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Libros en el petate: Alejandro darte las gracias por este libro. Un libro que me ha llenado de sentimientos que me ha dejado una cuenta pendiente conmigo mismo para recapacitar sobre mis sueños, sobre el momento por el que estoy pasando y creo que tengo muchas conversaciones pendientes con mi madre después de leer este libro.


Alejandro Palomas: ¿En serio?


L.P: Pasando a hablar de tu libro y dejando experiencias personales te recuerdo lo que dice uno de los personajes de tu novela “Y aunque no seamos familia, si somos una familia. Los que estuvieron, los que son, los que vienen, los que se quedan. Todos existen, todos habitan este país pequeño y viejo que soy yo en el que caben quienes buscamos un nombre para salvar sus propios sueños” Vuelves a hablar de familias, pero ¿cómo es embarcarse en una nueva?.


A.P:  En este caso ha sido difícil por mis circunstancias personales y porque yo siempre he trabajado la familia como un núcleo de sangre y en este caso no es así porque los personajes del grueso de esta novela son personas que en un principio tu no te imaginas que vayan a confluir en algún momento de la vida y a formar una familia. Eso requiere un trabajo al que yo no estoy acostumbrado a hacer a nivel creativo. Esa exposición me daba mucho miedo porque no sabía si era capaz de hacerlo.


L.P: ¿En qué pensabas a la hora de crear una historia como esta porque digo yo que todo surge a raíz de un detonante?


A.P: Eso es lo que justamente me estoy preguntando una vez publicado (Risas) En mi caso por ese motivo escribo un libro, para responder esa pregunta. Lo que sí se, es que cuando decidí escribir una nueva novela aparecieron una serie de ingredientes que yo he ido acumulando en los últimos tiempos como pueden ser Susi, una elefanta, una niña que me ha ido rondando constantemente por mi cabeza, la aldea abandonada que se parece un poco bastante al pueblo donde vivo y yo tenía que hacer algo con todo esto, pero nunca imagine que iba a ser esto.


L.P: Si alguien viene ahora y te pregunta de qué va tu novela qué le dirías porque si me lo pregunta a mí, mi respuesta sería “Es una maravillosa caja de regalo donde cabe todo lo que quieras ver o creer de lo que está compuesta la vida”


A.P: Esta novela es complicada porque hay muchas cosas y es como un calidoscopio donde con cada paso vas descubriendo un nuevo episodio, un nuevo dibujo. Es la historia de donde empiezan los sueños y donde terminal. De como eres capaz de reconocer cual es el tuyo. Esta novela es un trayecto hacia una nueva etapa de uno mismo.


L.P: Una palabra que aparece casi con mayúsculas es “SUEÑOS”. ¿Te gustaría que quien leyera tu novela se parara a pensar en esos sueños?


A.P: Eso es básicamente lo que importa, pero eso lo he averiado después de escribirla. Ojalá todo aquel o aquella que termine la novela piense ¿y mi sueño cuál es? Eso es lo que más feliz me haría, pero yo no lo sabía, lo sé ahora, que es lo poco que puedo aportar al lector.


L.P: En un país con tu nombre tenemos a Edith, a Jon y a Susi entre otros personajes. Conocemos a los dos primeros en esos compases iniciales de la novela y yo te pregunto ¿Por qué se les coge tanto cariño a tus personajes casi al instante? Yo en las primeras páginas ya era fan de Jon.


A.P: Porque yo lo soy y mucho. Yo les adoro. Si algo tengo es que se transmitir el amor que siento por mis personajes a todos aquellos que se unen en mi viaje. Se me da bien comunicarlo porque es sincero y así lo siento y eso no se puede disimular.


L.P: Hemos hablado de Edith y de Jon, pero me da la sensación de que Susi es la verdadera protagonista de esta historial. ¿Me equivoco?


A.P: Esa es otra de las preguntas que me hago yo porque a medida que voy hablando de la novela, Susi va adquiriendo como más importancia y más presencia (volumen no porque ya lo tiene). Una de las cosas buenas que tiene esta novela es que se queda tanto en el cuerpo de uno, que a medida que va pasando el tiempo hay personajes que van perdiendo presencia y otros que la van ganando y eso es así porque están muy vivos. En el caso de Susi me gusta que sea así porque esa son mis ganas de que la Susi de la novela tenga cada vez más presencia hasta salir de la novela e invocar que pase algo con Susi real que esta en el zoo de Barcelona.


L.P: Me he dado cuenta que aun cuando no está, el lector la tiene muy presente.


A.P: Es que eso tiene que ocurrir porque yo quiero que este constantemente presente en el lector. Susi esta muy presente en mi y cada vez que estoy hablando de la novela, estoy pensando en que estará haciendo Susi en estos momentos.


L.P Estamos hablando de Susi y se nota que hay una historia detrás ¿Por qué un elefante?


A.P: Porque yo me quedo muy tocado con la historia de Susi. Ella es el único personaje de la novela que esta basado en un personaje real. Ella es el elefante del zoo de Barcelona que vive allí desde hace más de diez años y ella tendría que estar fuera de ese lugar desde hace dos años y sigue ahí a pesar del compromiso del Ayuntamiento de Barcelona de que iba a ser enviada a un santuario. La promesa de la liberación de Susi ha sido una estafa y cada día que pasa allí dentro para mi es un horror. No sé porque me ha tocado tanto esta historia, pero supongo que Susi es el compendio que siento de todo el maltrato animal.


L.P: He leído por ahí en algún artículo, que ha vuelto el Alejandro Palomas más animalista, pero yo creo que nunca se fue.


A.P: Efectivamente, no puedo volver porque nunca me fui.


L.P: Quizás lo que si es esta novela es más animalista.


A.P: Es más animalista porque hay muchos más animales presentes en la novela no porque yo sea más animalista. Yo he ido progresando en mi animalismo a medida que me he hecho mayor. Soy una persona sensible ante todo lo vulnerable y ahí entran tanto animales como personas.


L.P: Leyendo Un país con tu nombre no podía evitar que en mi mente apareciera la palabra “despoblación” ¿es una apreciación mía o es verdad que tenías ese interés?


A.P: No llego a entender ese termino de España despoblada, vaciada y cuando lo hago mi respuesta interior es que vaciada de personas significa repoblada de animales salvajes, repoblada de lo que es suyo y para mí eso es una alegría cada vez que yo oigo ese término. Yo vivo en un lugar muy poco poblado de esa famosa España vaciada y ojalá estuviera yo solo en ese núcleo.


L.P: ¿Entonces tu eres un poco Edith en la novela?


A.P: Totalmente


L.P: Te iba a preguntar si tu te verías en esa aldea que aparece en la novela y qué papel tendrías en ella.


A.P: Cuando yo he escrito la novela mi imaginación ha habitado esa aldea y yo he estado viviendo con ellos y he sido muy feliz. ¿Qué papel tendría yo en ese marco? Probablemente sería el tercer vecino entre ellos dos, quizás viviendo en la antigua estafeta haciendo de puente entre Edith y Jon.


L.P: Dices en tu libro de boca de uno de tus personajes “El humor siempre suma, siempre hace bien” Un país en con nombre no sería lo mismo sin ese humor ¿verdad?


A.P: Yo tenía un problema con eso porque en mis libros, sobre todo en los últimos suele haber mucha comicidad y aquí la comicidad esta, pero está bastante amortiguada. Tenía miedo de no haber sido demasiado humorista, pero es el que el libro no me lo pedía. Yo siempre los veo con cierto sentido del humor, que sean capaces de reírse de sí mismo porque de otra manera todos moriríamos si no somos capaces de reírnos de nosotros mismos.


L.P: En mi opinión tiene el punto justo.


