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Laura Mas. Foto: Julio Díaz
Hay libros que son pequeñas alegrías por diversos motivos y La maestra de Sócrates reúne varias de esas razones para recordarlo con cariño y recomendar a los curiosos a que se atrevan a conocerlo. Por una parte me ha resultado un libro original porque nos presenta, a un personaje como  Diotima de una forma que nunca antes se había tratado en la literatura. En su primera novela, Laura Mas se atreve a darle el papel protagonista en su trama.  

Resulta una apuesta valiente porque a todos nos gusta subrayar citas filosóficas pero pocos nos atrevemos a interesarnos más por una ciencia como la filosofía que nos ayuda a ser mejores y que sin darnos cuenta esta tan presente en nuestra vida. Historia, filosofía, amor platónico y algo de intriga están presentes en La maestra de Sócrates, demostrando una buena combinación de elementos. 

Atrévase sin miedo con esta novela, pero no olvide los post-it porque los va a necesitar ya que su autora derrocha entre sus páginas,  la misma pasión que irradia cuando habla de su libro  y de cómo la cultura de la Grecia clásica ha llegado a atraparla.


Una oportunidad de lectura  para leer tranquilos, sin prisas que eviten hacernos disfrutar de cada enseñanza y de cada dialogo entre sus personajes. La reflexión y el ansia de  conocimiento son dos invitados con los que tenemos que acudir a esta lectura para que el goce sea completo y me atrevo a vaticinar cual oráculo, que es una apuesta segura para deleitar al lector y más contando como cuenta, con dos protagonistas de invitados de lujo  y al amor  platónico de plato fuerte como tema de discusión 




Año 440 a.C. El político y orador Pericles solicita la ayuda de la sacerdotisa Diotima de Mantinea para librar a Atenas de la peste. Durante la ceremonia de purificación, un Sócrates de treinta años queda fascinado con la sabiduría de esta mujer. En seguida, el filósofo descubrirá a través de sus diálogos con Diotima que no sabe nada sobre el amor y empezará a conocer de la mano de la sacerdotisa los misterios de Eros.

En una época en la que las mujeres debían renunciar a todo, la condición de sacerdotisa sin voto de celibato de Diotima le dará la libertad de estar a solas con el pensador más relevante de su tiempo, al que instruirá secretamente, así como de participar de la vida política y filosófica de Atenas. Sin embargo, pronto se extenderán rumores acerca de una relación íntima entre maestra y alumno debido a sus frecuentes encuentros. En plena Edad de Oro, asistiremos al esplendor de una ciudad que acabará conformando los cimientos de la cultura occidental, a la vez que seremos testigos de una relación entre Sócrates y Diotima cada vez más estrecha, y de las lecciones que le dio la que pudo ser la inspiradora de la filosofía occidental.


La maestra de Sócrates se adentra en la figura de una mujer valiente y adelantada a su tiempo cuyas ideas son el origen del concepto de amor platónico. En El banquete de Platón, Sócrates revela al resto de 
comensales: «Todo lo que sé del amor lo aprendí de ella».





Libros en el petate: Antes de empezar a hablar sobre tu obra quiero felicitarte porque verdaderamente es una apuesta muy valiente, original y el resultado sin lugar a dudas hace que merezca la pena leer La maestra de Sócrates.

Laura Mas: Gracias porque palabras como esta me emocionan mucho al ser mi primera novela, con lo cual es una alegría inmensa para mí porque aunque ha salido en un momento que no es el ideal, estoy recibiendo muchas muestras de cariño y muy buenos comentarios de la gente y eso me llena de gratitud.

L.P: Una curiosidad y aunque suene a tópico. ¿Cómo llegas a esta historia?

L.M: Con total transparencia y de nuevo gratitud reconozco que llegué a esta historia a través de unas clases de filosofía a las que asistí en una librería de Barcelona llamada Laie y donde la profesora Rosa Rius mencionó la existencia de Diotima, indicando que fue la maestra de Sócrates, aunque tengo que reconocer que no dijo nada más de ella pero a mí me impactó tanto escuchar esa revelación que me llevó a indagar en casa leyendo El banquete de Platón donde aparece ella mencionada  y a descubrir como Sócrates afirma que todo lo que aprendió del amor fue gracias a Diotima.

"El propósito era dar a conocer a esta mujer, volverla a situar en la palestra, rescatándola del olvido porque me parecía muy injusto que una figura con tanto peso en nuestra cultura no haya tenido hasta ahora una novela"

L.P: ¿Tenías alguna intención con este libro más allá de contar la propia historia que se nos narra en sus páginas?

