Hijo único es una historia que me llamó bastante la atención
por su trama y me resultó interesante ahondar en cómo iba a tratar la autora un
tema tan delicado como los sucesos que acontecen en la novela.
Me gusta cuando encuentro protagonistas infantiles, ver esas
pinceladas de la inocencia con la que miran el mundo me enternece mucho y me
gusta aprender de ese punto de vista que muchas veces no dista tanto de la
realidad con la que hay que mirar las cosas.
No me ha resultado una novela adictiva y le ha faltado un
punto de intensidad para hacerla imprescindible pero me ha gustado por sus
momentos estelares y la carga emotiva que otorga al lector momentos de
reflexión muy productivos a nivel personal durante su lectura.
Título: Hijo único.
Título original:Only Child
Autora: Rhiannon Navin
Traducción: Celia Montolió.
Editorial: Harper Collins.
Año: 2018.
Género: Narrativa contemporánea. Drama.
Páginas: 310 páginas.
ISBN: 9788491392354
Sinopsis:
Agazapado en un armario con su maestra y sus compañeros de clase, Zach, de seis años, oye disparos resonando por los pasillos de su colegio. Un pistolero ha entado en el edificio y, en cuestión de minutes, se habrá cobrado diecinueve vidas.
Tras el tiroteo, las familias y lo que antes era una comunidad unida quedan destrozadas. Cada uno se enfrena a la tragedia a su manera. El padre de Zach se ausenta, su madre busca justicia… y Zach se retira a su guarida supersecreta y se sumerge en un mundo de libros y dibujos.
Pero al final, será Zach quien enseñe a los adultos de su vida a mirar hacia delante… como, a veces, solo un niño puede hacerlo. (sinopsis facilitada por la editorial)
Impresiones:
La historia se desarrolla en una ciudad ficticia de los
Estados Unidos y tiene como protagonista a una familia media americana. Jim el
padre es abogado y su mujer Melissa era publicista aunque dejó su trabajo para
dedicarse por completo a cuidar de sus dos hijos Andy de diez años y Zach de
seis. Estudian en el colegio de primaria McKinley donde un lluvioso día, un
joven irrumpe con varias armas y provoca una matanza entre los alumnos y el
personal del centro. El caos se apodera del colegio y todo es confuso a medida
que pasan las horas. Finalmente los Taylor reciben la noticia de que entre las
diecinueve victimas mortales se encuentra su hijo Andy. Como es lógico el mundo
se derrumba para la familia, la madre entra en schock y necesita asistencia médica,
el padre cae en un profundo silencio y Zach, el protagonista principal de la
historia verá como su mundo cambia de la noche a la mañana. Nuevas rutinas,
nuevas experiencias para un niño de tan solo seis años que empieza a asimilar
que no va a volver a ver a su hermano.
Será entonces cuando la trama se centra en la postura ante
lo ocurrido que toma cada miembro de la familia y el particular proceso del
duelo que tiene cada uno de ellos.
Una historia que desgraciadamente suele ser de actualidad en
los Estados Unidos donde esta noticia ocurre más de lo deseado. Un país donde
las armas están al alcance de todo el mundo y hechos como estos adquieren
cierto rol de habitual, ya que en la novela narran como los alumnos actúan como
les indicaron en los simulacros para casos donde alguien entra en el colegio y
dispara a diestro y siniestro contra todo el mundo.
Hijo único por lo descrito puede parecer en ciertos aspectos
un thriller o un derroche acción pero salvo los momentos iniciales, el resto es
un drama con todas su letras, aunque con ciertos momentos cómicos y situaciones
entrañables.
Los personajes principales son tres: Zach que podría decirse
que es sobre el que recae toda la fuerza argumental y sus padres, muy distintos
entre sí. Ella buscará la venganza y el optará por la apatía y a verlas venir.
En medio de todo ese mundo caótico en el que se convierte la familia estará
Zach, el narrador de la historia que con su lenguaje de niño de seis años ira
describiendo las situaciones y a los personajes. Es el que tira en todo momento del peso de la
historia y en ese aspecto me ha gustado ya que encuentro original ver la
narración a través de los ojos de un niño sobre un asunto en el que nosotros no
tenemos experiencia y es difícil ponernos en una situación tan dramática.
“El pistolero vino y la vida real se fue, y ahora era como si
estuviésemos viviendo una vida nueva de mentira”
Miedos, dolor, soledad, venganza, muerte, duelo, unidad, son
temas que se tratan de forma respetuosa a lo largo del libro y que sin lugar a
dudas nos hará reflexionar en más de una ocasión y cuestionar comportamientos y
valores predeterminados por la sociedad.
Dotado de un comienzo impactante que atrapa al lector desde
la primera página, me ha gustado mucho su lectura aunque le ha faltado un punto
para que me resultara extraordinaria ya que he echado en falta cierto dinamismo
en la trama para que la historia fluyera más. Me ha demostrado que los niños
son esos locos bajitos de los que uno a pesar de los años vividos tiene mucho
que aprender.
Cuando llevaba más de la mitad de la trama me surgió la
inquietud con la consiguiente duda de cómo la autora le daría un final
aceptable a esta historia. Al finalizar debo reconocer que me ha gustado mucho
el final y hay que aplaudirlo.
Me llevo con esta lectura la palabra “conmiseración” más que
por su significado, por el uso que dar de ella en la vida real.
Autora:
Rhiannon Navin (Bremen, Alemania). Su carrera profesional en el mundo de la publicidad la llevó a Nueva York, donde trabajó para grandes agencias antes de convertirse en madre y escritora a tiempo completo. En la actualidad vive en la ciudad de Nueva York con su marido, sus tres hijos y dos gatos. Hijo único es su primera novela.