A.P: Pues conseguir eso es muy difícil y es una de mis mayores preocupaciones.


L.P: Leyendo zoo y santuario me ha hecho pensar que no se les da mucha importancia a estos temas. ¿Tan difícil es acondicionar estos espacios para estos animales?


A.P: Es difícil por las dimensiones por eso se habla de Brasil porque como país tiene unas dimensiones estratosféricas. En Europa no es tan fácil para encontrar esas dimensiones ya que lo ideal sería devolverles a su habitar original, pero claro, ya no se puede porque ellos no están acostumbrados a esa forma de vivir. Tiene que existir esa voluntad de corregir un error que se ha cometido con los zoos y de recolocar. Pero si no se hacen con las personas que tenemos ahí en Grecia campos de refugiados llenos de seres humanos es difícil hacerlo con animales y es una lucha complicada, pero no tengo nada mejor que hacer.


L.P: Alejandro dime una frase que ilustre tu libro.


A.P: Una que no sea manida o que no este incluida en las muchas que hay dentro del libro es difícil, pero una que me interesa a mí y que el libro me ha redescubierto es “los sueños no tiene edad y eso es lo mágico de los sueños ya que soñamos hasta el último día de nuestras vidas”


L.P: Eso me recuerda a la que dice “Si no cumples tus sueños luego ellos van a venir a perseguirte”


A.P: Exactamente, es como un deber que tienes contigo mismo casi cósmico. Cumple con los sueños porque vienes de ellos.


L.P: Alejandro durante toda la conversación hemos hablado de novela, pero, ¿podría ser un cuento para adultos?


A.P: Es un cuento para adultos. Yo escribo cuentos para adultos. Esa es la sensación que tengo cuando lo hago de que me estoy contando un cuento al Alejandro adulto para recuperar al niño que hay en mí y escuche porque de otra manera ese niño se me duerme y la mirada del Alejandro adulto se le turbia la mirada.


L.P: Mi ilusión que todo aquel que lea esta lectura puede cambiar para mejor.


A.P: para eso escribo y esa es mi meta. Para mi es más importante la incidencia que pueda tener este libro en el lector que las ventas.


L.P: Alejandro me reitero en mi gratitud por este cuento y un placer charlar contigo.


A.P: Gracias a ti por este rato tan agradable.



Jon, cuidador de elefantes en el zoo, y Edith, viuda que vive con sus once gatos, son los únicos habitantes de una aldea abandonada. Vecinos solitarios primero y ahora buenos amigos, no imaginan que la noche en que la veleta del viejo campanario gira sobre sí misma, el ojo del tiempo se posa sobre la aldea y la vida de ambos está a punto de girar con ella.

La llegada de la primavera trae consigo una inesperada decisión por parte de la dirección del zoo, a la que se suma un perturbador anuncio: el Ayuntamiento al que pertenece la aldea restaurará la casona en ruinas del lago para convertirla en hotel rural. La doble noticia cambiará de golpe las vidas de Jon y Edith, empujándolos a dar un paso hasta entonces tímidamente contemplado.

La amistad entre Jon y una callada elefanta llamada Susi, la relación entre Edith y su hija Violeta, desencontradas durante décadas, y una hora de la noche —«la hora trémula»— en la que pasa todo y todo queda conforman Un país con tu nombre: una historia sobre el amor en mayúsculas, la honestidad con los propios sueños y sobre la libertad llevada a su expresión más pura.










Aquí puedes escuchar la entrevista completa con todo lujo de detalles. 






Hace unos días reseñaba el libro de Santiago Isla, Los juegos florales. Tengo que reconocer que me lo pasé muy bien con la novela, tanto como para animaros a leerla (Podéis leer la reseña aquí). El libro es bueno, esta bien escrito y deja al lector con una historia que da pie a la reflexión y de la que se pueden sacar varias lecturas.



Libros en el petate:  Santiago, Los juegos florales es una novela con la que he disfrutado mucho y que en varios momentos de su lectura me ha hecho reflexionar. ¿Se puede decir qué esta obra está más cerca de la realidad que de la ficción si nos fijamos en la trama que tiene?


Santiago Isla: Es una obra de ficción, lo que pasa es que obviamente esta inspirada en una serie de escenarios y de personas que luego han dado lugar a personajes que yo he visto en la vida real. Uno no puede o no debería escribir sobre lo que no conoce y en este caso hay varios mundos aquí y varias formas de ser o aptitudes ante muchas cosas que yo si he conocido previamente. Pero es una ficción.


L.P: Ignacio, el protagonista lo deja todo para vivir el sueño de ser escritor, pero en un principio no lo consigue. ¿Se puede vivir de ser escritor?


S.I:  Es muy difícil y honestamente creo que las personas que viven exclusivamente de la literatura en España se cuentan con los dedos de una mano. Dicho esto, el problema de Ignacio Benavides es que cuando persigues algo, sobre todo en una disciplina en la que triunfas o fracasas y no hay término medio y el número de fracasados es mucho más numeroso que los que triunfan, tienes que saber que el camino es largo, que hay muchas piedras, muchos sinsabores y que  hay que tener una gran tolerancia a la frustración e Ignacio Benavides no tiene tolerancia a la frustración y él piensa que lo esta dejando todo por un sueño, pero en realidad a la mínima que las cosas se le tuercen un poco ya se desespera, se agobia y tiene esa ansiedad por todo que no conduce a ningún lado nunca. Con esto hay un cierto retrato generacional de intolerancia a la frustración. Creer que eres merecedor de muchas cosas y que aspiras a cosas muy grande, pero no ser capaz de recorrer el camino que muchas veces no es agradable para llegar a ellas.


L.P: La trama de esta novela gira en torno a una novela titulada Darse cuenta que resurge del olvido que sufren muchas obras y que tiene una nueva vida en la oportunidad de ser llevada a la pantalla. ¿Cómo surge esta original historia, de un deseo oculto del autor, de alguna experiencia personal o de alguna otra circunstancia?


S.I: No creo que sea por una vivencia mía. Yo he tenido la experiencia de escribir una primera novela porque esta es  la segunda y entonces si que me puedo sentir identificado con algunas de las cosas que le suceden a Ignacio en este sentido.  Lo que quería ilustrar con esto, es a una persona que tiene mucha tendencia a la desesperación y a la frustración. Una persona cuyo mundo se hunde con un fracaso sentimental y literario, que se ha olvidado de sus sueños y que de la noche a la mañana le surge una oportunidad con la que le llenan la cabeza de pájaros.  ¿Cómo lo gestiona mentalmente? En este caso es imposible, no es capaz de enfrentarse a eso cuando tampoco es tan grave ni nada de lo que le ha pasado antes es tan grave, pero no es capaz de afrontarlo.


L.P: Hablamos de personajes y comenzamos por Ignacio Benavides. Como creador del personaje, con tus palabras descríbenos a este muchacho.


S.I: Como te decía anteriormente es un personaje con muy poca tolerancia a la frustración y que tiene ese concepto generacional de merecerlo todo. Luego lleva muy mal  que las cosas no salgan como uno piensa. Por otro lado, a raíz de eso, la gente que ha sido menos ambiciosa que él , pero que ha llevado una vida ordenada, que se ha esforzado, que ha ido cumpliendo con las cosas que se le han ido poniendo por delante como puede ser su padre o su madre, el tiende a despreciarlos porque tiene ese orgullo un poco absurdo de no haber conseguido nada, pero cree ser merecedor de todo lo que anhelaba y de ahí que los mire por encima del hombro. Por otro lado, te diría que a posteriori, reflexionando he visto que es un tipo egoísta, nada generoso con los demás, piensa mucho en sí mismo, en su futuro y en las coas que van a pasar y luego cuando la gente le tiende la mano o intenta ayudarlo de alguna forma huye de eso porque no le gusta.