L.M: Es una novela que no relata la vida de esta mujer. Lo que hago es centrarme mucho en los encuentros que pudieron haber tenido partiendo de la base que lo hago es crear una ficción basándome en personajes reales en el contexto histórico de esa Atenas del siglo de oro de Pericles.

 Me centro mucho en esos encuentros que tienen mucho de lección no solo sobre el amor sino también sobre la vida en general.

El propósito era dar a conocer a esta mujer, volverla a situar en la palestra, rescatándola del olvido porque me parecía muy injusto que una figura con tanto peso en nuestra cultura no haya tenido hasta ahora una novela. Mi impulso principal fue pensar que tenía una historia muy potente que merecía ser contada y hacer algo de justicia histórica.

L.P: Llevas más de una década dedicada al mundo editorial y es ahora cuando públicas. ¿Por qué esa resistencia?

L.M: Tengo treinta años y aunque con veintidós años ya me dedicaba al periodismo cultural, pienso que hasta ahora me encontraba muy verde para enfrentarme a la escritura de una novela y de hecho siendo honesta, hace unos cuatro años escribí una primera novela que quedó en un cajón y aunque la experiencia me vino muy bien y no descarto recuperarla algún día, siento  que nos movemos por intuiciones  y creo que mi momento para escribir una novela era ahora y la vida me está demostrando que es así. Ten en cuenta que hasta hace no tanto, no tenía tan claro que iba a dedicarme a ello, más que nada por el respeto que me producen las letras y el amor que me produce la literatura.

L.P: Por tus palabras entiendo que volveremos a ver el nombre de Laura Mas en la portada de otro libro.

L.M: Por supuesto. Creo que ya que me he estrenado no voy a parar porque me faltaba ganar cierta seguridad y tener algo en lo que creer fervientemente y se ha dado el caso con lo cual a partir de ahora, espero empezar una carrera que ojala sea solida porque este es un mundo muy complicado y tengo los pies en el suelo, pero me daré por satisfecha si a lo largo de mi existencia puedo seguir haciendo lo que me gusta y está claro que escribir es algo que forma parte de mi vida.

L.P: Pues para ser la primera novela te has atrevido con un hueso duro de roer.

L.M: No te voy a engañar porque ha sido un reto muy difícil que me ha exigido mucha documentación y la parte de los diálogos ha sido extremadamente complicada porque además  Sócrates, que por aquel entonces contaba con treinta años y estaba empezando a utilizar la mayéutica (diálogo metódico por el que el interlocutor interpelado descubre las verdades por sí mismo) y era muy complejo meterse en el pensamiento de unos personajes tan remotos en el tiempo que difieren tanto de nuestros días.

"Una de mis intenciones, de algún modo es  trasladar el pensamiento de los origines de la filosofía occidental a nuestros días" 

L.P: La maestra de Sócrates es un libro que a la hora de catalogarlo dentro de un género me pilla  con los sentimientos divididos porque tiene historia, filosofía, algo de intriga y por eso quiero que sea la propia autora quien nos hable de él.

L.M: Yo huyo de las etiquetas, creo que nada es blanco o negro y que todo tiene muchos matices pero entiendo que una librería tiene que clasificar un libro, pero mi novela no creo que sólo sea una novela histórica porque además no es nada convencional porque me he documentado mucho y creo que puedo haber logrado una buena ambientación de la Atenas clásica, pero mi intención era narrar esta historia entre dos personajes, metiendo algunos elementos de aventura, ciertos  giros argumentales  y reconociendo que puede encuadrarse un poco en novela filosófica, porque algo muy bonito que me ha sucedido es que en las primeras impresiones que he tenido de los lectores, en casi todas coinciden que han subrayado muchísimas frases del libro y eso es algo que me halaga mucho porque  una de mis intenciones, de algún modo es  trasladar el pensamiento de los origines de la filosofía occidental a nuestros días.

L.P: Diotima y Sócrates hablan en este libro del amor y yo quiero preguntarte si ese amor del que hablan estos dos personajes en la Grecia clásica tiene cabida en nuestros tiempos en los que se ha perdido un poco esa inocencia con las redes sociales y ligar resulta tan fácil.

L.M: Creo sinceramente que sí y de hecho tiene mucho sentido que en nuestros tiempos se predique este tipo de amor porque en sus ideas Diotima predica un amor que va más allá de la pasión corporal y de la belleza física. Ella defiende el amor por el alma de las personas, el ver el mundo con bondad. Comenta en un momento dado que “quien mira el mundo con belleza será capaz de amar verdaderamente”.

