejores lecturas de este 2021 me respondí que sí.


Esta novela habla de una de las etapas negras que vivió la sociedad española durante los años en los que la banda terrorista E.T.A fue de las principales preocupaciones o miedos en el sentir popular. Poco a poco queda como telón de fondo y acuden a la palestra otros temas secundarios y que irán colándose en el lector haciendo que sea una lectura que te remueve por dentro con cada escena y no de tregua.



Título: Los ausentes. 

Autora: Juana Cortés Amunarriz.

Editorial: Espasa.

Año: 2021.

Género: Thriller Psicológico. Novela negra. 

Páginas: 322 páginas. 

ISBN: 9788467061277






Sinopsis:

País Vasco, 2007. Tras el fracaso de la última tregua, ETA prepara un nuevo golpe para demostrar su cuestionada fortaleza. Dos encapuchados secuestran a punta de pistola a Bixen Alzola, profesor de universidad y defensor de la vía pacífica como única alternativa para solucionar el conflicto vasco. Cuando su mujer, Leire, recibe la llamada de la organización terrorista reivindicando la acción, siente que su mundo se resquebraja. Sabe que las posibilidades de que su marido salga indemne son mínimas. Durante esa larga noche, Leire toma una decisión: hará todo lo que esté en su mano para salvar la vida de su marido.

¿De qué será capaz? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar? Y ¿qué precio va a pagar por ello? Porque ya nada será igual. No hay vuelta atrás. Nunca la hay cuando se traspasan  ciertos límites.

Los ausentes es una novela sobre la violencia, violencia que paulatinamente irá arrastrando a todos los personajes, sin que nadie, ni nada, logre detenerla.

Leer un fragmento aquí


Impresiones: 

Estamos en el País Vasco en el año 2007, El último alto el fuego de la banda ha fracasado y el grupo armado tiene la necesidad de seguir reivindicando sus peticiones entre las que se encuentra el acercamiento de los presos vascos a cárceles más próximas a su lugar de origen. Para ello planean un nuevo golpe. Un secuestro de una persona de cierta relevancia social y la elegida es Bixen Alzola, profesor de derecho en la universidad y conocido por su postura en defensa de la vía pacífica como alternativa al conflicto armado y violento.


Bixen es secuestrado por un comando y su mujer Leire recibe una llamada donde le indican las instrucciones que debe seguir desde ese momento. Es entonces cuando nuestra protagonista decide que hará todo lo que sea necesario para salvar a su marido.


 En pocas palabras este es el comienzo y hasta donde se puede contar, de una trama que a partir de aquí se vuelve vertiginosa. Con un ritmo trepidante en el que los capítulos cortos y el cambio de narración desde los diversos puntos de vista de cada personaje en una línea temporal continua, se volverá frenética y opresiva para el lector.


 Está claro que las decisiones y los actos que tendrá que tomar Leire para salvar a su marido formaran parte del argumento principal de la novela. Pero esta historia se vuelve coral cuando la autora nos mete en la piel de otros personajes, El marido de Leire durante el cautiverio que este sufre, los integrantes del comando, los cuales cada uno tendrá una perspectiva de sus vidas, de en que punto de la lucha están y si les ha merecido la pena o si han tomado el camino correcto. También nos pondremos en el pellejo de la familia Astibar, simpatizantes abertzale que de alguna manera su papel queda enclavado en el centro de la trama.


 Muy interesante me parecen todos los personajes. La autora los pone en situaciones en las cuales no me gustaría verme y todo, alrededor de un elemento común como es la violencia desde distintas vertientes como pueden ser: la venganza, el acoso escolar, el fanatismo, la lucha por la supervivencia, ect. Todo narrado de forma tan magistral que uno tiene que reflexionar cada una de las situaciones que destila la trama.


 Claustrofóbica, la frialdad de sus escenarios, la sensación de humedad y opresión, nos lleva a sentir el ambiente. A ser uno más de la novela o al menos a regalarnos un poco de angustia o incomodidad porque nosotros en todo momento conocemos lo que está ocurriendo. Por eso, la ansiedad por saber más sobre lo que está por llegar nos hace que devoremos el libro casi sin darnos cuenta.