L.P: En el fondo tiene suerte porque tanto su compañera, como sus padres, sus amigos de Mazarrón al final terminan perdonándole sus barreras y las distancia que él pone entre ellos y siempre están ahí para él.


S.I: Efectivamente tiene suerte. Para mi desde el punto de vista del escritor, el ejemplo perfecto de todo esto es su compañera Uxia, la gallega, que es de los pocos personajes del libro que es generosa y por eso le cogí cariño y de alguna forma sentía la necesidad de darle una recompensa en el libro. Por eso el libro acaba como acaba. No quiero ser moralista y detesto los libros con moralina y con enseñanzas, pero me parece de cierta justicia que la gente que sea buena y que se han portado bien con los demás, luego le sucedan cosas buenas.


L.P: Otro personaje muy potente en el libro es Julio Gasset ¿Qué representa Julio Gasset en este libro?


S.I: Pues un poco la frivolidad.  Por su posición y por tener una vida desahogada no necesita trabajar porque tiene mucho dinero y entonces él no hace las cosas, sino que juega a hacer las cosas. Es un choque entre dos mundos en el sentido de que  Gasset le promete un millón de cosas a Ignacio Benavides y le llena la cabeza de pájaros y entonces a este le va la vida en cada cosas que hace incluso de una manera absurda, para él cualquier pequeño contratiempo es un mundo  porque se lo toma todo muy a pecho y le afecta muchísimo y sin embargo a Julio Gasset es todo lo contrario, todo le da igual porque si hubiera algún error o algún fallo el tiene una serie de redes debajo que le permiten poder caerse todas las veces que quiera.


L.P: Tu novela tiene muchos más personajes y aunque todos son segundarios tiene mucha fuerza. El eje principal se centra en un tridente compuesto por Ignacio Benavides, Julio Gasset y Claudia Lanza quien esta última es mi favorita. ¿Tiene Santiago Isla un favorito de ese tridente?


S.I: Aunque me gustan los tres yo me sigo quedando como personaje favorito con Uxia aunque no tenga un papel relevante. Escribir desde la cabeza de Ignacio es un poco agobiante porque es meterte en la mente de alguien muy ansioso y que se desespera muy rápido. Julio Gasset a veces da un poco de pudor porque alguien que es tan caradura y tan falto de moral puede llegar a hacerte sentir mal. Con respecto a Claudia Lanza, es un personaje algo sinuoso porque nunca sabes del todo que esta pensando y qué pretende con las cosas que hace resultando ser un personaje que juega un poco con las cosas que hace. Tiene un halo de misterio, pero detrás de ese misterio no tiene que haber precisamente algo asombroso.


L.P: A mi me gusta Claudia Lanza porque haga lo que haga parece que no tiene ningún tipo de remordimiento y que esta contenta con todo lo que hace.


S.I: Es una forma de enfocar la vida cuando tus actos no tiene necesariamente que tener consecuencias.  No tiene remordimientos porque muchas veces no le va a pasar nada.


L.P: En tu libro aparece Santiago Isla realizando un pequeño cameo con el que yo en el buen sentido me he divertido mucho. ¿Cómo te dio por ello?


S.I: Por diversión. Escribir un libro es una tarea muy solitaria, de aislarte, de concentrarte, de tener bloqueos y donde se invierten muchas horas. Son en todos esos momentos que un pasa por lo que decido alguna vez deslizarme dentro de mi propio libro como una broma para reírme de mi mismo e interactuar con mis personajes.


L.P: Julio Gasset tiene al comienzo del libro un discurso donde habla de esa segunda obra de los escritores. Comenta que la primera es todo frescura y originalidad y esa segunda es como un compromiso con los lectores para agradar y ofrecerles a los lectores lo que buscan. Esto me hizo pensar en ti puesto que esta es tu segunda obra y me dio por pensar si habrías tenido esa preocupación.


S.I: No, de hecho, yo no estoy de acuerdo con lo que dice Julio Gasset en la novela. Es verdad que la primera vez que escribes algo como no tienes con que compararlo la experiencia es novedosa, pero creo que en el caso del arte y en concreto de la escritura al final escribir son tablas. Puedes tener un talento, pero si no lo ejercitas no vas a ningún lado. En mi caso modestamente pienso que este segundo libro es más libro que el primero porque ya se lo que es escribir un libro. Me he enfrentado a esta segunda experiencia con más herramientas de lo que lo hice en la primera.


L.P: En tu libro uno de los temas principales de los que se habla es del fracaso y en un momento y leo textual se dice: “Su juventud era un fracaso mayúsculo” ¿Te da la sensación de que esta idea es una tónica generalizada en esta sociedad?


S.I: No debería serlo. El fracaso muchas veces de pende de las metas que te pongas. Si tienes aspiraciones modestas es más fácil que no fracases y de que las alcances. Todo esto en un nivel más generacional creo que los jóvenes y hablo de mi generación y luego cualquiera que me desautorice, tenemos de alguna forma el deber de ser optimistas y de no caer en la sensación de frustración y fracaso porque la vida te va llevando por mil sitios que hará que te desencantes con unas cosas y otras que no serán como creías y ahí con el paso de los años puedes llegar a tener una posición más cínica, pero en la juventud hay un deber al menos para mí de ser optimistas.


L.P: Tiene relación esta pregunta con algo que también aparece al menos un par de veces en tu novela y es la idea de ese último tren, de coger ese último tren que pasa por la estación de tu vida. ¿crees en la idea del último tren o piensas que hay más de uno?


S.I: En mi libro esa idea es referente al último tren hacía el futuro. Yo en general soy optimista y creo que siempre hay un último tren hacía el futuro y de que no esta todo perdido.





L.P: Algo que me gusta mucho de tu novela es que es un libro lleno de detalles y esos detalles te convierten en un espectador en primera línea en la cual es fácil situarse dentro del escenario a través de las palabras que relatas. ¿En la vida real eres tan observador como en tus novelas?


S.I: A mi me gusta la literatura que no te dice directamente las cosas. No me gusta que las cosas sean tan frontales ni tan explicitas y por eso me gusta contarlas a través de otros. A través de sus marcas, de lo que comen o de los sitios que visitan es una forma muy contemporánea de ilustrar como son esas personas.


L.P: La novela se titula Los juegos florales. ¿Puedes explicármelo?


S.I: En otros tiempos solían ser esas competiciones literarias de poesía que se convocaban sobre todo sobre los años veinte.  Con esto yo quería reflejar un poco esas aspiraciones literarias de Ignacio Benavides y aunque no es un concurso, hay una intención de llegar a una meta y de ser el ganador, aunque son unos juegos florales que quedan desierto, donde no hay ningún ganador. Era una manera de ilustrar de alguna manera ese concepto de competición.


L.P: En tu libro se habla de fracaso, pero también hay una palabra que no es tan explicita pero que si aparece y que es la frustración.


S.I: Cada uno tiene su propia frustración, pero la de cada uno pesa de una forma diferente. Los problemas derivados de no cumplir sus metas son muchos mayores en unos que en otros.


L.P: Quería preguntarte sin desvelar nada. Metiéndome en la piel de cada personaje llegué a preocuparme por el final que tuvieran al finalizar el libro. ¿Tenías la idea global, pero los finales de todos los tenías tan claro?


S.I: No. Yo cuando empecé a escribir la novela no sabía como iba a acabar.  Yo tenía en la cabeza una relación de personajes, lo que podía ocurrir entre ellos, un par de temas que quería tratar y algunos escenarios.  De lo que empiezo a escribir a como termina hay bastante distancia y hay muchas cosas que voy descubriendo a lo largo del camino. En mi caso y aunque siempre soy muy consciente de la estructura, de lo que estoy haciendo y de que tenga coherencia me dejo llevar. La historia acaba así porque me pareció que tenía sentido de esa forma y porque también reflejaba una serie de cosas que había pasado a lo largo del libro, pero cuando comencé a escribir el libro.


