Hace
unos días os hablaba de mis impresiones sobre “Comer cerezas con los ojos
cerrados”, el nuevo libro del divulgador científico Pere Estupinyá cuya
reseña podéis leer aquí.
Si fue
un verdadero placer leer su libro, poder conversar con él lo elevo a la
categoría de privilegio sin desmerecer anteriores autores.
Pere desprende
ciencia, y la ilusión que pone al hablar de ella reconoce su idilio con la
maeria. Es lo bueno de encontrarte con gente que transmite ilusión en su discurso,
que te contagia de él y puedo asegurar que en mi libreta asomaban unas cuentas
preguntas que se convirtieron en mas a medida que hablaba con el autor.
La
conclusión de mi encuentro es de sorpresa al descubrir en la figura del divulgador científico un imán para atraer a las personas a sus explicaciones. Estupinyà seguirá
robando cerebros y yo espero tener la oportunidad de volver a cruzarme con él y catar un poco de esa experiencia suya de tratar con autenticas eminencias. De momento me quedo con su entusiasmo en el trato y en su exposisicón durante la conversación.
A continuación lo tratado en dicho encuentro.