Una novela que sirve de memoria histórica a lo que en su día fue barbarie. No se debe hacer sangre, ni abrir viejas heridas, pero hay ciertos hechos que uno no debe olvidar como recuerdo de lo que no se puede volver a repetir.


Un auténtico thriller psicológico que hace honor a su nombre en el que puede pasar cualquier cosa y donde nada es blanco o negro, al contrario abundan los grises en todos los sentidos menos en su calidad literaria y su capacidad para emocionar.


Autora:

Juana Cortés Amunarriz (Hondarribia, 1966) licenciada en Filosofía y 
escritora de relato, novela y literatura infantil y juvenil. Reside en Madrid, donde inicia su trayectoria literaria en 2004. Ha obtenido diversos premios de relato, entre los que destacan el Segundo Premio Hucha de Oro, el Gaceta de Salamanca, el Premio de Relato Tomás Fermín de Arteta, el Leopoldo Alas Clarín o el Ignacio Aldecoa. Ha publicado los libros de relatos Queridos niños (Premio Ciudad Alcalá de Narrativa 2009) y Las batallas silenciosas (Baile del Sol). Entre sus novelas está Las sombras (Premio Tiflos 2015). En literatura infantil y juvenil ha publicado Esmeralda y yo (Premio Ciudad de Málaga 2016), Corazón, mano, corazón (Premio Avelino Hernández 2012), Maimón, Ojos azules y la serie Superpaco.

 

 

 

 

 

 

 

Una novela que sirve de memoria histórica a lo que en su día fue barbarie. No se debe hacer sangre, ni abrir viejas heridas, pero hay ciertos hechos que uno no debe olvidar como recuerdo de lo que no se puede volver a repetir.

 

 

 

 

 

 

 


 Misterio, comedia, crímenes y un grupo de jubilados dispuestos a poner patas arriba una trama que acompañada de una cita que reza “No subestimes el talento de un grupo de abuelos”, se convierte en lo suficientemente atractiva como para darle una oportunidad.


Al frente de semejante historia Richard Osman, un presentador y productor de televisión británico que si bien aquí en nuestra piel de toro no tenemos el placer de conocerlo mucho, allá en la pérfida Albión es toda una celebridad por lo que sea un producto de marketing o no, tiene el suficiente tirón para llamar la atención.


Personalmente me encantan las historias donde l@s abuel@s son protagonistas o tienen un papel importante o destacado en la novela. Soy de la opinión que ell@s tienen un recorrido tan largo en la vida que solo pueden derrochar conocimiento y experiencia que aprovechar, a pesar que en estos tiempos que nos han tocado vivir los políticos se empeñen una y otra vez en demostrarnos que estas personas les estorben y se hayan convertido en un problema.


Conclusiones. Sonrisa en la cara, sensación de habérmelo pasado pipa con una comedia inteligente, llena de misterio y donde su trama tiene mucho más que ofrecer de lo que a simple vista podía creer encontrar cuando empecé a leerlo.



Título: El club del crimen de los jueves.

Título original: The Thursday Murder Club.

Autor: Richard Osman.

Traducción: Claudia Conde.

Editorial: Espasa: 

Año: 2020.

Género: Novela negra, Humor, Comedia

Páginas: 464 páginas.

ISBN: 9788467060225




Sinopsis:

En un pacífico complejo privado para jubilados, cuatro improbables amigos se reúnen una vez a la semana para revisar antiguos casos de asesinatos locales que quedaron sin resolver. Ellos son Ron el rojo, un exactivista socialista lleno de tatuajes y revolución; la dulce Joyce, una enfermera viuda que no es tan ingenua como aparenta; Ibrahim, un antiguo psiquiatra con una increíble capacidad de análisis, y la tremenda y enigmática Elizabeth, que, a sus 81 años, lidera el grupo de investigadores aficionados… o no tanto.

Cuando un promotor inmobiliario de la zona es hallado muerto con una misteriosa fotografía junto al cuerpo, El Club del Crimen de los Jueves se encuentra en medio de su primer caso real. Aunque sean octogenarios, los cuatro amigos guardan algunos trucos en la manga.

¿Podrá este grupo poco ortodoxo pero brillante atrapar al asesino?