L.P: Pues me alegro de haber sido espectador en primera fila de tu novela y de que hayas descubierto un mudo del que intuía cosas, pero del que me ha gustado saber mucho más.


S.I: Pues muchas gracias por la entrevista y por tus opiniones sobre ella.


L.P: Gracias a ti Santiago.  



Podéis escuchar la entrevista integra en Youtube en este enlace 



 

 

 

 

A mediados de Abril volvimos a sentarnos en torno a un café y de forma presencial con algunos autores. Uno de ellos, con los que he roto  esa racha de hablar de libros de forma telemática es un viejo conocido. César Perez Gellida, uno de los autores superventas de novela negra en España.

Con La suerte del enano ha vuelto a Valladolid y a retomar a personajes conocidos de otras entregas anteriores. Un thriller que a mi particularmente me ha gustado mucho porque soy muy fan de las historias a museos y bancos y creo que esta novela tiene una trama donde el robo y todo lo que ocurre a su alrededor y como consecuencia de él está muy bien tratado y es todo un placer zambullirse entre sus páginas ahora que llegan días de calor.  


Valladolid, 2019. Sara Robles es una inspectora singular. Encargada de resolver un macabro crimen, además tiene que lidiar con sus problemas cotidianos, estrechamente relacionados con la adicción al sexo y con un pasado que no termina de curar. Mientras tanto, El Espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado el robo perfecto junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo a cabo a través del alcantarillado de la ciudad.

Lasuertedelenano es una brillante novela con altas dosis de investigación policial, sexo y violencia en la que el lector profundizará en el complejo mundo de los robos de obras de arte y sus extensas ramificaciones que los relacionan con grupos de delincuencia organizada.

Gellidismo extremo en estado puro.



Libros en el petate: Felicidades César. Te ha quedado un libro muy chulo y una historia que resulta muy cinematográfica donde no faltan los golpes de humor con un estilo muy reconocible y muy divertido.  A pesar de ser una historia cruel, me lo he pasado en grande con tu novela.


César Pérez Gellida: Ya sabes que está dentro de los parámetros que yo uso. Trato de dar alivio al lector en determinadas escenas donde les he metido esos ingredientes negros y así relajar un poco ese entusiasmo.


L.P: En La suerte del enano vuelves a Valladolid y retomas a viejos conocidos ¿Por qué esa vuelta a Valladolid?


C.P.G: Tenía ganas, muchas ganas, ya que date cuenta que desde Sarna no tenía a Valladolid como escenario principal de mis novelas y era una especie de necesidad. Ya tenía este proyecto en mente cuando estaba haciendo Todo lo mejor y Todo lo peor, pero decidí aparcarlo porque sabía que me iba a costar mucho meterme de lleno en todo lo que era ese Berlín de los años ochenta y todo lo referente a la Guerra Fría.


L.P: Aunque tenías la idea ya en mente ¿Esta es otra de esas novelas nacidas a la sombra del confinamiento?


C.P.G: La he hecho durante el confinamiento pero porque me toco escribirla durante ese tiempo.  Ten en cuenta que  los escritores muchas veces vivimos confinados por voluntad propia. A mí lo que me jodia de todo esto era después de mucho trabajar no poder salir a tomar unas cañas con los amigos. Hubiera sucedido exactamente lo mismo sin confinamiento.


L.P: No te ha condicionado nada en el argumento el estado esta situación.


C.P.G: En absoluto porque además yo he hecho todo lo posible para obviar la pandemia aun escribiendo del presente. Esta novela discurre a finales del 2019 y en la siguiente novela que escriba ya habrá pasado todo.


L.P: Rescatas de una novela anterior a Sara Robles y la conviertes en esta en su protagonista. ¿Por qué la eliges a ella?


C.P.G: Yo ya tenía claro en Sarna con gusto que Sara iba a ser un personaje que más adelante iba a tener un papel protagónico. En Sarna con gusto no le tocaba porque ahí ella surge casi como gancho  y en aquel momento administra casi toda la carga emocional del personaje. Me costó tanto desarrollar el papel de Sara Robles que sabía que algún momento todo ese trabajo lo iba a rescatar. ¿Cuándo?  Pues cuando ha surgido la necesidad. Yo tenía dos ideas claras con esta novela que era crear un robo que para mí supusiera un reto en lo personal, en cuanto a la investigación y a qué iba a robar, y lo otro que el papel protagonista iba a ser para Sara Robles. El resto pues va surgiendo como surge en el resto de mis novelas porque yo no planifico ni estructuro, ni hago un guion previo sino que parto con una idea y a partir de ahí voy construyendo y construyendo.


L.P: La suerte del enano es un título que me ha resultado muy llamativo y que nunca había escuchado esa historia. ¿De dónde sale?


C.P.G: Es un dicho muy común. “La suerte del enano que fue a cagar y se cagó en la mano”.  Hay muy poco gente en Valladolid de mi generación que no sepa ese dicho. Es cierto lo que me estás diciendo y que yo di por hecho de que todo el mundo lo iba a pillar y al final me ha parecido un acierto porque es como si hubiera reciclado el significado de ese dicho que tiene que ver con la concatenación de desgracias. Esto tiene que ver mucho con el contenido de la novela porque al final a Sara Robles lo que le sucede es una concatenación desmesurada de desgracias.


L.P: Has comentado de esta novela que es con la que mejor te lo has pasado. ¿Puede ser también la más divertida?


C.P.G: Hay gente que dice que sí. Yo no tenía esa intención pero ha salido así porque hay situaciones muy estúpidas. Hay personajes que usan mucho el sarcasmo y hay distintos tipos de humor. Yo no tengo la percepción de que sea la más divertida, pero el criterio de los lectores es el que vale y es el que refleja al final las sensaciones que quedan. Si ellos lo dicen yo asiento y consiento.


L.P: Yo creo que sí, pero es un humor muy negro.


C.P.G: Carapocha era un personaje que utilizaba mucho ese tipo de humor, ese sarcasmo que se mueve entre el humor y lo doloso. Yo no quería repetir la fórmula pero ha salido así. Hay cosas que se controlan y otras que no.


L.P: De tu novela me gusta que una de las líneas argumentales que usas es el robo de una obra de arte en un museo. Esa parte me ha encantado y ha sido muy instructivo porque nos enseñas cómo funciona la seguridad de los museos, la manera de trabajar de las fuerzas y cuerpos de seguridad en lo referente al patrimonio artístico. ¿Te has tenido que documentar mucho y en ese caso qué te ha sorprendido de este mundo?


C.P.G: Si pero lo que ocurre es que yo toda esta información ya la sabía para otra novela que descarté. Yo ya tenía nociones de hasta dónde podía rascar y las conexiones que este tipo de delitos  tenían con el crimen organizado. Esto no puede ser una subtrama. Si esto lo quieres desarrollar en condiciones,  tiene que ser la trama principal de La suerte del enano. Es verdad que para esta novela he tirado de contactos, de expertos en el crimen organizado de la costa del sol, gente de la brigada de patrimonio para saber cómo se mueven por dentro. He descubierto muchas cosas que desconocía y luego tú decides que  vuelcas en la novela porque no se puede convertir en un ensayo.  Dosificar para mí es el secreto del éxito, de cuantas gotitas tienes que echar en un guiso porque a los mejor tienes ingredientes de primera calidad pero con la pimienta te has pasado.


L.P: Otro de los personajes que aparecen en la novela es Valladolid. ¿Se puede decir que podríamos hacer una guía de Valladolid con tus novelas?


