Llegó el mes de Junio a Sevilla y una de las citas
literarias más esperadas por el mundillo literario como es el fallo de los Premios de Novela
Ateneo de Sevilla, en una edición muy especial en esta ocasión pues ni más ni menos
que celebraba su cincuenta edición. Medio siglo de títulos y autores que han
convertido a este Premio en uno de los más prestigiosos del panorama nacional.
Este año a pesar de lo importante de la fecha y de que la
cuantía del premio se había incrementado hasta los 40.000 euros, se han
recibido menos obras que otros años, un total de 258 obras que optaban al Premio
Ateneo y 33 al Premio Ateneo Joven cuya edición es ya la XXIII.
La procedencia de las obras de origen internacional ha
aumentado este año situándose en un 15% del total y como dato anecdótico comentar
que todas las comunidades autonómicas del Estado estaban representadas en los
originales recibidos.
Entre las obras recibidas figuran novelas de casi todos los
géneros narrativos destacando este año un hecho curioso y que creo que va en
aumento, la proliferación de nuevo de la novela histórica, con especial
atención en este premio a la historia más reciente y la guerra civil.
Fue una tarde cálida en temperatura y humanidad porque entre
los presentes al acto se podían ver antiguos ganadores del Premio Ateneo en sus
dos modalidades y como siempre una buena oportunidad para charlar con autores y
periodistas del mundo literario, en un marco impresionante como es el Patio de
la Montería del Real Alcázar de Sevilla bajo la atenta mirada en primera fila
de la Giralda de Sevilla.
Hubo palabras por parte del Presidente del Excmo Ateneo de
Sevilla Don Alberto Máximo Pérez Caleroy de Francisco Prior de recuerdo para la literatura y los autores,
para las instituciones que hacen a diario un esfuerzo por contribuir a la
cultura, y sentimientos de emoción por el logro que supone para un Premio como
el Ateneo llegar a los cincuenta años de vida, un esfuerzo que ha sido posible
gracias al trabajo de muchas personas.
Mientras los asistentes cenábamos en distintas
intervenciones el que viene siendo el habitual presentador de este acto durante
los últimos años, el periodista Cristóbal Cervantes iba dando la palabra a los
oradores y presentando las novelas finalistas que fueron las siguientes:
Finalistas del L Premio de Novela Ateneo de Sevilla:
La última llave,
de Rebeca (pseudónimo)
El periplo de una familia judía ante el edicto de expulsión
de los Reyes Católicos.
Deriva continental,
de Serma (pseudónimo)
Una historia de amor con el trasfondo de la guerra civil y
la guerra mundial.
Las voces de la Maqui,
de Manuel Lozano Leyva.
Un asombroso viaje en el tiempo con inesperadas
consecuencias.
Guadalquivir: aguas
turbias, de Gaspar de Baryton (pseudónimo)
Novela negra sobre el narcotráfico en el Sur de España.
El hombre que
respondía los correos basura, de Agustín Lázaro (pseudónimo)
Una intriga ambientada en el mundo de la televisión.
El paseo de los
canadienses, de Amelia Noguera.
Huida de los republicanos de Málaga a Almería durante la
guerra civil española.
El último señorito,
de Lola (pseudónimo)
Una demanda de paternidad podría resucitar los fantasmas del
pasado.
Vuelo sin alas,
de Marcelo Galeano (pseudónimo)
Una venganza postergada mucho tiempo a ambas orillas del
océano.
Finalistas del XXIII Premio de Novela Ateneo Joven:
Distanciamiento de la
obra poética de Clara Dubasenca, de Conrad Desmond (pseudónimo)
Novela de autodescubrimiento juvenil a través de la búsqueda
de otra persona.
Las raíces del viento,
de Christian G. Serna
Intriga sentimental en Madrid y el París de principios de
siglo XX
La llave de Navit,
de La llave de Navit (pseudónimo)
Drama histórico-familiar en la guerra española y la
postguerra.