L.P: Hablemos de Diotima, su protagonista. Una mujer que rompe moldes y cuyas conversaciones con Sócrates me parecen brutales en el libro y es por eso que me gustaría que una mujer tan excepcional sea descrita por la escritora que le ha dado vida en esta obra.

L.M: Diotima fue sobre todo una mujer fuerte, independiente, valiente y muy adelantada a su tiempo porque fue capaz de expresar su pensamiento, de alzar la voz y que su idea sobre el amor verdadero triunfase e influenciase al mismísimo Sócrates, y por tanto, posteriormente a Platón. Es por ello que las ideas que ella va desgranando a su discípulo, acaban generando el concepto de amor platónico y por eso es una figura muy relevante en los orígenes de la filosofía occidental y hay que tenerla muy presente aunque su existencia se discute mucho y da lugar a debate porque datos históricos sobre ella no hay casi nada. Sea como fuere simplemente por aparecer en una obra como El banquete y que se hagan esas afirmaciones en boca suya, como mujer es tan relevante que vale la pena tenerla presente.

L.P: Se habla que no está probado cien por cien que este personaje existiese y por lo que dices, entiendo que Laura Mas si ha llegado a creer en la existencia  Diotima.

L.M: Nunca voy a afirmar al cien por cien algo que no está probado, pero quiero creer que sí y lo que nos acogemos a la defensa de su existencia argumentamos que está demostrado que todos los personajes que va mencionando Platón en sus simposio están demostrado que existieron por lo tanto no hay razón para pensar que con Diotima hiciera una excepción. Por otra parte, me parece muy interesante un teoría que presupone que Diotima pudo ser Aspasia de Miletos (otro personaje muy potente de mi novela), una cortesana que terminó siendo compañera de Pericles, que fue una gran maestra de la retórica, muy inteligente y con mucha personalidad e ideas propias. Se habla que era ella misma, la que redactaba los discursos a Pericles y que pudo incluso ser maestra de Sócrates.  Quienes defienden esta teoría sostienen que Platón para proteger a la que era la pareja de Pericles, no quiso afirmar directamente que era Aspasia quien le daba las lecciones sobre el amor. Es una pena que no sepamos más sobre toda la verdad de este asunto y ojalá que algún día se descubriera mucha más información que arrojara luz sobre este personaje

L.P: Hablando de su contertulio masculino. Nos presentas a un Sócrates “que huele mal, desgarbado, de dentadura amarilla”. ¿Ha sido una sorpresa para ti este Sócrates?

L.M: Yo tenía una idea de Sócrates mucho más solemne porque tendemos a que los grandes pensadores de aquellos tiempos eran gente muy seria con una gran presencia, pero a raíz de leer y documentarme sobre él, varios historiadores afirmaban que era una persona poco higiénica. No es el prototipo de persona ideal pero puedo asegurar que al final Sócrates llegó a enamorar a más de una persona gracias a su intelecto.

L.P: Entre las páginas de tu novela no solo aparecen Diotima y Sócrates, también aparecen otros personajes reales como Pericles, Aspasia, Calímaco, Querofonte  etc. A la hora de abordar a estos personajes  históricos en un libro ¿siente uno mucha responsabilidad cuando  de darles vida se trata?

L.M: Por supuesto. Impone mucho y por eso intento hacerlo desde la máxima honestidad y el máximo respeto. Los personajes que están en mi novela y que existieron en la vida real han pasado por mucha documentación porque nunca me pondría a hablar de alguien sin haber leído sobre su vida. Lo que sí ha sido toda una experiencia es tener que empatizar con ellos a través de los diálogos y por eso es una gran responsabilidad poner en boca de Sócrates ciertos pensamientos.  Por eso he intentado ser fiel en base a esa documentación sobre lo que podrían haber dicho o pensado estos personajes.

L.P: Otro personaje en la novela es la Polis. ¿Conocías esa Grecia?

L.M: Tenía algunos conocimientos sobre la Grecia clásica y sobre mitología pero para nada conocía este periodo con tanta profundidad como puedo tener ahora. A mí lo que me impulsó principalmente fue conocer la existencia de alguien que ejerció de maestra de Sócrates y a partir de ahí me sumerjo en la suficiente documentación para abordar un escrito como este.  Gracias a esta novela si te puedo decir que he seguido leyendo sobre este periodo y reconozco que he quedado completamente atrapada por él.