C.P.G. (Risas) Ya se ha hecho.


L.P: ¿Estas conociendo Valladolid documentándote para las novelas?


C.P.G: Yo Valladolid lo conozco muy bien. Otra cosa es que vuelque lugares y que de repente conozca partes de Valladolid como por ejemplo el subsuelo de la ciudad. Yo he bajado a las alcantarillas con Nacho García LLanes  que es el subinspector de la unidad  de subsuelo y no habría bajado nunca  a un sitio como este  si no hubiera tenido que documentarme para escribir estas secuencias que aparecen en la novela y que son tan importantes a nivel de ambientación.


L.P: Dos malvados muy atractivos en esta novela  y que dan mucho juego. ¿Cómo haces para crearlos, en qué te inspiras?


C.P.G: Yo no diría malvados. Digamos que están en el lado oscuro. Tinus van der Dyke es un personaje que me costó mucho dibujar en mi cabeza  lo que es su parte interna y en cambio su parte externa la tenía muy clara. Espantapájaros, quería que tuviera una apariencia como muy peculiar, pero sobre todo que detrás de  esa apariencia hubiera un tipo mucho más peculiar aún. Es un ladrón de guante blanco con el corazón muy negro. Paradójicamente empatiza muy bien con los lectores. ¿Por qué? Él tiene sus motivaciones muy claras porque se quiere retirar ya y tiene un plan para conseguirlo muy definido y de repente ese plan que no tenía que fallar porque estaba muy claro en su cabeza se tuerce porque intervienen otros que lo hacen mal. Es cuando a toda costa Tinus quiere retomar el mando de la situación, pero no le sale del todo bien.


Yo cuando he estudiado a este tipo de personas que se han dedicado a esto toda su vida y han robado obras de arte,  te encuentras que son  gente que es así por decisión propia y que les ha ido de puta madre en su vida. Son gente con muchos claroscuros y que realmente en su cabeza no piensan que estén delinquiendo sino cambiando el arte de manos.


El otro es Samir Qabbani,  de profesión mercenario. Es su oficio porque se ha querido dedicar a esto ya que la vida le ha llevado desde el Líbano a convertirse en un tipo que sabe que lo hace muy bien y ha ido cambiando de organización hasta llegar a una en que lo tienen muy bien valorado y él tiene que cumplir.


L.P: Entre ellos dos tienes algún favorito.


C.P.G: Me quedaría con Tinus porque es un personaje que me ha costado mucho.


L.P: Dicen que el atraco perfecto no existe, pero a veces uno piensa qué es una suerte que  algunos escritores no hayan cruzado al otro lado de la línea de la ley. ¿Qué piensas?


C.P.G: Yo pienso que si existe al igual que el crimen perfecto si existe y que se resuelve de forma equivocada. A mí me ha tocado de este lado porque es el lado de la ficción. Yo no sé si tendría arrestos para cometer un acto así. Espero que nunca tenga que probar.


L.P: ¿Crees que el atraco que tu planteas en tu novela se podría llevar a cabo?


C.P.G: No porque las alarmas sísmicas que tiene el museo nacional de escultura  hacen que no puedas llegar  a reventar la solería del baño sin que tuvieras siete policías esperándote  apuntándote a la cabeza. Yo ahí he tenido que jugar permitiéndome licencias para que se lograra consumar el robo.


L.P: Esperemos que los lectores se diviertan con tu novela pero que no la tomen de inspiración


C.P.G: (Risas) Si la toman de inspiración lo tienen muy jodido  porque van a la trena de cabeza


L.P: En los créditos de la novela dices que estás pensando en tomarte un tiempo para reflexionar y ver qué camino sigues ¿Es este libro el comienzo de otra saga con Sara o está descartado?


C.P.G: Ni descartado ni confirmado. Puedo decirte que Sara es un personaje que va a tener continuidad. ¿Cuándo? No lo sé. Bueno si lo sé pero no te lo puedo decir. No será una trilogía o algo que se le parezca de forma continua, pero puede que aparezca de vez en cuando de forma individual y sin que tengas que haber leído las anteriores. El problema es que yo no sé separarme mucho de los personajes y eso me lo he demostrado sin querer. Me resulta muy fácil matar personajes pero muy difícil separarme de ellos. Incluso con personajes que están muertos los he retomado en historias anteriores a cuando los maté por ejemplo Carapocha en los años ochenta. Me cuesta separarme, son como amigos que habitan dentro de mí y Sara es un personaje que está muy dentro de mi cabeza para que pueda desprenderme de ella tan fácilmente.


L.P: Por eso en esta novela también aparece el pelirrojo o ¿creías qué era necesario?


C.P.G: No sé si es necesario, pero si es determinante  y me apetecía. Todas las decisiones que tomo delante del teclado a las cuatro de la mañana es porque me apetece. No lo hago pensando en los lectores. Yo pienso en los lectores una semana antes de que se publique la novela. Me importan mucho los lectores pero durante el proceso de escritura no.


L.P: Pues yo te digo que a mí me ha encantado aunque no pensaras en mí mientras la escribías. Además si puedo verla luego en una serie o en una película mucho mejor.


C.P.G: Ojala, tenemos proyectos avanzados.  Con la primera trilogía hay conversaciones que parece que se podría hacer algo pronto y con esta algo se ha hablado. Estas cosas se dilatan mucho en el tiempo porque hay muchas conversaciones y hay mucha gente tomando decisiones. Es difícil hacerse un hueco porque hay muchas novelas que tocan a las puertas de las cadenas y plataformas de turno porque todos queremos estar ahí.


L.P: Pues César ha sido un verdadero placer y gracias como siempre.


C.P.G: Gracias a ti.


Si en lugar de leer la entrevista quieres escucharla aquí te dejo el audio de la misma.



 



 Juan del Val se ha convertido por méritos propios en algo más que un nombre en el panorama de la literatura. Sus libros son su carta de presentación en número de ventas y en opinión de lectores. Con su nueva novela Delparaíso lo ha vuelto a lograr creando una historia interesante, llena de matices y que deja poso para la reflexión.


Hablamos con Juan del Val hace unos días y muchas de las cosas que dijo no deja a las claras su postura y su intención frente a la novela que ha escrito. 



"Es una novela en la que vemos mucho a ese en el que no nos queremos parecer”





Libros en el petate: Enhorabuena Juan porque la novela prácticamente se devora de una sentada al ser adictiva, contener unos personajes muy interesantes y uno siente en todo momento la necesidad de leer para saber que va a ocurrir.


Juan del Val: Me alegro, eso significa que no se te ha hecho bola.


L.P: Yo quería preguntarte qué detalle o qué idea te lleva a crear una historia como esta.


J.V: No soy escritor de esquemas ni de saber qué va a ocurrir antes de ponerme a escribir. Yo soy de los que se sientan y empiezan a escribir, pero sí que tengo clara la idea que quiero contar y en esta historia está representada a través de la voz de Maite en una de sus conclusiones al final de la novela y que viene a decir que pase lo que pase, el mundo y la vida es algo que merece la pena vivirse y exprimirla. Que suceda lo que suceda no tenemos tanta importancia y mañana todo va a seguir igual.


A partir de ahí, de esa reflexión me apetecía abrir una mirilla imaginaria en algunos lugares donde no se puede acceder, para ver lo que pasa realmente por encima de las apariencias.  En medio de esta idea y siempre con lo que pasa por dentro, más que lo que se ve empecé a construir esta novela. Honestamente creo que me ha salido lo que quería  y eso no es fácil cuando te enfrentas a cualquier proyecto y en una novela tampoco.


L.P: En esta novela narras la vida de unas personas dentro de una urbanización de lujo llamada Delparaíso. Viviría o vive Juan del Val en una urbanización como la que describe en su libro.