Puedes leer un fragmento pinchando aquí


Impresiones:

De la trama, contar más de lo que dice la sinopsis sería injusto. Creo que lo que se expone en ella es lo suficientemente atractivo a simple vista  como para que deje la miel en los labios de quienes han de leer sus páginas. Os adelanto que hay mucho más de lo que la sinopsis cuenta, pero que mucho más porque la trama a cada capítulo se complica y surgen nuevas muertes y nuevas pistas que convierten a todos en sospechosos y os puedo asegurar de que nada es lo que parece en esta disparatada historia. Es disparatada porque el humor y la comedia lo inundan todo, pero no por descacharrante que pueda parecer la trama carece de todo el sentido que aporta su misterioso caso,  manteniendo un planteamiento tan magistral y complejo, que sin lugar a dudas hay que quitarse el sombrero ante el señor Osman por saber conjugar un caso lleno de matices en un ambiente tan variopinto. Es como esas muñecas rusas, una gran matrioska que en su interior esconden muchas más.


"Matar a alguien es fácil, lo difícil es esconder el cadáver"


Pero tranquilos, el desarrollo es lineal y todo va aclarándose página a página sin que se pierda el interés y con una historia en todo momento en estado creciente donde a cada capítulo el lector se siente más a gusto en una trama muy interesante y encantado de hacer compañía a la pandilla de abuelos de la residencia Coopers Chase.   


Y es que este simpático club del crimen de los jueves es encantador. Elizabeth, Joyce, Ron e  Ibrahim, cuatro jubilados encantadores, llenos de virtudes, defectos que son capaces de conseguir lo que se propongan y que disponen de un sinfín de recursos para sacar adelante cualquier situación comprometida que se les ponga por delante. Siempre tienen un amigo que conoce a un conocido, que tiene mano con alguien que sabe o puede… La sensación de que estos abuelos tienen mucha guerra que dar por ahora es algo que se palpa en toda la novela y deja a las claras que quien tuvo retuvo y que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Me encantan, son unos personajes a los que he cogido mucho cariño y de los que he disfrutado una barbaridad.


Y para poneros en antecedentes os diré que todo empieza en Coopers Chase un complejo para jubilados donde Ibrahim, Joyce y Ron se reunían los jueves para intentar desentrañar viejos casos sin resolver de la policía que la antigua oficial jubilada Penny Gray aun guardaba de su etapa como inspectora activa. Estos casos era su manera de reunirse los jueves y buscar algo que a la policía se le hubiera pasado por alto, una pista, un detalle, cualquier cosa que arroje algo de luz en un misterio perdido en el tiempo. Pero un día alguien es asesinado en su complejo y por fin ese club de detectives tendrá un caso en vivo y en directo que poder resolver y ojo porque hasta la oficial de policía Donna de Freitas se rendirá a la forma de trabajar de este simpático grupo y capitulara dejándose ayudar por ellos en la investigación.


"A todo el mundo le encanta un buen asesinato, aunque nadie lo reconozca en público"


La narración se alternara con capítulos escritos a modo de pequeño diario de la pluma de Joyce, una de las integrantes del grupo y otros que contaran las partes que no afectan directamente al entorno de nuestros simpáticos detectives y que lo hará un narrador omnisciente.


La novela surgió a raíz de una visita que el autor hizo a una residencia de ancianos y de escuchar las historias que estos le contaron allí. Osman pensó que estas personas podrían ser unos magníficos protagonistas en una historia de crimen y misterio. De hecho la novela tiene comprado los derechos por Steven Spielberg para en un futuro llevarla al cine, hecho que me encantaría porque considero que es una trama muy cinematográfica que podría dar mucho juego en la pantalla.


Una novela que recomiendo por su humor, su misterio y por todos los detalles de sus personajes y los momentos de reflexión que va dejando a lo largo de toda la trama y que no pasan desapercibidos para el lector.


Autor: 

Richard Osman (Billericay. Reino Unido. 1970) es un exitoso presentador, comediante


y productor de televisión británico. Director creativo de Endemol UK, ha trabajado como productor ejecutivo en numerosos espectáculos. Se hizo famoso presentando Pointless. Su popularidad continuó con su propio concurso de la BBC, Two Tribes. Participa regularmente en otros programas televisivos y escribe una columna para Radio Times.