L.P: Vamos a encontrarnos en tu novela una Grecia clásica con unas peculiaridades sociales que hoy en día nos sorprenderían ¿Qué es lo que más te ha sorprendido a ti?

L.M: Una cosas que me sorprendió mucho fue que en aquella época estaba  bien visto, y formaba parte de la vida de la gente, el hecho de que un hombre fuese mentor de un chico adolescente  (se denominaba eromenos y erastes) para formarlo sexualmente por decirlo finamente. Es decir, era una relación de alumno y maestro en el terreno sexual que contaba con el consentimiento de los padres. Por otra parte, sabía que las mujeres en aquella época estaban silenciadas pero no conocía la profundidad y la complejidad de toda esa injusticia, porque el hecho de que las atenienses estuvieran tan apartadas de la vida pública y que estuviesen consideradas como simples seres destinados a engendrar hijos y encargarse de las tareas del hogar me parece increíble. Me sorprendieron muchas cosas y aunque haya puesto estos ejemplos también hay sorpresas que nos son tan negativas. Por ejemplo me produce admiración que tuvieran tanta fe en los dioses y curiosidad que creyeran tanto en el oráculo.

L.P: Uno de los aspectos que más me ha gustado de La maestra de Sócrates son los duelos dialecticos entre Diatima y el filósofo que forman parte de la trama del libro. Los encuentro de un gran valor y por eso quería preguntarte si han sido muy difícil crear esa parte de la novela.

L.M: Ha sido de las partes más complejas y más ardua porque ha sido todo un reto y si me dices que lo he logrado estoy muy agradecida por tus palabras porque me rompí mucho la cabeza para llevar a cabo esa parte porque una cosa es escribir las ideas que te vienen en mente para mantener un dialogo y otra es conseguir el tono adecuado para cada personaje y que pueda resultar verídico. No te voy a engañar, la parte de los duelos dialecticos ha sido extremadamente complicada y algo que también  he tenido que hacer, ha sido destilar todos esos mensajes filosóficos porque yo quería llegar tanto a personas muy ilustradas en materia filosófica, como a un lector que nunca se ha interesado por la filosofía y que estando delante de mi libro entienda lo que está leyendo y los mensajes que se están trasmitiendo en estos diálogos. Por lo tanto mi intención ha sido hacer diálogos simples y sencillos porque yo creo mucho en el poder de la sencillez, aunque lo que parece sencillo a veces cuesta más trabajo.

L.P: Para finalizar y sin querer desvelar nada, nos vamos a la escena con que concluye el libro. En esa escena final, que confieso que  me ha gustado mucho y que invito a todos los que lean la novela a que sean partícipes de ella porque no deja indiferente a nadie, quería preguntarte si estaba premeditado o surgió a medida que escribías la novela.

L.M: Siendo sincera te diré que me surgió ya casi al final de la novela. Yo tenía bastante claro por donde quería enfocar mi novela pero esta experiencia me ha demostrado que soy una escritora que me dejo sorprender mucho a la hora de escribir y han sido los propios personajes los que se han ido decantando por unas situaciones u otras y eso lo convierte en un momento mágico cuando ocurre algo así.

L.P: En tu libro hay una frase que dice que “el amor verdadero nos conduce a la inmortalidad” y yo espero que tu libro tenga un poco de esa inmortalidad en el mundo literario y que se la otorguen los lectores.

L.M: Te lo agradezco de corazón Fernando. Muchas gracias.

Daniel Rosende es profesor de filosofía, una de esas asignaturas que junto al latín, el griego o a la historia hacían suspirar de tedio a muchos (y así nos va tal vez por eso) pero a las que yo me fui de cabeza. Se declara un enamorado de sus grandes tres pasiones que son la enseñanza, la tecnología y la filosofía y no necesariamente en este orden. Es el creador de Unboxing Philosophy, el canal de filosofía académica en español que por el momento ha alcanzado más seguidores. 

"La filosofía nos invita a pensar lo que pensamos e intentar mejorar nuestras ideas".




Libros en el petate: “La filosofía no se puede definir”. Esto supone un problema en sí. ¿Empezamos bien no?

Daniel Rosende: En efecto, definir la filosofía es en sí mismo un problema filosófico. Cualquier intento de definición será debatido y rebatido por mis colegas. La filosofía puede entenderse como actividad, como disciplina, como forma de vida. En el ámbito filosófico somos especialistas en destruir las verdades establecidas para vernos obligados a pensar, repensar y replanteárnoslo todo, incluido el valor de nuestra disciplina.
En definitiva, somos especialistas en crear problemas desde tiempos inmemoriales.