J.V: La mía es una urbanización similar, de menos nivel pero sí que está construida y eso era uno de los conceptos que a mí me parecían más interesantes como la seguridad como uno de sus principales ejes de importancia. Yo estoy encantado de donde vivo pero me llama la atención esa forma de protegerse y esa aparente seguridad que tienes pero que solo te libra de eso, de todo lo demás no te libras.


L.P: Todo el mundo sueña con vivir en una urbanización como Delparaíso pero yo no lo haría a cambio del precio que pagan muchos de sus inquilinos.


J.V: No tiene mucho que ve con donde vivas con las cosas que te pasan, pero si es cierto que parece que estando en ese lugar tu vida va a ser forzosamente mejor y no tiene por qué ser así.

Lo que construyo en Delparaíso es un reflejo de la sociedad con todas sus clases, desde la obrera con los albañiles rumanos y las chicas del servicio, la clase media como el jefe de seguridad o el director del banco y la clase alta que son los que viven en la urbanización. Yo escribo de lo que se y yo he estado en los tres sitios que represento en la novela.


L.P: Dirías que esta novela es un drama, una tragicomedia, una novela negra.


J.V: No me gusta encuadrarla porque no sé encuadrarla o no me saldría. Yo prefiero que la definas tú o la defina cualquiera que la lea. A mí me parece que tiene un poco de todo, una novela que es muy entretenida y esto lo digo como virtud. A la misma vez investiga en lugares que todos tenemos algo miserables y tiene algo de novela desoladora donde aunque lo pasas bien esta te araña. Una amiga me ha dicho al leerlo que tenía cargo de conciencia porque leyendo cosas tan duras se lo estaba pasando bien y qué no entendía que le pasaba.


L.P: Hay muchos sueños rotos en esta novela.


J.V: Enlazando un poco con la primera pregunta que me hacías, esto es una de las ideas que yo tenía. No se puede huir de uno mismo todo el tiempo y obviar y negar quien eres. Esto se ve en muchos de los personajes de mi novela. Para estar en un lugar así, muchos de los personajes han tenido que renunciar a cosas y sobre todo a ser ellos mismos muchas veces.


L.P: Hablábamos de que este libro  se podía etiquetar también como novela negra por ciertos detalles que aparecen en la historia. Viendo lo que has escrito anteriormente, se puede decir qué estás haciendo tus pinitos en el género negro.


J.V: No lo sé. En las anteriores todo gira en torno a un personaje y esta es más coral. En las novelas realmente las tramas me dan igual aunque evidentemente quiero que generen interese en el lector. A mí me interesa mucho más lo que estoy contando de los personajes y lo que les pasa, por encima de lo que hagan.

No sé si tiene algo de novela negra pero te digo que de verdad no lo pretendía.


L.P: Para escribir esta novela has tirado de inspiración, de realidad o de arquetipos para a la hora de crear a los personajes.


J.V: Yo escribo de lo que sé. Mi capacidad de observación está en límites casi enfermizos y creo que los personajes son muy muy reales. Yo estoy en muchos y en los que no estoy los tengo cerca. Te pongo un ejemplo: Pascual es quien peor me cae de la novela, pues yo tengo cosas de Pascual por eso no hay arquetipos sino que observo a la gente con la que me cruzo, con la que convivo, con la que trabajo y a partir de ahí voy construyendo personajes.


L.P: Has hablado del personaje que peor te cae. Si tuvieras que elegir al que más cariño le has cogido.


J.V: Hay muchos que me caen muy bien, pero yo tengo debilidad por Maite porque me parece un personaje muy autentico. Define un poco lo que a mí me parece una manera de vivir. Una persona apasionada que no ha parado de equivocarse a lo largo de toda su vida pero que le va bien y tiene voluntad de ser feliz y voluntad para tener alegría y eso me gusta mucho de ella.

También le tengo cariño a Carlos, el hijo de Borja, un personaje que creo que me ha salido muy bien porque es quizás de las mejores personas que aparecen en la novela. Un tipo sano, listo, nada rencoroso y es un tipo que busca lo bueno de la vida.


L.P: Para finalizar veo esta novela muy visual como para hacer una película o una serie ¿Cómo lo ves?


J.V: Siempre me dicen que mis novelas son muy visuales. Mis referentes más que los libros llegan a través del audiovisual y creo que eso se me nota porque soy un apasionado del cine y trabajo en el entretenimiento y tengo ese lenguaje. Me gustaría que fuera una serie o una película pero la verdad es que yo escribo novelas y esto no es un guion y yo reivindico el hecho de escribir novelas por ser sí mismos  y son novelas que nacen para ser novelas y se quedan en novelas. Parece que si una novela es llevada a la pantalla son mejores por eso y no estoy de acuerdo. 




Delparaíso es un lugar seguro, vigilado las 24 horas, lujoso e inexpugnable. Sin embargo, sus muros no protegen del miedo, del amor, de la tristeza, del deseo y de la muerte. ¿Acaso tiene sentido protegerse de la vida?

Juan del Val dirige su mirada, lúcida e implacable, a este mundo tan hermético como inaccesible para construir una narración absorbente, a veces divertida y a menudo incómoda. Bajo su aparente sencillez, prácticamente en cada página el lector tendrá que enfrentarse a un dilema moral que le hará leer con el corazón en un puño

 

María y Tomás son dos jóvenes madrileños que se conocieron siendo pequeños, crecieron fortaleciendo su amistad hasta que el roce y sus dos personalidades se dieron una oportunidad en el amor descubriendo que estar juntos podía ser lo más maravilloso del mundo. Con 19 años la vida los puso a prueba y María se quedó embarazada de Tomás. En esos momentos el mundo se paró y dejó de girar en mitad de carreras universitarias, fiestas, viajes y risas. Lo que para unos puede ser un drama, para ellos fue un paso atrás para tomar impulso y comenzar una nueva vida con mucha más ilusión. No niegan que fue duro y que en algunos momentos lo pasaron mal, pero con el apoyo de sus familiares y amigos hoy en día están muy orgullosos y felices de haber dado aquel paso.


Tuvieron un niño que se llama Tomi y que hoy está loco por cumplir años y aprender a leer para poder echar un vistazo a ese libro que desde hace poco tiene en la estantería de su cuarto en el que sus padres le han contado que es la historia de ellos y en la que él también aparece. Un libro que es un gran regalo para él y que la editorial Planeta les propuso escribir estando en su luna de miel.  Era algo que ya habíamos pensado hacer en algún momento, pero que cuando nos lo propusieron nos hizo mucha ilusión y nos ayudó a decidirnos a llevarlo a cabo”.




María y Tomás han conectado a la primera. Cuando están juntos la magia flota en el aire, aunque ellos sean los últimos en enterarse. Pero ni la vida es un camino de rosas ni este libro es un cuento de hadas. Ellos lo descubrirán enseguida. Como también descubrirán el dolor, el temor, la amistad y, sobre todo, el amor. Esta es una historia de decisiones difíciles, de hacerse mayor de golpe, de realidades que nunca se soñaron y de ilusiones que se cumplen a base de tesón. Pero también es una historia sobre el valor de tomar las riendas de tu propia vida.





Su historia podría ser la historia de cualquier pareja, pero es la suya, un episodio de sus vidas del que no se arrepienten, pero que cuando escribían el libro han recordado momentos muy duros que no han sido fáciles, que les demuestra que con fe han sabido salir adelante y les ha merecido la pena. Por el camino han quedado los tiempos en que María acudía a clases en la Facultad de Derecho embarazada y eran inevitable las miradas que los compañeros de clase le dedicaban por su estado. Tomás nos cuenta que fue duro vivir esos meses como padre en la “distancia”, puesto que al principio cada uno vivía en casa de sus respectivos padres.