Al finalizar la cena Cristóbal Cervantes que a lo largo de
la cena había ido nombrando las obras que pasaban a la siguiente ronda, dio paso
al Presidente del Ateno de Sevilla quien cito los ganadores en sus modalidades.
En la categoría senior la novela ganadora fue
El último señorito cuyo autor bajo
pseudónimo, es el periodista sevillano Francisco Robles.
Sinopsis: En la Baja Andalucía de los años 50, un jovencísimo señorito andaluz se enamora de la hija de unos criados. La deja embarazada de una niña que con el tiempo, ya entrado el siglo XXI, demandará la paternidad y la herencia encontrándose con la oposición de su hermana legítima. A partir de este conflicto nos sumergiremos en los últimos cien años de nuestra historia, y viajaremos por la guerra civil, el franquismo, la transición y la actualidad en esa Andalucía que ha ido cambiando a través del tiempo, como cambió el último de sus señoritos antes de morir en pleno tránsito hacia la democracia. Pasiones, odios, venganzas, crímenes y amores sirven para que los personajes vayan encontrando lo más valioso de cada uno: su propia identidad.
En la categoría joven, la triunfadora de la noche fue
Distanciamiento de la obra poética de Clara
Dubasenca, de la autora Alba Ballesta, cuyo título final será
Distinta Clara.
Sinopsis: Laia, una joven estudiante de literatura decide investigar
para su máster sobre Clara Dubasenca, una poeta desconocida de la que, al parecer, solo se conoce un libro: el tercer tomo de sus obras completas. Lo que empezó siendo una investigación académica se convierte en otro tipo de búsqueda, entre detectivesca y personal, donde Clara y Laia se irán desvelando poco a poco.
Ambas obras serán
publicadas por la editorial Algaida entre los próximos meses de Septiembre y
Octubre.
En la posterior rueda de prensa que tuvo lugar en uno de los salones del Alcázar ambos escritores respondieron a las preguntas de los medios.
Francisco Robles (Sevilla, 1963) respondió negativamente a
la pregunta de si era una obra donde el autor narraba alguna vivencia personal pero
que algunos de sus personajes si estaban fundamentados en personas que conocía
e incluso que después de crearlo lo ha conocido pero reconoció que aunque
tópico, cuando se escribe un libro siempre se habla de uno mismo en alguna
parte de lo narrado. Una novela que
comienza en los años 50 pero que da un repaso histórico a los últimos cien años
de historia , regresando a los años treinta y pasando por la Guerra Civil hasta
nuestros días.
Desarrollada en un pueblo ficticio de la Baja Andalucía,
reconoce que por sus investigaciones pudo pasar en cualquier lugar de España.
Una historia que Francisco Robles ya tenía en mente antes de que se presentara
el premio y que fue a última hora cuando decidió probar fortuna.
Encantado con la idea de que uno de sus protagonistas sea un
señorito andaluz porque sabe la mala fama que tienen popularmente, aunque cree
que entre las personas y lo tópicos hay de todo y por eso su figura la
encuentra muy interesante. Una historia entre un señorito y una criada que
aunque socialmente no pueden estar juntos, el amor como fuerza todopoderosa
hacen que tengan una relación entre ellos.
Una novela que le ha servido para saldar cuentas con una
generación de muy brillante de andaluces
de los años 60 y 70 como Manuel Barrios, Caballero Bonald. Requena que hicieron
una radiografía de la sociedad andaluza y que hoy en día están prácticamente olvidados
aunque reconoció que en parte era inevitable porque en la literatura no se
puede recordar todo porque todo no cabe en la memoria.
Alba Ballesta (Orihuela, 1991) ejerce en la actualidad de
profesora de español en Francia, escribió esta novela a tiempo completo durante
el año que disfrutó de una beca en Madrid. Ambientada en la Barcelona de los
años 80, no tiene mucha documentación histórica reconoció que su título está
inspirado en la canción Clara, de Joan
Baptista Humet ya que la música juega un papel importante en el libro porque a
lo largo del libro resuenan los temas de aquella época.