L.P: Kant decía “Atrévete a pensar”. Sin pretender generalizar cree que pensamos poco.

D.R: Lo fácil es mantenerse en la minoría de edad intelectual y dejar que sean los demás los que piensen por nosotros. Cada día vemos como en las redes sociales repetimos eslóganes enunciados por diferentes partidos políticos. Es difícil darse cuenta de que gran parte de nuestras ideas no son nuestras, no las hemos generado nosotros. Las hemos asimilado, las hemos hecho nuestras. La filosofía nos invita a pensar lo que pensamos e intentar mejorar nuestras ideas.




Qué es eso de la filosofía? ¿Sirve o ha servido para algo? ¿Tiene sentido la filosofía ahora que existe la ciencia? ¿Puede la filosofía cambiar el mundo? 

En este libro, el profesor de filosofía Daniel Rosende hace un recorrido gamberro por la historia de la filosofía y los filósofos más importantes, desde Tales de Mileto a Hannah Arendt.







L.P: “La filosofía deba volver a la calle” dice usted.  Yo tras leer su libro pienso que debe volverá la calle y a las aulas y a nuestras vidas.  No solo a una mera clase anecdótica en bachillerato. ¿Nos convertimos por ello en unos antisistema?



D.R: Desde luego que es importante que la filosofía siga presente en la academia, es indignante que nuestros políticos hayan recortado la filosofía y con ello la capacidad de pensamiento del pueblo. También creo que es importante que la filosofía vuelva a las calles, lugar en que nació. Que las y los filósofos salgan en los medios, en tertulias. Por ejemplo, en Argentina es habitual que inviten a Darío Sztajnszrajber a programas televisivos o que salga en los medios problematizando cuestiones que allí se están debatiendo como el derecho al aborto. En España tenemos dos figuras mediáticas, José Antonio Marina y Fernando Savater aunque últimamente no se dejan ver demasiado.

Lo que reclamo es que la filosofía no se quede exclusivamente en la academia. Debemos popularizar la filosofía para que tenga mayor presencia en nuestras vidas.

L.P: En su libro utiliza constantemente el humor pero la visión que se tiene de la filosofía es la de señores serios. ¿Nos la han vendido mal?

D.R: Hay muchas historias posibles y muchas formas de contar la historia. En nuestra tradición académica, le concedemos gran importancia al idealismo en oposición al materialismo. No estudiamos con la suficiente profundidad a las filósofas, a los filósofos escépticos o a quienes festejaban el cuerpo. El filósofo Michel Onfray ha hecho un fantástico trabajo de Contrahistoria de la Filosofía, si no lo conocéis, os animo a que busquéis su obra.

L.P: Ha confeccionado un libro muy divertido e interesante que resulta muy atractivo para el público. ¿Crees que la filosofía se ha adaptado bien a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías?

D.R: Una prueba de que la filosofía se puede adaptar bien a los nuevos tiempos y nuevas tecnologías es el éxito indiscutible que ha tenido la serie Merlí. Espero que busquemos el modo de otorgarle mayor presencia al saber filosófico en los medios de comunicación, que pronto hagan más series de filosofía: Netflix, HBO, tomen nota.

También creo que quienes nos dedicamos a la divulgación de la filosofía no hemos sabido traducirla de modo tal que interese a un gran público.  Filosofía suena a algo viejo, caduco y estéril. La filosofía, sin embargo, trata cuestiones que a todos nos interesan: ¿cómo debemos conciliar el interés particular con el bien público? ¿Qué es el bien o la justicia o la igualdad? ¿Qué necesitamos para vivir una buena vida? ¿Qué es la felicidad?

A veces hay que recordar que la filosofía no murió en Grecia. Hay filósofas y filósofos actuales que siguen haciéndonos pensar y repensar nuestras ideas. Un ejemplo es Peter Singer, quien trata cuestiones como los nuevos retos que se derivan de vivir en un mundo globalizado.

L.P: Tiene un canal en youtube titulado Unboxing Philosophy que es todo un éxito. Cómo surgió y tras unos años en funcionamiento, qué reflexión puede sacar de la respuesta que ha tenido el canal.

D.R: Decidí combinar mis tres grandes pasiones: la tecnología, la filosofía y la educación. Tres años más tarde, el canal supera las 12 millones de visitas y ronda los 180.000 suscriptores/as. Todavía me cuesta creerlo. Debo reconocer que lo que más me impacta no son las cifras sino los comentarios de agradecimiento del alumnado. Cada día recibo palabras amables que me hacen darme cuenta de lo afortunado que soy.