No creen en casualidades ni en el destino, pero si en el amor por eso a pesar de que tras el verano del 2014 dejaron de verse y hablarse, gracias a su amiga Cris que creó un grupo de whatsapp entre ellos tres para que volvieran a entablar contacto, ellos aseguran que de una forma u otra sabían que terminarían juntos.


Botas de colores para días de lluvia ha sido escrito por ambos, los capítulos más personales los escribía su propio protagonista, pero en líneas generales todo era consensuado y aprobado por la pareja dejando testimonio de muchas historias novedosas que sus  seguidores nunca han llegado a leer en sus contenido de Instagram. “Hemos ido subiendo a las redes fotos y situaciones nuestras, pero este libro es nuestra historia desde que nos conocimos hasta nuestra luna de miel y aquí hay muchas cosas que no saben nuestros seguidores”. Nos cuenta María que “cuando lees el libro es muy fácil saber intuir quien ha escrito cada capítulo por el estilo que le ha dado cada uno”.


Viendo sus trayectorias uno no puede sino preguntarles cual es el secreto para siendo tan jóvenes tener un hijo, acabar sus carreras y embarcase cada día en infinidad de proyectos.


Nos cuenta Tomás que “detrás del trabajo de influencer hay muchas horas de trabajo, muchas reuniones con su manager, con marcas, con fotógrafos y con un equipo para supervisar y trabajar en el contenido que vamos a publicar porque si no estás constantemente innovando y aportando contenido la gente puede cansarse y dejar de seguirte”


Tomás Páramo se unió a varios influencers y empresas durante el confinamiento en una iniciativa llamada “Acortando las distancias” donde recaudaron fondos para llevar móviles, tablets y datos a los enfermos de covid para que pudieran estar en contacto con sus familiares mientras estaban ingresados y en aislamiento durante la estancia de su enfermedad en los hospitales.


María nos confiesa que “el secreto es el tesón, trabajar duro en lo que te gusta y organizarte muy bien. Pienso que cuando uno tiene muchas tareas que hacer se organiza mejor y termina sabiendo priorizar y organizarse para cumplimentar todo”.


Un libro muy emotivo en el que ambos destacan sobre todo su historia en Coin y el capítulo quince, el que corresponde a su boda. “Hay otros momentos muy importantes y muy bonitos pero por diversos motivos nos quedamos con esos dos por todo lo que significan en nuestra historia


El libro está funcionando muy bien  y para una persona tan creyente como Tomás, que la gente se desplace kilómetros para poder saludarlos en un acto de firmas y les muestren todo su cariño no deja de transmitirles mucha felicidad por saber que lo que ellos han hecho y han querido difundir significa tanto para tanta gente y puede hacer tanto bien.


Un libro muy emotivo que refleja una bonita historia de amor no exenta de momentos duros y que suponen toda una prueba de superación. Como los buenos cuentos tiene un final feliz que esperamos que dure para siempre.




Con veintisiete años, Laura Gost (Sa Pobla) ha ganado el Torneig de Dramturgía organizado por Produccions de Ferro, un Goya y algún que otro premio literario de cierta relevancia. 

Es simpática, tiene una conversación que se hace interesante y uno tiene la sensación de que podría estar hablando con ella durante horas. Ha sido su debut en la novela con La prima mayor, lo que ha permitido tener la suerte de sentarme a conversar con ella sobre una novela que he disfrutado por varios motivos y uno de ellos ha sido el  hecho de poder  viajar, gracias a sus páginas,  a mi adolescencia, a los buenos recuerdos de unos años maravillosos llenos de dramas, pero de grandes ilusiones en busca de pequeñas batallas que ganar en una época, donde creíamos que nadie nos entendía.

La prima mayor me ha resultado una novela fresca, llena de matices, de reflexiones, de muchas escenas a las que sacarle punta y sobre todo una novela con la que tener muy en cuenta los futuros trabajos de Laura Gost como escritora.

Ella dice: “Siempre hay un libro para cada persona, pero es absurdo considerar que hay libros que todo el mundo tiene que leer. No es verdad, creo que al final cada uno tiene que leer aquello que le enriquezca y que conecte con su personalidad”.


Yo digo que este libro no es para todo el mundo, pero creo que no todo el mundo debería dejarlo pasar.


Rosa tiene apenas doce años cuando su prima mayor se queda huérfana y se ve obligada a compartir habitación con ella. Tras la precipitada mudanza, la protagonista no tarda en comprobar que su prima representa todo aquello que no tolera; Tina es una chica irresponsable, desagradecida y problemática. Pero, poco a poco, Rosa empezará a darse cuenta de que detrás de las cosas que le repelen de Tina se esconde algo que anhela para sí misma: ser una joven extrovertida, arrolladora y sexy capaz de alterar la cotidianidad del pueblo mediterráneo en el que viven.
Serán precisamente estas diferencias las que condicionarán la adolescencia de ambas, esa época en que se mezclan ingenuidad y madurez de forma tan cruda. Un choque de mentalidades que se desatará del todo con la llegada de los tres integrantes de la familia Montsó al barrio. ¿Puede un triángulo amoroso hacer tambalear la relación de las dos primas con el mundo, la feminidad y ellas mismas?
La prima mayor habla sobre el despertar de una niña como mujer con la claridad e inteligencia narrativa propias de una guionista ganadora de un Goya. Laura Gost ha llegado para quedarse.

Libros en el petate: Buenos días Laura. Felicidades por un libro con el que me lo he pasado tan bien a pesar de que también contiene algún que otro drama.

Laura Gost: Muchas gracias Fernando. Me alegro mucho.

L.P: En mi opinión has tenido con este libro un estreno narrativo fantástico.

L.G: Gracias, la verdad es que estoy muy contenta con el feedback que he recibido tanto con la edición en catalán que lleva ya un año y medio de recorrido, como ahora con la traducción.

L.P: Laura se te conoce sobre todo por tu faceta en cine y teatro donde te has volcado a lo largo de tu corta, pero exitosa vida laboral. ¿Ha sido  difícil dar el salto a la narrativa  o ya tenías tablas escribiendo?

L.G: En realidad ha sido al revés. Yo escribo desde los siete años y siempre he escrito narrativa, publicando relatos de adolescentes en revistas literarias. He escrito muchos relatos y también he ganado algunos premios literarios y no fue hasta los veinte años que no escribí la obra de teatro que luego dio lugar al cortometraje con el que ganamos el Goya. 

Es cierto que me encanta poder desarrollarme en otros ámbitos como es teatro o audiovisual y que la gente tienda a relacionarme con esos entornos al haber ganado algunos premios significativos, pero me considero una escritora de narrativa aunque no haya sido hasta hace poco que he dado el paso de publicar mi primera novela. Soy más narradora que dramaturga o guionista.

L.P: Te estrenas con esta novela y me imagino que habrá algún detonante para que tu primera historia lleve esta trama y estos personajes.

L.G: A mí me apasiona el relato breve y como a partir de una anécdota puedes desarrollar una historia muy concreta y muy limitada en el tiempo, pero me apetecía aplicar ese dominio de la estructura que se aplica en guion y esos ritmos y complejidades que son necesarios para una historia más larga y así demostrarme si era capaz de mantener ese interés durante muchas páginas. Para abordar esta primera novela era importante que me centrara en un tema que fuera próximo a mí, más que buscar cosas complicadas y ajenas a mi realidad, era preferible elegir un tema con el que conectara como en este caso la adolescencia que me pilla próxima y puedo tener una perspectiva suficiente sobre ella pudiendo aportar suficiente verisimilitud  y eso permitiría que el lector pudiera empatizar más. Dentro de esta sencillez y con mucha honestidad, poniendo partes de mi experiencia y de otras observadas en su momento,  he conseguido el acierto en esta  novela porque si hubiera querido empezar con una trama más ambiciosa o rebuscada me hubiera perdido o me habría quedado más impostada.