L.P: Cambiando de tercio. Viajar para saber puede ser  la solución si nos fijamos en los griegos.

D.R: Viajar puede ser una cura al miedo o rechazo a los extranjeros, nos puede ayudar a relativizar ideas, a darnos cuenta de que aquello que consideramos “normal” no es más que una convención socialmente establecida. Hoy en día podemos viajar a otros países desde nuestro ordenador, conocer a gente de otros lugares, conocer la historia de otros países. 

Tengo la impresión de que no aprovechamos la oportunidad. La hegemonía cultural está marcada por EEUU y Europa ¿cuántas personas saben que entre los diez idiomas más hablados se encuentra el Bengalí o el Hindi? Un síntoma de que nos vendría bien viajar, sea físicamente, sea navegando en la red.


L.P: Invita a la reflexión constantemente en este libro. ¿Cree que reflexionamos poco, mucho o mal?

D.R: No puedo responder a una pregunta tan genérica. Lo que creo es que cada uno de nosotros/as debería formularse la pregunta que me haces. ¿Empleamos adecuadamente las herramientas del pensamiento? ¿Sabemos deducir, inducir, analizar, sintetizar, conceptualizar? ¿Pensamos por nosotros mismos o repetimos lo que otros han pensado?


L.P: Recordando el contenido de su libro no puedo evitar pensar que la gente hoy en día quiere vidas sencillas y no complicarse pensando. Los que nos dirigen están encantados de que eso sea así y trabajan para ello.

D.R: La escuela tradicional buscaba obreros sumisos y obedientes, no gente creativa con pensamiento libre, crítico y autónomo. Creo que deberíamos desconfiar de los planes educativos que tratan de recortar el pensamiento y las humanidades, otorgándole importancia únicamente a los saberes científico-técnicos.

L.P: Qué pensaría Platón, Sócrates, Kant o el mismísimo Maquiavelo si de pronto aparecieran en nuestra sociedad.

D.R: Es una fantástica pregunta y desde luego, no sabría como responderla. Ya quisiera yo tener la capacidad de pensar como pensaban estos grandes genios.

Me imagino a Sócrates empleando el método irónico-refutatorio y la mayéutica en las redes sociales. A Platón, preguntándose si internet nos ayuda a librarnos de la caverna o es una caverna más. Me imagino a Maquiavelo analizando cómo ha evolucionado el arte de la guerra: los bloqueos económicos, las guerras tecnológicas, las campañas mediáticas de contrapublicidad.

Por último me imagino a Kant, comprobando con lástima que vivimos en la era de la posverdad, en que hay quien defiende pese a las evidencias, que la tierra es plana. Necesitamos más que nunca, el lema kantiano: Sapere aude! Atrevámonos a pensar.

L.P: Completo, claro y escueto son características que he podido ver en Filosofía para bípedos sin plumas. ¿Cuesta muchos quebraderos de cabeza el resultado o ha sido más fácil de lo que pensamos?

D.R: Creo que para el profesorado, el mayor enemigo es la pedantería, el deseo de mostrarle al mundo las palabras tan técnicas y especializadas que dominamos. Es difícil hacer una traducción del saber filosófico tradicional a un lenguaje asequible, divertido e interesante para el alumnado. Cuando relacionas los mitos clásicos con Instagram descubres que prestan mucha más atención. Lograr hacer esa traducción respetando el rigor académico no es sencillo.

L.P: Puede ser Sócrates el top, pero a quién destacaría usted y un motivo para ello.

D.R: No soy seguidor incondicional de ningún filósofo o filósofa. Me interesan ideas muy variadas de autores/as muy variados. Destaco a Hannah Arendt, cuyo pensamiento nos sirve como antídoto al fascismo o al ya citado Peter Singer, que nos hace pensar sobre multitud de problemas actuales: ¿deben tener derechos los animales? ¿Cómo podemos combatir la pobreza? ¿Debemos permitir que cuestiones metafísicas indemostrables se empleen en debates ético-políticos como el que se da respecto del aborto o la eutanasia?

L.P: Muchas gracias Daniel por su tiempo, por el regalo para la mente  que es su libro para los lectores y por todas esas semillas de curiosidad que espero vayan dejando a todos los que le escuchen.

D.R: Muchas gracias a vosotros por estas interesantísimas preguntas y por el trabajo que realizáis.