L.P: Entiendo por lo que has dicho que con esta novela has vuelto un poco a tu pasado porque particularmente a mi muchas escenas de tu novela me han devuelto al pasado en el que tenía la edad de las protagonistas.

L.G: Yo creo que es una época que si la contextualizas en un momento previo a redes sociales, que eso era un tema fundamental, de alguna forma, los conflictos, las contradicciones, las dudas, las vivencias o sentimientos, no son tan diferentes y todo eso es común entre hombres y mujeres y se puede extrapolar también a otras realidades tanto geográficas como temporales. Alguien que fue adolescente en los años ochenta también puede conectar con esos sentimientos, no son propiedad de un adolescente del año dos mil. Creo que eso es lo bonito, que la gente hace como un ejercicio de retrospección y conecta con el adulto joven que era en aquel momento.

L.P: Muy interesante esto último que comentas porque es una novela protagonizada por jóvenes pero no necesariamente una novela juvenil. ¿Te preocupaba caer en una trama juvenil o que la gente pensara a primera vista que se trataba de algo solo para jóvenes?

L.G: En todos los trabajos que he realizado siempre he trabajado con  personajes de edades muy diversas y cuando escribí este libro pensé que todos aquellos que conozcan mi trayectoria no iban a pensar que sí me ponía en la piel de un adolescente era para realizar  una novela juvenil al uso. De todas formas soy bastante contraria a la etiqueta de novela juvenil por el simple hecho de estar protagonizada por jóvenes. Cuando le presenté el proyecto a mi editora para la edición en catalán ya teníamos claro las dos que aunque los protagonistas fueran jóvenes no era una novela juvenil.

L.P: Es un libro para que los hombres aprendan sobre mujeres? A mí me ha parecido que sí.

L.G: Es un libro que no tiene ninguna motivación más allá de contar una historia y esperar a que la gente conecte con ella, pero sí que es cierto que había esa voluntad cuando escribía, de demostrar que el hecho de leer una novela protagonizada por una chica no significa que un hombre no pueda conectar con este personaje. Quería demostrar que cuando se cuenta una historia desde la perspectiva de una mujer o una niña y se rehúye de los tópicos al final a un hombre no tiene porque no gustarle.

L.P: Nada más comenzar la novela parece que quieras predisponer al lector contra Tina, una de las protagonistas que pierde a sus padres y tiene que mudarse a vivir a casa de sus tíos y su prima. ¿Eso está hecho a propósito?

L.G: En un principio no tengo la intención de predisponer a nadie contra ningún personaje y es algo que efectivamente me lo han dicho en muchos clubs de lectura, la animadversión que sentían por este personaje y es cuando yo les digo que están cayendo en la trampa porque de alguna manera yo ya dejo claro y quiero ser consecuente al elegir una primera persona como es en este caso Rosa como  narradora, que además es puramente subjetiva. Por eso tenemos que tener en cuenta que a lo mejor Rosa no es una persona objetiva ni imparcial y está volcando sobre Tina miedos o rechazos destinados hacía ella misma. No he querido en ningún momento que haya ninguna predisposición hacía el personaje, ¿por qué vamos a ser duros con Tina? Tina no deja de ser una chica que también  se está buscando a sí misma, que está en un momento de su vida complejo en el que simplemente intenta vivir y de alguna manera apartarse de esa rigidez o endogamia que percibe en el pueblo, y claro que es egoísta pero también lo es Rosa, lo que ocurre es que como no sabemos el punto de vista de Tina tendemos a crearnos esa opinión.

L.P: Pues yo debo confesarte que desde la página seis Tina me caía bastante mal.

L.G. Pero tienes que pensar que es como la vida misma. Si solo conocemos a alguien por cómo nos hablan de él, una persona  que le tiene antipatía nos va a condicionar. Aquí para mí, lo fundamental es mantenerte leal al uso de la primera persona siempre subjetiva, por eso yo suelo abordar el personaje de Tina con cierta indulgencia. Rosa cuando percibe cosas es un ser humano y encima es una adolescente por lo que tiene sus propios sentimientos a flor de piel y puede ser volátil teniendo prejuicios. Rosa tendrá que ser un poco Tina cuando crezca porque de otra manera se va a quedar como un personaje demasiado plano y blanco y tiene que tener claroscuros.

L.P: No te voy a preguntar entonces de quién eres más si de Tina o Rosa pero lo que está claro es que defiendes a tus personajes.

L.G: Yo creo que cuando escribes siempre pones algo de ti en todos los personajes y a parte de lo que hayas observado o reflexionado, siempre hay luces y sombras de ti en ellos. Yo puede que sea algo más Rosa por ser más observadora e introspectiva con cierta timidez pero también hay partes de Tina desde el punto de querer revelarse a las pautas impuestas o contra las mentalidades más cerradas. No me gustan las novelas de blancos y negros porque es muy aburrido de esta forma.

L.P: La novela se desarrolla entre 2000 y 2004. ¿Podrían ser Tina y Rosa dos chicas del 2020 o hay diferencias?

L.G: Yo creo que no sería igual, por eso era tan necesario ambientar esta novela en aquella época. Hoy en día en el 2020 sería impensable que Tina mantuviera ese interés por Miquel Montsó durante tanto tiempo porque todo es mucho más volátil y con las redes sociales se pierde mucho ese misterio de conocer cosas acerca de la otra persona ya que con internet podemos saber todo de esa otra persona.

L.P: ¿Hay pocas películas o  series que tratan el tema de las chicas?.

L.G: Hay muchas películas y series que tratan el tema de la adolescencia, pero si es verdad que me irrita o me molesta esa imagen de la chica adolescente tan frívola y tan banal que tiene una imagen simplista donde solo  cobra protagonismo si al chico le interesa. Casi siempre es el chico el que vive las aventuras o soporta el protagonismo de todo y la chica interactúa con él si es necesario. No hay una igualdad en ese sentido y creo que muchas veces falta esa protagonista que no caiga en los estereotipos. Nosotros hemos crecido viendo películas y series protagonizadas por chicos y yo pienso que también podría ser al revés.

L.P: El final de esta historia es muy bueno creo que es un final que sorprende y que tiene mucho valor. ¿Este final lo tenías en mente al comenzar la novela o surgió posteriormente?

L.G: Yo tenía bastante claro el final de la novela porque ya antes de ponerme a escribir planteo una estructura narrativa que a no ser que haya bastantes cambios suelo mantener. Ese era el final que quería porque aunque sea el final de la novela en realidad es el comienzo de una Rosa que a partir de ahí será diferente y que puede ser un poco más Tina en muchos sentidos.

L.P: Este libro me ha gustado tanto, que  lo vería perfecto como lectura académica ¿Cómo verías esta opción?

L.G: Creo que puede funcionar para chicos a partir de dieciséis o diecisiete porque creo que es importante que tengan cierta perspectiva. Aunque lo han leído muchos adultos sé que varios institutos lo han cogido para bachillerato como lectura obligatoria y he ido a dar varias charlas a estos centros y he podido comprobar que ha funcionado muy bien y los alumnos me han transmitidos muy buenas opiniones destacando ellos que les encanta porque no se trata al adolescente como un estereotipo caricaturesco. No es un libro que pretenda ser una tesis ni que plantee qué camino hay que seguir, si ser Rosa o ser Tina.

L.P: Laura, un verdadero placer y mucha suerte con La prima mayor porque sin lugar a dudas lo merece.
L.G: Gracias a ti Fernando.